Buenos Aires, 2 julio (Especial de NA, por Matilde Fierro) — 
Un preinforme del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) 
despertó la alarma al señalar que en mayo creció el consumo 
interno de vino un 5,7% por el aumento de la venta del producto en 
el envase económico tetra-brik. 
   Conocido el reporte, comenzaron las especulaciones: la 
comercialización de más de 300 mil hectolitros de vino común en 
cajas de cartón podrían demostrar que la situación económica hizo 
bajar el nivel de preferencias vitivinícolas. 
   El INV responsabilizó el incremento de consumo de vino al tetra 
Brick del que en mayo se vendieron 384.617 hectolitros (hl) con un 
crecimiento del 19,3%, que permitió asimilar la caída en 
botella (se vendieron 409.190 hl) que bajó 2,7 por ciento.
   En diálogo con NA, Eduardo Sancho, presidente de la Federación 
de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (FeCoVitA) que asocia a 
29 cooperativas, integradas por más de 5000 productores de uva y 
elaboradores vitivinícolas, relativizó la evaluación.
    "No se puede decir por un mes (mayo en este caso) que la 
tendencia del consumo haya cambiado porque el Instituto lo que 
registra son los despachos en bodega no las ventas, puede ocurrir 
que los distribuidores se hayan stockeado, para medir hay que 
tomar un trimestre y en el último bajó el consumo un 4 por 
ciento", explicó a NA. 
   El alza de los precios de los vinos de media gama para abajo 
que se ubican en la brecha de los 70 pesos por botella hizo 
disminuir el consumo y eso es una realidad. 
   Por ejemplo una caja de Viamonte, varietal, de seis botellas 
pasó desde octubre de un total de 150 pesos a los 320 pesos de 
ahora, en Mendoza. 
   No obstante Sancho saludó la elección del tetra-brik porque en 
ese sistema "un vino común se conserva mucho mejor" y resaltó que 
"es un envase práctico y reciclable", dijo al reconocer que tiene 
mala fama, pero "en botellas o en tetra-brik también hay vinos 
malos".
   Por otra parte expresó que la gente que va más al tetra-brik es 
muy puntual y "es cierto que hay una recuperación en el consumo de 
vino que venía cayendo sobre todo en los sectores de nivel 
socioeconómico más bajo" 
   El vino argentino de precio medio bajo, de alrededor de 70 
pesos la botella "como es nuestro Toro Viejo, un Santa Ana, Michel 
Torino, se llevan el 80 por ciento de consumo". 
   "Los consumidores de la media alta gama o alta gama son los que 
toman media copita por día, o cuando van a un restaurant porque se 
trata de un vino más caro. Lo importante es que en el gran consumo 
juegan muchos factores", añadió.    
   El otro dato que brindó el INV es que descendió la exportación 
en mayo el 11,8 por ciento y que en los primeros cinco meses del 
año se importaron 528.424 hectolitros (hl) de vino fraccionado, 
muy lejos de los 412 hl de igual época de 2016.
   Una fuente del INV confirmó a NA que desde octubre a diciembre 
de 2016 entraban los vinos a granel de Chile y que en mayo se 
importaron 61.765 hl también a granel. 
   Explicó que las exportaciones han bajado porque el precio del 
dólar no está tan competitivo y no les conviene exportar a granel 
el vino genérico, operación que se hace a Estados Unidos, Rusia, 
Alemania, Países Bajos, Sudáfrica y España que llevaban grandes 
cantidades, países que siempre han comprado por atravesar cosechas 
pobres, inundaciones y escasez de vino general. 
   El vino de Chile ha ingresado o lo está haciendo al mercado 
interno a 0,50 y 0,60 centavos de dólar el litro. 
   Para Sancho "cae la exportación porque si no hay un crecimiento 
del reintegro a las ventas externas que ahora es del 5 por ciento 
y debería llegar al 15% y, sin un retoque impositivo, se hace muy 
difícil competir en el exterior". 
   "Venimos pidiendo un mayor reintegro desde hace cinco años, la 
inflación se comió la devaluación", dijo el dirigente que no ve 
que haya cambiado la conducta del consumo de forma impactante: "en 
los últimos cinco años primero hubo un fortalecimiento y luego una 
caída en 2016, año que coincidió con una pobre cosecha". 
   Respecto del tetra-brik, cerró: "en el vino de mesa se es mucho 
más fiel a la marca, los de media alta gama van cambiando y 
probando". 
   "La vitivinicultura en general está en un proceso de 
recuperación de precio al nivel de productor que se trasladó al 
producto de consumo. Las empresas hemos tratado de ir a precios 
más competitivos", consideró Sancho. 
   Si de alta gama se trata, hay tópicos que permanecen 
inalterables, por ejemplo la reconocida parrilla porteña de Puerto 
Madero "Cabaña Las Lilas" obtuvo por segundo año consecutivo 3 
estrellas, el máximo galardón que anualmente entrega la revista 
World of Fine Wine a restaurantes de todo el mundo.
   El premio World’s Best Wine Lists, que celebra la importancia 
de contar con una buena selección de vinos, es uno de los más 
prestigiosos dentro de la comunidad de restaurantes. 
   En tanto, el jurado está compuesto por profesionales y enólogos 
reconocidos a nivel mundial.
   Todos los años, se evalúan más de 4.500 cartas de vinos y se 
otorgan premios de tres, dos y una estrellas: Sólo 370 
restaurantes obtuvieron tres estrellas, la máxima categoría.  
 
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