Buenos Aires, 27 noviembre (PR/18) — La Virgen María se le apareció a Santa Catalina Labouré un 27 de noviembre de 1830 en la Rue du Bac en París y le pidió “haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán más abundantes para los que la lleven con confianza”.
En la aparición, que se celebra hoy, la Madre de Dios estaba
con una túnica blanca y un velo del mismo color que cubría su
cabeza hasta los pies; su rostro era bellísimo; los pies se
posaban sobre un globo blanco y aplastaban una serpiente.
Sus manos, a la altura del corazón, portaban un globo pequeño
de oro, coronado con una crucecita; En los dedos aparecieron
anillos con piedras preciosas que brillaban y alumbraban en toda
dirección, recordó Aci Prensa.
La Virgen miró a Santa Catalina y le dijo: “este globo que ves
(a los pies) representa al mundo entero y a cada alma en
particular. Estos rayos simbolizan las gracias que yo
derramo sobre los que las piden. Las perlas que no emiten rayos
son las gracias de las almas que no piden”.
De pronto apareció una forma ovalada en torno a la Virgen con
una inscripción en el borde interior que decía: “María sin pecado
concebida, ruega por nosotros, que acudimos a ti”.
Todo está contenido en la medalla que la Virgen pidió a la
joven Catalina la haga acuñar; en el reverso estaba una “M” con la
cruz sobre una barra, la cual atravesaba la letra.
Debajo estaban el corazón de Jesús, circuncidado con una corona de espinas y el corazón de la Virgen María, traspasado por una espada, alrededor había doce estrellas.
En un principio la medalla era llamada “de la Inmaculada Concepción”, pero cuando se expandió la devoción y se produjeron muchos milagros, se le llamó “La Medalla Milagrosa”, como es conocida hasta nuestros días.
Mientras que en la ciudad de Buenos Aires hay un enorme
santuario pleno de vitrales en calle Curapaligüe 1185 que los 27
de noviembre en especial se llena de fieles que van a rezar, pedir
y agradecer a la Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

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