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Buenos Aires, 30 enero (PR/19) — Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Rafaela de la provincia de Santa Fe señalaron que febrero no es un mes tan “llovedor”, pero que marzo tiene promedios por encima de los 120 milímetros y hay que prevenir la llegada del agua.
Marzo, así, es uno de los meses más complejos, acompañado por abril que puede aportar más agua de la habitual y sin tanto consumo de los cultivos abre la puerta a anegamientos tardíos.
“Ahora que no estamos inundados tenemos que prestar atención”, sostuvo Carlos Callaci, referente de Estación Experimental de Rafaela, en un informe de la agencia Agrofy News.
En agricultura por ejemplo, “si se tiene maíz para picar, hacerlo lo antes posible, no esperar demasiado, porque dentro de un tiempo puede no haber piso para las máquinas. Tener también un lugar alto para su almacenamiento, con buen acceso ya sea para retirarlo con un tractor, como para autoconsumo”, indicó.
Entre las recomendaciones, se da a entender que ni bien se pueda levantar la cosecha, se concrete la acción para no arriesgar el que puede ser el sostén para el resto del año.
Lo mismo aplica para soja, girasol, sorgo y pasturas para rollo.
En la ganadería, con énfasis en los tambos, por la ubicación en la cuenca tambera de Rafaela, hay que mantener las cunetas en los callejones internos de los campos en buenas condiciones, para que cualquier lluvia pueda escurrir rápidamente y hacer algunos cortes en los bajos naturales también puede ayudar a eliminar de mejor manera un exceso hídrico.
El enfoque tiene que estar puesto en el manejo de la hacienda: “En las instalaciones donde se mueven los rodeos, ahora que está todo medianamente seco, del centro de Santa Fe hacia el sur, hay que tratar de mover tierra y abovedar, para que los callejones queden con buena caída hacia las cunetas de los costados”, manifestó Callaci.
“Si los callejones son anchos, con más de ocho metros, hay que dividirlos en dos con un alambrado eléctrico, para que si llegan tiempos de mucho barro se puedan ir alternando en el uso para no arruinar todo el trayecto”, precisó.
Callaci añadió que para los tambos, se puede armar una salida alternativa, bien compactada para que esté lista en caso de necesidad, al igual que tener un corral alto disponible.
Muchas de estas cosas se pueden hacer con herramientas y maquinarias que hay en todos los campos, salvo que se precise comenzar de cero un alteo y con eso comprar camionadas de tierra o contratar máquinas más específicas.

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