El Miércoles de Ceniza es el primer día de la Cuaresma en los calendarios litúrgicos católico y anglicano, como así también de diversas denominaciones protestantes (luteranametodistapresbiterana y algunas bautistas).1​ Se celebra cuarenta días antes del Domingo de Ramos, día en que comienza la Semana Santa. La ceniza, cuya imposición constituye el rito característico de esta celebración litúrgica,2​ se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior.

Luego de la homilía, se procede a la bendición de la ceniza con una breve oración pronunciada por el sacerdote celebrante, quien asperja las vasijas que contienen la ceniza. Seguidamente, el sacerdote, que puede ser ayudado por sus ministros, realiza la imposición de la ceniza sobre los fieles. El sacerdote deja caer la ceniza en su cabeza, o bien traza una cruz de ceniza en la frente de quien la recibe, según la costumbre. Mientras lo hace, dice una de las siguientes frases extraídas de las Escrituras:

  1. Convertíos y creed en el Evangelio (Mc. 1,15)
  2. Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás (Gn. 3,19)6

Miércoles de Ceniza de Carl Spitzweg.

El Miércoles de Ceniza es una celebración litúrgica móvil, ya que tiene lugar en diferente fecha cada año, siempre relacionada con la también móvil celebración de la Pascua.

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