Buenos Aires, 5 octubre (PR/19) — Un nuevo proyecto de emergencia busca ayudar a los países productores de banano de América Latina y el Caribe a proteger un pilar de su alimentación y su economía.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lo ha puesto en marcha dentro de su Programa de Cooperación Técnica para ayudar a los países de América Latina y el Caribe a luchar contra la propagación del marchitamiento por Fusarium, una enfermedad fúngica que puede destruir los cultivos de banano de los que depende los medios de subsistencia de millones de personas.
La enfermedad -causada por la cepa más reciente TR4 (siglas en inglés de Tropical Race 4) del hongo Fusarium oxysporum f.sp.
cubense- afecta la producción de muchas variedades de plátanos y bananos, incluyendo la Cavendish, una de las más populares en el mercado mundial.
En tanto, la cepa TR4 daña las raíces y los tallos de la planta y, aunque no es perjudicial para la salud humana, puede provocar pérdidas de rendimientos del 100 por ciento, por lo que genera gran preocupación de los países y las comunidades en los que la producción de banano es una fuente fundamental de alimentos, ingresos familiares y rentas por exportación.
El marchitamiento por Fusarium TR4 fue detectado en fecha reciente por primera vez en América Latina y el Caribe en Colombia, donde 175 hectáreas de fincas bananeras han sido puestas bajo cuarentena por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
Mientras que el vecino Ecuador es el mayor exportador de banano del mundo, en tanto que Colombia, Costa Rica y Guatemala son también grandes productores.
Si la enfermedad se propaga, tendría efectos devastadores para los agricultores y sus familias en toda la región.
Por su parte, el cultivo de bananas en la Argentina ocupa unas 3.780 hectáreas en Salta, Jujuy, Formosa y Misiones y se produce anualmente un volumen cercano a las 84.050 toneladas.