De acuerdo con un informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), el aumento de las retenciones y el impuesto Inmobiliario Rural, entre otras variables, llevaron a un fuerte aumento de la incidencia de los tributos sobre los resultados de los productores en los principales cultivos, llegando a casi el 100%.
El trabajo analizó el peso de los impuestos según el cultivo. En trigo, el productor al momento de sembrar estimó que los impuestos representarían un 88% de su resultado y luego del cambio de reglas de juego, el peso de los impuestos pasó al 97%. En soja, el peso de los impuestos en el resultado del productor pasó de 87% en septiembre de 2019 a 94% en diciembre de 2019. En maíz los impuestos pasaron de ser el 81% del resultado al 94% en diciembre de 2019.
En este marco, Ezequiel de Freijo, el economista jefe del Instituto de Estudios Economicos y Negociaciones Internacionales de SRA le dijo a CNN Radio Rosario: “La presión que tiene la economía formal es de 56% en términos generales. Cualquier argentino trabaja de enero a julio para pagar impuestos y el resto para vivir. El sector agrícola aparte de eso, tiene las retenciones. Por ello, la situación que se está viviendo a partir de los cambios en los derechos de exportación y en los impuestos inmobiliarios, se ve un gran avance de la presión fiscal en los números del campo”.
“Se están llevando buena parte del resultado que el productor esperaba obtener al momento que impulsó la siembra. En términos nacionales teníamos 164 impuestos y en el último mes se agregaron dos más: el impuesto a la compra de divisa y en la provincia de Buenos Aires el impuesto a la carga y descarga de graneles. Es decir que pasamos a tener 166 impuestos en la economía y esta situación hace bastante compleja la inversión”, agregó el entrevistado.
De toda aquella carga impositiva, “el sector tiene que pagar al menos 35 impuestos, 16 nacionales, 12 provinciales y 7 municipales”, explicó. Según Ezequiel de Freijo, “ingresos brutos es el impuesto más dañino porque es sumamente distorsivo”. En este sentido, insistió que “el problema de la presión tributaria es que trae consigo un gran resentimiento en la inversión”.
Fuente: BCR News
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