Nueve de Julio, Buenos Aires, 22 enero (PR/20) —   Durante el 2020 transcurre el Año Mariano Nacional y por este motivo, el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, envió una carta a los sacerdotes, diáconos, religiosos, agentes de pastoral y fieles de la diócesis, en la que animó a vivir este tiempo como un regalo de la misericordia divina que “llama, propone y ofrece un camino de conversión”.

Con el título “Año Mariano Nacional, ‘Don y Misión’”, el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Edgardo Torrado Mosconi, se dirigió al pueblo de Dios de la diócesis con una carta pastoral, en la que recuerda que el 8 de diciembre de 2019 comenzó el camino del Año Mariano Nacional, establecido por la Conferencia Episcopal Argentina, en celebración del cuarto centenario del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora del Valle de Catamarca.

En ese sentido, detalla que por mandato del papa Francisco, la celebración tiene carácter de jubileo con indulgencia plenaria. “Esto nos causa una gran alegría porque nos sumerge dentro del mar de misericordia y perdón, que la Iglesia propone como camino de conversión, pero también de construcción de la vida cristiana”, expresó, recordando el lema de este Jubileo: “Con María, servidores de la esperanza”.

“Esta providencia divina nos pone por delante una gracia jubilar, que, si la sabemos recibir con fe, puede ser una verdadera Pascua, una real oportunidad de honda e intensa renovación tanto para nosotros como discípulos de Jesús, como para toda la comunidad eclesial, y si miramos con optimismo, por qué no, para toda la sociedad argentina”, señala el obispo, invitando a tomar este tiempo “como un verdadero don y transformarlo en una auténtica misión”.

La indulgencia plenaria, explica, “es un regalo de la misericordia divina que llama, propone y ofrece un camino de conversión, que lleva al encuentro personal con el Señor en el sacramento de la Reconciliación, donde se nos derrama la gracia y recibimos los abundantes dones de Dios. No se trata de un ‘blanqueo mágico’ sino de un hermoso itinerario o proceso de fe, en el cual se puede experimentar de una manera nueva y fuerte el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, aclara.

Para vivir este momento de gracia y bendición, el prelado anima a mirar el año litúrgico, profundizar el objetivo pastoral diocesano de caminar en comunión, y aprovechar el ritmo de cada comunidad parroquial.

Por otra parte, recuerda que el decreto de la Penitenciaría Apostólica indica que “la indulgencia se podrá recibir, en la condiciones habituales, a cuantos ‘peregrinasen a la Catedral Basílica de la Bienaventurada Virgen María del Valle o a otro Santuario o templo mariano’”.

“Teniendo en cuenta lo expresado, quiero proponerles y animarlos a que motiven y organicen pastoralmente a los fieles en esos lugares marianos. De manera especial deseo alentar la participación en el Congreso Mariano Nacional que se celebrará en la ciudad de Catamarca del 23 al 26 de abril de 2020”, exhortó.

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Fuente: AICA