Buenos Aires, 27 febrero (PR/20) –Uno de los grandes cuestionamientos que recibe la agroindustria, tiene que ver con agregar valor a las commodities. ¿Qué quiere decir? La definición clásica consiste en transformar la materia prima en un producto, y la otra, es el valor de los intangibles, se trata de ese diferencial o atributo que puede tener un producto.

En 2011, la familia Ricca comenzó agregar valor a la producción local en El Tío, una localidad ubicada a 130 kilómetros de la capital cordobesa.

“Siempre fui mi papá el de la idea de industrializar la producción local, no tenía claro con que hacerlo, si con soja o con alfalfa. En ese momento, teníamos a mano soja por eso nos volcamos a ese commodities, y hacíamos aceite y expeler de soja. Al poquito tiempo de haberla instalado tuvimos que buscar otra opción de agregarle un poco más de valor porque no teníamos buenos márgenes”, relató Florencia Ricca, quien se desempeña en el área de Producción Primaria y Certificación de Normas de Calidad de la empresa, en diálogo con Agrofy News.

Tan es así, que después de dos años, realizaron una mayor inversión e incorporaron una línea de producción de texturizado de soja. “Nos abrió completamente el rubro porque nos al sector de alimentos. Desde diciembre de 2014 comenzamos a exportar este producto en forma ininterrumpida, y actualmente llegamos a quinces países: mayormente va Sudáfrica, Filipinas, y centroamérica”, enfatizó con orgullo, la mayor de las hermanas Ricca.

Un sustituto cárnico
En lo que respecta a la comercialización de los productos, según comentó a Agrofy News, el aceite de Valor A se vende para un refinado posterior, porque es para uso industrial; mientras que el expeller se comercializa a tambos y para engorde de animales. Sin embargo, el porfolio de la empresa familiar se compone básicamente del texturizado de soja.

Cabe aclarar que el texturizado de soja es un sustituto cárnico. Desde Valor A, lo comercializan de dos maneras, como un aditivo para la industria alimenticia, y con un uso doméstico que se orienta a un segmento vegetariano, y vegano.

El caso de Valor A, la empresa familiar cordobesa que encontró un gran potencial en la soja.Al respecto, aclaró: “Exportamos casi en un 100% el texturizado de soja, y hace unos meses lanzamos al mercado nuestra propia marca: Soyalitas, la cual está presente en dietéticas y herboristerías del país, y estamos trabajando para ampliar la red de distribución”. Con este texturizado 100% proteína vegetal se pueden realizar diferentes preparaciones como milanesas, hamburguesas, albóndigas, salsas y todo tipo de relleno.

La pyme cordobesa utiliza todas las herramientas que permiten conquistar góndolas extranjeras y posicionarse en el mundo. Participan de misiones comerciales, rondas de negocios, exposiciones, y trabajan mucho con agencia PRO Córdoba, CFI. Tan es así, que recientemente estuvieron en Gulfood, (Dubai), el punto de encuentro por excelencia de la industria alimentaria mundial, un evento que acoge a más de 100 000 visitantes de 200 países.

Otras materias primas con potencial
En este camino de sumar valor, y diversificar mercados, Valor A se encuentra diversificando su porfolio en base a otras riquezas de la región. “Estamos analizando y bastante avanzados con la industrialización y agregado de valor de otras materias primas”, anticipó Ricca, y agregó: “Vemos a la industrialización de legumbres con un gran potencial en la zona y del país”.

Negocios en familia
La empresa no solo fue creciendo en productos sino también en personal capacitado y con una mirada interdisciplinaria. “Al principio, solo trabajaba mi papá Alfredo y mi hermano José, que estaban en dirección y teníamos cinco operarios”, recordó Ricca, y agregó: “Desde 2014 nos sumamos los cuatro hermanos, María Victoria en el área de Comercio Exterior; José en Administración y Finanzas; Francisco en Ingeniería de Desarrollo, y yo, en producción Primaria y Certificación de Normas de Calidad”.

Al ser consultada, sobre lo que significa trabajar junto a su familia, aseguró: “No es fácil, pero lo tenemos incorporado y le vamos buscando la vuelta. Con toda esa impronta de profesionalismo, no tenemos inconvenientes, y somos bastantes armónicos”.

Actualmente, más allá de la familia Ricca, la empresa cuenta con 25 colaboradores de diferentes disciplinas, como ingeniería química, contadores, finanzas, entre otros.

Por último, Ricca reflexionó sobre el crecimiento de Valor A, y enfatizó: “Todo va cambiando, y hay mercado para todos. No somos muy estrictos, las oportunidades están dadas y hay que aprovecharlas en el momento justo”.