Buenos Aires, 28 octubre (PR/20) .. El informe mensual de RETAA, Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada, sostuvo hoy que la soja es el cultivo con mayor superficie sembrada en Argentina. En la campaña 2019/20 se sembraron 17,4 millones de hectáreas (M Ha), con un rinde promedio obtenido de 29,4 qq/Ha que muestra una caída interanual del 10% como consecuencia del déficit hídrico que afectó al cultivo en plena etapa crítica.
La brecha tecnológica entre el rendimiento actual y el máximo alcanzable está dada por prácticas de manejo que brindan la
estructura del cultivo de soja y también por el manejo de la fertilización.
A nivel nacional, el cultivo de soja se produjo mayoritariamente con un nivel medio de tecnología. A su vez el nivel tecnológico bajo registró el valor mínimo de la serie histórica.
Con respecto a los indicadores se destaca la elección del genotipo relacionado con el grupo de madurez, la fecha de
siembra y la densidad.
La siembra directa alcanzó el 93 % del área adoptada.
La fertilización registró una mejora en los kilogramos de fósforo y azufre aplicados. El promedio nacional de fertilización fosfatada y azufrada fue de 11 y 5 Kg/ Ha, respectivamente.

¿CUÁLES SON LAS VARIABLES QUE CARACTERIZAN LA
TECNOLOGÍA EN SOJA?
Existen diversas variables que definen el nivel tecnológico adoptado en cada cultivo. Algunos factores como el clima, el contexto económico o el comercial no se pueden controlar y deben gestionarse; pero otros como la fertilidad del suelo, la sanidad del cultivo, la semilla y el diseño espacial de las plantas se pueden manejar en forma directa.
En la campaña 2019/20 se indagó a los asesores encuestados acerca de las variables que, por orden de importancia, caracterizan a la tecnología en el cultivo de soja.

La aplicación de todas las tecnologías disponibles en soja, en conjunto con la utilización de las prácticas de manejo, generan un incremento en los techos productivos bajo un diseño de manejo racional y sustentable.
En la campaña 2019/20 las variables que tuvieron mayor preponderancia en la caracterización de la tecnología adoptada fueron la fertilización y la biotecnología. Seguidamente se encontraron los herbicidas y fungicidas.
Con menor peso, pero no menor importancia, se observaron decisiones de manejo como la elección de densidad y fecha de siembra.

NIVEL TECNOLÓGICO
En la campaña 2019/20 se observó un aumento en la tecnología media aplicada en soja. El indicador de nivel tecnológico medio se incrementó en detrimento del nivel tecnológico bajo principalmente, que registró el valor mínimo de la serie histórica. El nivel alto disminuyó un punto en relación a la campaña anterior.

Haciendo un análisis más detallado, la producción de soja de primera se concentró en el nivel tecnológico medio con un 60% de adopción, y el nivel tecnológico alto alcanzó el 37%. La soja de segunda presentó una distribución similar, con un mayor porcentaje de nivel medio y un menor porcentaje de alto.

Tanto la utilización de insumos como las prácticas de manejo aplicadas en soja, conforman el nivel tecnológico. Por lo tanto, todavía existe un potencial por explorar para seguir aumentando la productividad o mejorando el uso de los recursos.

La elección del genotipo a utilizar en relación al grupo de madurez suele ser la primera decisión por parte del productor al planificar el cultivo. El avance de las etapas fenológicas de un grupo de madurez depende de la temperatura (T°) y del fotoperíodo (FP).
Los materiales largos son más sensibles al FP por lo tanto se utilizan a medida que disminuye la latitud y aumenta la estación libre de heladas. Por el contrario, los materiales cortos son menos sensibles al FP y dependen más de la T°.
Por otro lado, en fechas de siembra habituales y en similares condiciones ambientales, la duración de la etapa siembra-floración es más larga cuanto mayor es el número del GM. Todos los cultivares de soja reducen sus días de emergencia a madurez con el atraso en la fecha de siembra. Por lo tanto, resulta claro que en el cultivo de soja la elección de la fecha de siembra asociado al GM elegido tendrá un alto impacto en la determinación del rendimiento potencial; ya que su combinación determina la fecha en que transcurrirá el período crítico del cultivo.

El cultivo de soja presenta el mayor porcentaje de adopción de siembra directa de los principales cultivos de grano del país. En la campaña 2019/20 su adopción fue del 93%, 1 p.p. menor a la campaña 2018/19.
Uno de los principales motivos de dichadisminución se debe a la utilización de labranza convencional para el manejo de
malezas resistentes (por ejemplo: nabo y rama negra).
El 93% nacional de adopción de siembra directa se compone de un 92% en soja de primera y un 94% en soja de segunda.

La densidad óptima de un cultivo se define como el número mínimo de plantas que permite alcanzar los máximos rendimientos.
Para las diferentes zonas del país la densidad de plantas en soja varía según ambiente y fecha de siembra.
La densidad promedio nacional de soja fue 67 Kg semilla/Ha en la campaña 2019/20. De manera desagregada, la densidad en soja de primera fue de 66 Kg semilla/Ha, y de 69 Kg semilla/Ha en la de segunda.
Al atrasar la fecha de siembra, la soja de segunda presenta menor crecimiento vegetativo, por lo tanto se tiende a utilizar
mayores densidades para compensar el menor tamaño de plantas.
La soja es un cultivo que limita por recursos, por tal motivo es fundamental ajustar la distribución espacial en el lote.

FERTILIZACIÓN
SOJA

El manejo adecuado de la nutrición y fertilización de cultivos permite mejorar el balance de nutrientes en el suelo, mejorar la respuesta en rendimiento y aumentar el nivel de proteína en el grano.
El promedio nacional de fertilización fosfatada en soja fue de 11 Kg / Ha en la campaña 2019/20, observándose un incremento de 2 Kg/Ha con respecto a la campaña anterior. Esto se explica principalmente por el aumento en las dosis aplicadas en la mayoría de las regiones.
La fertilización azufrada en soja, proveniente de fuentes azufradas más fosfatadas, presentó un promedio nacional de 5 Kg/Ha, similar a la campaña pasada. Los valores mas bajos se ubicaron en el NEA Este, Cuenca del Salado y en el Sur de la provincia de Buenos Aires. NOA, zona núcleo y norte de Córdoba presentaron la dosis más alta de 6 Kg/Ha.
Estos elementos son importantes debido a que en condiciones de estrés le brindan al cultivo un carácter protector. Una deficiencia de estos puede afectar la formación del área foliar y, por lo tanto, disminuir la cantidad de radiación acumulada, su crecimiento y la producción de fotoasimilados; repercutiendo negativamente en el estado general del cultivo.

Primicias Rurales

Fuente: RETAA