Buenos Aires, 19 de noviembre (PR/21) .- Referenciar el proyecto de ley de envases como un comienzo para saldar una deuda, hace que nos coloquemos en valores negativos en términos de porcentaje de materiales reciclables en nuestro país. Pero, al hablar de reciclaje, conciencia ambiental y buenos hábitos, nunca es tarde y siempre es un buen comienzo.
El Poder Ejecutivo propuso el proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Gestión Integral de Envases y Reciclado Inclusivo, elaborado por el Ministerio de Ambiente. Tiene como eje central dos conceptos clave, que sentarán bases para la producción, investigación y desarrollo de envases.
Como consecuencia, se desencadenará un mayor cuidado ambiental y se formalizará el trabajo de aquellos que hoy hacen precariamente recolectan y recuperan los materiales con potencialidad a reciclarse.
Uno de los conceptos clave es el ecodiseño de los envases. Pensado en su impacto desde su constitución, se estima que se puede evitar gran porcentaje de los efectos negativos poniendo foco en su durabilidad y su reciclabilidad. Incluyendo, además, aspectos como el recurso utilizado, si están constituidos por materiales reciclables, la huella hídrica y de carbono.
El otro concepto que se introduce es el de Responsabilidad Extendida del Productor, poniendo obligaciones, desde el desarrollo del producto hasta que se convierta en obsoleto o inútil. Se cobrará una tasa ambiental basando su monto en características que puedan alcanzar los envases.
La tasa no incrementará el valor nominal del envase; su monto no superará el 3% del precio mayorista del producto envasado. La oportunidad del productor es buscar el beneficio de disminuir este porcentaje, demostrando incrementar su potencial para ser reciclado, invirtiendo en centros de recepción, almacenaje y tratamiento, y poniendo perspectiva en su composición.
El eje social clave se encuentra apoyado por la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR), haciendo una normativa inclusiva para quienes ya realizan estas tareas en situación laboral precaria.
El Director Ejecutivo del Centro de Desarrollo Sustentable GEO, Marcelo Corti, afirma que “indudablemente tiene que haber acciones que desincentiven la generación de envases con gran impacto en el ambiente”.
Además, opinó que “otro punto importante es que sea una ley que promueva la inclusión social”.
Esta tasa ambiental permitirá la creación de un Fondo Nacional para la Gestión de Envases y Reciclado
Inclusivo (FONAGER) y servirá como soporte financiero para las entidades públicas que aún no cuentan con espacios para disponer adecuadamente los residuos.
También, una parte se destinará al Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP) para fortalecer las cualidades asociadas al ecodiseño. Otra, al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), para contar con asistencia técnica en el desarrollo de características de los materiales, brindar capacitaciones y dar transferencia acerca de tecnología de reciclaje y valorización que objetos reciclados puedan tener.
El 17 de noviembre entró en debate el proyecto en Diputados. Este dilema es digno de analizar desde los distintos frentes y son enriquecedoras las opiniones de distintos representantes y organizaciones.
Corti opinó que “estaría bueno que sea el puntapié para mejorarla con las opiniones encontradas que fueron surgiendo y con nuevas propuestas que hagan que el instrumento y la normativa se superen con respecto al proyecto original”.
Desde el Centro GEO creemos que es una buena noticia que el tema de envases se esté tratando y discutiendo.
Es una de las leyes ambientales que tiene pendiente Argentina para resolver una problemática compleja.
Resulta clave que se articule con una política pública de economía circular, que aún se encuentra pendiente de generación por parte de la autoridad nacional.