Chaco: la reserva de carbono orgánico, clave frente al cambio climático

Chaco: la reserva de carbono orgánico, clave frente al cambio climático

Chaco, viernes 19 de enero (PR/24) .-  El dato surge de una investigación del INTA que asegura que la provincia tiene, en promedio, 55 toneladas por hectárea de carbono orgánico en el suelo hasta los 30 centímetros de profundidad. Esta información resulta una herramienta clave para la toma de decisiones respecto al desarrollo productivo sustentable.

Considerado un componente fundamental de la materia orgánica del suelo, el carbono orgánico es el principal indicador de la calidad del suelo y su potencial productivo. Es decir, interviene directamente en la capacidad que tienen los suelos de brindar diversos servicios ecosistémicos esenciales para producir alimentos, fibra, combustible, y materias primas, así como para mantener los sistemas climáticos y terrestres.

Para Julieta Rojas -especialista en suelos del Área de Recursos Naturales del INTA Sáenz Peña, Chaco-, “es fundamental conocer la cantidad de carbono orgánico del suelo  (COS) para la planificación agropecuaria y el cuidado ambiental de este importe recurso natural”.

Es que, según detalló, “el suelo es el reservorio más grande de carbono en la superficie continental, de hecho, contiene más que la atmósfera y la biosfera juntos”. Y dio un paso más y subrayó: “El carbono es el combustible para todos los procesos microbianos y fisiológicos de vegetales y de microorganismos del suelo”.

Rojas, una de las autoras del libro de Ediciones INTA “Mapa de Almacenamiento de Carbono en los suelos de la República Argentina”, no dudó en asegurar que, “cuanto más carbono orgánico tengamos en el suelo, mejor calidad tendrá y, probablemente, absorba más agua, sufra menos la erosión y pueda ser más productivo, más diverso y pueda sostener mejor los procesos ecológicos”.

Puntualmente para Chaco, el estudio reveló que tiene, en promedio, 55 toneladas por hectárea de carbono orgánico en el suelo. Este valor se toma hasta los 30 centímetros de profundidad. “Analizamos diversos sistemas productivos en distintas situaciones naturales y observamos que, hasta los 30 centímetros de profundidad, podemos tener entre 20 a 100 toneladas de carbono por hectárea, esto depende mucho del manejo; por eso es importante manejar cuidadosamente el suelo”, detalló la especialista.

Y agregó: “Este valor promedio nos da una guía, un norte para poder apuntar a mejorar el carbono”, al tiempo que reconoció que “depende mucho, también, del material original del suelo, ya que los que son arenosos, por su propia genética, no van a poder captar tanto carbono como los de textura más fina: francos, limosos o arcillosos”.

Para Rojas, estos datos son un “insumo muy importante para la toma de decisiones respecto al desarrollo productivo sustentable”. Es que, según explicó, “las producciones siempre deberían estar orientadas a que estos valores aumenten o se mantengan y tratar de capturar, a través de la biomasa vegetal, dióxido de carbono de la atmósfera, por medio de la fotosíntesis. Para, luego, manejar los suelos y los sistemas productivos de forma que ese carbono en los suelos no se pierda, sino que aumente o se conserve”.

A su vez, la investigadora del INTA Sáenz Peña dio un paso más y se refirió al cambio climático y la acción humana: “Hay un marcado aumento de dióxido de carbono en la atmósfera, por lo que captarlo mediante las plantas y acumularlo en el suelo es una gran forma de mitigar el cambio climático”

Primicias Rurales

Fuente: INTA informa

Climatech: la nueva frontera de innovación en la agricultura

Climatech: la nueva frontera de innovación en la agricultura

Rosario, miércoles 17 enero (PR/24) — Con una participación sin precedentes, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) cerró recientemente las inscripciones para la cuarta edición de BCR Startup Network, una iniciativa que busca impulsar y colaborar con startups argentinas que tienen la ambición de llevar sus negocios al siguiente nivel.

En esta oportunidad, uno de los diferenciales fue la inclusión de la vertical Climatech, lo que no solo ayuda a entender el éxito de la convocatoria sino que también resalta el compromiso de la BCR con la innovación y la sostenibilidad.

Climatech, una fusión de tecnología y cambio climático, se centra en desarrollar soluciones tecnológicas para enfrentar los desafíos climáticos en la agricultura. Desde la predicción del clima y la gestión del agua hasta el reciclaje y la economía circular, esta nueva vertical promete revolucionar las prácticas agrícolas tradicionales.

El sector agrícola, vital para la economía global, enfrenta desafíos sin precedentes debido al cambio climático. Las tecnologías Climatech ofrecen una luz de esperanza, proporcionando herramientas para una agricultura más eficiente y sostenible. Las soluciones van desde sistemas avanzados de monitoreo climático hasta innovaciones en la captura y almacenamiento de carbono, ofreciendo un abanico de opciones para mejorar la resiliencia y eficiencia del sector.

La reciente convocatoria de la BCR Startup Network ha sido testimonio del creciente interés y potencial en el ámbito de Climatech. El récord de participación registrado no solo refleja la necesidad de soluciones innovadoras en la agricultura, sino también el compromiso de la comunidad empresarial y científica para abordar los retos ambientales.

Durante las próximas semanas se realizará un análisis de las propuestas presentadas y un jurado de expertos seleccionará aquellas que pasarán a formar parte de la red coordinada por la BCR. Aquellas que la integren tendrán una serie de ventajas estratégicas, incluyendo acceso a eventos de alto impacto, conexiones con socios estratégicos, oportunidades para internacionalizar proyectos, y la posibilidad de presentar soluciones a inversores, socios estratégicos y usuarios.

Además, las startups participantes recibirán apoyo en su posicionamiento proporcionado por la BCR, así como la oportunidad de conectarse con empresas líderes del sector agroindustrial interesadas en la innovación.

Una de las ventajas más destacadas de unirse a BCR Startup Network es el acceso a créditos en Amazon Web Services para el alojamiento y la escalabilidad de los negocios. Además, las startups tendrán acceso a espacios de trabajo en el Espacio Maker del Polo Tecnológico de Rosario y a programas de internacionalización.

Primicias Rurales

Fuente: BCR

Lartirigoyen participa en un documental de la Organización Mundial de Agricultores (WFO) por su rol destacado en la agricultura sustentable

Lartirigoyen participa en un documental de la Organización Mundial de Agricultores (WFO) por su rol destacado en la agricultura sustentable

Buenos Aires, 10 enero (PR/24) . – Lartirigoyen fue incluida en el documental “El Futuro de la Alimentación”, pieza que explora la realidad de la agricultura en un planeta desafiado por el cambio climático.

Este proyecto tiene como objetivo inspirar un cambio positivo y alentar a las personas a reflexionar profundamente sobre el sector agrícola. La serie documental promueve las mejores prácticas adoptadas por los agricultores para mitigar y adaptarse al cambio climático, todo mientras alimentan al mundo de manera más sustentable. Enfatiza las soluciones efectivas que se pueden lograr cuando productores, investigadores, el sector privado y otras partes interesadas relevantes se unen. En el marco de este proyecto, Lartirigoyen compartió la historia del sector agropecuario argentino, resaltando su dedicación a la agricultura y ganadería regenerativa con el objetivo de preservar el suelo para las generaciones futuras.

“El Futuro de la Alimentación” busca inspirar a las generaciones más jóvenes, invitándolas a ampliar sus horizontes con respecto a la agricultura, el papel que enfrenta el sector ante los numerosos desafíos mundiales, así como a construir puentes entre los productores a nivel global, y proporcionando al público una comprensión más profunda sobre ellos.

“Para nosotros, participar en este proyecto fue una gran oportunidad, ya que promovemos una agricultura innovadora y sustentable y buscamos contribuir constantemente a la comunicación y difusión de las actividades de esta industria”, expresó Luis Colmegna, Gerente General de Lartirigoyen.

La serie fue presentada en Las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28). Durante estos encuentros se abordan temas cruciales para enfrentar el desafío climático, involucrando a países, empresas, instituciones financieras y la sociedad civil en acciones concertadas y colaborativas, y en los que se espera que la alimentación y la agricultura ocupen un lugar destacado en la agenda, fomentando la colaboración internacional. https://www.youtube.com/watch?v=Sz8K1Ta2UaE

Primicias Rurales

Fuente: Lartirigoyen

Las raíces, clave para la restauración del carbono del suelo

Las raíces, clave para la restauración del carbono del suelo

Por: Ileana Frasier (INTA-CONICET); Florencia M. Barbero (IMBIV-CONICET-UNC), Carolina Pérez-Brandan (INTA Salta-CONICET); María F. Gómez (Fac. Agronomía. La Pampa); Romina Fernández; Alberto R. Quiroga (INTA Anguil); Gabriela Posse-Beaulieu (INTA); Silvina Restovich (INTA Pergamino); José Meriles (IMBIV-CONICET-UNC); Dannae L. Serri (INTA); Eva L. M. Figuerola (UBA-CONICET); Elke Noellemeyer (IMBIV-CONICET-UNC); y Silvina Vargas-Gil (INTA).
Buenos Aires, lunes 8 de enero (PR/24) .- Un equipo de investigación del INTA confirmó que las raíces de los cultivos aseguran el flujo continuo de carbono (C) de la atmosfera al suelo, al tiempo que impulsan un aumento en la diversidad de microorganismos, lo que favorece a mejorar la calidad del suelo. Por esto, destacan la importancia de incluir cultivos de cobertura y pasturas en la rotación de cultivos para tener un suelo vivo todo el año.
Las raíces son un componente clave de la biología del suelo. Funcionan como ingenieras del ecosistema suelo que aseguran el flujo continuo de carbono (C) de la atmosfera al suelo. El C derivado de las raíces es estabilizado en el suelo más eficientemente que el carbono derivado de los residuos en superficie y tiene un mayor tiempo de persistencia en el suelo.
Un estudio del INTA denominado Roots are the key for soil C restoration: a comparison of land management in the semiarid Argentinean Pampa publicado en Soil Tillage Research demostró diferencias importantes entre prácticas de manejo en términos de la cantidad de carbono que ingresa al suelo tanto en forma de residuos en superficie como de raíces.
El trabajo se llevó a cabo en una finca de la pampa semiárida argentina con cuatro prácticas de manejo del suelo (2019-2021): pasto natural, rotación cultivo-pasto, monocultivo de soja y con cultivo de cobertura. La biomasa aérea y radicular se cuantificó al finalizar el cultivo de cobertura y al florecer la soja. Además, se determinaron los residuos en la superficie del suelo dos veces al año.
“El pastizal natural mantuvo los valores más altos y estables en el tiempo de carbono en raíces y carbono de residuos que estuvieron en el orden de las 5 toneladas por hectárea, siendo el carbono de las raíces un 15% superior respecto del carbono de residuos en superficie”, explicó Ileana Frasier, investigadora del Instituto de Suelos del INTA.
“Nuestros resultados mostraron que el carbono y el nitrógeno de las raíces fueron los principales factores que explicaron aumentos en la abundancia de microorganismos del suelo”, aseguró la investigadora. Esto está dado por el contacto íntimo de las raíces con la matriz del suelo, la accesibilidad del material particulado y los exudados radiculares que actúan como señales químicas estimulando los microorganismos del suelo, aspectos importantes que explican esta relación entre el sistema radicular y la microbiana.
Por lo tanto, “incluir cultivos de cobertura y pasturas en la rotación proporciona un sistema de raíces vivo durante todo el año favoreciendo el ciclado de carbono y su estabilización en el suelo en comparación con el monocultivo de soja, donde largos períodos de barbecho producen un efecto de hambre en la población microbiana debido a la falta de sustrato radicular y hay una mayor mineralización de C derivado de la materia orgánica conduciendo a un balance negativo de carbono”, comentó Frasier.
El nitrógeno desempeña un papel vital para el desarrollo de las plantas y también para cubrir los requerimientos de los microorganismos del suelo que son el paso obligado a través del cual se transforman los compuestos orgánicos que entran al suelo. Para concluir, Frasier indicó que “el trabajo muestra que tanto la cantidad como la calidad de las raíces en combinación con factores ambientales regularon la capacidad de carga microbiana que el suelo pudo sostener”. Además, “cuando el aporte de nitrógeno era mayor, aumentaba la producción de compuestos orgánicos simples derivados del metabolismo microbiano y las reservas de carbono orgánico”, puntualizó.
Por otra parte, las magnitudes de aportes de residuos explicarían las altas concentraciones de carbono orgánico del suelo en el pastizal (3,6%) con un 60% de carbono orgánico particulado. “Es interesante destacar que la pastura alcanzo valores de C-raíces similares al pastizal con muy bajos residuos en superficie dado que gran parte de la biomasa aérea de la pastura es consumida por el ganado”, indicó Frasier. Sin embargo, aclaró que “los valores de C-raíces disminuyeron un 67% luego de ser roturada la pastura para ingresar en la secuencia agrícola”.
Otro de los resultados del estudio indicó que “bajos aportes de C principalmente de raíces también fueron observados en las secuencias con soja con y sin cultivos de cobertura que resultaron ser 77% inferiores a lo observado en el pastizal y la pastura”. Sin embargo, “la inclusión de cultivos de cobertura contribuyó con un 31% más de residuos en superficie y un 14% más de C-raíces que el monocultivo de soja”.
De acuerdo con la investigación, estos cambios en la cantidad de C que entra al suelo y la menor contribución relativa de las raíces en relación con los residuos en superficie tienen un profundo impacto sobre la capacidad de recarbonización del suelo. En ese sentido, la investigadora afirmó que “las raíces fueron el componente que mejor explicó los cambios en el carbono”.
Por otra parte, la rotación con pasturas (4 años de pastura) como la inclusión de cultivos de cobertura (10 años de efectos acumulados) mostraron incrementos en el almacenamiento de carbono con tasas de 0,48 y 0,3 toneladas por hectárea por año a 0–30 cm de profundidad respectivamente. Por el contrario, el monocultivo de soja S-S mostró pérdidas de carbono de 0,08 toneladas por hectárea por año.
Fuente: Engormix.com
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Las raíces, clave para la restauración del carbono del suelo

Las raíces, clave para la restauración del carbono del suelo

Buenos Aires, miércoles 20 diciembre (PR/23) — Un equipo de investigación del INTA confirmó que las raíces de los cultivos aseguran el flujo continuo de carbono (C) de la atmosfera al suelo, al tiempo que impulsan un aumento en la diversidad de microorganismos, lo que favorece a mejorar la calidad del suelo. Por esto, destacan la importancia de incluir cultivos de cobertura y pasturas en la rotación de cultivos para tener un suelo vivo todo el año.

Las raíces son un componente clave de la biología del suelo. Funcionan como ingenieras del ecosistema suelo que aseguran el flujo continuo de carbono (C) de la atmosfera al suelo. El C derivado de las raíces es estabilizado en el suelo más eficientemente que el carbono derivado de los residuos en superficie y tiene un mayor tiempo de persistencia en el suelo.

Un estudio del INTA denominado Roots are the key for soil C restoration: a comparison of land management in the semiarid Argentinean Pampa publicado en Soil Tillage Research demostró diferencias importantes entre prácticas de manejo en términos de la cantidad de carbono que ingresa al suelo tanto en forma de residuos en superficie como de raíces.

El trabajo se llevó a cabo en una finca de la pampa semiárida argentina con cuatro prácticas de manejo del suelo (2019-2021): pasto natural, rotación cultivo-pasto, monocultivo de soja y con cultivo de cobertura. La biomasa aérea y radicular se cuantificó al finalizar el cultivo de cobertura y al florecer la soja. Además, se determinaron los residuos en la superficie del suelo dos veces al año.

“El pastizal natural mantuvo los valores más altos y estables en el tiempo de carbono en raíces y carbono de residuos que estuvieron en el orden de las 5 toneladas por hectárea, siendo el carbono de las raíces un 15% superior respecto del carbono de residuos en superficie”, explicó Ileana Frasier, investigadora del Instituto de Suelos del INTA.

“Nuestros resultados mostraron que el carbono y el nitrógeno de las raíces fueron los principales factores que explicaron aumentos en la abundancia de microorganismos del suelo”, aseguró la investigadora. Esto está dado por el contacto íntimo de las raíces con la matriz del suelo, la accesibilidad del material particulado y los exudados radiculares que actúan como señales químicas estimulando los microorganismos del suelo, aspectos importantes que explican esta relación entre el sistema radicular y la microbiana.

Por lo tanto, “incluir cultivos de cobertura y pasturas en la rotación proporciona un sistema de raíces vivo durante todo el año favoreciendo el ciclado de carbono y su estabilización en el suelo en comparación con el monocultivo de soja, donde largos períodos de barbecho producen un efecto de hambre en la población microbiana debido a la falta de sustrato radicular y hay una mayor mineralización de C derivado de la materia orgánica conduciendo a un balance negativo de carbono”, comentó Frasier.

El nitrógeno desempeña un papel vital para el desarrollo de las plantas y también para cubrir los requerimientos de los microorganismos del suelo que son el paso obligado a través del cual se transforman los compuestos orgánicos que entran al suelo. Para concluir, Frasier indicó que “el trabajo muestra que tanto la cantidad como la calidad de las raíces en combinación con factores ambientales regularon la capacidad de carga microbiana que el suelo pudo sostener”. Además, “cuando el aporte de nitrógeno era mayor, aumentaba la producción de compuestos orgánicos simples derivados del metabolismo microbiano y las reservas de carbono orgánico”, puntualizó.

Por otra parte, las magnitudes de aportes de residuos explicarían las altas concentraciones de carbono orgánico del suelo en el pastizal (3,6%) con un 60% de carbono orgánico particulado. “Es interesante destacar que la pastura alcanzo valores de C-raíces similares al pastizal con muy bajos residuos en superficie dado que gran parte de la biomasa aérea de la pastura es consumida por el ganado”, indicó Frasier. Sin embargo, aclaró que “los valores de C-raíces disminuyeron un 67% luego de ser roturada la pastura para ingresar en la secuencia agrícola”.

Otro de los resultados del estudio indicó que “bajos aportes de C principalmente de raíces también fueron observados en las secuencias con soja con y sin cultivos de cobertura que resultaron ser 77% inferiores a lo observado en el pastizal y la pastura”.  Sin embargo, “la inclusión de cultivos de cobertura contribuyó con un 31% más de residuos en superficie y un 14% más de C-raíces que el monocultivo de soja”.

De acuerdo con la investigación, estos cambios en la cantidad de C que entra al suelo y la menor contribución relativa de las raíces en relación con los residuos en superficie tienen un profundo impacto sobre la capacidad de recarbonización del suelo. En ese sentido, la investigadora afirmó que “las raíces fueron el componente que mejor explicó los cambios en el carbono”.

Por otra parte, la rotación con pasturas (4 años de pastura) como la inclusión de cultivos de cobertura (10 años de efectos acumulados) mostraron incrementos en el almacenamiento de carbono con tasas de 0,48 y 0,3 toneladas por hectárea por año a 0–30 cm de profundidad respectivamente. Por el contrario, el monocultivo de soja S-S mostró pérdidas de carbono de 0,08 toneladas por hectárea por año.

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Fuente: INTA Informa

COP28: WWF y Vida Silvestre señalan: “La Tierra está golpeada pero no acabada”

COP28: WWF y Vida Silvestre señalan: “La Tierra está golpeada pero no acabada”

Dubai, COP28 14 de diciembre (PR/23) : En un momento significativo para la acción climática, los países participantes en la cumbre climática de la ONU COP28 acordaron abandonar los combustibles fósiles, pero no se comprometieron a una eliminación total.

Manuel Pulgar-Vidal, líder de la práctica global de Clima y Energía de WWF y presidente de la COP20, señaló: “La Tierra está golpeada pero no acabada, una vez que los países acuerdan en la COP28 la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles, aunque sin llegar a un consenso sobre la eliminación total del carbón, el petróleo y el gas. No obstante, la decisión de iniciar una transición para alejarse de los combustibles fósiles es un momento importante. Después de tres décadas de negociaciones de la ONU sobre el clima, por fin los países se han centrado en los combustibles fósiles contaminantes que provocan la crisis climática. Este resultado señala el principio del fin de la era de los combustibles fósiles.

“Es lamentable que el resultado sugiera un espacio para distracciones peligrosas como la captura, utilización y almacenamiento de carbono a gran escala y los ‘combustibles de transición’. Para que el planeta sea habitable seguimos necesitando la eliminación total de todos los combustibles fósiles y seguiremos trabajando para conseguirlo”.

“El balance mundial deja claro que, ocho años después del Acuerdo de París, todavía estamos lejos de limitar el calentamiento global a 1,5 ºC y evitar los peores efectos de la crisis climática. En esta década crítica, todos los países deben aumentar la ambición y la implementación de acciones climáticas. Es vital que los países trabajen ahora para transformar sus sistemas energéticos y sustituir los combustibles fósiles contaminantes por energías renovables limpias y más baratas, como la eólica y la solar, a una velocidad y escala sin precedentes.”

Manuel Jaramillo, Director general de Vida Silvestre, explicó que “la situacion del planeta es comparable a la de una persona de mediana edad a la que se le diagnostican múltiples enfermedades, sabe que su tiempo y calidad de vida depende del cambio sus hábitos. Las COP deberian ser los momentos donde se planifican y consiguen los fondos para ese cambio de hábitos. Lamentablemente en la conferencia que acaba de finalizar, se ha postergado el cambio de hábito para el “próximo lunes”, como hacemos a veces cuando estamos por empezar una dieta, o el gimnasio. En este caso el esfuerzo debe ser global y los líderes del mundo deben velar porque el cambio inicie cuanto antes”

“Junto con WWF, desde Vida Silvestre vinimos a la COP con un objetivo central: la inclusión en el documento final el abandono de los combustibles fósiles, pero también la transformación de los sistemas alimentarios, no sólo como una herramienta de adaptación sino también de mitigación al cambio climático. Lamentablemente, no cumplimos totalmente con nuestras expectativas, si bien han existido avances. Las discusiones son trabadas y complejas, donde priman los objetivos particulares de los países por sobre el bien común de todo el planeta” sintetizó Jaramillo.

Por su parte Stephen Cornelius, Subdirector de Clima y Energía de WWF, declaró lo siguiente: “El financiamiento es clave para desbloquear la acción por el clima. La pronta decisión de poner en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños ha sido un paso fundamental. Las numerosas promesas que hemos escuchado en la COP28, aunque bienvenidas, son una gota en el océano en comparación con lo que se necesita. El fondo de financiamiento tendrá que aumentar en varios órdenes de magnitud para ayudar adecuadamente a las personas que se encuentran en peligro. La necesidad de financiamiento para pérdidas y daños y para la adaptación seguirá aumentando rápidamente si los países no invierten más en la reducción de emisiones y en la eliminación progresiva de los combustibles fósiles contaminantes.”

Fernanda Carvalho, Directora de Política Energética y Climática de WWF: “Junto con la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, la naturaleza forma parte integral a la acción climática efectiva. Es decepcionante ver cómo los países no incluyen la recomendación del IPCC de proteger entre el 30 y el 50% de todos los ecosistemas. Este debería haber sido el momento en el que los países se comprometieran a abordar paralelamente las emergencias de clima y de la naturaleza. Actuar para restaurar la naturaleza y transformar los sistemas alimentarios es vital para reducir las emisiones y construir una mayor resiliencia ante el aumento de las temperaturas. Aunque los países volvieron a reconocer la importancia de las soluciones basadas en la naturaleza, deberíamos haber visto cómo aumentaba la ambición sobre la acción combinada clima-naturaleza, especialmente a raíz del histórico Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal acordado el año pasado por estas mismas fechas.”

Respecto a la posición de Argentina en este nuevo marco, Jaramillo puntualizó: “La Argentina debe comprender que este nuevo contexto de acuerdo de la COP abre una oportunidad única para que nuestro país transforme su actual sistema de producción de energía y de alimentos hacia un modelo que respete la naturaleza y ponga en valor el diferencial que tiene nuestro país. Para esto, tenemos que dejar de convertir ambientes naturales, frenar la deforestación y promover las mejores prácticas de producción que algunos productores ya realizan. Esto permitirá bajar las emisiones y conservar la naturaleza. Argentina tiene además un enorme avance en procesos de trazabilidad y debe ponerlo en valor. Por otra parte, el modelo energético basado en Vaca Muerta debe seguir un plan de negocios que tienda a su cierre en 2050, y mientras tanto permita generar recursos para financiar la transición energética, impulsar las energías renovables y la eficiencia energética. Las futuras exportaciones de combustibles fósiles deben contribuir a crear un fondo de pagos por servicios ecosistémicos que compense a propietarios por la conservacio de ambientes naturales y que permita promover practicas sustentables, de cara a un desarrollo virtuoso que, con un horizonte a 2050, permita generar un modelo de desarrollo acorde al compromiso de mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de 1.5 C .”

Contacto para prensa: Leonel Roget

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