Chile, 28 de noviembre (PR/23) . – La nuez chilena sigue acaparando miradas de todo el mundo. Las exportaciones de este fruto sólo son superadas por China y California (EE.UU.), siendo hoy los principales mercados India, Turquía, Italia, España, Marruecos y Alemania. Y aun cuando actualmente puede estar pasando por un momento desafiante, lo cierto es que hace siete años nuestro país solamente llegaba a 22 mercados y hoy supera los 70.

Durante la XIV versión de EXPONUT en el Centro de Convenciones Sun Monticello, organizada por la Asociación de Productores y Exportadores de Chile A.G. – CHILENUT y Yentzen Group, Fernando Santibáñez, especialista en clima de la Universidad de Chile, expuso “Lo que nos trae este potente niño: Proyección climática 2023-2024”, no podemos olvidar que en la Exponut anterior, predijo que 2023 sería un año muy lluvioso frente a un audiencia incrédula.

Santibáñez manifestó la presencia del anticiclón en Chile, con un centro alta presión que generalmente afecta al norte de Chile, específicamente en la costa, se ha ido corriendo hacia el sur, todo los anticiclones en el mundo están haciendo esto, por ejemplo en el California se está corriendo y llevando el desierto más al norte y en el hemisferio sur el desierto se está corriendo más al sur, el desierto del Sahara hacia Europa, por lo que esta emigración de los desiertos no debe extrañar.

Las tendencias pluviométricas en Chile marcan una declinación de la lluvia que es notable, con bajas de 800 milímetros a los 600 que se tienen actualmente, “en lo cual no tenemos nada que hacer va ocurrir sí o sí, en la medida que se calienta el planeta”, dice Santibáñez.

Fernando Santibáñez, especialista en clima de la Universidad de Chile.

En cuanto a los cambios del clima en estos últimos años, es que las temperaturas máximas han subido 1.2 grados, puede que se considere poco, pero significa que los extremos climáticos aumentan y las altas temperaturas son mucho más frecuentes. Las temperaturas mínimas son de 1.1 grado, con precipitaciones que bajan entre un 15 y 25% , con tasa de evaporación que suben al 15%, esto implica que se debe regar un 10% más de agua, de lo que se regaba en los años 60.

La humedad relativa al medio día cayó en un 8%, lo cual implica que el aire está un 8% más seco, generando más estrés hídrico en las plantas, en la fruticultura, en el caso de nogal no puede evotranspirar, no puede hacerlo a una tasa mayor de 6 milímetros por hora. Si la atmosfera le demanda mayor a eso, las hojas del nogal se deshidratan, se generan menos kilos de nueces y menos calibre.

Los vientos calientes de la cordillera se han extendido a más horas y los caudales de riego han bajado entre un 15 y un 30% en todos los ríos de la zona central de Chile.

“La invitación que la naturaleza nos hace es a seguir produciendo, pero de manera más inestable y con condiciones más adversas, sin embargo en Chile tendremos cambios pero serán más moderados que el resto del mundo. Chile debe convertirse en un proveedor confiable, que se valorice en la medida que el cambio climático se instale en el mundo, aprovechar la condición de refugio que nos provee el Océano Pacífico, con zonas más refrigeradas y podemos sacarle ventajas competitivas, claro vamos a tener un clima más cálido, árido y con sequías más extensas, pero tenemos también esa condición de refugio, dice Santibáñez.

Este análisis es concordante con las subidas de 30 a 40% de las horas de calor, las precipitaciones atemporales en primavera y verano han aumentado, el viento y las ondas de frío que son parte del calentamiento global, con un estrés hídrico provocado por aire más seco y más cálido al medio día.

“Los regímenes climáticos se desplazan a eso de 1 o 2 kilómetros por año, esa es la razón de cuanto se va a calentar el valle central. Con un calentamiento que implica desde Aconcagua y todo el valle central… hasta el interior de Concepción. Esto no significa que no podamos producir, ya que en las zonas costeras se mantendrán temperaturas más moderadas. Entonces no hay que desplazarse 200 kilómetros hacia el sur sino hacia la costa. Lo más probable que la franja costera de unos 25 a 30 kilómetros será una zona de refugio muy interesantes”, explica el climatólogo.

Las amenazas productivas
Agrega que hacia el 2050 habrá un panorama de aridez y las líneas de lluvia se seguirán corriendo hacia el sur y las amenazas en términos productivos en el caso del nogal: mayor estrés diurno por altas temperaturas, lo cual genera un efecto silencio en que al elevarse la temperatura el árbol deja de trabajar afectando su rendimiento.

Los otoños más cálidos que pueden dificultar la entrada en reposo de los árboles, también la mayor intensidad de granizos en precordillera que afectan la fotosíntesis, heladas polares tardías que afectan la cuaja en altas latitudes, donde está tendiendo a plantarse el nogal. Además del reposo insuficiente por ondas de calor invernal que pasan inadvertidas, aunque sea de 24 grados.

Y la sequía es la amenaza subyacente para todas las especies, que “si no se soluciona a través de la construcción de embalses e infraestructura de riego ella nos golpeará fuerte”, dice Fernando Santibáñez.

En cuanto a como se viene la temporada, señala que tal como sigue el Fenómeno del Niño, es probable que la temperatura del mar siga caliente, y que en marzo, abril y mayo 2024, el agua en su 90% esté caliente, lo cual generará eventos extraños, con la entrada de núcleos húmedos que al entrar al continente se desestabilizan y provocan lluvias breves pero intensas. Y recién hacia la entrada del invierno se normalice la temperatura, según señalan los modelos climáticos.

“Los ciclos de Chile son de alrededor de 20 años, los 60 y 70 fueron años muy secos, 80 y 90 muy lluviosos, 2000 y 2020 secos… pasando incluso hasta el 2022, pero deberíamos entrar a un 2030 más generoso, esto que les digo es pura estadística, no es una certeza absoluta, pero si no se arregla las condiciones de almacenamiento e infraestructura de riego, no nos servirá de nada esta condición que nos da el planeta”, explica.

Finalmente el experto explicó que está ocurriendo un fenómeno anormal como es la acumulación de agua caliente en el Pacífico sur, que se viene desarrollando hace unos 15 años y desconcierta a la climatología mundial, “es como un niño permanente que se acumula, algunos dicen que esto podría traer más sequías, otros como yo somos más optimistas y pensar que esto podría servir como una fuente de vapor que puede reforzar a los frentes que se desplazan por el océano y así llegar más recargados de humedad al continente, esto está por verse”.

Primicias Rurales

Fuente: PortalFrutícola. com