Buenos Aires, 12 diciembre (PR/23)  — Continuando su ciclo de desarrollo, el fenómeno de “El Niño” 2023/2024 alcanzará su plenitud durante el Verano, como lo señala la fuerte anomalía positiva de las aguas del Pacífico Ecuatorial, pero desafortunadamente, sus efectos positivos sobre el Cono Sur son
perturbados por una fuerte interferencia de los vientos polares, que impulsan hacia el norte las corrientes frías de Humboldt y Malvinas, a las que se suma la corriente marina fría de Benguela, proveniente del África, enfriando el litoral marítimo sudamericano.
Durante la primavera 2023 que llega a su fin, los
vientos polares, fríos y secos, impidieron el
avance hacia el sur de los vientos del trópico,
cálidos y húmedos, concentrando el aporte de
humedad en la cuenca alta y media de los Ríos
Paraná y Uruguay (áreas en tonos de azul
alrededor de la Pcia argentina de Misiones),
provocando precipitaciones sobre lo normal,
con inundaciones ribereñas.
Al mismo tiempo, este proceso obstaculizó la
entrada de humedad hacia el interior y el sur del
área agrícola (áreas en tonos de amarillo a
naranja), generando una amplia extensión con
lluvias bajo lo normal, que afectó al noroeste, el
centro y el sudoeste de la Región Pampeana,
gran parte de Cuyo, gran parte del Uruguay, el
centro y el nordeste del Paraguay, el Cerrado del
Brasil.
El NOA y las zonas aledañas, que reciben
humedad de la Cuenca Amazónica observaron
registros pluviométricos normales a superiores
a lo normal (áreas en tonos de azul a verde
obscuro alrededor del límite común entre La
Argentina, Bolivia y el Paraguay), aunque con
una fuerte desviación hacia el oeste, en forma
despareja y con focos de valores bajo la media
en el este.
Anomalías de precipitaciones en % del
promedio normal 1991/2020
previstas en el Verano 2024
Anomalías de precipitaciones en % del
promedio normal 1991/2020
previstas en el Otoño 2024
El NOA y las zonas aledañas, que reciben
humedad de la Cuenca Amazónica observan
registros pluviométricos normales a superiores
a lo normal (áreas en tonos de azul a verde
obscuro alrededor del límite común entre La
Argentina, Bolivia y el Paraguay).
Con la llegada del Verano 2024 “El Niño”
alcanzará su plenitud, imponiéndose en mayor
medida a los vientos polares, mejorando la
llegada de humedad al área agrícola, activando
las lluvias y moderando el régimen térmico.
El centro del NOA, el sur del Brasil, gran parte
del Uruguay y el sur de la Mesopotamia podrían
ser afectados por lluvias intensas, con riesgos
de desbordes de ríos y arroyos.
Las precipitaciones sobre las altas cuencas del
Paraná y el Uruguay se moderarán, atenuando
las crecidas.
No obstante, los vientos polares no se retirarán
totalmente haciendo que subsistan amplios
focos con lluvias bajo lo normal, pudiendo
destacarse uno sobre el norte del Paraguay y
zonas aledañas del Brasil, y otro en el límite
común entre Córdoba, La Pampa, Santa fe y
Buenos Aires.
Hacia el Otoño 2024 “El Niño” comenzará su
disipación, al mismo tiempo que los vientos
polares volverán a avanzar, incrementado las
áreas con precipitaciones bajo la media en el
centro y norte del Paraguay y zonas cercanas
del Cerrado del Brasil, el sur del Uruguay y gran
parte del centro y el sur de la Región Pampeana.
Contrariamente, el NOA y territorios vecinos de
Bolivia, Paraguay y Brasil, podrían sufrir
tormentas severas, con riesgo de desbordes de
ríos y arroyos, y vientos.
Las lluvias sobre las altas cuencas del Paraná y
el Uruguay continuarán moderadas, atenuando
el riesgo de crecidas.
Puede concluirse que se trata de una
temporada donde se notarán grandes
contrastes regionales, con marcadas anomalías
de signos contrarios, que harán necesarios una
gran dosis de previsión, un cuidadoso y un uso
inteligente de la tecnología, para superar los
desafíos que se presentan, aunque algunas
zonas no lograrán una recuperación completa.

Primicias Rurales

Fuente: Bolsa de cereales de Buenos Aires