Buenos Aires, 19 de diciembre (PR/23).- El investigador y docente de la cátedra de equinotecnia de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (FCA-UNLZ) explica cómo se propaga la encefalomielitis equina y qué debe hacer el productor y criador ante la enfermedad.

En Argentina se instaló una enfermedad que estaba controlada pero que hoy es un desafío productivo y sanitario, la encefalomielitis equina, con más de 800 brotes principalmente en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y Chaco según datos estadísticos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

“Argentina lo tenía controlado, se vacunaba una vez al año, hasta que entre 2017 y 2019, por alguna razón se dejó de vacunar al no ser obligatoria a partir de esa fecha”, asegura el docente e investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (FCA-UNLZ), Ing. Zoot. Sergio Paz.

El especialista explica también que se trata de un alfavirus, que tiene una cadena de contagios originada en aves migratorias, que por ejemplo en la versión llamada encefalomielitis del oeste del Nilo, desde allí llegaron a Estados Unidos y la enfermedad se diseminó por otras regiones, utilizando como vector a los mosquitos.

La cadena de contagio se inicia cuando un mosquito pica a un ave infectada, y también a un caballo, que desarrolla la enfermedad. En nuestro país se reproduce en el ámbito de varias provincias, en especial del litoral y Buenos Aires, y es considerada una zoonosis. Esto significa que se trasmite al ser humano, pero “no directamente del caballo al hombre o entre caballos. La transmisión es siempre vía mosquito”, detalla Paz.

En relación a las consecuencias que pueden tener las personas contagiadas, el experto señala que el enfermo se encuentra en un momento de debilidad en su sistema inmune. Presenta síntomas como trastornos nerviosos, ansiedad, somnolencia, vómitos y pérdida de memoria. Son todos problemas que hoy la medicina puede resolver con un tratamiento adecuado.

Según el docente de FCA-UNLZ hay tres aspectos importantes a considerar en relación a la encefalomielitis equina:

Los equinos no transmiten la enfermedad a otros animales ni al hombre, ni de hombre a equino. La transmisión es siempre vía mosquito.
Ante la sintomatología, se debe llamar al veterinario, salir de la tradición y conocer que esos animales tienen que pasar por el rifle sanitario para no seguir propagando la enfermedad.
Lamentablemente, se ha llegado a una instancia en la que la gente tiene que denunciar los casos. El argumento central es que la enfermedad tiene un período de incubación entre 5 y 14 días durante el cual la enfermedad es muy contagiosa.

Algunos recomiendan usar repelentes, pero éstos se pueden aplicar a los caballos que están estabulados, pero es imposible hacerlo con los caballos que están en campo.
La encefalomielitis equina, por cierto, presenta tres variantes, todas graves y letales, aunque la peor es la que se ha detectado en el país, la encefalomielitis equina del oeste del Nilo. También están la de Venezuela y la del Este.

En la actualidad, la variante del oeste tiene una tasa de mortalidad del 93%, pero, además, en el 7% restante deja a los animales con trastornos severos de motilidad y de ambulación, además del hecho de que siguen siendo portador.

Como dato alentador, la nueva Secretaría de Bioeconomía anunció este lunes que se aprobó el primer lote de 300.000 dosis de la vacuna de un laboratorio nacional contra la encefalomielitis equina, para sus variantes del este y el oeste, que terminaron su producción el último fin de semana. Ante cambios de conducta o comportamientos poco habituales en equinos dar aviso al Senasa, concurriendo a la oficina más cercana; enviando un Whatsapp al 11 5700 5704; a través de la App para dispositivos móviles “Notificaciones Senasa”, disponible en Play Store; escribiendo un correo electrónico a: notificaciones@senasa.gob.ar o a través del apartado Avisá al Senasa de la página web del Organismo

Fuente: Lic. Sandra Capocchi

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