La Unidad Integrada Balcarce y bomberos Tandil -Buenos Aires- brindan recomendaciones de manejo para reducir el riesgo de incendios de las máquinas agrícolas en épocas de cosecha. Limpieza ineficiente en las autopartes, altas temperaturas y baja humedad relativa, entre los principales factores que propician la ocurrencia de estos incidentes durante las tareas de recolección de los granos.

Buenos Aires, jueves 28 diciembre (PR/23) — Las jornadas de mucho calor, combinadas con gran intensidad de vientos, pueden ser causantes de incendios en el equipamiento agrícola. Asimismo, el ineficaz mantenimiento y poca limpieza de las cosechadoras también serían un vehículo para que el fuego sea difícil de controlar. Por esto, un equipo de especialistas de la Unidad Integrada Balcarce y bomberos de Tandil -Buenos Aires- ponen el foco en la limpieza de los equipos, como una práctica fácil y de bajo costo, clave para evitar el desarrollo de focos ígneos.

“La primera recomendación para evitar incendios es un buen mantenimiento de la maquinaria, que consiste en la limpieza de las zonas donde puede llegar a caer y acumularse la granza o cualquier material que se pueda inflamar”, sostuvo Santiago Tourn, especialista en mecanización agrícola de la Unidad Integrada Balcarce (Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el INTA). Por lo tanto, uno de los focos de incendios es el motor, que suele trabajar a más de 600 grados centígrados y en donde se acumula material seco ignífugo.

Por estos motivos, es de vital importancia aumentar la frecuencia de limpieza de las cosechadoras: “A lo mejor te lleva entre 20 minutos y media hora hacer una limpieza, pero es necesario hacerla”, afirmó el especialista y agregó que esta práctica de aseo “es la más fácil y de menor costo”.

En este sentido, Tourn afirmó que “estos focos, con un poco de viento, generan una combustión que provocan un incendio, en el 80 % de los casos, en el motor”. Es decir que, una vez que se incendia la zona, donde hay mangueras de combustible y depósitos de aceite, es muy difícil frenar el fuego.

Cada cosecha debe realizarse en un contexto determinado, en la que el viento no supere los 40 kilómetros por hora y la temperatura los 35 grados centígrados. A su vez, la humedad tiene que estar por debajo del 30 %. Con respecto a esto, Tourn aseguró: “Si las condiciones no son favorables, hay que parar el trabajo, porque es muy probable que se pueda generar un incendio”, y señaló que “si en estas condiciones se genera un incendio llega al lote y es muy difícil frenarlo”.

Otro de los puntos que se debe tener en cuenta para la prevención de incendios es la cantidad y tipo de matafuegos con los que se cuenta: “Tienen que ser matafuegos tipo A, B y C, que permitan controlar los diferentes tipos de fuego”, aseguró Tourn. También, es de vital importancia que los matafuegos estén dimensionados según el tamaño de cada máquina: “Un buen sistema de matafuegos bien dimensionado, según la cosechadora”.

Asimismo, es de vital importancia que la maquinaria que está acompañada por una monotolva presente un tanque de agua de al menos 500 litros con un sistema de bombeo, para que “si se prende la máquina, si se prende el lote, porque salió una chispa, poder controlarlo rápidamente”, afirmó el especialista.

“Frente a un incendio en el campo, cuando los bomberos llegan al lugar, la máquina ya se quemó completa”, aseveró Tourn, aunque concluyó que “igual es importante que lleguen, sobre todo para después proteger a la gente, que no se acerque a la máquina”. A su vez, para llamar a los bomberos es importante tener exactitud con respecto a la localización de donde sucede el incidente.

Hace dos años que desde la UIB se comenzó a realizar capacitaciones para bomberos en este tipo de catástrofes para que conozcan la maquinaria, en qué partes se generan los incendios y cómo atacar el fuego. Para Tourn, “los bomberos no tienen por qué saber cómo son las máquinas ni dónde ocurren los incendios”.

Por su parte, desde la unidad de bomberos de Tandil, como pauta preventiva pasiva recomiendan despejar todo tipo de trigo, cebada o lo que pueda quedar de sobrante para que tanto el calentamiento de la máquina y el contexto no generen una temperatura de autoemisión y, de esta forma, se pueda evitar el fuego en la cosecha en sí.

Diego Ibáñez, jefe del cuartel de bomberos Tandil, indicó que se podría evitar un incendio de interfaz, que es, conceptualmente, cuando se entremezcla la naturaleza o la cosecha con lo artificial, que se puede llegar a quemar. “Es posible hacer cortafuegos dentro de la cosecha y fuera de la cosecha para que solamente queme una parte y se sectorice el incendio”.

Por otro lado, existen las tareas preventivas ofensivas, que es cuando el incendio ya se provocó. “En estos casos, cada cosecha debe tener su propio protocolo de extinción para esperar el arriba de los bomberos”, aseveró Ibáñez.

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Fuente: INTA Informa