Ahora, la presión pasa a los precios regulados que, de la mano del descongelamiento de los servicios, le pondrá presión al número de enero. No obstante, hay coincidencia en que el número de enero sería inferior a diciembre, aunque no por mucho.

El relevamiento que lleva a cabo la consultora LCG sobre la inflación semanal en alimentos y bebidas midió una inflación de 2,1% para la tercera semana de enero, y encadena la quinta semana consecutiva a la baja, tras el récord de 11,5% en la tercera semana de diciembre.

Según los registros de la consultora, en la medición del mes acumula una inflación de 10,7% y la suba promedio de las últimas 4 semanas es de 28,6%.

Si bien el número es altísimo, tiene mayor ponderación las semanas de arrastre, por lo que en las próximas semanas el número debería reducirse considerablemente.

“La inflación promedio se desaceleró luego de 14 semanas, ubicándose en 28,6% mensual promedio. La inflación acumulada en las últimas cuatro semanas se movió a la baja llegando al 18,6% punta a punta”, estimaron.

En la composición del 28,6% promedio, el rubro “Carnes” explica el 32% de la variación mensual, aportándole 9,02 puntos porcentuales al índice.  “Bebidas e infusiones para el hogar” (4,46 p.p); Productos lácteos y huevos (4,4 p.p), “Panificación, cereales y pasta” (3,89 p.p), completan los principales rubros que explican los aumentos.

La inflación de alimentos de la segunda semana de enero fue de 4,8%, según midió Eco Go, y “la inflación de alimentos consumidos en el hogar se proyecta en 21,3% para todo el mes, lo que implica una desaceleración respecto al mes previo”, indicaron.

Siendo así, la proyección de la consultora dirigida por Marina Dal Poggeyto y Sebastian Menescaldi proyecta una inflación mensual de 19,8% para el mes de enero.

En tanto, desde la Fundación Libertad y Progreso relevaron que la suba del IPC acumulada en las primeras dos semanas de enero está en torno al 10%, con lo que el mes apunta a cerrar en el rango 15%-20%, según la evolución de las últimas dos semanas.

Los rubros que más subieron son aquellos donde se sinceraron precios que venían artificialmente atrasados: transporte, comunicaciones y medicina. Un fenómeno que seguramente se repetirá en los próximos meses, con los regulados subiendo por encima del IPC general.

“Es esperable que en los próximos meses sigamos viendo IPCs mensuales de dos dígitos, pues aún restan varios precios regulados por actualizar, como las tarifas de servicios. Sin embargo, no debe confundirse esta recomposición de precios relativos, que impacta al alza en el IPC, con una aceleración del proceso inflacionario argentino”, analizó Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

El mismo día que se conoció la inflación de diciembre, el Banco Central dio a conocer el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) con los datos presentados entre los días 27 y 29 de diciembre de 2023.  Allí el promedio de las consultoras y analistas consultados empeoraron el pronóstico del IPC y estimaron 25% para enero, y un 213% interanual, lo que se traduce en un empeoramiento de las proyecciones (21,2 puntos más que en el mes previo) para todo 2024.

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Fuente: NA