«La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar.» – Mario Vargas Llosa

Buenos Aires, jueves 25 abril (PR/24)  — Hablamos de sensaciones encontradas cuando una persona experimenta emociones ambivalentes ante un estímulo, y es sin dudas la sensación de muchos a cinco meses de gobierno del Presidente Milei.

Por un lado la razón y por el otro, la emoción. Cosas que entendemos que son necesarias y otras que nos hacen ruido y llevan a preguntarnos: ¿Pero cómo puede funcionar un país así? o ¿No es más de lo mismo? A estas sensaciones, le podemos agregar conceptos o frases “maradonianas” acuñadas por el presidente como “Casta” o “No hay plata”, combinado con una máxima argenta que dice: “Estoy de acuerdo con el ajuste y que todos tenemos que esforzarnos, siempre y cuando no sea con la mía.”

Si se pusieran todas estas partes (sectores, intereses, necesidad de hacer ajustes, etc.) en círculos y se tratara de hacerlos coincidir, el conjunto daría “vacío”. Es decir que no es posible, inicialmente, hacerlos coincidir, aunque sea en partes. Aparecen muchos “no es posible”.

No es posible para un “outsider” de la política gobernar un país en todos sus aspectos (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Nacional, Provincial y Municipal) sin una parte de “la Casta”. No es posible, si no hay plata, que el ajuste a realizar no toque a todos los estamentos productivos y capas sociales. No es posible tener un afinado manejo político y gestión diaria cuando los que lo llevan adelante no poseen la experiencia y la consecuencia sea marchas y contramarchas. (DNU, Ley de Bases, Pacto de mayo).

Todo esto está bien, se entiende el momento. Pero podríamos preguntarnos: ¿Qué se prioriza? ¿Qué se recorta primero en un país atravesado por un esquema de subsidios y prebendas en todas sus clases sociales y empresariales?¿Que se hace mientras se aprende? Preguntas sin respuestas claras o sin contradicciones.

El gobierno ha priorizado el déficit cero, y la baja de la inflación a como sea (motosierra y licuadora) entendiendo que son las primeras metas. Y que, sin ellas, será difícil un después pero posee un tiempo acotado para lograrlas. En dicho ajuste la pérdida de poder adquisitivo que sufrieron las jubilaciones no parece muy equitativo comparado con el aumento de la dieta de los senadores.

Si hablamos del rechazo a “la Casta”, no se entiende la incorporación de Daniel Scioli a la cartera de Turismo o el proponer al juez Lijo para la Suprema Corte. El affaire de los seguros, descubierto por un funcionario del ANSES (Osvaldo Giordano) que ya no está, se contradice con el silencio hasta el momento del régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego. El relato libertario no pareciera alineado con la resolución que obliga a las prepagas a retrotraer sus aumentos. Y podríamos seguir.

Debemos entender nuestro punto de partida. El país ha elegido en las últimas elecciones y por cuatro años, a alguien con poca o nula experiencia en la gestión pública, con principios o ideas libertarias, que mencionó la necesidad de realizar un ajuste importante en su campaña, en una Argentina de subsidios y prebendas. Sería imposible que, con este punto de partida, no tengamos sensaciones encontradas durante su gestión.

LA MARGARITA

“Me quiere, no me quiere”. En el campo, en la etapa de la adolescencia, era común jugar a deshojar la margarita. Se tomaba esa flor, o alguna parecida con pétalos, y pensando en el o la persona que te gustaba, ibas arrancando un pétalo a la vez. El último pétalo era el que definía tu suerte…te quiere o no te quiere. Más allá de la emoción momentánea, obviamente no tenía más consecuencias. Además, había más margaritas que permitirían la revancha si hiciera falta.

Hoy, en las empresas, nos preguntamos, haciendo un paralelismo con el juego de la margarita, si las medidas del gobierno o lo que ocurre tranqueras afuera “me quiere o no me quiere”. Si me favorecen o me perjudican. O las dos cosas a la vez, donde a veces el perjuicio de corto plazo es percibido como algo necesario para generar un mejor largo plazo. Repasemos algunas de las cosas que pasan afuera.

El férreo convencimiento del gobierno respecto a eliminar el déficit fiscal (el famoso no hay plata) promete un largo plazo con baja inflación, eliminación del cepo y mayor previsibilidad en el cumplimiento de contratos. Es un me quiere. La contrapartida ha sido un aumento o mantenimiento de impuestos, una gran caída de la actividad económica, un aumento en el desempleo y un creciente (y por ahora incipiente) descontento social por la pérdida en la capacidad de consumo. Es un no me quiere para muchos. La apertura y nulas trabas a la importación de bienes permitirá tener una economía más competitiva, sin restricciones para acceder a insumos que no hay en el país o bien a mejor precio que uno fabricado acá. Un me quiere para el largo plazo. Pero esta medida puede provocar, al menos al inicio, que determinadas actividades o industrias no estén preparadas para competir y eso las lleve a cerrar o achicar su plantel de gente. Un no me quiere para otros.

Que el presidente tenga poder real y capacidad de liderazgo con aceptación de una mayoría de la población es clave en un país presidencialista como el nuestro para que los cambios puedan ocurrir. Pero si una parte de ese poder o imagen debe sostenerse no sólo dando las batallas correctas (ajuste del costo del Estado, eliminar restricciones al comercio, promover la competitividad del sector privado, etc) sino fomentando a diario grietas y peleando con sectores opositores “amigables” y dispuestos a ayudar con los cambios (en el Congreso fundamentalmente), se afecta la percepción de sustentabilidad de los cambios. Combatir a “la Casta” es necesario, barrer con todo no lo es. Lo mismo aplica respecto a dedicar tiempo a pelearse con periodistas. De nuevo aparece el “me quiere, no me quiere”.

El gobierno actual ha encarado un camino difícil con audacia, intentando corregir en el menor tiempo posible problemas estructurales de larga data. En un incendio a los bomberos no se les pide prolijidad sino eficacia. Por ahora estamos en la etapa donde los bomberos siguen intentando apagar el fuego, y muchos lo entienden. Pero esto sólo podrá mantenerse un tiempo, luego deberían aparecer las señales del crecimiento y el desarrollo. Sin ansiedad ni saltando pasos, pero teniendo claro que es parte de la estrategia.

Deshojando la margarita va transcurriendo este 2024. Ojalá me quiera.

LA MACRO EN LA MICRO

La inflación sigue su camino descendente y buscando ser de un solo dígito antes de lo esperado, quizás en mayo. Sigue en niveles obscenos cuando se la anualiza, pero lo que el mercado valora es la tendencia luego del pico del 25% de enero. El dólar oficial sigue el camino de la tortuga, devaluando al 2% mensual. Y los otros dólares quietos, con poca demanda, logran que la brecha ya se ubique por debajo del 15%. Lo esperado por la mayoría es que se elimine el cepo e ir a un dólar único, pero todo indica que para eso habrá que esperar hasta que haya más dólares para respaldarlo. El Banco Central sigue de compras, logrando en abril, y luego de muchos meses, que las reservas dejen de estar en rojo. Y el ministro de Economía muestra con orgullo un tercer mes de superávit financiero, que es una gran noticia, pero todos saben que una parte de esto se logra pateando pagos. O sea que es superávit de caja, no superávit patrimonial. Pero considerando dónde estábamos en diciembre, es sin dudas un logro. Sumado a eso también apareció el superávit comercial, mérito en gran parte de una caída en las importaciones superior al 30% pero con exportaciones empujando para el lado correcto (+11%). Y una noticia con impacto en la micro fue la baja de tasas de los Pases que realizó el BCRA, pasando del 80% al 70% anual. Esto ha repercutido en que la tasa de los créditos en pesos ha seguido cayendo a valores inferiores al 50% anual y en algunos casos se han visto tasas cercanas al 30% para compra de bienes de uso. También se va generalizando la oferta de créditos en dólares, para capital de trabajo o para inversiones, con tasas que van del 2% al 6% anual. Por supuesto sigue la discriminación de mayores tasas a los productores que tengan soja en stock, algo difícil de explicar y justificar. La contracara es que también bajaron las tasas de los plazos fijos y de los fondos de inversión de rescate inmediato que suelen ser refugio de los pesos excedentes en cuenta corriente, que hoy se ubican cercanos al 5% mensual. Pierden atractivo. El impuesto PAIS sigue encareciendo los insumos, pero en un mercado liberado han aparecido bajas de precios tanto en agroquímicos como en algunos fertilizantes (urea). El gobierno espera ansioso la liquidación de granos para juntar dólares, algo que los productores van demorando. En parte por las condiciones climáticas adversas, en parte porque había muy poco grano vendido forward y en parte porque se espera un repunte de precios. Y en menor medida porque existió la fantasía de una posible quita o baja de retenciones en algunos granos sumado a una aceleración en el ritmo de devaluación, fantasía que nunca parece haber estado cerca de ocurrir. En resumen, cuando la macro manda señales, la micro responde y se adapta. Anticuerpos argentinos en el agro abundan.

EN QUÉ ANDAN LAS EMPRESAS AGRÍCOLAS

Nada ha cambiado demasiado desde el mes pasado. Las empresas siguen en formato defensivo, entrando de lleno en período de cosecha de la gruesa, con los costos de cosecha y fletes aumentando en dólares, con su  correspondiente impacto sobre la renta. El clima está jugando una mala pasada, habiendo zonas donde los excesos detienen las labores de cosecha por falta de piso produciendo pérdidas de cantidad y calidad en soja, aumentando las mermas por calidad y los gastos comerciales del producto. Por supuesto que este “mal clima” asegura la humedad para una buena siembra de trigo. La chicharrita ha generado un daño muy importante en la producción de maíz a nivel nacional,  estimada hasta el momento en el 12% (7 M de TN de pérdida, de las 57 M de TN  en su momento) y con final abierto, comprometiendo seriamente la producción de maíz de la campaña que viene. En cuanto a los insumos, hubo anuncios por parte del gobierno sobre baja de aranceles para la importación, sin impacto real por ahora en los precios. El productor mantiene su tesitura de comprar estrictamente lo necesario, esperando una baja de costos de los insumos. En fertilizantes hubo una baja significativa en el precio de la Urea y no tan significativa en los fertilizantes fosforados, pero ambos en baja, lo que mejora las relaciones insumo/producto de cara a la próxima campaña. Campaña que sigue cerrando negativa en el Excel.

Los distribuidores de insumos con bajas ventas, sin poder cumplir con los objetivos comerciales que les piden las empresas madres, producto de esta expectativa de bajas y la falta de renta de la campaña que viene.

Los arrendamientos tratan de acomodarse a este escenario. Los arrendatarios pidiendo bajas y los dueños de campo resistiendo. Mientras tanto el tiempo pasa y la producción de fina del país (trigo y cebada), en las zonas donde estas producciones son importantes, comienza a replantearse. Ante este escenario existen reclamos por parte de productores y entidades pidiendo una baja de retenciones en trigo, además de numerosos escritos sobre las ventajas de dicha baja. Pero el gobierno nada escucha por el momento. Los productores siguen sin cerrar el precio de sus ventas esperando, a esta altura, que el panorama se aclare, sin saber si esto va a suceder en el corto plazo.

Momento importante para la presente campaña agrícola y seguramente las variables mencionadas, condicionarán las acciones de la que viene.

NEGOCIO AGRÍCOLA

Durante el último mes se incrementaron los conflictos bélicos, pero contrariamente a lo que se pensaba, esto no tuvo un impacto significativo en los mercados hasta el momento. La posición vendida de los fondos especulativos comenzó a desarmarse (dato alcista), pero luego de las noticias del posible incremento de los conflictos bélicos, volvieron a venderse, como esperando una reacción bajista de los mercados ante esta problemática, a contrapelo de los que dicen los libros.En el mercado local, sin grandes variaciones mensuales, y ante la falta de cierre de precios por parte del productor, el mercado “físico” de la soja comienza a “penalizar” la posición mayo, divorciándose de la evolución internacional, cosa que había comenzado a copiar en los últimos treinta días. El exceso de lluvias que genera falta de piso, tendrá su partido aparte en las cotizaciones y dependerá si el mismo se profundiza. A esta altura de la cosecha y de los mercados, no hay recomendación. El productor se debate entre lo que quiero y lo que puedo. Lo que quiero evidentemente es no vender, y lo que puedo estará condicionado por el fenómeno climático y su necesidad de caja.

MALAS NOTICIAS:

Este mes se conoció la salida de dos empresas del país como son HSBC y la canadiense Nutrien. No es un buen síntoma,

https://www.ambito.com/negocios/la-gigante-los-fertilizantes-el-campo-nutrien-abandona-argentina-n5980786

https://www.lanacion.com.ar/economia/el-hsbc-acordo-la-venta-de-su-negocio-en-la-argentina-al-banco-galicia-nid09042024/

SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERÍA PESCA Y AHORA BIOECONOMÍA

Si hacemos una sucesión de hechos, o ciclo de vida, de lo sucedido con la Secretaria y su evolución desde el inicio de la era Milei , podremos tener una idea clara de la pérdida de importancia relativa del sector en la generación de sus políticas. No es una valoración sobre la capacidad profesional e idoneidad de los involucrados, sino que mostramos la secuencia de hechos que marcan las idas y vueltas desde diciembre hasta hoy.

–   En diciembre, Fernando Vilella es oficialmente designado como Secretario de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación. Dentro de sus colaboradores directos se mencionan a Germán Paats, Pedro Vigneau y Germán Di Bella. Apenas asumido, Germán Paats queda en el camino.

–   En febrero se reestructura la Secretaría, donde se traspasa la Subsecretaría de Gestión Administrativa de Agricultura a Desarrollo Productivo, y esto traducido quiere decir que la Secretaría de Agricultura queda bajo la órbita del Ministerio de Economía y, dentro de él,  bajo la  Secretaria de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía.

–   En Abril echaron a dos funcionarios de la cartera, Pedro Vigneau y Germán Di Bella, a lo que le siguió la renuncia de Belisario Castillo, Director nacional de Producción Animal, quienes acompañaban desde el inicio del ciclo al ingeniero Vilella.

–   En abril el Ministro Caputo, y no el Secretario de Agricultura, anuncia rebajas en gravámenes para la importación de fertilizantes y agroquímicos.

–   Y finalmente el 16 de abril a través del Decreto 310/2024, el Ministerio de Economía oficializó los cambios en la estructura. Juan Pazo fue designado secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía y  Fernando Villela nombrado como Secretario de Bioeconomía.

Veremos cuál será el próximo paso.

NEGOCIO GANADERO

¿Momento bisagra en el negocio ganadero? Quien sabe. La cantidad de cabezas faenadas ha disminuido en estos meses. Pero la proporción de hembras en esa faena ha aumentado (cerca del 47% sobre el total) mostrando señales de un inicio de liquidación de rodeo. La demanda interna también ha bajado, reflejando un consumo por habitante muy bajo en términos históricos de unos 42 kilos en marzo y de unos 50 kilos por habitante en promedio de los últimos doce meses. Y con la exportación, que ha mantenido volumen pero ha perdido rentabilidad, un poco por atraso del tipo de cambio y otro poco por caída de precios en mercado externos. China, que se lleva casi un 80% del volumen de carne producida en Argentina, ha moderado su demanda y su capacidad de pago. Israel, por motivos obvios, ha bajado sus compras. Y la Unión Europea, con cuota Hilton en 14000 dólares por tonelada, es de los pocos mercados que sostiene precio. O sea que, ante una caída de la faena, y por lo tanto de la oferta, los precios no reaccionaron como era de esperar porque la demanda está fría. Por suerte ya no existen ni los cupos para exportar ni los precios máximos en el mercado interno, lo que evita distorsiones extra. Tantas señales indican que veremos cambios en alguna variable en los próximos meses. Todo esto se da en un contexto de precios que quedaron en el freezer o se movieron por debajo de la inflación. El novillo gordo en los 1800 a 2000 $/kilo, el ternero en los 2000 a 2300 $/kilo según peso y la vaquillona preñada en $800.000. La vaca gorda entre 1600 y 1800 $/kilo y la vaca conserva cerca de los 1000 $/kilo. Estos precios son muy parecidos a los de enero. No pueden ser considerados malos en términos absolutos, pero sin duda se han deteriorado en términos reales. La relación flaco/gordo por debajo de 1,20 favorece el negocio del engorde a corral, sumado a un maíz con precio bastante quedado que permite con un kilo de carne comprar unos 13 kilos de maíz. Por supuesto que la menor producción esperada de maíz por la sequía y el efecto chicharrita amenaza esta relación a futuro. Los criadores, como el otoño se presenta relativamente amigable en producción de pasto, van vendiendo de a poco la producción y con más kilos. Los resultados de preñez que hemos visto son bastante buenos hasta ahora, asegurando una recomposición en la cantidad de terneros a lograr en 2025. Esta es una actividad que muestra un corto plazo rentable y un largo plazo con algunas amenazas de atraso de precios tanto en consumo interno como en exportación. La ganadería, como siempre, debe analizarse como película y no como foto.

NEGOCIO LECHERO 

En marzo el precio de la leche Siglea fue de 331,68 $/litro (4661,86 $/kilo de sólido), lo que representa un aumento del 13,7% respecto al mes anterior y casi un 307% respecto a un año atrás. Medido en dólares oficiales, el precio es de 0,39 $/litro, un valor atractivo en la medida que no haya brechas, diferenciales con el dólar utilizado para los insumos, o atraso cambiario. Para abril se espera un precio de 350 $/litro o similar. De febrero a marzo la producción de leche en el país aumentó casi un 3%, pero si se compara el primer trimestre 2024 versus el mismo período del 2023, la caída en litros fue cercana al 14%. Como decíamos en nuestros Apuntes de marzo, es esperable que esto no se sostenga durante el año y exista una recuperación, asociado a una mejora en la rentabilidad del negocio. Para que se sostenga la perspectiva de mejora es clave que tanto el mercado interno como el externo aumenten su demanda. El consumidor argentino ha tenido un aumento de los productos en góndola en los últimos doce meses de cerca de un 340%, con salarios que han subido mucho menos por ahora. Esto se refleja en un menor consumo por un lado y en un cambio en la composición del tipo de lácteos que adquiere, priorizando la leche fluida. En la medida que la inflación se desplome con fuerza en los próximos meses, generando una mejora del salario real, debería verse una tendencia diferente. Mientras que el mercado externo ofrece un precio de referencia de la leche en polvo entera (LPE) de entre 3200 y 3300 dólares por tonelada, todavía competitivo pero con tendencia bajista. En lo que va del año el volumen exportado presenta un aumento en el orden del 20% respecto a 2023. Representando ese destino cerca de un 35% del total producido (en parte por más volumen y en parte por menor producción total). Brasil sigue siendo el principal destino, seguido por Argelia. El incipiente atraso del tipo de cambio puede encarecer a nuestro país como proveedor del producto a terceros países, al igual que sucede con todos los sectores que exportan, generando menor competitividad.

A nivel de los tambos, un otoño más amable y con precipitaciones bastante generalizadas han permitido recuperar la base pastoril. La relación de precios superior a 2 a 1 entre el litro de leche y un kilo de maíz es una ventaja para los costos de alimentación. Pero aparece la “amenaza” del impacto de la chicharrita sobre el cultivo de maíz que indica que el valor del grano puede subir, al menos coyunturalmente. Dentro de este panorama, se sigue produciendo el hecho de que algunos tambos se cierran y otros han achicado rodeos, dando lugar a más agricultura. Habitualmente las vacas de esos tambos son absorbidos por los tambos que quedan, llevando de a poco a mayor concentración pero sin perder la condición de que la oferta de leche de los tambos sigue atomizada (al menos hay 9000 tambos). La industria está mucho más concentrada, con 5 a 10 jugadores que concentran la mayor demanda. En este marco, lo sucedido con Lácteos Vidal en su conflicto con el gremio Atilra es una pésima señal, donde la justicia parece haber tomado la decisión de perjudicar a la empresa y favorecer los intereses gremiales. Estas decisiones van en contra de la tan remanida frase de “industrializar el agro” y agregar valor. Por ahora, palabras vacías de contenido en algunas instancias del poder.

Primicias Rurales

Fuente: Zorraquín-Meneses