“Una vez que eligió ser discípulo de Jesús, su motivación profunda en la vida fue poner en práctica la voluntad de Dios”, dijo el P. Sosa, calificando al difunto pontífice como “un hombre de oración, que pedía oraciones para tomar decisiones conforme a la voluntad de Dios”.

Durante la rueda de prensa, celebrada en la curia general de los jesuitas en Roma, el P. Sosa también respondió a una pregunta sobre las cualidades que debe tener el próximo papa. “Sin duda, estamos buscando otro hombre de Dios”, afirmó.

“Y después de eso, para mí, es importante tener un papa con una visión universal”, añadió, marcando una diferencia con lo que llamó una “visión internacional”.

El superior jesuita defendió a Francisco de las acusaciones de causar controversia —como con Fiducia Supplicans, la declaración del Vaticano sobre las bendiciones a parejas del mismo sexo— o de no haber respondido adecuadamente en algunas áreas, afirmando que no fue él el origen de los problemas en la Iglesia, sino que heredó dificultades ya existentes.

“El Papa Francisco ayudó a poner sobre la mesa las diferencias de posturas” y fomentó el diálogo, dijo, subrayando que el pontífice fallecido quería escuchar a todos.

Sobre el historial de Francisco en relación con los abusos, el P. Sosa afirmó que el papa “siempre reconoció sus limitaciones, sus errores y su lentitud” para responder a los casos. “No se trata de darle una medalla al Papa Francisco ni de ponerle una nota, sino de aprender de las posibles críticas y errores”.

“En lo que respecta a los casos de abuso, creo que la Iglesia no está en el mismo lugar en que se encontraba cuando el Papa Francisco fue elegido. Eso es indudable. No ha sido un camino recto… pero la Iglesia ha avanzado en esa dirección”, agregó.

Según el superior general, el legado más urgente de Francisco para hoy serán sus llamados a la paz: “Creo que el Papa Francisco ha gritado en todo momento, en cada ocasión, por la paz”.

“El mundo necesita paz, y la paz la construimos nosotros. La paz significa dejar de lado cualquier otra prioridad que no sea la persona y la dignidad de la persona. Y la paz significa justicia con los pobres. Creo que la oración constante y el constante clamor por la paz del Papa Francisco es un mensaje muy importante para hoy”, añadió el P. Sosa.

El Papa Francisco, quien ingresó en la Compañía de Jesús en 1958, fue el primer jesuita en llegar al papado. Durante sus viajes internacionales, siempre dedicaba tiempo a reunirse con los jesuitas locales de los países que visitaba. También se reunió con los jesuitas en Roma durante la 36ª congregación general el 24 de octubre de 2016.

“Estableció una relación muy fraterna con los jesuitas”, dijo el P. Sosa el 24 de abril. “Terminaremos este periodo del Papa Francisco dando gracias al Señor”.

Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.

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