Con unos 80.000 habitantes, al norte de España hay muy pocos argentinos emprendedores en Andorra, la mayoría llega para trabajar en relación de dependencia
El principado de Andorra no integra la Unión Europea, pero sí usa la moneda común; las experiencias de los emprendedores argentino
Buenos Aires, domingo 4 mayo (PR/25) — Aunque usa el euro, no es parte de la Unión Europea. Es famoso por sus pistas de esquí y por la baja carga impositiva. Cada año habilita cupos para que extranjeros puedan trabajar sin necesidad de contar con un pasaporte de la Comunidad.
Con unos 80.000 habitantes, hay muy pocos argentinos emprendedores, la mayoría llega para trabajar en relación de dependencia. El atractivo pasa por sueldos de entre 1300 y 1500 euros por unas 40 horas semanales, básicamente en temporada alta. El problema ahora es el alojamiento: casi no se consiguen viviendas y alquilar una cama en una habitación compartida puede alcanzar los 500 euros.
Richi, presidente de la Associasió Argentinos en Andorra, advierte que es falso que se pueda conseguir trabajo “sólo” con el pasaporte argentino, como mucho argentinos piensan cuando llegan: “Es necesario presentar más documentos y cumplir con más requisitos para obtener el permiso. Hay que seguir los procedimientos que exigen la ley y el sistema migratorio. No hay que dejarse llevar por las redes, hay que consultar el Servei d’Immigració d’Andorra, que tiene todos los datos”.

Él llegó hace 13 años, como analista de marketing y fotógrafo fue contratado por una estación de sky. Sigue trabajando en el área de marketing y, además, es entrenador de rugby. En diálogo con LA NACION señala que muchas veces, “seguramente con buena intención”, se cuenta que es “muy simple” llegar y conseguir trabajo.
“Hemos visto en la temporada del 2022 a unos 2000 que la pasaron muy mal, gastaron la plata que traían y debieron regresar -precisa-. Hay que cumplir con ciertos requisitos, con cierta documentación. La vivienda se ha convertido en un problema muy grave, incluso para los locales. Los precios están muy altos y no hay disponibilidad”.
El salario básico es de 1.476 euros en bruto (los cargos de Seguridad Social son de 15,5%). “Sale caro comer, dormir -subraya-. La salud es pública pero no es gratuita; sin seguro de salud una consulta simple va entre 75 euros y 100 euros”.

Plantea que la documentación que se requiere “no es compleja, pero hay que traerla, porque sino es un problema”. “Además, muchos llegan sin alojamiento, y sin conversación con las empresas y no la pasan bien”. Para esta temporada de verano el gobierno andorrano abrió 500 cupos de trabajo. Estas “cuotas” son las autorizaciones que se emiten oficialmente y que tienen diferentes números de “permisos” en segmentos como hostelería, salud, mecánica o gastronomía. Este esquema funciona para las temporadas, no para ingresos anuales.
Para obtener permiso de empleo lo primero que hay que conseguir es una oferta de trabajo de una empresa andorrana, el contratante será el encargado de iniciar el proceso para obtener el permiso y la residencia temporaria. Se requiere, además de pasaporte, certificado de antecedentes penales apostillado por la Haya y constancia de historial laboral emitida por Anses, también apostillada, o una carta de recomendación que comprueben cuatro años de experiencia laboral en la misma posición a la que se aplica.
Hay que tener en cuenta que en marzo pasado Andorra modificó la exigencia de años de experiencia a los extracomunitarios para acceder a la cuota general y la llevaron a cuatro de los dos que se requerían antes. El fundamento es que se “regularizaron” 2000 personas en los últimos tiempos y que, además, creció exponencialmente la cantidad de pedidos. La autoridad puede fijar “excepciones”, por ejemplo, para la cuota de verano, 300 permisos podrán tener experiencia de cuatro meses.
Emprender y sus exigencias
Martín Eblagón y Florencia Lario son dueños de Gaucho y de Tucu, dos emprendimientos gastronómicos en Andorra. Los únicos argentinos que tienen ese perfil. Él llegó por primera vez en 2007 para un trabajo de temporada, regresó a la Argentina y en 2014 se radicó definitivamente. “Es un lugar muy lindo para vivir, con conexión con la naturaleza, con mucha seguridad y estabilidad -dice Eblagón-. Todo eso compensa la distancia con la familia, con los afectos”.

Añade que “emprender” es “igual de difícil” que en otros lugares, que requiere de “mucho trabajo” para establecerse y advierte que, en el caso de ellos, tuvieron la “suerte” que en 2015 el gobierno local permitiera a los extranjeros encarar empresas sin socios locales.
Como el país fue, durante mucho tiempo, considerado un “paraíso fiscal”, se profundizaron los controles. Sigue siendo un lugar buscado para radicación de empresas porque otorgan muchas ventajas respecto a sus vecinos -tiene uno de los impuestos sobre sociedades más bajos de la zona euro, con un tipo máximo del 10%-.
El IVA es de 4,5 % y el Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas máximo es del 10% a partir de 40.000 euros -quedan exentas las rentas inferiores a 24.000 euros y de ese monto a 40.000 euros tributan 5%-.
Desde la consultora Advantia Assesors, que acompaña procesos de radicación, indican que el costo de inscripción de un emprendimiento ronda los 5.500 euros, incluyendo los honorarios profesionales, tasas gubernamentales y de escribano. El capital mínimo de creación es de 3.000 euros si es una sociedad limitada y de 60.000 euros si es una S.A, los costos de mantenimiento anual son de 850 euros y 950 euros, respectivamente. Lo más lento suele ser el trámite de controles bancarios (declaración de origen de fondos y actividad). Los no residentes que quieran tener más del 10% de una empresa tienen que aportar documentos extras que se les piden en cada caso.
Eblagón coincide en que en los últimos cuatro años el costo de los alquileres -también para uso comercial- aumentó “muy fuerte” y que un local de 80 metros cuadrados que costaba unos 700 euros pasó a 1.500 euros. “Hay momentos de colapsos, hasta en el transporte se siente, no había estructura para contener a la cantidad de gente que llegó”, acota.
Como en toda Europa, impactó en el costo de vida el inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia. “Los precios aumentaron también para la comida, los servicios. No es que se parezca a la Argentina, pero es diferente a lo que se veía hasta entonces -agrega-. Hay algo menos de actividad, se siente. Acá todo lo que se consume viene de Francia y España, no se produce nada”.

Los bajos impuestos permiten ser “competitivos”, apunta Eblagón, quien también menciona que fuera de temporada el “mercado es chico; son 80.000 y eso es lo que hay”. Existe disponibilidad de crédito bancario a tasas razonables, “previa comprobación de historia crediticia”.
Richi advierte que es más complejo emprender que conseguir empleo: “Ahora se pide una caución de entre 150.000 euros y 700.000 euros y un socio andorrano. El mercado es pequeño y muy concentrado; hay solo tres bancos, una compañía de teléfono y una de televisión; la de electricidad es pública. En todo el país debe haber cinco locales de emprendedores del exterior”.
Señala que desde la Asociación vienen trabajando para facilitar los permisos anuales de empleo. “Los avances se lograron junto a los empresarios de hotelería y gastronomía”. También organizan reuniones culturales y deportivas para los argentinos. “Es un país que es pluricultural y abierto a recibir, bajo ciertas reglas”.
EL TURISMO EN ANDORRA
Tradicionalmente, el turismo en Andorra se ha asociado a la nieve y al invierno debido a su orografía montañosa. Sin embargo, Andorra es mucho más que esquí. Ofrece pueblos de cuento, vida nocturna y un destino de shopping de referencia.
Andorra es mucho más que un pequeño país con nieve y esquí: esto es todo lo que puedes hacer en el Principado
Aunque la historia del Principado está vinculada directamente con España, pocas personas conocen los maravillosos secretos del país.
Tradicionalmente, el turismo en Andorra siempre se ha asociado a la nieve y al invierno. Su orografía, repleta de las montañas y valles de los Pirineos, la coloca como un lugar idílico del que disfrutar de actividades como el esquí o el snowboard. Además, a diferencia de otros lugares al norte de España, pese a que los inviernos son fríos los días de sol anuales rondan los 300, con lo que la lluvia es harto improbable.
Con el tiempo, el Principado se está convirtiendo en un destino turístico cada vez más apetecible. El desembarco de famosos en busca de beneficios fiscales ha puesto en el mapa a un país del que, pese a su cercanía con España, las nuevas generaciones rara vez han oído hablar. Poco se enseña de su historia, de su geografía o de su sistema político en comparación con otros lugares con mucha más tradición. Tal vez sea por un tamaño que, aunque pequeño (tan solo 468 km2), no le impide tener una oferta para sus visitantes de lo más interesante.
Un aeropuerto a media hora y Wi-Fi por las calles
Históricamente solo se podía llegar a Andorra por carretera. La complejidad de su sistema montañoso dificulta la construcción de un sistema ferroviario equiparable al del resto de Europa y, por ende, también la de un aeropuerto. Barcelona y Toulouse, ambas a 125 kilómetros de distancia por carretera, eran las opciones aeroportuarias más viables hasta que en 2021 abrió el aeropuerto de La Seu d’Urgell en la localidad ilerdense del mismo nombre. Desde allí hay conexiones varios días a la semana con Madrid y con Palma de Mallorca.
Una vez en tierra, hay que subirse a un autobús lanzadera que en media hora te deja en Andorra la Vella, la capital del país. Aviso a navegantes: al no ser Andorra parte de la Unión Europea, las llamadas y el uso de internet con datos móviles no es gratuito, así que es recomendable apagar el ‘roaming’. No obstante, las comunicaciones son muy sencillas, pues hay conexión Wi-Fi en todo el país.
Naturland, un parque temático en constante reinvención
A estas alturas no vamos a sorprender a nadie al afirmar que el principal atractivo de Andorra son sus actividades relacionadas con la nieve. Rehuyendo de las obviedades deportivas, las montañas del Principado ofrecen alternativas de todo tipo. El parque temático de Naturland, ubicado en la localidad de Sant Julià de Lòria, incluye muchas de ellas.
La joya de la corona es el Tobotronc, el tobogán alpino más largo del mundo. En total, los visitantes podrán sumergirse en un viaje de más de cinco kilómetros bajando en un trineo por todo el bosque disfrutando de unas vistas impresionantes, ya esté la zona nevada en invierno o sin nieve, en verano. Los paseos en trineo, los circuitos de esquí de montaña o las Snow Scooters son también una buena opción invernal.
Una de las grandes apuestas del parque son las Moonbikes. Estas motos de nieve ofrecen una experiencia apasionante disfrutando de rutas por el bosque bajo la luz de la luna. Todo ello con el aliciente de que las emisiones a la atmósfera y el ruido de los vehículos son ínfimos.
Pero Naturland no solo es un parque temático de invierno. Cuando el sol derrite la nieve, el lugar se reconvierte para ofrecer planes con tirolinas, rutas a caballo, actividades multiaventura en medio del bosque, tiro con arco, toboganes o un laberinto apropiado para personas de todas las edades. Todo ello apoyado gastronómicamente con el restaurante – hotel ‘La borda de Conangle’, todo un lujo a 2.000 metros de altitud.
El après ski, un concepto emergente
En lugares como Andorra donde el esquí es uno de los principales motores turísticos del país, está cada vez poniéndose más de moda el concepto del après ski. Traducido al francés, el término significa “después del esquí” y hace referencia a todas las actividades que los esquiadores hacen tras acabar en las pistas.
En este sentido, además de Naturland, Andorra tiene su punto de referencia: L’Abarset.
Literalmente a tan sólo unos metros de las pistas de la estación de Granvalira, una de las mejores de Europa, fiesta y gastronomía se dan cita con los mejores DJs del país. Allí todo está permitido, desde vestir de gala hasta llevar la misma ropa que en la montaña para disfrutar de planes que empiezan a media tarde y pueden llegar a terminar hasta las 3 de madrugada con alguna decena de grados bajo cero. “Nos encanta este concepto de fiesta”, cuenta un joven británico que claramente estaba disfrutando de la fiesta pese a que todavía había noche por delante.
La oferta gastronómica del restaurante es de las mejores de todo el país. En L’Abarset, además de disfrutar de un ambiente íntimo y de un servicio espléndido, la gastronomía de alta montaña de Andorra se ve reflejada en platos de una altísima calidad merced a su combinación entre lo tradicional y lo moderno. Lo ideal para afrontar un día de montaña en el que el consumo calórico va a estar por encima de lo habitual.


En Andorra se utilizan muchos ingredientes frescos y de temporada. Evidentemente, los productos marinos son de exportación, pero el resto tienden a ser nacionales. Las hierbas aromáticas, las setas y verduras de montaña o las carnes de los animales criados en las montañas suelen ser frecuentes. La influencia francesa y española hace que en Andorra tomen lo mejor de los dos países, sobre todo cuando de quesos, embutidos o postres se trata.
Balnearios y museos
Después del ajetreo de la montaña, para todos aquellos que no quieran la fiesta de L’Abarset, los balnearios de Caldea ofrecen uno de los planes más repetidos en Andorra. El spa termal más grande del sur de Europa abrió en 1994 y, gracias a su arquitectura, permite que sus visitantes no se pierdan las maravillosas vistas de las montañas que les rodean mientras se sumergen en sus aguas. Entre sus instalaciones hay una laguna de hidromasaje cubierta, otra al aire libre y otra panorámica sobre el río Valira con una temperatura todas ellas de entre 32 y 34 grados.
No faltan tampoco, por supuesto, las saunas o los baños de vapor, zonas con contrastes de temperatura, cabinas de hielo, lagunas con cascadas o hidromasajes o baños con frutas, como pomelos y limones, para aportar a la experiencia un toque sensorial tanto para la piel como para el olfato.