La Virgen del Buen Consejo, venerada desde el siglo XV en Genazzano, Italia, es considerada por los agustinos como su Madre y Guía. El nuevo Papa oró en ese santuario como un devoto agustino.
Roma, domingo 11 mayo (PR/25) — En una inesperada acción que sorprendió a fieles y autoridades, el papa León XIV visitó este sábado el templo de Nuestra Señora del Buen Consejo es ubicado en Genazzano, a unos 50 kilómetros de Roma.
Rezó en un ambiente de recogimiento y espiritualidad. en el santuario mariano ubicado en el sur de Roma y que es dónde los agustinos veneran a la Santísima Virgen bajo esa advocación. León XIV es agustino y recurrió a esa visita para agradecer y encomendarse.
La visita se produjo pocas jornadas después de su elección como pontífice y forma parte de sus primeros gestos pastorales orientados a acercarse a los creyentes y fortalecer la devoción mariana.
El santuario en cuestión es el de Nuestra Señora del Buen Consejo, ubicado en Genazzano, a unos 50 kilómetros de la capital italiana. Allí, el papa León XIV rindió homenaje a la Virgen, patrona muy venerada en la región, y realizó oraciones en un ambiente de recogimiento y espiritualidad. La visita fue discreta, sin grandes anuncios ni despliegues, lo que resaltó su carácter genuino y espontáneo.
Este gesto se suma a otras acciones iniciales del pontificado de León XIV, quien ya había protagonizado una visita sorpresa al Palacio del Santo Oficio, donde saludó a empleados y vecinos, también se reunió con todos los integrantes de la Guardia Suiza y mantiene una agenda que busca combinar la cercanía con la tradición y el servicio a la Iglesia universal.
Con esta visita al santuario mariano además, el papa León XIV reafirma su compromiso con la fe y la devoción popular, en un momento en que la Iglesia enfrenta desafíos globales y busca renovar su mensaje de esperanza y unidad.
El Vaticano publica el retrato oficial del Papa León XIV y su firma

En la fotografía oficial, el Papa León XIV luce la muceta roja, la estola bordada, el roquete y la cruz pectoral dorada. Una elección que marca un claro contraste con el estilo que caracterizó a su predecesor, el Papa Francisco, quien optó por presentarse al mundo únicamente con la sotana blanca, sin los ornamentos tradicionales.
Esta notación no fue utilizada por su predecesor, el Papa Francisco, que firmaba sólo como “Franciscus”. Esto puede interpretarse como un sutil retorno a ciertos protocolos tradicionales.
El Sumo Pontífice porta la cruz papal
Fuentes:Primicias Rurales/NA/ACI Prensa