Una de las más visibles fue su aparición en el balcón de la Logia central de la Basílica de San Pedro vistiendo la muceta, la pequeña capa de terciopelo rojo ribeteada que cubre los hombros y que simboliza la autoridad del Papa y su vocación de compasión.
También ha utilizado la casulla, cuyo nombre deriva del latín casula (pequeña casa), la vestidura litúrgica exterior que se lleva sobre el alba y la estola, y cambia de color según el Año Litúrgico. El Papa León XIV ha usado varias casullas notables, incluida una que fue utilizada por el Papa San Juan Pablo II.
Además, ha hecho uso de la estola que representa la consagración sacerdotal del Papa y su responsabilidad de guiar a la Iglesia como buen pastor, así como el báculo pastoral durante las celebraciones litúrgicas.
En las últimas ocasiones también ha comenzado a usar pantalones blancos debajo de la sotana: no como signo de oposición al Papa Francisco, quien lucía pantalones negros, sino para fortalecer e impulsar los signos y símbolos de la Iglesia institucional.
Muchos fieles reunidos en la Plaza de San Pedro se mostraron visiblemente sorprendidos al oír al Santo Padre cantar esta oración.
El Papa León XIV también ha confirmado su voluntad de retomar la antigua tradición de imponer personalmente el palio a los nuevos arzobispos metropolitanos durante la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el 29 de junio.
Al volver a esta costumbre, León XIV retoma el vínculo entre los arzobispos metropolitanos con el Papa y con la sede apostólica.
En el ámbito litúrgico, también se ha notado un énfasis en el uso del latín y el canto gregoriano en celebraciones solemnes en la Basílica de San Pedro.
Será la primera vez en más de una década que un Pontífice resida en la imponente villa pontificia de Castel Gandolfo, un palacio fortificado del siglo XVII a orillas del Lago Albano, durante el mes de julio.
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Fuente: ACI Prensa