Santa Fe, sábado 26 julio (PR/25) — El gobierno santafesino reconoció a cabañas de la raza Hampshire Down  destacadas en la Exposición Rural 2025 y afincadas en la provincia . Siete historias de familia, genética, premios y pasión por una actividad que busca crecer más allá de la pista.

El corazón productivo de Santa Fe volvió a latir fuerte en la pista de Palermo. En el marco de la 137ª Exposición Rural, el Gobierno de la provincia distinguió , entre otras cabañas ganaderas, a siete cabañas ovinas destinadas a la cría de Hampshire Down , que representaron con excelencia al territorio santafesino en una de las vidrieras más importantes del país.

Las premiaciones, los galardones y los animales perfectos fueron apenas una parte del acto. Lo verdaderamente valioso estuvo en las historias que hay detrás de cada cabaña. Mujeres y hombres que crían, seleccionan, invierten, fallan, aprenden y vuelven a empezar, muchas veces sin certezas, pero con pasión inquebrantable.

La Manfrina – Palermo, el plato y la genética

Federico Manfroi habló del paso de mostrar animales a mostrar carne. En su cabaña, ubicada en el sur de Santa Fe, apuntan a que el consumidor pueda acceder al cordero como opción cotidiana, y no solo en grandes reuniones. La clave está en unir genética, cortes de calidad y una logística capaz de conectar al campo con el supermercado.

La Callejera – Juventud con perfil ovino

Juan Matos, de apenas 19 años, representa una nueva generación. Con base en Carmen, trabaja a la par de su padre en la crianza de unas 140 madres Hampshire Down. Su apuesta es por la genética pura y el sueño de ver triunfar una borrega propia en Palermo. Mientras tanto, alterna entre el campo y las ganas de construir su futuro entre ovejas.

 

La Teresa – Producción mixta y rusticidad genética

Hugo Cardoso decidió abrir su propio rumbo tras crecer en una familia de criadores. Hoy lidera La Teresa y La Virginia, esta última junto a su padre Edgardo , cuarenta años participando en Palermo y el criador más antiguo de la actividad. Cuentan con más de 450 animales, apostando a un manejo rústico y natural que garantice adaptabilidad en todos los mercados. “El mejor marketing es que el animal funcione en el campo del cliente”, dice.

Lourdes – Compromiso, vocación y sueños a pista

Juan Grassi, además de ser productor en Los Quirquinchos, es tesorero de la Asociación de Criadores de Hampshire Down. Maneja unas 50 madres y combina su trabajo de oficina con la dirección de su cabaña. “Arranqué de cero, aprendí a prueba y error. Hoy sueño con un Gran Campeón en Palermo”, confiesa.

La Constancia – Cuatro generaciones, una misma pasión

La historia de La Constancia se remonta a 1945, cuando Roberto Gallo padre compró las primeras borregas. Hoy, la cuarta generación trabaja en la cabaña y hasta participan los nietos. “Volvería a vivir esta vida mil veces”, dice Roberto. De las exposiciones a las anécdotas con patos premiados, su trayectoria habla de dedicación y amor por el campo.

 Unelén – La marca que se hizo nombre propio

Ubicada a 13 km de Venado Tuerto, Unelén nació como un experimento de Ariel Manfroi para aprovechar tierras que antes se usaban para clasificar semillas. El nombre mezcla “Uno” (por ser los primeros en la zona) y “Len” (terminación mapuche). En apenas 15 años acumularon 11 Grandes Campeones en Palermo y exportaciones a Brasil, Paraguay y Uruguay.

“No veníamos del palo ovino”, cuenta Ariel, “pero Palermo te da visibilidad. Si no estás ahí, no existís”. Preparan sus animales desde marzo, con rigurosidad sanitaria y genética. Y lo hacen en familia, con instalaciones impecables y un equipo que combina tradición reciente con visión a largo plazo.

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