En la Expo Angus nació una ternerita colorada de cabaña “La Torcacita”

En la Expo Angus nació una ternerita colorada de cabaña “La Torcacita”

Buenos Aires, 3 junio (PR/23) — Anoche (viernes 2 de junio) en el marco de la 80 Expo Angus de Otoño Indoor, nació una ternerita colorada de una vaca de la cabaña “La Torcacita” de Piray Mini, oriunda de la localidad De La Garma, Partido de Adolfo González Chaves, en el sur de la provincia de Buenos Aires.

El encargado de la atención del parto fue el médico veterinario Martín Lascalea del equipo técnico de la firma Tecnovax, quien destacó la gran facilidad de parto y atención materna, dos atributos bien distintivos de la raza Angus.

“La madre comenzó anoche con trabajo de parto, y fue asistida por todo el equipo de veterinarios a cargo de la guardia y los integrantes de la cabaña. Cerca de las 21 horas ya estaba empezando a dar a luz, por lo que preparamos la manga para poder ayudarla, pero cuando llegamos el ternerito ya había nacido sin ningún tipo de problemas”, señaló.

“Se trata de una hembrita muy linda, que nació muy bien, con una notable facilidad de parto, incorporándose y tomando calostro rápidamente, por lo que todos estamos muy contentos, y monitoreándola para continuar observando su evolución”, apuntó Lascalea.

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Fuente: Asociación Argentina de Angus

El maíz de siembra tardía es mayoría y la genética busca consolidar su manejo agronómico

El maíz de siembra tardía es mayoría y la genética busca consolidar su manejo agronómico

Buenos Aires, 2 junio (PR/23) — Las claves de la expansión de los planteos de siembra más tardíos, que pasaron a ser mayoría en la última campaña en el país, fue el tema abordado en el panel “Historia, presente y futuro del maíz tardío en la Argentina”, llevado a cabo durante el Congreso Maizar 2023. Estuvo moderado por Octavio Caviglia, investigador y docente de la FCA-UNER, y contó con la participación de María Otegui, investigadora superior del CONICET; Raúl Palmieri, ingeniero agrónomo experto en semillas, y Mauricio García, Field Agronomist de Brevant.

En un intento por escapar del clima, que impuso en las últimas campañas restricciones hídricas en la primavera y en el inicio del verano, el maíz comenzó a demorar la siembra. Hoy, según Octavio Caviglia, investigador y docente de la FCA-UNER, los planteos tardíos ocupan más del 50% de la superficie de maíz total en la Argentina, y se han expandido hacia nuevas zonas, generando valor en origen y eficiencia en el uso del cereal.
“El cultivo se ha expandido hacia el NOA y el NEA, y más hacia el sudoeste, en la zona de La Pampa y de la provincia de Buenos Aires, donde normalmente no se realizaba maíz temprano”, sostuvo.
A partir de su experiencia acumulada en la industria semillera, el ingeniero agrónomo Raúl Palmieri describió el arribo de los planteos tardíos al país, que se enfocó en mejorar el rendimiento, relacionado en parte con la introducción de la biotecnología y el cambio hacia el maíz de tipo flint y la producción de híbridos simples de líneas.
“Lo que se venía haciendo en materia de mejoramiento con el maíz termina en los años ‘90, cuando aparece la biotecnología y la producción de híbridos de líneas. Estábamos acostumbrados a que se sembraban cinco surcos de plantas macho, y 10 a 15 de hembras, y se pasó a sembrar cuatro y uno. El control de diatraea también fue relevante”, indicó Palmieri.
Con la ayuda de la biotecnología, las siembras tardías comenzaron a demostrar ser más tolerantes a las enfermedades.
Más allá de la importancia de la tecnología en el desarrollo de esos planteos, los modelos mixtos con agricultura y ganadería en el norte del país también incidieron en su avance. “Muchos productores optaron por siembras tardías porque, a partir de la distancia que había para el traslado del cereal al puerto, lo mejor era convertirlo a carne en el lugar”, destacó Palmieri.
Tan fue la expansión que alcanzó el planteo, que productores, empresas y académicos comenzaron a organizar el Congreso de Maíz Tardío, que ya lleva siete ediciones y tiene como objetivo generar información sobre esta alternativa de producir el cereal, hoy mayoritaria.
María Otegui, investigadora superior del CONICET, señaló que el maíz tardío tiene éxito por adaptarse mejor a ambientes de alta latitud y tener un rendimiento estable, incluso en bajas temperaturas, mientras que la soja y el sorgo sufren penalizaciones de rendimiento cuando se siembran más tarde.
“En el caso de la soja, está muy bien documentado que cada día de atraso en la siembra, durante el mes de diciembre, es una penalización de rendimiento. En el maíz hay mucho esfuerzo para mejorarlo para ambientes de alta latitud, o sea, con buen comportamiento a bajas temperaturas”, indicó la investigadora.

El planteo tardío le saca de encima al maíz la peor mochila, que es la del déficit hídrico estival, agregó Otegui. “Lo que hace es ubicar toda su etapa reproductiva, tanto fijación de granos como llenado de granos, en una época de balance hídrico más favorable, aún con temperaturas más frescas que alargan el período”, precisó.
A partir de este fenómeno agronómico, las empresas semilleras han comenzado a dar respuesta a la necesidad de genética adaptada. Según Otegui, “con excepción de algunas pocas empresas, como es el caso de Morgan y Brevant, que tuvieron un programa para tardío”, la mayoría de los semilleros tienen programas para siembras tempranas, donde se agregó testing en siembras tardías. El porcentaje de todos los sitios en que se hace testeo es menor en tardío con respecto a temprano”, aclaró.
Más allá de la tarea que tienen por delante las empresas semilleras, el productor tiene aún deberes que realizar para ajustar el modelo. “La falta de fertilizante limita el rendimiento, aunque la mineralización aumenta con la siembra tardía. El uso de fertilizantes puede ser costoso, pero puede mejorar el margen de ganancia”, aseguró.
La adopción de este tipo de siembras se puede extender a toda el área maicera del país, incluida la zona núcleo. “Quizá no en los mejores suelos, donde la napa pueda ayudar al rendimiento. Pero, en el resto, se puede hacer tranquilamente”, aclaró Otegui.
En representación de la industria, Mauricio García, del semillero Brevant, sostuvo que la mejora genética del maíz es constante y hay desafíos para seguir mejorando su tolerancia a estrés y a enfermedades. Indicó que la importancia del peso de mil granos en los genotipos nuevos y el uso de biotecnologías y refugios también son relevantes. “El maíz tardío es una realidad y se puede traer genética brasileña para sacar genes de interés. Hay desafíos innumerables en la mejora del maíz”, destacó.
“Se habló en paneles anteriores del Congreso del trabajo de selección de genotipos con alta tolerancia a estrés. Eso es algo que tenemos todos los semilleros, y el desafío es ir mejorando la tolerancia a estrés. Esta tecnología es lo que permitió que hoy podamos ver materiales que, con las condiciones que tuvimos en esta campaña, no habrían tenido espiga”, admitió.
García planteó también algunos desafíos a futuro por parte de la genética. “Debemos seguir trabajando para preservar la biotecnología, por eso el uso de los refugios es fundamental. La experiencia indica que se puede traer un montón de genética brasilera y sacar los genes que necesitamos, no solamente pensando en enfermedades que ya conocemos, como el tizón, sino en otras emergentes, como el carbón de la panoja, que hacía años que no estaba en la Argentina y hoy lo tenemos de vuelta. Se puede continuar con esa selección de genética brasileña con buena tolerancia para estar mejor preparados ante las enfermedades”, destacó.

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Fuente: Congreso Maizar 2023

 

La bioeconomía para que la Argentina se reinserte en el mundo, la experiencia de Brasil y el futuro del Mercosur

La bioeconomía para que la Argentina se reinserte en el mundo, la experiencia de Brasil y el futuro del Mercosur

 En el panel del Congreso Maizar 2023 “Nuevo contexto internacional: oportunidades y desafíos para el Mercosur”, se identificaron los rasgos y los factores impulsores de la nueva etapa, en la que los socios del bloque regional deberán decidir sus prioridades, incluidas las relaciones hacia dentro y hacia fuera. Expusieron Marcelo Regúnaga, coordinador regional del Grupo de Países Productores del Sur (GPS); Enori Barbieri, vicepresidente de Abramilho, y Federico Lavopa, director de Comercio Internacional de Quipu, moderados por Agustín Tejeda, director de Contenidos del grupo GPS.

Buenos Aires, 2 junio (PR/23) — El actual escenario global es una oportunidad para que la Argentina replantee su estrategia de desarrollo económico y social, dijo Marcelo Regúnaga, coordinador del GPS. Hace 80 años, reseñó, la Argentina decidió basar su desarrollo en la llamada “industrialización sustitutiva de importaciones”, porque entonces se crecía que el mundo no crecería en base al comercio. El país se cerró, priorizando el mercado interno, y lo siguió haciendo aun cuando ese modelo fue abandonado por otros países, que crecieron a partir de una inserción en el mercado internacional. “La bioeconomía nos brinda la oportunidad de crecer con múltiples agregados de valor. Hoy aquí se mencionó cómo los biocombustibles duplican en valor la exportación del grano de maíz; y si avanzamos en la cadena de valor hasta bioplásticos y bioquímicos, podemos tener una nueva estrategia de desarrollo basada en la inserción internacional y abastecer el mercado mundial, en lugar de una que falló en los últimos 80 años”, explicó Regúnaga.
La bioeconomía, agregó, es también una oportunidad para “hacer más fértil” el Mercosur e insertarnos en un sector en donde la Argentina es competitiva. “Tenemos enormes recursos naturales, empresarios modernos en los cuatro países del bloque, y condiciones científico-tecnológicas. Es una oportunidad para avanzar, agregar valor, complementarnos y pensar en plataformas no limitadas a las nacionales”, precisó. La cooperación entre los socios del bloque, prosiguió, puede ser un factor importante de agregación de valor e inserción de un “nuevo Mercosur” en el mercado mundial. De hecho, puntualizó, Brasil ya lo está haciendo, creciendo a partir de las exportaciones. La Argentina debe seguir el ejemplo, aprovechar sus ventajas comparativas y competitivas en vez de favorecer a sectores que necesitan protección en el mercado interno y nunca serán competitivos internacionalmente. Por añadidura, dijo, un modelo de ese tipo no se basará en la concentración industrial en las urbes, sino en todo el interior, permitiendo un desarrollo más armónico y federal del país. Es una oportunidad para el trabajo conjunto, y también para presionar en pos de un acuerdo del Mercosur con la Unión Europea, concluyó.
Agustín Tejeda, moderador del panel, delineó las cuatro fuerzas impulsoras del nuevo contexto internacional, a saber:
  1. Cambios geopolíticos, en especial después de la invasión rusa a Ucrania, que tuvo a su vez tres consecuencias: mayor tensión entre Estados Unidos y China y construcción de dos alianzas globales; pérdida de relevancia del multilateralismo, y revalorización de la energía y los alimentos.
  2. Cambio climático, que acarrea desafíos de adaptación y mitigación y exigencias nuevas, como los requisitos de importación de productos agrícolas “libres de deforestación”.
  3. Seguridad alimentaria, que se vio debilitada, a contramano de los Objetivos de Desarrollo del Milenio acordados a través de la Organización de Naciones Unidas.
  4. Revolución tecnológica, con nuevos desarrollos, productos y servicios y sus desafíos regulatorios.
Enori Barbieri, vicepresidente de Abramilho, la asociación de productores de maíz de Brasil, habló de los cambios en el mercado mundial y cómo Brasil fue respondiendo a ellos. Por caso, a la apertura, hace 20 años, de Estados Unidos a una cuota de 50 millones de toneladas de su producción de maíz a la producción de biocombustibles.
Brasil, precisó Barbieri, producirá este año unos 130 millones de toneladas de maíz y precisa colocar sus excedentes en los mercados mundiales. Ganarlos exige “hacer los deberes” en cuestiones sanitarias y de calidad, ser competitivo en materia de precios y hacer un paciente cortejo. “No existe mercado que no tenga dueño. Hay que enamorar, noviar, después casarse, el comercio es fruto de todo eso”, señaló. Al respecto, contó la experiencia que Brasil tuvo con Japón: si bien durante 50 años lo venía abasteciendo del 95% de su consumo de pollo, le llevó 7 años de negociaciones colocar allí carne de cerdo.
Uno no se sienta en ninguna mesa negociadora si no se cumplen todos los protocolos de sanidad animal o, en agricultura, si no se controlan todas las plagas”, enfatizó Barbieri, quien recordó que Brasil llegó a colocar 8 millones de toneladas de maíz en Japón, para luego constatar que el país asiático lo usaba para alimentar cerdos y pollos, lo que a su vez debilitaba las ventas brasileñas de esos productos. Productores y gobierno brasileño fueron entonces en busca de mercados como Irán y China. Al primero lograron venderle entre 15 y 18 millones de toneladas de maíz, y al segundo, gracias a que los presidentes brasileños “conversaron” el tema, le vendieron 10 millones de toneladas desde enero pasado, en 5 meses, pese a que China es el segundo productor mundial del cereal.
Todo eso, dijo Barbieri, pese a que más de un tercio de la producción de maíz del país viene del Mato Grosso, distante a unos 2.000 kilómetros de los puertos de salida, y los productores deben recorrer 300 kilómetros en caminos de tierra hasta llegar al asfalto. Pero vale la pena, porque China tiene enorme potencial: produce 57 millones de toneladas anuales de carne de cerdo y necesita del maíz brasileño.
Brasil tiene sus desafíos, agregó el dirigente: produce 7 toneladas de maíz por hectárea, contra las 8 toneladas de la Argentina y las 12 de Estados Unidos; pero avanza, porque “los desafíos se resuelven”.
Barbieri estimó dijo que si un productor brasileño tuviera problemas parecidos a los del agro argentino (retenciones, cepo cambiario, prohibiciones, trabas burocráticas y demás cuestiones) “ya estaría quebradoUstedes perseveran, pero tienen que lograr que los políticos se comprometan y defiendan sus intereses”, como hicieron el campo y la agroindustria en su país, con maciza presencia en el Congreso nacional.
Federico Lavopa, director de Comercio Internacional de Quipu, que fue subsecretario de Comercio Exterior en el gobierno de Mauricio Macri, trazó un panorama menos optimista. “El Mercosur está paralizado desde hace 30 años”, señaló. La última decisión relevante en el bloque fue la fijación del Arancel Externo Común, en los ’90. Y ese estancamiento tiene costos, al punto que el comercio intrabloque apenas representa el 12% del intercambio total de sus socios, dijo. Hay cuestionamientos explícitos a las reglas del Mercosur, reflejados en que tanto Brasil como Uruguay decidieron avanzar unilateralmente, pese al carácter de “unión aduanera” del bloque, que exige unanimidad y es, al mismo tiempo, “el yugo y la regla de oro del Mercosur”.
Hace años, prosiguió Lavopa, el bloque no avanza en una agenda de negociaciones, y es muy difícil consensuar políticamente, por la asincronía electoral entre los socios: cuando un gobierno de un país llega, otro está a mitad de mandato, otro se está yendo, ejemplificó. Así, el Mercosur tiende al statu quo.
Sin embargo, el exfuncionario cerró su exposición de modo optimista, pues Brasil volvió a considerar el Mercosur como una herramienta útil para su inserción mundial. El país explica el 75% del PBI del bloque, este no puede avanzar sin su liderazgo. En la Unión Europea, remarcó, lograr un peso relativo equiparable exigiría sumar los PBI de Alemania, Francia, el Reino Unido (que ya dejó la UE), Italia, España y Países Bajos.

Con su agenda interna agotada, concluyó Lavopa, el Mercosur podría revitalizarse avanzando “hacia afuera”, reconociendo que el bloque no es un acuerdo de liberalización comercial, pero igualmente puede generar oportunidades; como un acuerdo con la UE, que no despertaría tantas resistencias internas porque los acuerdos alcanzados en 2019 no conllevan el riesgo de “borrar” industrias o productores, algo que las empresas argentinas tienen perfectamente internalizado y ya se habían mostrado favorables a la iniciativa. Ahora, en Brasil Lula se manifestó en igual sentido, y también lo hizo la Confederación Nacional de la Industria, aunque aparecieron algunas voces disonantes. En las próximas semanas, concluyó Lavopa, debería quedar en claro cuál es la posición de Brasil. “Ojalá se incline a favor de un acuerdo estratégico, que sería el salvavidas del Mercosur, y ojalá la ambigüedad argentina se acabe el 11 de diciembre”.

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Congreso Maizar 2023
Congreso Maizar 2023: La mirada de los políticos en un año electoral

Congreso Maizar 2023: La mirada de los políticos en un año electoral

Coincidencias políticas: ir hacia retenciones cero, eliminar el cepo cambiario e impuestos distorsivos y ordenar la macroeconomía para insertarse en el mundo

Buenos Aires, 1 de junio (PR/23) .- Con diferencias de énfasis, el ex Presidente Mauricio Macri, el exgobernador mendocino Alfredo Cornejo, el precandidato presidencial José Luis Espert y la candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires Diana Mondino coincidieron en una serie de medidas para liberar las energías productivas del país, en diálogo con Pedro Vigneau, presidente de Maizar. Críticas al discurso populista y el proteccionismo industrial.

El panel más político del Congreso Maizar 2023 mostró una amplia coincidencia sobre la necesidad de eliminar las retenciones y el cepo cambiario, ir hacia un tipo de cambio único y libre, eliminar impuestos distorsivos, reducir la carga impositiva, abrir la economía y competir internacionalmente, lo que dará a la bioeconomía extraordinarias posibilidades de crecimiento.
“El rol del próximo Gobierno, que puede ser de Juntos por el Cambio, es para mí hacer una reforma profunda, rápidamente; antes de fin de año tenemos que tener un nuevo Presupuesto, reglas claras, un solo dólar. Transmitir con mucha convicción. No tener miedo a los ejércitos de orcos, sacarnos de encima los comportamientos mafiosos. Y los primeros que tienen que demostrarlo son los que tomen la responsabilidad de conducir el país. Tiene que hacerse inmediatamente, para restablecer la confianza, en la Argentina y en el mundo, pero primero dentro de la Argentina. Necesitamos que los jóvenes quieran elegir trabajar acá”, dijo Mauricio Macri.
La diferencia con el período 2015-2019, señaló el exPresidente, es que hoy una mayoría de los argentinos es consciente de que la Argentina necesita “una reforma profunda”, que consiste “en salir de la Argentina mafiosa, en la que un pequeño grupo se apropia del trabajo de los demás”.
Macri destacó en que se trata de cuestiones básicas, como restablecer un Presupuesto en el que, “si ingresan 10, no se gastan más de 10 y no se le pide prestado a nadie”, y que el próximo Gobierno deberá “bajar impuestos ridículos, como tasas municipales por la venta de un negocio, Ingresos Brutos, retenciones, el impuesto al cheque y al patrimonio, o impuestos excesivos al trabajo”. Son reformas clave, subrayó, “para que la gente invierta y trabaje en blanco”.
“El Estado tendrá que hacer prevalecer la ley y no dejar que unos pocos nos extorsionen cortando las calles para impedir que la Argentina se ponga de pie. Algo maravilloso cambió: la gente sabe que hay que apostar a la cultura del trabajo, el mérito y el esfuerzo personal”.
El exPresidente instó al campo y la agroindustria a “invertir más” en tener voz y participar del debate público. “No se puede combatir el discurso populista que combate el mérito, ese discurso de regalar porque sos una víctima, solo a través de la política. Es un relato que nos está destruyendo: que no nos vuelva a pasar que, por falta de narrativa, de relato propio, nos arrastren ideas tan destructivas. Debemos hacer la autocrítica, blindarnos para que esas ideas no se apropien de la vida diaria de los argentinos. Es un camino, no algo de un día para el otro. Utilicen la inteligencia para defender el relato de la actividad privada, la superación personal, que lo que nos hace felices es lo que logramos con nuestro propio trabajo, ese valor de que otros necesitan lo que yo voy a hacer. Que nunca más nos gane una cultura de la autodestrucción”, insistió Macri.
Por su parte, el senador nacional Alfredo Cornejo, exgobernador de Mendoza y candidato a un nuevo mandato, recordó que, aunque los principales instrumentos de política económica están en manos del gobierno nacional, en su gestión contribuyó a crear un “clima de negocios” favorable mediante la modificación de los códigos de procedimiento y la creación de oficinas de conciliación, para agilizar la resolución de conflictos civiles, además de reducir la tasa del impuesto a los Ingresos Brutos, pese a la suspensión del Pacto Fiscal que se había firmado en 2017.

Cornejo destacó que Mendoza es la única provincia que hoy tiene menos empleados públicos que hace 8 años (6% menos), además de características institucionales como no tener reelección consecutiva de gobernador y haber eliminado la reelección indefinida de los intendentes, votar con boleta única y aplicar la ley de “ficha limpia”, por la cual ninguna persona con condena judicial puede presentarse a un cargo electivo. “Desde las provincias se pueden hacer aportes sustantivos” al clima de negocios, reconoció el senador nacional. Sin embargo, dijo, lo que más cuenta es el orden macroeconómico a nivel nacional: “Si no lo creamos en breve, el país seguirá barranca abajo”.
Cornejo explicó la instalación del Malbec en el mundo como una “experiencia interesante”, que generó eslabonamientos positivos en Mendoza, como con el turismo, contribuyendo a que la provincia reciba 3,8 millones de turistas anuales. Sin embargo, indicó, según el plan estratégico vitivinícola, el país debería estar exportando anualmente unos USD 2.000 millones, y se están exportando entre USD 700 y 800 millones, por falta de orden macroeconómico.
A su turno, el economista José Luis Espert ratificó su precandidatura presidencial dentro de Juntos por el Cambio, que definió como “un gran portaaviones opositor” a las políticas del actual Gobierno. Señaló que, en décadas de experiencia como economista en el sector privado, como consultor y conferencista, no lograba “cambiar el amperímetro”, pero que sí logró hacerlo a partir de 2019, cuando se incorporó a la política: “Es el lugar para cambiar las cosas dentro de la Constitución, la gran carta de navegación de Alberdi”, enfatizó. En cuanto a prioridades y proyectos, ratificó su postura a favor de eliminar retenciones e instaurar un sistema de tipo de cambio libre y único, e incluso llamó a resistir y rebelarse fiscalmente cuando, por ejemplo, los municipios pretenden cobrar tasas de seguridad vial sin arreglar las rutas.
Espert, sin embargo, resaltó algo que es aún más dañino que las retenciones: el proteccionismo industrial, que calificó como “el peor pescado podrido que hayamos comprado”. Y explicó: “Si hay alguien dispuesto a invertir, ¿dónde lo va a poner? ¿En una actividad expuesta a la sequía, las lluvias, considerada un enemigo de la patria por algunos gobiernos, a la que le cierran las exportaciones y sufre cortes de silobolsas? ¿O en un sector sin competencia, ningún riesgo, al que le dan de protección?”.
“Debemos encarar la lucha contra la sustitución de importaciones”, remarcó Espert, y contó que presentó un proyecto de ley para que el Congreso recupere la facultad de fijar retenciones y aranceles, actualmente en manos del Ejecutivo. Y concluyó que la Argentina “es una mina de oro”, por sus riquezas y posibilidades. “Está en nosotros volver a ser lo que fuimos durante 50 años, uno de los países más ricos del mundo”. Para eso, hay que hacer “las reformas necesarias” y lograr una Argentina abierta al mundo, sin aranceles prohibitivos, sin empresas deficitarias. Sin sindigarcas”.
Por último, Diana Mondino, profesora de Finanzas de la Universidad del CEMA, y candidata a diputada porteña por la Libertad Avanza, explicó que decidió participar en política aleccionada por sus hijos. “Hace 26 horas que soy candidata; si no participamos ni podemos dar opinión, los que deciden se basan en sus preferencias. Si nadie se mete, quedan los que estaban”, señaló.
Uno de los problemas del país es que cualquier iniciativa tiene que luchar “contra un sistema impositivo horrible”, dijo. Mondino señaló que es clave evitar las distorsiones, y le apuntó a Horacio Rodríguez Larreta, que en un panel previo del Congreso Maizar había dicho que eliminaría las retenciones a 200 productos de las economías regionales. “¿Y el resto?”, se preguntó, partidaria del principio de “trato igual para todos, que todos tengan la carga impositiva más baja”.
Lo que debe guiar la política y las medidas económicas, concluyó, es la inserción en el mundo, e instó a eliminar distorsiones como el impuesto a los Ingresos Brutos, que desalientan la agregación de valor. “Si no decimos lo que queremos, es difícil que otro lo pueda saber. Y tenemos que tener objetivos ambiciosos”, concluyó.

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Fernández Arocena: “El desarrollo de la bioeconomía es central para acompañar la nueva revolución industrial que estamos transitando”

Fernández Arocena: “El desarrollo de la bioeconomía es central para acompañar la nueva revolución industrial que estamos transitando”

Buenos Aires, 31 de mayo (PR/23) .- Al participar del Congreso MAIZAR 2023 “Cocreando la bioeconomía”, que se realizó hoy en el Complejo en el Goldencenter de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El jefe de Gabinete de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan Manuel Fernández Arocena, destacó hoy que “el desarrollo de la bioeconomía es central para acompañar la nueva revolución industrial que estamos transitando”, al participar de la apertura de una nueva edición del Congreso de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR), junto a los presidentes de MAIZAR, Pedro Vigneau, y del Congreso, Fernando Vilella.“Desde la Secretaría venimos apostando fuerte a la bioeconomía como propulsora de empleo y arraigo con desarrollo federal. Nuestro énfasis está puesto en colaborar en el desarrollo de las distintas industrias que están contempladas dentro del esquema de la bioeconomía, como por ejemplo la economía del conocimiento, que hoy por hoy no tiene techo y que nos da la posibilidad de trabajar sobre una serie de subproductos a partir de estas cadenas que generan valor y riqueza”, señaló el Jefe de Gabinete de la SAGyP ante los representantes de instituciones públicas y privadas del sector agropecuario y académico presentes.Fernández Arocena, quien participó en representación del secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, que se encuentra en una misión oficial en China, junto al ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó que “la bioeconomía es un desafío conjunto que nos involucra a todos, tanto al sector científico académico, como al productivo y a la política, porque se trata de un conocimiento cada vez más sofisticado que requiere la participación de múltiples actores”.La actividad tuvo lugar en el Complejo Goldencenter de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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