En reciente entrevista con EWTN Noticias, el experto explica en primer lugar que la denominación de “inteligencia artificial es incorrecta”, ya que en realidad son “programas sofisticados” que “simulan las conductas humanas”.

Ante estos programas de “inteligencia artificial”, el Dr. Tudela alerta sobre tres cosas que están en peligro:

1. El respeto a la privacidad

El Dr. Tudela advirtió sobre “la utilización ilegítima de los datos. Es decir, al final hay una especie de confluencia de todos nosotros hacia la computación por internet, en programas de internet, en programas de redes sociales, etc. Todos somos el producto de la inteligencia artificial, por eso la inteligencia artificial se nos vende gratis, porque el producto somos nosotros”.

“Estamos alimentando las bases de datos que después los propios problemas de computación artificial van a utilizar para generar sus respuestas y estos datos pueden manejarse sin nuestro consentimiento”, añadió.

2. El respeto a la veracidad

El especialista precisó que “la inteligencia artificial puede presentar como cierto lo que no es cierto” o “devolver información (…) que presente sesgos, es decir, puede presentar como verídica información que no lo es, bien porque está deliberadamente manipulada por ideólogos, por grupos de poder, etc., o bien porque presenta deficiencias, carencias, errores, ausencias, lo que llamamos las alucinaciones de la inteligencia artificial”.

3. La interferencia en los procesos de aprendizaje

“La inteligencia artificial puede irrumpir también, cuando no se usa debidamente, como un sustituto de nuestros procesos cerebrales. Es decir, puede relevarnos de cosas que deberíamos hacer nosotros”, señaló el Dr. Tudela.

Prudencia, educación y libertad

El especialista comentó que aún no existe un modo o herramientas que ayuden a la persona para no caer en la manipulación de la inteligencia artificial. “Esto no está resuelto, y lo tenemos que decir claramente. Estamos en ello”, afirmó.

Sin embargo, alentó a realizar “un ejercicio de prudencia. No todo lo novedoso, no todo lo fascinantemente novedoso es bueno”.

Es necesario valorar “la propia libertad. Y segundo, calibrar correctamente las amenazas hacia nuestra libertad. Y, sobre todo, educar en la defensa de la veracidad. Es decir, que la búsqueda de la verdad sea el hilo conductor de la educación de nuestros chicos, de nuestros hijos, de nuestros alumnos. Esto es muy importante”.

“El que valora la verdad tiene motivos suficientes para ser prudente frente a estas herramientas”, concluyó.

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Fuente: ACI Prensa