Al conocer su situación, el Papa León XIV pidió a los miles de jóvenes reunidos en la Vigilia del sábado en Tor Vergata que se unieran en oración por él:
Sus padres, Pedro Pablo y Carmen Gloria, junto a sus hermanos Pedro Pablo y Adela, viajaron inmediatamente a Roma al recibir la noticia, acompañando a Ignacio en este momento difícil, pero con profunda confianza en el Señor.
La tarde del lunes 4 de agosto, según informó la Santa Sede, el Papa León XIV visitó personalmente la habitación en la unidad de cuidados intensivos de Ignacio, diagnosticado con un linfoma que afecta a sus vías respiratorias.
Tal como relató Vatican News, el Santo Padre entró en silencio mientras la familia del joven rezaba a los pies de su cama, y con sencillez se unió a ellos en oración. La familia tenía en aquel momento los ojos cerrados, y un sacerdote que les acompañaba tuvo que darles “un codazo” al ver al Pontífice cruzar el umbral de la puerta sin previo aviso.
Durante el tiempo compartido con la familia de Ignacio, el Papa León XIV les recordó que “estamos hechos para el cielo”. Pedro Pablo, el padre del joven, aseguró que todos encontraron consuelo tras la visita del Pontífice.
“Nos dijo que lo importante es hacer la voluntad de Dios, que nuestro verdadero lugar es la vida eterna en el cielo. Esto nos reconfortó, porque somos personas que intentamos vivir nuestra fe y sabemos que es la verdad. Y en momentos de tanto sufrimiento, oír al Papa venir y darte una palabra así es… lo mejor que nos pudo haber pasado”, relató al medio oficial del Vaticano.
“El Papa nos dijo que esto es un misterio y que, a pesar de muchas cosas que no entendemos, sabemos que Dios está ahí y quiere lo mejor para todos. Como madre, vi que Jesucristo se acercó a mí y me dijo: ‘No estás sola’. Eso fue lo que significó para mí la presencia del Papa en el hospital, la confirmación de que Dios no nos ha abandonado”, añadió emocionada.
La familia de Ignacio encuentra consuelo y esperanza a pesar del dolor, y se sienten agradecidos por los gestos de cercanía: “Es obra del Espíritu Santo. No somos nada, una familia como muchas otras… Y ver a tanta gente rezando, a tanta gente interesada, y que el propio Papa haya venido, es un gran consuelo. Sabemos que Dios está con nosotros”, afirmó Carmen Gloria.