Courtesy of Sebastián Sánchez @sacredart.sebastian – El artista Sebastían Sánchez junto a su obra, inspirada en Carlo Acutis
España, domingo 7 septiembre (PR/25) — El artista Sebastián Sánchez cuenta en Aleteia detalles inéditos sobre la preparación interior que requirió lograr esta bellísima obra para Dios. Una hermosa pieza dedicada al joven hoy santo que, además, entraña una conmovedora súplica al Espíritu Santo
Se trata de Sebastián Sánchez, un colombiano radicado en España, cuya obra es reconocida y valorada en parroquias y comunidades religiosas; así como por laicos en diferentes partes del mundo.
Pintor y escultor con más de quince años de labor en el mundo del arte sacro, Sebastián conversó con Aleteia sobre la compleja preparación espiritual que se necesita para lograr un trabajo como el que causa tanta admiración sobre el joven Acutis.
“Pintar una obra de arte sacro trae consigo una responsabilidad con Dios y la Iglesia, con la Doctrina y la espiritualidad de fe”, explica. Pues, “si bien hay una libertad creativa y estética, también está la verdad que debemos preservar”.
Es más que inspiración y talento. En efecto, a partir de los pedidos o propuestas, el artista investiga los elementos que acompañarán cada pieza: “Por esto procuro comenzar con una investigación de cada tema propuesto en la Biblia, catecismo, santoral, entre otros”.
La rigurosidad no es solo técnica, sino también doctrinal: “De vez en cuando consulto con amigos sacerdotes para abordar algunos puntos en los que no hay claridad. Y voy depurando el compendio de información hasta llegar a lo fundamental”.

Sánchez lo expresa de forma clara: “El Canon dice que el arte sacro es verdadero cuando corresponde a su vocación: llevar piadosamente las almas a glorificar en la fe y la adoración a Dios, y en esto se basa el objetivo de la investigación y el posterior diseño”.
Por eso, agrega, “después de tener los elementos que necesito, voy armando la composición, materiales, paleta de color, gestualidad y detalles”. Sin embargo, en este punto el artista revela el verdadero secreto que corona el éxito de su labor: Y es que el protagonista es nada más y nada menos que… ¡Dios!
“Le pido que bendiga mis manos y mi corazón”
“…Mediante la oración se intenta con humildad que sea el Espíritu Santo quien pinte a través de mis manos, que sea Él quien guíe mi pincel y mis ideas”, explica Sebastián Sánchez al brindar detalles sobre la preparación necesaria para sus obras de arte sacro.
“Previo a cada trabajo realizo una oración cantada que compuse en la que le pido que bendiga mis manos y mi corazón para ser instrumento suyo en cada obra”, agrega.
Y es que, insiste, tanto la documentación como los análisis pueden estar bien, pero por más planeado que pueda estar todo en una obra, “nunca será realmente arte sacro si no se tiene al Espíritu Santo dentro del proceso”.
Al abundar sobre este aspecto, lleva la mirada a su tesis universitaria. En ella, explica, “expresé que mi técnica pictórica es oración sobre lienzo. Cité a santa Teresa de Ávila con sus cuatro niveles de la oración, en los que se comienza en un esfuerzo completamente personal, errando, distrayéndose, poco intuitivo”.
“Pero en el nivel final se revela el Espíritu y te dejas arrobar por Él. En ese punto ya no eres tú quien ora, es Él quien ora por ti”, abunda.
Me identifico con Carlo Acutis

Con respecto al monumento que realizó en honor a Carlo, declara que fue una pieza solicitada por la parroquia La Inmaculada, también conocida como Iglesia de Fray Leopoldo, en la ciudad de Granada, España.
Explica que esa iglesia está bajo la custodia de la comunidad capuchina, “hermandad de raíces franciscanas, de quien Carlo era cercano en espiritualidad”. Y el proyecto tomó “casi un año entre diseño, elaboración e instalación”.
«Reconozco ese gozo que tuvo Carlo Acutis de servir»
Sebastián confiesa con respecto al beato, que se vio “íntimamente identificado con él. Desde mis 14 años he vivido esa vida parroquial, a través de las diferentes pastorales en la que pude estar, que como muchos jóvenes, no queríamos salir de la parroquia. Así que, reconozco ese gozo que tuvo Carlo Acutis de servir”.
“Me ha inspirado especialmente, en la perseverancia en medio de la dificultad. La fe no cambia la realidad, sino la forma de vivirla, y él lo entendió perfectamente. Usó su debilidad para hacerse fuerte en Cristo, tuvo una madurez en su fe firme y arraigada desde muy joven. Todo esto lo interpela a uno, y me cuestiona cuántas veces he dudado, cuántas veces me ha faltado fe”, comenta.
En cuanto al mensaje, indica: “Creo que lo fundamental del mensaje de la vida de Carlo está en mostrar que la santidad es un llamado para todos a cualquier edad, y si es para todos es porque todos podemos conseguirla”.
Invitado en la Jornada Mundial de la Juventud
Sebastián Sánchez recuerda que tuvo la alegría “de ser parte de la Jornada Mundial de la Juventud como artista, tanto en Panamá como en Lisboa”. En 2019 habló sobre la adoración, la búsqueda de Dios en la vida espiritual de cada uno, pasando por valles oscuros hasta la manifestación de gracias que es tenerlo en tu vida.
“Y en Portugal, María fue el centro, realicé 32 advocaciones de todo el mundo en acuarela, reflejando la virtud mariana de ser peregrina del mundo, de aparecerse en diferentes culturas y épocas. Fue muy bello ver cómo los jóvenes descubrieron en la exposición esta diversidad, y que a pesar de que somos de diferentes lugares y razas, ¡tenemos la misma madre!”, confiesa.
“Así como quiero que fluya mi pincel y mi cincel, quisiera fluir en el Espíritu de Dios, y me permita seguir ofreciendo mi trabajo para la juventud y toda la Iglesia”, agrega el artista.
La ingeniería detrás de la obra

En cuanto al monumento a Carlo Acutis, el diseño nos presenta a “un chico sentado con su portátil viendo las redes sociales de sus amigos, navegando en la web, y trabajando en la investigación de los milagros eucarísticos por el mundo”.
Explica el autor que incluyó otros elementos aparte del computador: “A su lado está la Biblia y otros libros; sobre estos un rosario”. ¿La razón? “Busco reflejar su formación y oración como fundamento para el crecimiento en la fe”.
Además, “tanto la mesa como el fondo forman el cáliz y el pan, para mostrar que la eucaristía encierra su mayor interés y que se sentía contenido y pleno en ella”.
La obra comenzó con papel y lápiz, pasando por arcilla, un molde fundido en resina y fibra de vidrio que finalmente dio paso al bronce. En la elaboración de los libros y el rosario se utilizó tecnología de impresión 3D con posterior resina y pintura, mientras que en la mesa eligió utilizar mármol junto a una estructura en hierro.
En algunos elementos, como la hostia, empleó cartón de yeso o drywall, mientras que en los apliques echó mano del metacrilato. El impresionante cuerpo de Carlo es de tamaño natural. Sí, es un chico de 170 cm. El monumento en conjunto cabría en un cubo de 2 metros y 30 cm de lado.
La bellísima pieza será bendecida el domingo 7 de septiembre, junto con una reliquia del querido chico italiano.
Las imágenes de su lindísimo trabajo las suele compartir en su perfil en Instagram: @sacredart.sebastian un espacio dedicado al arte sacro y religioso “realizado mediante la oración para iglesias, comunidades y todo laico que ame al Señor”.
Por último, Sebastián confiesa que se siente en deuda con Dios y la Iglesia: “Soy parte de la vida parroquial desde antes de decidir ser artista, así que lo que hago ahora es una consecuencia de mi experiencia de fe, en la que ofrezco lo que me fue dado gratuitamente”.
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Fuente: Aleteia