Ciudad del Vaticano, domingo 23 noviembre (PR/25) — El Papa León XIV animó a reavivar el fuego bueno del Evangelio en la Iglesia, recordando que Jesús espera mucho de nosotros, ya que “a quien se le ha dado mucho, se le pedirá mucho y a quien se le ha confiado mucho, se le pedirá mucho más”.

Así lo indicó el Papa León este sábado 22 de noviembre, ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro para participar de la Audiencia Jubilar por el Jubileo de los Coros y Corales, en el que se inscribieron coros de 117 países, que por la a tarde animaron las misas de 90 parroquias de Roma.

El Santo Padre comenzó su catequesis recordando a los fieles presentes que estaban allí porque tenían un profundo deseo que los llevó a tomar una decisión: “Sin esto, no estarían aquí. Es importante recordarlo”.

El Papa resaltó luego lo que el Señor le dice en el Evangelio a sus discípulos, y que también, por haber recibido mucho, “Jesús espera mucho de nosotros. Es una señal de confianza, de amistad. Espera mucho, porque nos conoce y sabe que podemos”.

 

El fuego del amor de Dios y Dorothy Day

“Jesús vino a traer fuego: el fuego del amor de Dios a la tierra y el fuego del deseo en nuestros corazones. En cierto modo, Jesús nos quita la paz, si pensamos en la paz como una calma inerte. Pero esa no es la verdadera paz”, remarcó el Papa León.

“Esperar es comprender en el corazón y demostrar con hechos que las cosas no deben seguir como antes. También este es el fuego bueno del Evangelio”.

El Papa León recordó entonces el ejemplo de la sierva de Dios estadounidense Dorothy Day (1897-1980), fundadora del movimiento Catholic Worker, periodista y defensora de los pobres y la justicia social, quien narra su experiencia en el libro autobiográfico Encontré a Dios a través de sus pobres¸ que en 2023 contó con una introducción del Papa Francisco.

“Escribía y servía: es importante unir la mente, el corazón y las manos. Esto es tomar partido. Escribía como periodista, es decir, pensaba y hacía pensar. Escribir es importante. Y también leer, hoy más que nunca”, continuó.

El Papa dijo finalmente que, sirviendo a los pobres y abriendo casas en muchas ciudades donde se vivía la caridad, Dorothy Day se convirtió en una operadora de paz, una de aquellas personas que “toman posición y asumen las consecuencias, pero siguen adelante. Esperar es tomar posición, como Jesús, con Jesús. Su fuego es nuestro fuego. ¡Que el Jubileo lo reavive en nosotros y en toda la Iglesia!”.

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Fuente: ACI Prensa