Por Gonzalo Fierro, médico reumatólogo y clínico (MN 200215), especial para Primicias Rurales

Buenos Aires, miércoles 19 noviembre (PR/25) — ¿Quién es Kathleen Turner? Es una actriz estadounidense (1954), debutó en 1981 en el film “Cuerpos Ardientes” dirigida por Lawrence Kasdan (EEUU, 1949), siendo también su guionista. La pelìcula, pertenece al género del nuevo “film noir”, es un combo de alto voltaje de crimen, sexo, con una vuelta de tuerca en un sorprendente final.

Además de Turner, también fue protagonista William Hurt (EEUU 1950-2022) Oscar por “El beso de la mujer araña” de 1985 y co-protagonizada por Ted Danson (EEUU 1947), recordado por la serie de TV “Cheers” y el film “Tres hombres y un bebé” comedia de 1987.

Otros actores fueron Richard Crenna y un jovencìsimo Mickey Rourke. En este debut Katleen Turner, se hizo famosa por su belleza, su registro actoral y sex symbol. Para no encasillarse en este tipo de papeles posteriormente rechazó ofertas similares y luego protagonizó una comedia junto a Steve Martin.

 

 

En los años siguientes protagonizó “Tras la esmeralda perdida” junto a Michael Douglas y Dany DeVito y en 1989 se volverían a reunir en la emblemática comedia de humor negro “La guerra de los Roses”.

 

Con “El honor de los Prizzi” ganó el Globo de oro a la mejor actriz, otra excelente película con tintes de humor negro con Jack Nicholson.

1992, una visita inesperada

En 1992, mientras filmaba “Mamá, asesina serial”,  comenzó a experimentar dolores en las manos, muñecas, tobillos y pies, sumándose fiebre y cansancio.

«Mi cuerpo sólo respondía con un dolor insoportable cada vez que intentaba moverme. Las articulaciones de mis manos estaban tan hinchadas que no podía sujetar un bolígrafo. Algunos días no podía sostener un vaso para tomar un trago de agua. No podía alzar a mi hija… Mis pies estaban tan hinchados que no podía ponerme ningún zapato, mucho menos andar con ellos».

A pesar de estos síntomas no comunicó nada a los productores y a sus compañeros de elenco y siguió filmando. Estuvo un año sufriendo estos dolores e inflamación incapacitantes, hasta que finalmente le fue diagnosticado en 1994 Artritis Reumatoidea (AR).

En La Guerra de Los Roses

Este diagnóstico fue devastador, más aún cuando le dijeron que podría terminar en silla de ruedas. Le indicaron antiinflamatorios y altas dosis de corticoides para disminuir los síntomas, pero que, debido a sus efectos colaterales, aumentó mucho de peso, su rostro aparecía rollizo de color rojizo, la prensa amarilla y del espectáculo comenzaron a decir que era debido al alcohol, ella no lo desmintió, prefería ese rumor a que se enteraran que padecía AR, la contratarían si era alcohólica pero no si se sabía que tenía esta enfermedad.

Los productores y estudios pueden lidiar con las adicciones pero no con otras enfermedades. A causa de los cambios en su cuerpo, su trabajo en el cine comenzó a disminuir.

En la medida de lo posible, la actriz siguió interpretando papeles secundarios en películas como Las vírgenes suicidas (1999), pero por el camino tuvo que rechazar papeles protagónicos en éxitos como “Ghost” o “Los puentes de Madison”.

Los temblores y los dolores constantes que sufría debido a su enfermedad terminaron empujándola al alcoholismo. Tras desmayarse en un lavabo, en 2002 se sometió a un tratamiento de desintoxicación y desde entonces permanece sobria.

Apareció en la sitcom “Friends”, personificando a una mujer trans, el padre de Chandler (Mathew Perry), contrastando con Morgan Fairchaild, que personificaba a su sexy madre.

Cosechando éxitos

Ya en la década del 2000, protagonizó en Londres el impresionante éxito, “El graduado” personificando a la Sra. Robinson, mostrando su cuerpo desnudo que fue aclamado por el público.

En 2005, en Broadway descolló protagonizando “Quién le teme a Virginia Woolf” (en cine se puede ver la estupenda versión de 1966 dirigida magistralmente por Mike Nichols, con Elizabeth Taylor y Richard Burton).

¿Cómo está hoy Kathleen Turner?

Actualmente tiene 71 años y, a pesar de la artritis reumatoide severa, continúa activa en el mundo del entretenimiento. Se dedica a dirigir obras de teatro, participar en podcasts y miniseries .

También da clases de actuación, una actividad que la ayuda a seguir involucrada en el show business sin la necesidad de apariciones constantes en pantalla.

¿Qué es la Artritis Reumatoidea?

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune sistémica con una prevalencia del 0,5-2 % a nivel mundial.

Suele manifestarse entre los 30 y los 50 años, con una edad media de 35 años, y es tres veces más frecuente en mujeres que en hombres.

¿Cómo se clasifica?

La AR se ha subclasificado según sus características serológicas y clínicas.

Así puede ser «seropositiva» o «seronegativa» La distinción entre artritis reumatoide erosiva y no erosiva se basa en la presencia de cambios radiográficos que reflejan daño óseo y/o articular relacionado con la inflamación prolongada.

¿Es una enfermedad curable?

Si bien la actividad y la gravedad de la artritis reumatoide pueden fluctuar con el tiempo, no existe cura para esta enfermedad crónica.

Es importante remarcar la consulta temprana al especialista en reumatología, que es el médico que tiene el conocimiento adecuado y actualizado acerca del manejo de esta enfermedad. El diagnóstico temprano y el tratamiento precoz son muy importantes a los fines de prevenir el daño articular y un deterioro en la calidad de vida. Así mismo lograr que el paciente esté asintomático y en última instancia llegar

Las opciones de tratamiento varían según la gravedad de las manifestaciones articulares y extraarticulares, tanto al inicio como a lo largo del tiempo.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de AR es principalmente clínico, se basa en las manifestaciones articulares.

La AR es una enfermedad autoinmune sistémica, que afecta a todo el organismo.

También está basado en los hallazgos de laboratorio y radiológicos (Radiografías, ecografía y resonancia magnética nuclear)

Se manifiesta con mayor frecuencia como una poliartritis simétrica de las pequeñas articulaciones periféricas, específicamente las metacarpianas, interfalángicas proximales y metatarsofalángicas. Las muñecas se ven afectadas con frecuencia, y las rodillas, los codos y la columna cervical también pueden verse afectados.

La presentación típica incluye dolor articular con hinchazón y rigidez de las manos matutina significativa.

Manifestaciones extraarticulares de la AR:

Las manifestaciones extraarticulares (sistémicas) más comunes son los nódulos reumatoides cutáneos (nódulos por debajo de la piel en dedos, codos, antebrazos, talones) y las complicaciones pulmonares.

Otras manifestaciones bien descritas incluyen afectación mucosa,cutánea, hematológica, cardíaca, vascular y ocular. La sequedad de la mucosa oral y ocular puede presentarse de forma aislada o como parte del síndrome de Sjögren (Síndrome seco) secundario.

Tratamiento

El tratamiento de la AR es farmacológico y No farmacológico

El manejo farmacológico tiene como objetivo suprimir la respuesta inmunitaria hiperactiva que impulsa la enfermedad. La primera clase de fármacos utilizados para este fin fueron los corticoides, que se han utilizado de forma continua para el tratamiento de la AR desde la década de 1950. Sin embargo, se asocian, lamentablemente, con múltiples toxicidades dependientes de la dosis y la duración.

Si bien las guías actuales de tratamiento de la AR todavía los recomiendan condicionalmente para el tratamiento de los brotes de la enfermedad y al inicio de la enfermedad, deben utilizarse a la dosis más baja y durante el menor tiempo posible.

También se utilizan antiinflamatorios, que son sintomáticos, y no modifican el curso de la enfermedad.

En el tratamiento de fondo de la AR, se encuentran los fármacos modificadores de la enfermedad, los sintéticos convencionales (metotrexato), los biológicos (más de 10 como el adalimumab, golimumab, entre otros). Se administran mediante inyecciones o infusiones subcutáneas.

El tratamiento será indicado y manejado por un reumatólogo, dependiendo del estado de la enfermedad con el cual se presenta el paciente al momento del diagnóstico de AR. El especialista también hará las evaluaciones pre-tratamiento e intratratamiento.

El manejo no farmacológico de la AR son complementos importantes del tratamiento farmacológico e incluyen movimiento y rehabilitación, dieta, entrenamiento psicológico, educación del paciente y alivio del dolor no farmacológico.

El movimiento y la rehabilitación hacen hincapié en el ejercicio, la terapia ocupacional y la fisioterapia.

 

Primicias Rurales. Mail fierromaf@gmail.com

Fuente: Por Gonzalo Fierro, médico reumatólogo y clínico (MN 200215), especial para Primicias Rurales.