El año está por concluir y la mejor manera de cerrarlo es con una buena actitud ante las actividades cotidianas que durante el año nos generaron estrés y ansiedad  –

España, sábado 13 diciembre (PR/25) — Diciembre llega siempre con brillo… pero también con prisas. Entre compromisos, cierres y expectativas, muchas personas terminan el año sintiéndose más cansadas. Sin embargo, este tiempo puede convertirse en una invitación a bajar el ritmo y volver a lo esencial. En este artículo veremos prácticas sencillas para manejar el estrés y cerrar el año con más paz.

Reconocer las situaciones de agotamiento

quitando el estrés de fin de año - reflexionando

Antes de que concluya el año, puedes detenerte unos minutos para reflexionar sobre aquellas situaciones que te mantienen en estado de alerta y que te producen cansancio.

Algunas señales prácticas que puedes notar son: irritabilidad, dispersión, sensación de correr sin avanzar, rezar mecanicamente. Realiza este pequeño ejercicio de pausa: 1 minuto para identificar dónde se siente el cansancio (cuerpo, mente, corazón).

También detecta lo siguiente: ¿Qué tipo de agotamiento te parece más común hoy: físico, mental o emocional? (Elige uno para priorizarlo.)  Aquí te mostramos algunas maneras en las que puedes cerrar el año librarte del estrés y de cualquier otro mal

1Reducir ruido y carga interior

Principalmente puedes comenzar a identificar aquello que te atormenta, pero que puedes delegar o incluso tomar con calma. Ya que también es necesario tomar un descanso de todo para poder pasar estas últimas semanas del año con tus seres queridos.

Al ser un mes muy ocupado, también podemos saturarnos de muchas cosas, posadas, eventos, apostolados, trabajo, etc. Por lo que es una buena oportunidad para saber decir «no» sin culpa y con libertad si sientes que algo te satura de más.

2Crea un espacio de silencio

Estamos tan acostumbrados al ruido en todos los sentidos, desde el ruido de la ciudad, hasta el ruido de la televisión, música, etc. Sin olvidar el ruido mental, por lo que nos cuesta tanto apagar esos ruidos externos para poder también apagar nuestro ruido mental y darle un descanso a nuestra vida. Dedica por lo menos un «mini- silencio» diario de 2 a 3 minutos y dale calma a tu mente, alma y cuerpo.

3Micro-prácticas de descanso y oración

Esto te ayudará a tranquilizar tu día y a su vez encomendarte a Dios, puedes aprovechar y repetir alguna jaculatoria que te ayude a centrarte y evitar que tu mente siga dispersa, puedes repetir: «Jesús, en ti descanso», «Señor, dame tu paz», «Jesús, en ti confío». Puedes repetir estas jaculatorias mientras caminas y respiras profundamente.

4Haz un cierre de año

Comienza preguntándote:¿qué quieres llevar contigo el próximo año? Luego puedes anotarlo en una libreta, de modo que lo tengas presente durante tu próximo año y esforzarse por lograrlo. Así como estrategias que puedes seguir para lograr tus objetivos.

Si quieres aumentar tu fe, puedes comenzar buscando a un guía espiritual que te ayude a mantener tu espiritualidad. Así sucesivamente con cada meta.

5Agradece a Dios por el año vivido

orando

 

Haz un espacio para visitar al Santísimo y da gracias a Dios por todo lo que consideres importante, desde los logros, hasta los momentos de retos que dejaron aprendizajes.

Puedes empezar así tu oración: «Gracias, Señor, por este año, por lo que me enseñaste y por la esperanza que haz sembrado en mí».

Si te sirve, puedes anotarlo y dejarlo plasmado en tu diario espiritual, escribiendo así una carta a Dios.

A pesar de la rutina, aprovecha esta oportunidad de cerrar el año con gestos de gratitud y esperanza, abrimos el corazón a un nuevo comienzo, confiando en que cada día es una oportunidad para crecer en bienestar y en fe.

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Fuente: Aleteia