Autor/es: Ing. Domingo Yanucci
Buenos Aires, 13 de diciembre (PR/20) .- Estimados amigos y lectores, a propósito titulamos siglo XXI, ya que muchos cambios vienen sucediendo estos últimos años. Como una simple enumeración podemos mencionar, sin orden de importancia:

1)    Condiciones climáticas más favorables para el desarrollo de las plagas que atacan granos.
2)    Aparición de nuevas especies y razas tolerantes, con creciente importancia.
3)    Desaparición de principios activos tradicionales como fenitrotion o DDVP.
4)    No aparición de nuevos principios activos.
5)    Nuevas máquinas y sistemas de aplicación de gorgojicidas.
6)    Mayor capacidad para detectar residuos y menores tolerancias internacionales.
7)    Mayores cuidados de los responsables sobre kilos y calidad de lo almacenado.
8)    Mayor sencibilidad publica y nuevas legislaciónes para la aplicación de insecticidas.
9)    Creciente uso de silo bolsa e de sistemas de refrigeración artificial y control con altas temperaturas.
10)  Mejores sistemas de muestreo y detección de plagas.

Algunos de estos aspectos son determinantes, otros dependen de la región y del grano en cuestión, pero en fin, estos cambios nos obligan a adaptarnos y buscar las alternativas, hoy mas eficientes.

Este es el primer año sin el “salva vidas” del DDVP, plaguicida que practicamente solo estaba aprobado en Argentina y que se tardo décadas en prohibir. Como todos sabemos, cuando se trata de plaguicidas a aplicar sobre alimentos, y más aun si van al comercio internacional, se deben respetar las exigencias de los clientes, de manera de posicionar adecuadamente la mercadería.

Quiero aprovechar para resaltar el concepto de que en la terapéutica de los granos “es mejor prevenir que curar” y que con respecto a insectos y ácaros hablamos de CIPP (Control Integrado de Plagas Post-cosecha) y no de manejo de plagas. Para instrumentar manejo (como puede ser en el caso de roedores o pájaros en post-cosecha u otras plagas insectiles de campo) debemos basarnos en un umbral de daño. En granos almacenados es tan dificil determinar umbral de daño, como saber lo que pasa en una masa de 1000Tn o peor aun 5000Tn, tan económicos los tratamientos (en general menos de 0,5 U$S/Tn) y tan importante el potencial de daño de las plagas, que debemos hablar de CONTROL.

¿Cuáles son los objetivos del CIPP? Eliminar las plagas, en todos sus estadios, con el mínimo costo, cuidando el medio ambiente, usuarios y destinatarios y dando al granel buenas condiciones de conservación. Para muchos, acostumbrados a convivir con las carcomas y los taladrillos en las instalaciones y con los gorgojos que vienen de campo, esto les parece una mision imposible, pero no lo es, se trata de pasos simples (no necesariamente fáciles) que deben darse en forma secuencial.


 Daño del El gorgojo del maíz (Sitophilus zeamais)

Un aspecto que quiero remarcar, por que se trata de un tema cultural es el siguiente: mucha gente cuando recibe el grano de campo y hace el muestreo tradicional y no ve insectos, cree honestamente que no hay infestación, este es un error con graves consecuencias. Muchos almacenan y pienzan en hacer tratamientos cuando ya las plagas aparecieron. Esta es otra conducta que debe ser desterrada.

Hoy sabemos que los muestreos convencionales no son suficientes para detectar infestaciones medias o pequeñas, solo detectan infestaciones altas, esto sumado a que no existe ningun método práctico para detectar infestación oculta (la que viene dentro del grano)(estados de huevo, larva, pupa o preadulto, por ejemplo de Sitóphilus spp, en cereales), nos debe llevar a pensar que SIEMPRE EL GRANO LLEGA A LA PLANTA DE SILOS DE ACOPIO PRIMARIO CON INSECTOS. Por lo tanto sera una cuestión de condiciones y de tiempo (la variable más importante de la post-cosecha de granos) para que las plagas se hagan visibles.

Micro fotografía electrónica coloreada (300dpi CMYK) de Rhyzopertha dominica  

Lasioderma serricorne es un insecto propio de climas tropicales

Este paradigma nos impone una acción para evitar el deterioro que generan las plagas. Se dice que la diferencia entre un buen y mal agricultor son 2 semanas, en la post-cosecha pasa lo mismo. Si vamos a usar residuales (protectores) debemos usarlos lo antes posible (despues del acondicionamiento) y si vamos a fumigar, debemos fumigar lo antes posible. Esto busca evitar que la plaga presente se desenvuelva.

Prácticas como la prelimpieza, mejores muestreos (sistemas de muestreo automático) y el frío son siempre recomendables. Los últimos años las empresas proveedoras de insecticidas residuales se ocuparon de desarrollar máquinas más eficiente para los tratamientos. Recordemos la máxima: “Ningun producto es mejor que su aplicación”. Los responsables saben que no se trata sólo de aplicar agroquímicos.

En otros paises se han desarrollado sistemas de fumigación a base de nitrogeno, fosfina a partir de grandes botellones, uso de ozono principalmente para tratamiento de instalaciones y tambien se estan aplicando sistemas de control con alta temperatura (para molinos). Lo cierto es que la fosfina es y será por muchos años una de nuestras principales herramientas de control.

Por eso es que es menester hacer un uso correcto de este principio activo. Evitar la subdosificación. Aún es común que la gente diga no veo insectos pero por las dudas  aplico unas pastillas (en número bien inferior al recomendado), ayudando de esta forma a favorecer la aparición de resistencia. Además que este tratamiento (que nunca mata totalmente las formas ocultas) obliga a ser repetido, aumentando los costos.

Para ir terminando quiero recomendar hacer hincapie en 4 temas principales:

1) Mejorar los sistemas de limpieza y desinsectación en las instalaciones vacias. La recomendación es simple, sabemos que no es fácil. Dicen los expertos que el 70% del éxito de control de plagas depende de la limpieza. Reforzar los tratamientos con insecticida. Uso de nebulización para los tratamientos interiores y tratamientos complemenarios con polvo son recomendables.

2) Mejorar los sitemas de muestreo y monitoreo. Nos falta mucho para desarrollar sistemas eficientes. Los mismos ya se conocen hace décadas, mas no llegó a difundirse suficientemente. Recientemente desarrollamos el SMC, Sistema de Muestreo, Monitoreo y Control, que permite dar transparencia a una instalación que maneja granos. Disponiendo en la palma de la mano información clave.

3) Optimizar el uso de la lucha física. Las plagas no desarrollan tolerancia a las bajas o a las altas temperaturas, o a la falta de oxigeno. Los últimos años tuvimos gran satisfacción con el uso de la tecnología de Cool Seed, de refrigeración artificial.

4) Mejorar los sistemas de aplicación, tanto de residuales como de fumigantes y junto con esto las medidas de seguridad e higiene de los responsables de las aplicaciones.

En algunos paises de Latinoamerica se han aprobado plaguicidas que aún no llegaron al cono sur, deberemos estar pendientes para ver que nuevas tecnologías pueden aparecer. Lo cierto es que con las disponibles ya podemos hacer frente a los desafios del siglo XXI.

Primicias Rurales

Fuente: engormix.com