Qué hacer con el cereal y cómo aprovecharlo al máximo

Qué hacer con el cereal y cómo aprovecharlo al máximo

La enfermedad que transmite la chicharrita causó importantes daños fisiológicos y reducción del rendimiento. Por esto, especialistas del INTA brindan recomendaciones para aprovechar el cereal como recurso forrajero y minimizar las pérdidas.

 Evaluar el destino del grano y regular el cabezal de la cosechadora, entre las principales preguntas que se hacen en el campo. Este tema se incluirá como parte de un webinar el 16 de abril.

    Buenos Aires, 10 de abril (PR/24) .- La principal zona productora de maíz del país se vio afectada por un complejo de enfermedades transmitidas por un único insecto vector, la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), cuyo principal impacto sobre la fisiología de la planta es que dificulta la llegada de nutrientes y asimilados a las espigas e impacta en el llenado de los granos. Muchos maíces de fecha de siembra tardía presentaron infecciones tempranas que alteraron drásticamente la morfología de las plantas, sus espigas y condujeron a pérdidas casi totales de rendimiento grano. Ante esta situación, el destino final de estos lotes es incierto. Por esto, un equipo de especialistas del INTA brinda recomendaciones para evaluar las posibilidades de enrollar, ensilar o cosechar en función del material verde, el volumen de planta y grano que se puede obtener y el costo-beneficio.

    Por el alto porcentaje de lotes afectados y el amplio abanico de niveles de severidad e impacto en la formación de espigas y calidad de los granos, Facundo Ferraguti –coordinador de la Red Nacional de Maíz del INTA– hace referencia a las consultas más frecuentes vinculadas con la conveniencia de aprovechar el cereal como recurso forrajero (de un lote que a primera vista su rendimiento en grano no será satisfactorio).

    El daño por spiroplasma (Spiroplasma kunkelii) es muy variado según el genotipo de maíz y la etapa fenológica en que la planta es infectada. Infecciones tempranas, hasta las cuatro hojas totalmente desplegadas, son las que causan mayor daño en el cultivo. Las infecciones entre cuatro hojas (V4) y panojamiento causan daños intermedios y las menores afecciones se dan en etapas avanzadas, desde panojamiento en adelante, con plantas que crecen menos en altura y disminuyen su rendimiento en grano (menor llenado de las puntas de la espiga).

    “Los principales síntomas del complejo de patógenos transmitidos por la chicharrita son el acortamiento de los entrenudos (achaparramiento), disminución del tamaño de espigas y anomalías como prolificidad exacerbada y multi-espiga (espigas bouquet). Esto genera heterogeneidad en la altura de las plantas y de la inserción de las espigas”, indicó Ferraguti.

    Otra característica de “las espigas afectadas es que los marlos tienen típicamente una consistencia corchosa, que hacen que se doblen y rompan con facilidad en pequeños trozos, lo que dificulta la operación de la trilla y sobrecarga con materia extraña la sección de separación”, explicó Ferraguti.

    En este sentido, Ferraguti resaltó la importancia de “evaluar el destino del grano (silo o cosecha de grano), realizar una cosecha oportuna para evitar secados prolongados a campo con la consecuente pérdida de calidad e inocuidad; prestar especial atención a las regulaciones de la máquina cosechadora para evitar pérdidas de rendimiento y evitar que la calidad comercial empeore”. Y subrayó la necesidad realizar el control posterior de los maíces guachos para reducir hospedantes.

    De acuerdo con Marcelo Druetta e Ignacio Luna –ambos especialistas en manejo de cultivo de la Estación Experimental Agropecuaria Quimilí, Santiago del Estero, del INTA– en cuanto a qué escenarios se pueden proyectar para la siguiente campaña, coinciden que se deberán analizar diferentes variables y tener presente que la situación puede verse modificada en función de características de cada región productiva.

    Los elevados valores de incidencia y severidad de la enfermedad observados este año en zonas no endémicas, no se habían registrado previamente. En tal sentido, si se combina un invierno benigno con pocas heladas que permitan una mayor supervivencia del vector y la disponibilidad de maíz en fechas de siembra escalonadas, especialmente en zonas afectadas, es probable que el problema siga siendo importante.

    Qué tener en cuenta a la hora de la cosecha

    Fernando Scaramuzza –coordinador del Proyecto Agricultura de Precisión y Mecanización Agrícola del INTA– señaló que, ante la presencia de un lote afectado, se recomienda caracterizar el tipo de daño y cuantificarlo para evaluar la necesidad de configurar la cosechadora de manera que realice un trabajo diferencial. “Principalmente se deberá trabajar sobre la regulación del cabezal recolector para llevar al mínimo las pérdidas que se ocasionan por desgrane y desuniformidad de espigas, pero también por vuelco de plantas y diferentes tamaños entre ellas, recordando como positivo que estamos trabajando con cabezales de perfil chato”.

    En un principio, –puntualizó Scaramuzza– se debe trabajar sobre las chapas cubre rolos o espigadoras, tratando de identificar la variabilidad de tamaños de espigas presentes en el lote y diámetro de la caña. Por lo tanto, el otro punto a regular es la zona de espigue del maíz. “Es el lugar donde la espiga se debe desprender de la planta sobre la chapa de los cubre rolos para evitar que ingrese mucho material al sistema de trilla forzando al mismo con el resultado de mayor pérdida por cola”.

    En cuanto a la velocidad de los rolos y la velocidad de avance de la cosechadora, Scaramuzza explicó que “se debe lograr un equilibrio en ambas velocidades y para ello la mayoría de los cabezales maiceros disponen de una caja variadora que permite regular este aspecto, debemos lograr que los rolos vayan a la menor velocidad posible y lo más paralelo al suelo, buscando que la planta recorra el largo del rolo bajando la planta para lograr que entre bajo volumen de biomasa al sistema de trilla”.

    Por otro lado, Diego Villarroel –especialista en agricultura de precisión del INTA Manfredi, Córdoba– indicó que las características y regulaciones de un sistema de trilla transversal (convencional) recomiendan que el cilindro de trilla maicero debe contar con barras de trilla con estrías gruesas (maiceras) y con los espacios inter-barras forrados con las chapas compresoras de espigas. “Este forrado permite el mayor tratamiento de las espigas de tamaño variable, disminuyendo las pérdidas de trozos de marlos con granos por cola”, indicó.

    Respecto a la regulación de la apertura o cierre entre el cilindro y el cóncavo al inicio y al final va a depender de la humedad del cultivo, para ello se deberá medir el diámetro mayor de una espiga promedio del lote a cosechar. “La regulación se deberá ajustar a las revoluciones del cilindro buscando lograr una trilla de calidad con el menor porcentaje de material extraño y reduciendo el porcentaje de las pérdidas al mínimo, será importante en esta campaña trabajar con el retorno, ya que muchos granos irán prendidos a trozos de marlos buscando una nueva oportunidad de ser desprendidos de los mismos”, explicó Scaramuzza.

    Por otro lado, en el caso de los sistemas de trilla axial –recordó Villarroel– la calidad de grano lograda es mayor debido a una mayor superficie de trilla con un trabajo más suave y progresivo. Para maíz bastará colocar las muelas (o barras) y camisas (cóncavo) maiceras para luego regular revoluciones y luz que dependerá del sistema de trilla axial, el cual puede ser centrífugo o de fricción.

    En cuanto a la velocidad de avance, Mauricio Santa Juliana –especialista en cosecha del INTA Manfredi– expresó que en las zonas o sectores del lote afectados se debería cosechar como máximo entre 3 y 4,5 kilómetros por hora. “Es importante recordar que en aquellos cabezales que no cuentan con un sistema de variación de velocidad del cabezal y sin regulación automática de placas espigadoras desde la cabina, será el operario quien deberá regular la luz entre las placas (otra razón para trabajar a bajas velocidades en los sectores complicados) y adaptar la velocidad del cabezal a la de avance (de fábrica se configura para trabajar a 7 u 8 kilómetros por hora)”.

    Respecto de la trilla, Santa Juliana señaló que “es importante forrar la trampa de piedras para evitar que el material que ingresa desde el embocador no se trabe y se revuelque e ingrese más ordenado al cilindro de trilla”. Y agregó: “Sobre los cóncavos, usar los originales de fábrica para maíz, de barrotes redondos de 19 milímetos en buenas condiciones y no cementados, de no ser así se tiende a cerrar más la luz entre cilindro y cóncavo apretando y moliendo más el material para que haga una buena trilla (tampoco es recomendable usar muelas cementadas r o rellenas en el cilindro)”.

    “Dado que el material afectado por Spiroplasma produce desuniformidad en el tamaño de los granos y un bajo peso de los mismos, hay que considerar las revoluciones por minuto del ventilador para no excederse e incrementar las pérdidas por cola”, indicó Santa Juliana.

    Por último, Scaramuzza y Villarroel pusieron énfasis en la necesidad de identificar el rendimiento del cultivo a través del mapa de rendimiento. Debido a que “mediante este registro de datos georreferenciados podremos cuantificar el daño por ambiente y planificar un mejor control de maíz guacho (uno de los factores clave en la supervivencia del vector) de manera dirigida en periodos de barbecho y antes de iniciar la siembra del próximo cultivo, como herramienta clave de control para próxima campaña”.

    Cómo aprovechar el maíz afectado para alimentar el ganado

    Alejandro Radrizzani –especialista y coordinador del Programa Forrajes, Pasturas y Pastizales del INTA– señaló que “es importante tener en cuenta que cuando la planta tiene síntomas de la enfermedad, detiene su crecimiento”. Y agregó: “Si estos síntomas son generalizados en el lote (alta incidencia) el cultivo, desde ese momento, sólo pierde calidad de hojas y tallo y el grano no continúa en etapa de llenado por escasa disponibilidad de movilización de nutrientes desde las hojas a la espiga”.

    Radrizzani pone el foco en la observación y el monitoreo permanente del daño en el cultivo para evaluar qué destino conviene darle. “Si el daño ocurre en etapas tempranas, se observará mucho material seco y sin panojas, en cuyo caso convendrá utilizarlo lo antes posible para no seguir perdiendo forraje verde, ya sea con pastoreo o haciendo rollos”.

    “Si el daño se presenta en etapas intermedias, cuando ya se comenzó a formar la espiga, es probable que haya suficiente material verde como para picar y ensilar, pero puede ser que no se logre calidad adecuada por la escasa proporción de grano en el silo. En ese caso, también será recomendable agregar inoculante y aditivos al silo para lograr una adecuada fermentación y calidad del forraje”, detalló Alejandro Salomón, especialista en manejo del cultivo de la Agencia de Extensión Rural Río Cuarto –Córdoba– del INTA.

    En cambio, “si la infección se produce en etapas avanzadas, hay que evaluar la conveniencia de hacer silo o dejarlo para cosecha de grano, según la cantidad de material verde, la cantidad de grano y el costo/beneficio del silo respecto de la cosecha de grano”, aseguró Salomón.

    El problema de un lote desparejo

    Este fenómeno implica que haya espigas con una madurez prematura, expuestas a las condiciones climáticas, mientras que el resto del lote aún continua el llenado de granos. En este punto, “además de las pérdidas de rendimiento asociadas a la disminución del número y peso, se debe tener en cuenta el impacto sobre la calidad e inocuidad de los granos”, señaló Ferraguti.

    Desde el punto de vista de la calidad comercial, es esperable que los granos provenientes de lotes afectados por la chicharrita posean menor peso hectolítrico, mayor porcentaje del ‘Rubro Granos Dañados’ (atribuido a mayor frecuencia de granos brotados, amohosados y podridos) y, si la regulación de la cosechadora no fue adecuada, mayor porcentaje granos partidos y materias extrañas.

    Además, “luego de las lluvias otoñales, las espigas con madurez prematura son más propensas al brotado de los granos y a la proliferación de podredumbres por hongos patógenos micotoxigénicos -entre los que se encuentran Fusarium verticillioidesFusarium graminearum (Giberella), Aspergillus spp., Penicillum spp. y Stenocarpella maydis”, detalló Ferraguti.

    Por esto, “recomendamos la ‘cosecha oportuna’ de los maíces de fecha tardía, en torno a 18-20 % de humedad del grano, unos 35-40 días desde madurez fisiológica”, afirmó el especialista del INTA quien repasó que en maíces de fecha tardía, la cosecha oportuna disminuye el impacto negativo de las podredumbres de espiga y sus micotoxinas, reduce riesgos por vuelco o quebrado, permite un control temprano y más barato de las malezas invernales y, por ende, no implica necesariamente reducción del resultado económico.

    No obstante, las espigas con madurez prematura de los lotes afectados por las enfermedades transmitidas por la chicharrita pueden comenzar el secado hasta 15 días previos a la madurez fisiológica del resto del lote. “De acuerdo con la frecuencia de estos individuos y la sanidad de las espigas se deberá decidir si adelantar aún más la recolección”, puntualizó Ferraguti.

    Primicias Rurales

    Fuente: INTA

    El Gobierno avanza en combatir la enfermedad de la “chicharrita” que afecta al maíz argentino

    El Gobierno avanza en combatir la enfermedad de la “chicharrita” que afecta al maíz argentino

    La enfermedad transmitida por la “Chicharrita” está generando fuertes pérdidas de rendimiento en maíz. Senasa agiliza los tiempos de aprobación de los insecticidas para combatir la plaga. Además, se está conformando una mesa de trabajo para el manejo integral de la misma.

    Ambas acciones serán la llave para minimizar los impactos. La ausencia de frío, las altas temperaturas y las precipitaciones, fomentaron la reproducción y migración del vector.

    Buenos Aires, 10 de abril (PR/24) .- El “achaparramiento del maíz” se encuentra ocasionando severos daños al cultivo en distintas provincias del centro y norte del país. Por esta razón, el Senasa de manera excepcional, hará más ágiles los tiempos de aprobación para disponer de productos para el control de la plaga. Dicha aprobación se realizará sobre los trámites de dos insecticidas cuyas solicitudes fueron presentadas y se recomiendan para el control del insecto vector de spiroplasma.

    A su vez, sobre la base de insecticidas ya autorizados para su uso en maíz y con antecedentes de aprobación para el control de chicharrita en otros países, el Senasa elaborará un listado de productos fitosanitarios con el fin que estén disponibles de manera inmediata.

    El Spiroplasma es el agente causal del “achaparramiento del maíz”. La enfermedad, transmitida por una “chicharrita”, que vive exclusivamente en el maíz, y está impactando muy fuerte en zonas de Córdoba, Santa Fé, Tucumán, donde se alojan los peores casos de pérdidas de rendimientos. Mejor es la situación para los maíces tempranos; y el sur de la zona agrícola.

    Desde la Secretaría de Bioeconomía, con sus áreas y organismos descentralizados, ya lideran una Mesa con actores públicos y privados, de abordaje especial del “achaparramiento del maíz”, para que cada actor asuma su rol en esta problemática y elaboración de posibles soluciones por tratarse de una enfermedad endémica del norte argentino y que avanzó en toda el área de siembra tardía en el país. Invitamos a las entidades técnicas que quieran ser parte, a sumarse.

    Primicias Rurales

    El Gobierno avanza en combatir la enfermedad de la “chicharrita” que afecta al maíz argentino

    Chicharrita del maíz: Como afecta al cultivo y qué enseñanzas deja a futuro

     La chicharrita en acción: es monófaga, pues solo se alimenta de maíz. La siembra escalonada y el “maíz tardío”, que aumentaron como respuesta a la sequía, favorecieron su sobrevivencia y reproducción
    La Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantiene la estimación nacional de cosecha, pero en Córdoba temen por los lotes tardíos, que ocupan 84% de la superficie del cultivo en la provincia. Una encuesta privada entre productores releva pérdidas entre 11 y 34% de los rindes en maíz tardío.
    Buenos Aires, lunes 8 de abril (PR/24) .- Es por volumen el cultivo más grande de la Argentina, viene encendiendo alarmas en el campo y el tema ya llegó al Congreso de la Nación. El Spiroplasma kunkelii, enfermedad transmitida por una chicharrita, están haciendo reducir las estimaciones de cosecha de maíz, en especial de los cultivos de siembra tardía, a los que muchos productores se volcaron tras 3 años de sequía. Se trata de una plaga para la que no existen híbridos resistentes.
    La enfermedad, que provoca achaparramiento de las plantas y puede afectar lotes enteros, ya afecta al 50% (80.000 ha) de la superficie sembrada en Tucumán, que si bien no es la principal provincia productora, está en el NOA, una de las regiones de origen de la chicharrita.
    En Córdoba, la mayor provincia productora, hay mucha preocupación: 84% del maíz sembrado allí es tardío y el último reporte de la Bolsa de Cereales local indica una creciente incidencia de la plaga. Y aunque la Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantiene la estimación de producción nacional en 54 millones de toneladas, una encuesta entre casi 1.500 de productores del movimiento CREA precisó que 20% de los productores consultados fue alcanzado por la plaga y estiman cosechas a la baja de 11 a 31 por ciento.. Según este relevamiento, la provincia más afectada sería Santa Fe.
    La situación podría agravarse y motivó un proyecto de resolución de los diputados nacionales Luis Picat (UCR/Córdoba) y Manuel Ardohain (Pro/La Pampa) que solicita al Gobierno Nacional la declaración de “emergencia agrícola” por el crecimiento, alcance y daño que está produciendo la chicharrita del maíz, que abarca -enumeran los legisladores- “Santiago del Estero, Chaco, Catamarca, Tucumán, Salta, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa”. Piden también que Nación trabaje en coordinación con las provincias y que la Secretaría de Agricultura y el INTA “establezcan protocolos de manejo integral y obligatorio para los productores”.
    ¿Cuánto daña esta plaga al maíz? ¿Cómo se llegó a la actual situación? ¿Qué medidas de prevención vale adoptar para próximas campañas? ¿Qué puede hacerse para controlar la situación?, fueron algunas preguntas que Infobae planteó a técnicos y referentes de la actividad maicera.
    Chicharrita del maíz: Como afecta al cultivo y qué enseñanzas deja a futuro - Image 2
    Estado de plantas de maíz dañados por los patógenos que inyecta la chicharrita
    La enfermedad
    Daniel Ploper, ingeniero agrónomo y director Técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres de Tucumán e investigador principal del Conicet explicó que la principal enfermedad que afecta al cultivo en la Argentina en la campaña 2023/24 es el “achaparramiento del maíz”, a causa de un complejo de 4 patógenos, que tienen en común el ser transmitidos de plantas enfermas a sanas por un insecto del grupo de las chicharritas, cuyo nombre científico es Dalbulus maidis. La chicharrita infecta las plantas con los patógenos.
    Chicharrita del maíz: Como afecta al cultivo y qué enseñanzas deja a futuro - Image 3
    El agrónomo Daniel Ploper, director Técnico de la Estación Experimental Obispo Colombres de Tucumán e investigador del Conicet, explicó las razones del avance de la chicharrita
    “En este complejo patogénico predomina un espiroplasma (Spiroplasma kunkelii), que es una bacteria sin pared celular. Otros componentes del complejo que pueden estar presentes son un fitoplasma (Maize bushy stunt phytoplasma, MBSP) y dos virus: Virus del rayado fino (MRFV) y Maize striate mosaic virus (MSMV). Estos patógenos se pueden presentar en forma conjunta y resulta difícil identificar cuál de ellos está presente sin recurrir a pruebas de laboratorio”, dijo Ploper.
    En el caso del espiroplasma, los síntomas incluyen amarilleo de las hojas y enrojecimiento en los bordes, seguido por la muerte del tejido afectado. También se observa el crecimiento de un hongo sobre las secreciones que deja la chicharrita.
    Las plantas infectadas muestran un severo enanismo por acortamiento de los entrenudos y macollamientos múltiples, flores masculinas estériles, múltiples espigas (hasta 5 por planta) y marlos rudimentarios. La presencia del patógeno en la planta afecta su fisiología, dificultando la llegada de los nutrientes fotosintetizados a las espigas y el consecuente llenado de los granos. Las pérdidas pueden ser totales cuando las plantas son infectadas tempranamente en su ciclo de crecimiento, situación que afecta particularmente a los maíces de siembra tardía.
    Solo come maíz
    La enfermedad se ha expandido por el área maicera argentina causando daños a la producción del cereal por el incremento y la dispersión geográfica del insecto vector. La chicharrita (dalbulus maidis) se presenta desde el norte del país hasta Río Negro y Chubut y es monófaga: solo se alimenta del maíz, aunque ocasionalmente puede encontrarse sobre otros cultivos, de los que no se alimenta.
    demás de transmitir enfermedades, la chicharrita daña directamente al cultivo, provocando pérdidas de rendimiento de hasta 20 por ciento.
    Una de las razones del incremento de las poblaciones de chicharrita son los 3 años de “Niña” que sufrió la Argentina, con altas temperaturas y severas sequías. Esto llevó al abandono de muchos cultivos de maíz y facilitó el crecimiento de las poblaciones de chicharritas y el nacimiento de plantas guachas del cereal en otros cultivos. Los inviernos benignos y su adaptación a mayores temperaturas pueden haber favorecido la dispersión del insecto.
    Además de la expansión del insecto y del Spiroplasma en zonas maiceras hay que tener en cuenta los llamados “cultivos de servicio” y otros como el sorgo y el trigo, que pueden ser reservorio de algunos de los patógenos que producen la enfermedad. En cuanto a la chicharrita, seguramente influyó también la difusión de híbridos de maíz más susceptibles.
    Qué favorece a la chicharrita
    “La existencia de maíces en diferentes fechas de siembra favorece la evolución de la plaga que tiene así un ‘puente verde’, al igual que con la presencia de zonas de producción de semilla y de choclo. Estos puentes verdes primaverales son determinantes en la dinámica poblacional” de la chicharrita”, explicó Ploper.
    Chicharrita del maíz: Como afecta al cultivo y qué enseñanzas deja a futuro - Image 4
    Una de las ilustraciones didácticas de la Estación Experimental Obispo Colombres sobre el avance y efectos de la plata
    Se trata de un aspecto clave, vinculado al crecimiento de la superficie de maíz tardío en varias regiones, debido a los años de Niña, con escasas lluvias en enero, que implica fechas escalonadas de siembra aun dentro de una misma región.
    “Lla epidemiología del achaparramiento depende especialmente de la dispersión y la dinámica poblacional del insecto, además del comportamiento del híbrido de maíz”, explicó Ploper. Cuando hay una sola fecha de siembra del cultivo, la chicharrita debe sobrevivir varios meses luego de la cosecha, incluyendo el invierno, hasta que vuelva a haber maíz para alimentarse. El insecto adulto puede sobrevivir 75 días sin alimentarse, refugiado en malezas, montes y cultivos invernales.
    En cambio, prosiguió Ploper, “cuando hay varias fechas de siembra en la misma región o doble cultivo de maíz, eso favorece la continuidad en el tiempo de plantas de las cuales el insecto puede alimentarse y multiplicarse”.
    Por eso se desaconsejan las siembras en distintas fechas, en una misma región”. La fecha de siembra elegida debería ser no menor a 4 meses del final del ciclo anterior, y con control de las plantas guachas.
    En este punto, Ploper aclaró algo no menor sobre la siembra de maíz tardío. No se trata de desaconsejarlo, subrayó: “lo importante es que no convivan maíces tempranos con maíces tardíos en una misma región”.
    Prevención y pocas opciones de control
    En cuanto a las medidas de prevención y combate de la enfermedad, la siembra de híbridos menos susceptibles podría ser una opción, pues aún no hay híbridos resistentes. El problema para evaluar su comportamiento es que depende de la cantidad y grado de infección con el espiroplasma.
    Para evitar infecciones tempranas es clave el uso de insecticidas cura semillas, antes de la siembra, o aplicado sobre el follaje, aunque las experiencias citadas por Ploper “mostraron una baja performance de control de los tratamientos foliares, en situaciones de alta presión de la plaga”. Es una enfermedad de amplia difusión en regiones tropicales como Brasil, donde se aplican dosis más altas de los productos que se utilizan en la Argentina para controlar la chicharrita.
    Por otra parte, una práctica agrícola a implementar es la eliminación de las plantas guachas de maíz, cuya erradicación contribuiría a disminuir la presión de la enfermedad, “especialmente en las primeras fechas de siembra”. Y otra muy recomendable el monitoreo del insecto y la enfermedad que “son herramientas estratégicas en las detecciones tempranas. Existe un protocolo de monitoreo de la chicharrita tomando un determinado número de puntos por lote distribuidos al azar”, agregó Ploper.
    Prácticas anti-chicharrita
    Por su parte, Federico Zerboni, presidente de Maizar, la Asociación del Maíz y Sorgo Argentino, también enfatizó en que “no existe una única medida de combate para la enfermedad, sino una serie de prácticas, que deben ser aplicadas a nivel regional, que ayudan a disminuir la población de la chicharrita”. Amén de controlar las plantas guachas o voluntarias donde se aloja y reproduce la chicharrita vale “concentrar la implantación del cultivo, evitando las siembras escalonadas, lograr siembras uniformes y cultivos bien nutridos, elegir germoplasma de buena tolerancia y explorar tratamientos de semillas y agroquímicos para el control poblacional del insecto”, enumeró Zerboni.
    Chicharrita del maíz: Como afecta al cultivo y qué enseñanzas deja a futuro - Image 5
    Federico Zerboni, presidente de Maizar
    Sobre si se puede limitar el daño actual, Zerboni señaló que en el actual estado de los cultivos con presencia de la enfermedad “prácticamente no quedan opciones de mitigación del impacto sobre el cultivo; todos los esfuerzos deberán apuntar a la disminución de la población de la chicharrita en la salida del próximo invierno, utilizando todas las prácticas disponibles y aplicadas a nivel regional, para lograr su máxima efectividad”.
    En la etapa actual, agregó Ploper, “se debería procurar proteger a los maíces tardíos, mediante la aplicación de insecticidas, aunque la eficacia sería relativa por la limitada duración del efecto de los productos y los elevados niveles poblacionales del insecto”.
    Pérdidas difíciles de estimar
    “El achaparramiento ha causado cuantiosas pérdidas en los cultivos de maíz del norte y centro del país. En Tucumán, donde hay sembradas más de 80.000 hectáreas, aproximadamente la mitad de la superficie muestra daños con un grado de severidad entre 3 y 4 (los mayores en una escala que va de 1 a 4) y en el sur de la provincia hay lotes con 100% de pérdidas”, aseguró Ploper, y agregó que en Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos hay muchos lotes con pérdidas notables y muchos de ellos ya fueron abandonados o destinados a forraje. Son, dijo, “pérdidas irreparables en un cultivo de altos costo en insumos como el maíz”.
    Según Zerboni, la presencia de la chicharrita y los síntomas en la actual campaña ya se manifiestan con una incidencia y severidad nunca antes registrada, desde la Ruta 19 (Córdoba-Santa Fe) hacia el norte. “La estimación de hectáreas afectadas y porcentaje de pérdidas a causa de la enfermedad es en este momento muy difícil de estimar y en la medida que la campaña vaya acercándose a su fin el panorama será más claro”, mencionó.
    En el Centro-Norte del país, debido a la presencia de Spiroplasma y por efecto del estrés termohídrico, el 25% de los cultivos de maíz mantiene una condición regular a mala
    Las alarmas sobre el efecto de la producción nacional ya se encendieron. En su último informe del 27 de marzo la Bolsa de Cereales de Buenos Aires reportó un avance total nacional de la cosecha de maíz del 5,7% y precisó que “en los planteos tardíos, al Sur de Córdoba, solo el 7 % transita el llenado de granos, con una condición regular a mala, mientras que sobre el Centro-Norte, producto de la presencia de Spiroplasma y por efecto del estrés termohídrico, el 25% mantiene una condición regular a mala”.
    “El efecto de la chicharrita -agregó la entidad cerealera- ha mostrado su impacto en el NEA y NOA, con una baja de 9,5% en la condición del cultivo”. El impacto final se evaluará más adelante. La Bolsa mantuvo su proyección de producción nacional de maíz en 54 millones de toneladas, 2,5 millones menos que su estimación previa. 10 días antes.
    Córdoba en jaque
    En Córdoba, la Bolsa de Cereales local señaló en su último informe que “el maíz tardío (84 % del cereal sembrado en la provincia) se encuentra en jaque debido al impacto del complejo del achaparramiento (Spiroplasma) transmitido por la chicharrita”, cuando en el distrito, el mayor productor del país, la cosecha avanzó un 4 por ciento.
    Agrega el reporte que “según la información brindada por referentes, se observó presencia de chicharrita en alta incidencia”, al tiempo que aclara que “el cálculo de producción para el cereal no tuvo en cuenta las mermas potenciales por efecto de Spiroplasma, que de acuerdo con los especialistas fitopatólogos recién puede comenzar a cuantificarse a partir del estadio fenológico R5 (grano dentado)”.
    Actualmente solo el maíz temprano (16% del cereal sembrado en Córdoba) ha superado el estadio fisiológico R5. En tanto, en los lotes de maíz tardío, que representan el 84% del cultivo en la provincia, apenas el 17% de ese cereal implantado llegó a ese punto de su ciclo.
    La entidad cordobesa explica que “las pérdidas aún no determinadas podrían ser muy variadas al apilar el efecto de fechas de siembra tardías, condiciones ambientales negativas, momento e intensidad del ataque de chicharrita, estatus nutricional y sensibilidad de los híbridos”.
    Panorama preocupante
    Más precisos son los datos que arroja el último relevamiento del Sistema de Encuestas Agropecuarias CREA (SEA CREA), entidad que reúne a productores de punta. Realizado en marzo, respondido por casi 1.500 encuestados y difundido el 27/3, este relevamiento advierte que “se refleja un panorama preocupante para la producción argentina de maíz tardío” y que “un 20% de los consultados informó que el cereal resultó afectado por Spiroplasma, destacándose una elevada presencia en la región Santa Fe Centro”. Precisa que “además de las adversidades climáticas recurrentes, en la presente campaña, la expansión de Dalbulus maidis, insecto vector del achaparramiento del maíz (Spiroplasma kunkelii), está promoviendo daños importantes a los cultivos de maíz tardío”.
    En 12 regiones en las que se dividen los productores asociados a CREA, los empresarios y técnicos encuestados proyectan rendimientos inferiores a los presupuestados. Los mayores recortes se registran en el Norte de Santa Fe (-31%), Santa Fe Centro (-22%), Oeste Arenoso (oeste de Buenos Aires, norte de La Pampa y sur San Luis) (-16%), Chaco Santiagueño (-13%), Oeste de Buenos Aires (-12%) y Sudoeste de Buenos Aires (-11%).
    También agrega que “a nivel nacional, el rendimiento promedio esperado es un 6,1% inferior al planificado al momento de la siembra, lo que implica que muy probablemente la oferta final de maíz tardío argentino sea bastante inferior a la pronosticada inicialmente”. Y agrega que “la expectativa de producción de maíz 2023/24, a nivel nacional es de 51,5 millones de toneladas, por debajo de lo esperado al inicio de la campaña (54 millones)”, datos que surgen de proyectar el relevamiento realizado entre sus consultados.
    Antecedentes y realidades
    El achaparramiento provocado por la chicharrita y el Spiroplasma kunkelii no es nuevo. Existen antecedentes de la enfermedad desde comienzos de la década de 1990, en las provincias del NOA y NEA. Hacia 1999/2000 se habían registrado casos en Córdoba, San Luis y La Pampa. Y a partir de la campaña 2018/2019, se incrementó la población de chicharritas y de los síntomas de la enfermedad en maíz, en las zonas NEA (Chaco, Formosa y Santiago del Estero) y NOA (Catamarca, Tucumán y Salta) hasta llegar a la situación actual.
    A propósito, Gonzalo Blasco, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (AProNor), de Tucumán, recuerda que la enfermedad se daba “en zonas muy muy puntuales, pero ni cercano a la magnitud de este año y se lamentó que en la situación actual “no se pueda hacer nada; es dramático ver como día a día se deterioran los lotes”, dijo.
    Al mismo tiempo, sobre las pérdidas en la provincia enfatizó: “queremos ser responsables, no se puede hablar de cantidad de hectáreas. Dentro de un mismo lote hay lugares más afectados que otros. Sí es verdad que las pérdidas son muy grandes y hay muchos lotes con pérdidas totales, y el alcance que puede tener en el futuro lo desconocemos”.
    Por otra parte, además de mencionar las medidas preventivas citadas por Ploper y Zerboni, destacó que “principalmente tendríamos que tener híbridos tolerantes”. Y al respecto se quejó porque “los maíces híbridos con toda la tecnología nos cuestan una fortuna a los productores y nos están dejando en una situación muy complicada”.
    Finalmente, Ploper mencionó que “se menciona que la chicharrita prefiere los híbridos de maíz templados por sobre los tropicales, lo que en la campaña actual con poblaciones de la chicharrita muy elevadas y plantas infectadas no cabe otra que esperar que las pérdidas vayan en aumento”.
    Primicias Rurales
    Fuente: engormix
    Las palomas no le dieron paz al girasol entrerriano

    Las palomas no le dieron paz al girasol entrerriano

    Las demoras en la cosecha por las lluvias de febrero favorecieron los ataques. El problema con estas aves va en aumento campaña tras campaña.

    Entre Ríos, lunes 8 abril (PR/24) — El cierre de la campaña de girasol 2023/24 trajo algunas sorpresas a los técnicos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos. Con un área cultivada de 5.500 hectáreas, el rendimiento promedio se ubicó en 1.405 kg/ha, lo cual marcó una caída interanual del 27% (515 kg/ha) y una baja del 38% en relación al promedio del último lustro (537 kg/ha).

    Pero lo más llamativo es que, a las pérdidas por enfermedades fúngicas -consecuencia de los excesos hídricos-, se sumó el problema de las palomas.

    Según informaron distintos productores a la Bolsa de Cereales, la demora en la cosecha de la oleaginosa por las lluvias de febrero, incrementó el daño efectuado por las palomas con pérdidas en torno al 30%.

    “Nosotros tenemos una larga trayectoria en la siembra de girasol, desde mediados de la década del ’80, y el problema de las palomas se ha ido complicando cada vez más”, describió el productor entrerriano Darío Brondi, del departamento Paraná.

    El agricultor comentó que en las primeras campañas se sembraban girasoles “estriados o rallados, y el problema no era tan grave”, porque además “se buscaba hacer una cosecha rápida, después aparecieron los defoliantes que ayudaron a tener un secado parejo y acelerar las cosechas”.

    El inconveniente con las famosas “torcacitas” (Columbina Picui), se fue agravando con el correr del tiempo debido a la proliferación de estas aves, y la aparición de los girasoles alto oleicos, con mucho contenido de materia grasa, “estos girasoles para las palomas son un bombón y tratan de comerlo de todas maneras”, comentó el ingeniero agrónomo.

    Mediante el mejoramiento genético se buscó generar híbridos que vuelquen el capítulo, que queden con la flor mirando hacia abajo para dificultar el ataque de las palomas, “pero igual es tanta la cantidad, que de alguna manera se las ingenian para comer”, se lamentó Brondi.

    En esta campaña en particular, las lluvias de febrero, cuando el girasol estaba a punto para cosechar, demoraron de 10 a 15 días el ingreso a los lotes, y eso hizo que las palomas consumieran “una cantidad importante de granos. En campos vecinos hubo lotes que directamente no los trillaron porque las palomas se llevaron todo el girasol”.

    El productor remarcó que “este tema es una gran preocupación, porque el cultivo de girasol es estratégico en nuestra zona, ya que permite rotar los suelos para no ir tanto a la soja, y nos brinda la posibilidad de contar con un ingreso de dinero en forma anticipada. No sé si es tan rentable como la soja, pero estratégicamente para nosotros es muy importante”.

    Datos oficiales

    La Bolsa de Cereales de Entre Ríos informó que el área destinada a la siembra de girasol en el ciclo 2023/24 experimentó una caída interanual del 66 % (10.650 ha), ubicándose en 5.500 ha. 

    Al inicio de la campaña, las expectativas de siembra de la oleaginosa eran superiores al valor que finalmente se concretó. La caída estaría relacionada con el déficit hídrico al momento de la siembra (agosto–septiembre); la menor cotización de la oleaginosa en relación al ciclo anterior; y el anuncio de “El Niño”, donde las perspectivas de rendimiento del maíz normalmente superan al girasol.

    La bolsa provincial señaló que la producción de girasol en esta campaña se posicionaría en 7.725 toneladas y representaría una caída interanual del 75% (23.280 toneladas).

    Por Pablo Salinas

    Primicias Rurales

    Fuente: Expoagro web

    El mercado de biológicos presenta un crecimiento exponencial

    El mercado de biológicos presenta un crecimiento exponencial

    Buenos Aires, miércoles 3 abril (PR/24) — Un reciente trabajo de CASAFE (Cámara Argentina de Sanidad y Fertilizantes) analiza la evolución del mercado de insumos biológicos, hoy convertido en una industria próspera ante la de una producción más sustentable y sana.

    El trabajo de investigación de mercado, entre los conceptos planteados, marcó que existe un crecimiento exponencial del mismo, el que se está acelerando, con fundamentos y tendencias sólidas. Por otra parte, dicha evolución tiene la sustentabilidad de estar en línea con los estándares de ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una empresa), tanto de la industria como los clientes.

    Otra de las conclusiones que brinda el estudio es la caracterización del sector que muestra una fragmentación en los tipos de empresa que lo forman, con pocas sociedades con masa crítica (o sea de más de USD 100M en ventas) y hay empresas familiares y startups (con poca participación de mercado).

    Por otra parte, el trabajo destaca que productos biológicos son multifuncionales, con efectos en cuestiones tales como fijación biológica de N, acondicionamiento del suelo, promoción del crecimiento, antibiosis, competencia por espacio y nutrientes, hiper parasitismo, producción de bio surfactantes, movilizadores de nutrientes, e inducción de resistencia, entre otras.

    En cuanto a los datos del mercado se puso como ejemplo que la rápida adopción de los biológicos impulsa un crecimiento exponencial en Brasil, donde la facturación pasó de 840 millones de dólares en la campaña 2022 a 1.414 en la 2023 y una proyección de 2.350 para la actual.

    Adopción de tecnología

    Dados los cambios en los paradigmas productivos, más del veinte por ciento de los agricultores mundiales están adoptando o están dispuestos a adoptar fitosanitarios de origen biológico; Brasil lidera el camino, seguido por los países europeos.
    Para estas últimas campañas, el cincuenta y cinco por ciento de los productores brasileños adoptó el uso de biocontroladores, mientras que otro seis por ciento planifica usarlos próximamente. En bioestimulantes las cifras son del cincuenta y del seis por ciento respectivamente, mientras que en biofertilizantes los guarismos son treinta y seis y seis por ciento.

    Por su parte, Argentina está muy lejos de esos guarismos, pero el potencial de crecimiento es mayúsculo ante los resultados del gigante sudamericano. En nuestro país, un cuatro por ciento de los productores usa biocontroladores y otro doce planifica hacerlo próximamente, mientras que en el caso de bioestimulantes los números son de once y trece por ciento respectivamente; y en biofertilización el uso es del seis por ciento y un quince por ciento planifica hacerlo.

    Como fundamentos para el crecimiento exponencial de los insumos biológicos y naturales se mencionaron el agotamiento de los medios químicos; el deseo de los productores rurales; la llegada de productos de calidad a precios competitivos (con una exhaustiva base científica), la inversión y generación de nuevas tecnologías y un modo de acción multifacético, entre otros.

    Lo que se viene

    El futuro, en tanto, está marcado por la innovación, con una creación sin precedentes de nuevos productos y tecnologías de formulaciones.
    Además, los extractos botánicos se volverán relevantes y se incorporarán nuevas tecnologías (fusión protoplasmática: la frontera del ARNm), y habrá avances en materia de regulaciones.

    El pronóstico de CASAFE incluye bioconsorcios, super bioestimulantes, nuevas generaciones de bacterias y hongos (4.ª generación de productos biológicos) y extractos botánicos.

    Se incluye además al manejo de recursos hídricos (tolerancia a estrés), bio herbicidas y una nueva generación de fijadores de N (en suelo y hoja).

    En este contexto Biotrop tiene una mirada revolucionaria en cuento a este tipo de insumos. La paleta de insumos es completa y va desde la siembra hasta la finalización el ciclo del cultivo.

    Uno de los insumos destacados es Promotor, un tratamiento de semillas con un nuevo método de acción, que controla manchas resistentes a estrobilurinas y triazoles y, que además es promotor de crecimiento radicular. La empresa tiene la mirada fija en promover este insumo en el tratamiento de semillas de trigo de en la próxima campaña ya que es de los pocos que controla mancha amarilla de manera eficiente y desde semilla.

    Otro de los insumos destacados de Biotrop es Powertrop, un biofertilizante a base de hormonas de crecimiento, aminoácidos, macro y micronutrientes. “Hemos logrado levantar cultivos afectados por piedra o fuertes vientos” son palabras dichas por productores que lo han usado luego del temporal de diciembre.

    Por otra parte, se está trabajando en Bioinsecticidas para el control de chicharritas, pulgones, chinches siendo algunos de los insumos que están por ingresar al país. Luego del ataque de Chicharrita en maíz en el país y del uso indiscriminado de químicos para su control sin ningún resultado positivo, esta es una herramienta para el productor, que sin duda puede estar más abierto a utilizar este tipo de insumo.

    Por otra parte, lo que viene en un futuro cercano es un producto para afrontar la sequía que mantiene la humedad en la zona de la rizosfera de las plantas, biofungicidas foliares y un bioherbicida para el control de malezas de hoja ancha.

    Primicias Rurales

    Fuente: Biotrop