Buenos Aires, lunes 14 octubre (PR/24) — La menor brecha cambiaria y el descenso del riesgo país no han modificado el discurso oficial respecto a que no hay un tiempo definido para la salida del cepo. Incluso, se refuerza ese mensaje argumentando que “se puede crecer con este tipo de restricciones cambiarias”, pero se cita el caso de China que, por su altísima tasa de ahorro nacional, es cierto que ha podido prescindir de flujos de capitales significativos para sostener una elevada tasa de inversión.
No es el caso de la Argentina. El más reciente de los requisitos para una eventual salida del cepo sería la convergencia de la inflación local a la internacional, pero la sustentabilidad del escenario pos-cepo no depende de un dato puntual, sino de variables en equilibrio del sector externo y del fiscal.
Paradójicamente, el remanso de las últimas semanas en brecha cambiaria y riesgo país ha reforzado en la percepción del mercado la continuidad del cepo, con un ROFEX en el que los contratos para marzo de 2025 del tipo de cambio oficial se pactan a 1.168 pesos.
Pero si el Gobierno estuviera dispuesto a contradecir su propio discurso, tampoco podría anticiparlo. Dada las legislativas del año próximo, la oportunidad para sorprender y quitar restricciones del mercado cambiario tiene sólo una ventana, y se corresponde con esta temporada de verano.
En principio, debería ser una movida ejecutada bajo el paraguas del FMI, pero no hay demasiados indicios en esa dirección.
Causa y consecuencia del remanso de los mercados, en las últimas diez ruedas el Banco Central acumuló un saldo comprador en el segmento oficial de cambios de USD 811 millones (promedio diario de 81 millones).
Una dinámica que claramente no responde a mejoras en los flujos del comercio exterior, sino al hecho que el blanqueo está operando como una suerte de entrada de capitales, en la medida en que el aumento de los depósitos en dólares se empieza a reciclar a través de nuevos créditos en esa moneda, o por la suscripción de Obligaciones Negociables emitidas por empresas locales.
Los depósitos en dólares, que aumentaron en 11,9 mil millones de dólares desde mediados de agosto, favorecen la evolución de las reservas brutas del Banco Central, por el cómputo de los encajes, pero el impacto positivo en los mercados deriva de una “vuelta de tuerca” adicional, que tiene que ver con la aplicación de los “argendólares” a créditos o bonos privados.
Y esto es lo que ha ocurrido en las últimas semanas, aunque todavía es temprano para evaluar la duración y profundidad del fenómeno.
En este sentido, el Blanqueo de capitales y sus derivaciones está permitiendo frenar una dinámica poco confortable en el frente externo, ya que desde julio se alternaban los saldos compradores con los vendedores en las operaciones diarias del BCRA.
Ocurre que, desde mediados de año, había entrado en terreno negativo la cuenta corriente del balance de pagos base caja (que excluye del cómputo el 20 % de las liquidaciones de los exportadores, que se realizan por el CCL). Hasta junio, el acumulado de tres meses mostraba un superávit de 3,2 mil millones de dólares en la cuenta corriente del balance de pagos, pero ya para agosto ese saldo pasó a un rojo de 3,16 mil millones. Un deterioro de 6,36 mil millones en un par de meses!!
Por eso, cuando los efectos positivos del blanqueo y sus efectos colaterales empiecen a ceder, el problema de los flujos externos volverá a plantearse y, en ese contexto, la vigencia del “blend” habrá de lucir cada vez más disfuncional al doble objetivo de extender el rebote del nivel de actividad (que habrá de requerir financiar un aumento de importaciones cercano a los 10 mil millones de dólares en 2025) y de comenzar a recuperar reservas netas del Banco Central, desde el “subsuelo” actual (negativas en 6,4 mil millones de dólares,incluyendo vencimientos de BOPREAL).
Las idas y venidas respecto a cuál habrá de ser el “momento propicio” para salir del cepo tienen que ver, justamente, con lo descripto.
Ventajas y desventajas con 2015, cuando el expresidente Macri decidió levantar los cepos al cambio y al comercio exterior: En primer lugar, como aquella terminó siendo una mala experiencia (algunas restricciones volvieron antes de fin de 2019) ahora salir del cepo debe ser visto como algo irreversible; de lo contrario habría demasiado “ruido” del lado de las expectativas.
Juega muy a favor del presente la comparación del nivel de gasto público medido en dólares. Tomando el promedio mensual de julio y agosto de 2024, la cifra anualizada apunta a 104 mil millones de dólares (al tipo de cambio oficial), cuando el anualizado de aquellos meses de 2015 se ubicó, en moneda constante, en los 214 mil millones de dólares, un guarismo insustentable.
Ya se ha analizado aquí que la variable del gasto primario del sector público nacional medido en dólares es un indicador extremadamente relevante para medir si la política fiscal está contribuyendo al equilibrio interno y externo de la macro, o si constituye una fuente de desestabilización.
Esa variable era insustentable en 2015, mientras que en el presente es claramente un factor estabilizador.
En cambio, cuando se contrastan datos de deuda pública en manos de acreedores privados, las condiciones de 2024 son mucho menos propicias, comparado con 2015 (por aquellos años, la Argentina estaba fuera del circuito del crédito internacional).
En el presente, los pasivos estatales en manos de acreedores privados alcanzan al 40,0 % del PIB, con deuda doméstica en torno al 15,0 % del PIB, mientras en 2015 esos guarismos eran de 20,0 % y 7,0 %, respectivamente.
Respecto de este punto, resalta el rol adquirido por el sistema financiero en los últimos años, como demandante de “última instancia” de la deuda pública. Los bonos del Tesoro ahora representan el 42,8 % del total de los activos bancarios (tras un pico de 60,3 % en marzo), cuando en 2015 ese guarismo era de 25,0 %. Esta es un arma de doble filo, siendo poco saludable tamaña exposición del sistema
a deuda del Tesoro. En parte esto tiene que ver con la diferencia entre el nivel actual del riesgo país, cercana a los 1100 puntos, con los 480 puntos de fin de 2015.
Como se analizó en otra oportunidad, el factor deuda podría ser más determinante que el factor dólar en alimentar los reparos del gobierno a la hora de pensar en el levantamiento del cepo. Sin el cepo ni la participación del sistema financiero en las licitaciones, hubiera sido imposible para la gestión anterior emitir deuda publica domestica por el equivalente a 10,2 % del PIB en 2023.
Seguramente, el IPC del 3,5 % reforzará la convicción oficial alrededor del tipo de cambio como ancla para la inflación. Las políticas de estabilización utilizan muchas veces ese instrumento, pero debe subrayarse que el tipo de cambio de equilibrio no es una constante.Es una variable que fluctúa, dependiendo de la evolución de la demanda agregada y del gasto público en dólares en lo interno, pero también de la entrada o no de capitales, de la disponibilidad y el costo del financiamiento externo y de la trayectoria de los términos de intercambio.
Así, el “veranito cambiario” será útil para extender el horizonte de la política económica, pero no habrá de cerrar la puerta a las preguntas recurrentes acerca de cómo será el empalme del actual esquema con un régimen monetario/cambiario de carácter permanente.
La ingeniería financiera permitirá hacer frente a una parte de los compromisos externos de 2025, alimentada en buena medida por la dinámica de las últimas semanas, pero falta bastante para el escenario en el que “naturalmente”, los vencimientos de deuda se refinancian.
De cara al mediano y largo plazo, la Argentina está muy lejos de China en cuanto a la dimensión del ahorro doméstico como fuente de financiamiento de las inversiones. La Argentina es mucho más parecida a Uruguay, país que no cayó en la tentación de los cepos y, por mantener abierto los flujos dentro del balance de pagos, en los últimos trece años nos sacó 33,2 puntos porcentuales de ventaja en la variación del PIB por habitante.
Desde 2011, cuando el gobierno de turno inauguró la era de los cepos, la Argentina experimentó una
caída de 15,1 % en el PIB por habitante, mientras que, del otro lado del río, Uruguay registraba un incremento de 18,1 % en ese indicador.
Por Marianela De Emilio | Ing. Agr. Msc. Agronegocios– INTA CIEP
Buenos Aires, lunes 7 octubre (PR/24) — El contexto internacional presenta escenarios diversos que operan en simultaneo impactando en la volatilidad de los mercados, sin ser el mercado de granos la excepción. Mientras los precios cambian de dirección, las preguntas que motivan a tomar decisiones comerciales no giran en general a un alcance de maximizar precios, sino de resguardar valor para dar sostenibilidad a las agro empresas en el corto y mediano plazo.
Mercado de granos:
Clima: el clima es uno de los principales factores que impactan sobre la oferta de granos del mundo. En este momento se presentan escenarios de sequía en diversas regiones productivas, que impactan sobre precios de corto y mediano plazo, según se pronostica que dichas sequías se reviertan o no. Así, Sudamérica, Brasil y Argentina principalmente, muestran un cuadro de sequía que afecta la fecha de siembra de soja y maíz temprano de la campaña 24/25, mientras muchas zonas productivas de Rusia y Ucrania complican la siembra de trigo 25/26 por falta de agua en los suelos, al mismo tiempo que falta agua en zonas trigueras de Australia, cuya cosecha 24/25 comienza a mostrar posibles recortes, lo que también ocurre en Argentina. Estos países proveen el 51% de soja, 17% del maíz y 19% de trigo producido en el mundo, y exportan 60% de la soja, 57% del maíz y 40% del trigo que se exporta en el mundo, por tanto, estos cuadros de sequía que presentan en simultáneo, ponen los precios a la suba.
Por otro lado, Estados Unidos, que produce 29% de la soja, 32% del maíz y 7% del trigo, y exporta 27% de la soja,30% del maíz y 10% del trigo que se exporta en el mundo, tuvo una buena cosecha de trigo y está avanzando a buen ritmo con la cosecha 24/25 de soja y maíz, lo que aporte certeza al mercado, aportando condimentos bajistas. A esto se suman las esperadas lluvias sudamericanas la semana que viene, que podrían relajar los precios.
Geopolítica: El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania sigue poniendo en escena la posibilidad de complicaciones en el abastecimiento de granos desde la zona del Mar Negro, lo que pone tensión alcista con cada nuevo ataque que ralentiza el fluir de buques graneleros en esa zona.
El recrudecimiento del conflicto bélico en zona del Medio Oriente, con acción y reacción entre Israel, Irán y aliados de ambas naciones, traen amenazas sobre fuentes de energía, donde el petróleo reacciona a la suba, con el impacto alcista sobre granos vinculados a biocombustibles, como soja y maíz.
Lo que afecta la demanda en el mundo:
Tasa de interés y tipos de cambio: La baja de tasa de interés en Estados Unidos, trae movimientos bursátiles fuertes, que por un lado tienden a asumir más riesgo en busca de mayores tasas de interés, y por otro devalúan la moneda haciéndola más competitiva para exportar, lo que alienta a los países compradores, con mejor relación de compra frente al Dólar, a comprar sobre ese país, que ve, en medio de su cosecha, reactivada la exportación. Esto da espacio para subas de precio, por mayor presión de demanda y rendimiento del dólar frente a las monedas de los países compradores. Por el contrario, el fortalecimiento del Real brasilero y del PESO argentino, causa menor competitividad exportadora de estas monedas, y mayor necesidad de bajar precios de exportación para seducir a la demanda internacional hacia nuestras costas.
Geopolítica: Los conflictos en Medio Oriente, enciende las alarmas del mercado en general, que perciben escenarios de alto riesgo, lo que puede verse en las subas de los últimos meses del índice VIX o índice del miedo, que hace picos cada vez que hay ataques y contra ataques en Medio Oriente. Grande capitales del mundo buscan entonces resguardar valor en activos que aportan sensación de seguridad, como por ejemplo el oro, que viene escalando precio durante todo el 2024, rompiendo techos de precio que han alcanzado récords nunca vistos hasta ahora. Esto pone a grandes fondos de inversión posicionados en granos, a pensar en apostar por activos que brinden mayor seguridad, pudiendo causar fuertes bajas.
Por otro lado, los conflictos y el temor a una escalada de los mismos, obstruye/encarece zonas estratégicas de paso, como el Mar Rojo, el Golfo Pérsico y el Mediterráneo, para el transporte de mercadería desde países proveedores a consumidores, causando menor demanda desde orígenes de países comprometidos y mayor demanda en orígenes alternativos, donde países del continente americano aparecen.
Resguardo de valor:
Saldos y precios promedio de la 23/24: Mientras todo lo anterior ocurre en el mundo, Argentina, atravesada nuevamente por la sequía y su macroeconomía, muestra decisiones del sector agrícola que hablan de resguardar valor frente a una campaña incierta.
Hasta fin de septiembre se habían comercializado con precio 73% del trigo 23/24, a un precio promedio de U$S 246/TN, quedando un saldo de trigo a preciar de 3,5 millones de toneladas a menos de dos meses de la nueva cosecha 24/25. Se comercializó 55% del maíz y 44% de la soja 23/24, a precios promedio de U$S 174 y 306/TN respectivamente, quedando un saldo de 21 millones de toneladas de maíz y 28 millones de toneladas de soja por preciar.
Precios actuales y rendimiento de liquidaciones: Los precios alcanzados por el trigo, maíz y soja terminando la semana pasada, fueron de U$S 216, 185 y 320/TN respectivamente. Solo trigo cotiza por debajo del precio promedio del año, soja y maíz superan los precios promedio operados hasta ahora por la 23/24.
Si pasamos estos precios a su equivalente en Dólar MEP, puede verse que soja y maíz se encuentran en valores que podrían rendir U$S 260 y 152/TN respectivamente, muy cerca de sus máximos de este año en U$S 264 y 168/TN. Solo trigo, ya en su última etapa comercial 23/24, rinde U$S 176/TN más cerca de sus mínimos de este año, que de sus máximos de U$S 222/TN. Estos mayores rendimientos se logran por suba de precios y acortamiento de brecha cambiaria entre el tipo de cambio mayorista y MEP, dada la trayectoria de los tipos de cambio tras las medidas macroeconómicas en vigencia y las apuestas del mercado a las mismas.
Decisiones comerciales mirando hacia la 24/25: Puede decirse que el escenario local está dado para liquidar soja y maíz, reduciendo el volumen sin precio, aprovechando la posibilidad de lograr mayores precios promedio a tipo de cambio oficial y a la vez mayor rendimiento a tipo de cambio MEP, en caso de querer dolarizar la venta.
Sin embargo, la pelota productiva está en el aire, con lluvias pronosticadas para Argentina y Brasil la semana que viene, que podrían traer alivio al sector productivo, aunque escasas para muchas áreas de ambos países, que dudan de que sean suficientes para avanzar con la siembra de maíz temprano en Argentina y soja temprana en Brasil, este último avanzando al ritmo más lento de los últimos cinco años. Al mismo tiempo, el trigo está en riesgo, con déficit hídrico mientras define rendimiento.
Todo esto hace dudar del éxito productivo de la próxima 24/25 para los tres granos, trayendo temor respecto a disponer o no de mercadería física suficiente para seguir en el ciclo productivo. El saldo de granos por comercializar y preciar entonces, es retenido como resguardo de valor, puesto por encima de la disponibilidad de mayor precio y rendimiento dolarizado.
Conclusiones: El mercado de granos muestra condimentos que se ven alcistas y otros bajistas, mostrando señales de alta incertidumbre a la hora de proyectar tendencia de precios en el mediano plazo. El mundo avanza en sus inversiones y conflictos, y los precios locales se observan más cerca de techos que de pisos, lo que fuertes movimientos del mercado podría hacer cambiar.
Hay que recordar que los granos representan poder adquisitivo, que un volumen determinado a un precio determinado, permite adquirir bienes o servicios determinados. Así, resguardar volumen de granos, cuando los precios acompañan con subas, en un contexto complejo que podría traer más subas, pero también fuertes recortes, podría no ser del todo resguardar valor.
El criterio de toma de decisiones de ventas y coberturas de precios, debe considerar un panorama tan complejo y a la vez poner los precios en función de costos y rentas objetivos, para no paralizarse en medio de la incertidumbre y concretar mejores resultados.
Intercambio Automático de Información Financiera Argentina. Si bien los trascendidos del Organismo Federal dan cuenta de haber recibido información sobre más de 150 mil cuentas de argentinos en Estados Unidos, muchos contribuyentes estarán a la expectativa de qué información ha sido efectivamente recibida por AFIP para decidir por su ingreso (o no) al blanqueo de capitales
Por Alejandra Sarni, Socia de Impuestos & Legales de BDO en Argentina
Buenos Aires, miércoles 2 octubre (PR/24) — Hacia fines de mayo de este año, el Servicio de Impuestos Internos de los Estados Unidos (IRS) confirmaba que la Argentina contaba con las medidas de seguridad de datos y la infraestructura adecuadas para realizar de manera efectiva el primer intercambio automático de información financiera suscripto en diciembre de 2022, luego de que la administradora federal Florencia Misrahi, se reuniera con las principales entidades y asociaciones bancarias de nuestro país y resto de Organismos involucrados en el régimen de información financiera (FATCA), poniendo a disposición del IRS las especificaciones técnicas necesarias para adaptar los sistemas de remisión de la información.
Así las cosas, el Acuerdo FATCA entró en vigor el 01/01/2023 y es por ello que esta semana la AFIP comenzó a recibir información correspondiente al período fiscal 2023 del fisco estadounidense, cuyas repercusiones se irán dimensionando en los próximos meses.
Si bien los trascendidos del Organismo Federal dan cuenta de haber recibido información sobre más de 150 mil cuentas de argentinos en Estados Unidos, muchos contribuyentes estarán a la expectativa de qué información ha sido efectivamente recibida por AFIP para decidir por su ingreso (o no) al blanqueo de capitales ya que, si dicha cuenta no se encuentra regularizada ante la AFIP, el blanqueo de la misma no necesariamente es una decisión que debe resolverse este mes.
Ello así, ya que para quienes poseen cuentas bancarias en el exterior no declaradas por importes de hasta U$S100.000 dólares, NO existe costo alguno asociado para regularizar la misma y no hay diferencia alguna entre sumarse al blanqueo en la Etapa 1, en la Etapa 2 o en la Etapa 3 que finaliza en Abril de 2025, dado que la franquicia de U$S100.000 para no pagar el impuesto especial aplica igualmente, cualquiera sea el momento en que dicho contribuyente opte por blanquearla (en aquel caso que ése fuera su único bien no declarado ante AFIP).
El Acuerdo recíproco establece que entidades financieras y no financieras tales como bancos, entidades de inversión y aseguradoras informarán el Nombre, dirección y número de identificación fiscal del residente fiscal en la Argentina (titular directo de la cuenta), el Número de la cuenta, la identificación de la entidad de Estados Unidos que reporta y el importe de los intereses, dividendos y otros ingresos financieros acreditados en la misma, pero siempre en la medida que la renta bruta asociada supere la suma de 10 dólares (importe anual) y se correspondan con ingresos de fuente de los Estados Unidos. Dicho de otra forma, si un sujeto percibe -por ejemplo- comisiones por su labor profesional desplegada en un tercer país o incluso rentas por colocaciones en títulos o bonos emitidos por otros países, dicha información NO será reportada.
El país del norte tampoco informará al Fisco argentino los saldos de las cuentas al 31 de diciembre de cada año, así como tampoco los movimientos que se sucedan a lo largo del año en las cuentas susceptibles de ser reportadas.
Una cuestión de vital relevancia resulta ser que, a pesar de ser acuerdos recíprocos, mientras Estados Unidos recibe información de cuentas abiertas a nombre de sujetos obligados a pagar impuestos en Estados Unidos (persona humana) y cuentas donde dichas personas son “personas controlantes”, el IRS sólo intercambia información sobre los titulares de cuentas en los Estados Unidos. Vale decir, NO reportará personas controlantes o beneficiarios finales de estructuras que mantienen cuentas en los Estados Unidos; Estados Unidos sólo intercambiará titulares directos de cuentas bancarias (“Account Holders”) y en consecuencia quedarán fuera del radar aquellas cuentas a nombre de una sociedad (LLC) o estructura (Trust), aún cuando el accionista o fiduciante resulte ser una persona humana residente fiscal argentino.
En conclusión, el Secretario del Tesoro sólo informará:
• Cuenta de depósito: si el titular es una persona física residente en Argentina, si se pagan más de USD 10 de interés a dicha cuenta en el año calendario.
• Cuenta Financiera que no sea una Cuenta de Depósito: si el titular de la Cuenta es residente de Argentina, incluida una Entidad que acredite que es residente en Argentina para efectos fiscales (sociedades argentina), con respecto a los ingresos de fuente estadounidense pagados o acreditados en la cuenta, que estén sujeto a informe en virtud del Capítulo 3 del Subtítulo A o el Capítulo 61 del subtítulo F del Código Fiscal Interno (“Internal Revenue Code”, “IRC”) de EE.UU (entiéndanse las que se informan en el formulario F 1042 – En el mismo, principalmente se incluyen RFPDA (en español, Renta Fija Determinable Anual Periódica), la cual comprende principalmente intereses, dividendos, regalías).
En cuanto a las Sociedades LLC (Limited Liability Company) de residentes argentinos que tengan cuentas bancarias en EE. UU en aquellos casos que sean consideradas como transparentes o pass-through por la legislación fiscal estadounidense, las Entidades no son sujetos pasivos del impuesto a las Ganancias y la ganancia original (o subyacente) será gravada directamente en cabeza del socio o partícipe. En dicho caso, las entidades financieras podrían reportar sus nombres al IRS, ya que disponen de la información que surge del Formulario 1042 y del W8 (identificación del sujeto argentino).
Recordamos que el Formulario 1042 se usa para que el agente de retención (en este caso, la institución financiera) declare el 15 de marzo de cada año al IRS ciertos ingresos originados en Estados Unidos (incluidos intereses, dividendos, etc.) pagados a no residentes norteamericanos (non resident aliens) durante el año calendario y la información acerca de las correspondientes retenciones fiscales en la fuente.
Si bien, no se encuentra específicamente en las disposiciones del Acuerdo FATCA, en base a lo expuesto, las entidades financieras podrían entonces brindar información respecto de los socios.
Por Nicolas Razzetti Analista Del Mercado Ganadero
La crisis rompió la elasticidad de la demanda interna, cae fuerte el consumo de carne vacuna y las perspectivas no son alentadoras para los valores del ganado en el corto plazo. El INDEC informó que la inflación promedio de agosto fue de 4,2%, pero los valores de la carne vacuna que aumentaron mucho menos y quedaron bien atrás del indicador mensual y del acumulado en los últimos 12 meses.
La caída en el poder de compra del consumidor consecuencia de la crisis económica es tan fuerte que se rompió la elasticidad de la demanda interna de este alimento, el más deseado por los argentinos.
Si la inflación del INDEC fue de 4,2%, los precios de la carne vacuna relevados por el IPCVA que tiene un medición exhaustiva que el organismo oficial, subieron 1,2% en la zona AMBA, 1,5% en Rosario y 2,,9% en Córdoba durante el mes pasado.
En tanto, en el acumulado del último año la carne vacuna subió 197% y la inflación fue de 236%. Hay una diferencia marcada de 39 puntos porcentuales entre uno y otro indicador lo que habla a las claras de los problemas de la demanda interna afectada por la suba de diferentes rubros de su costo de vida entre los que se destacan los incrementos en las tarifas de los servicios públicos.
En los feedlots sigue habiendo mucha hacienda. En agosto el Senasa informó que tenían 2,05 millones de animales. En septiembre esa cantidad cayó muy poco, en los corrales había 1,95 millones de cabezas.
Según feedloteros consultados muchos intentan estirar procesos de engorde a la espera de capturar un mejor precio y además porque una vez que se desprenden de la hacienda les cuesta mucho reponer por el diferencial de valores.
De todos modos, el proceso de vaciado comenzó y durará al menos hasta fin de año por lo que cabe esperar una crisis profunda del precio de la carne y de la hacienda.
En agosto ingresaron a esos establecimientos, según informa el Senasa, 396.000 vacunos y salieron 446.000 lo que da cuenta del arranque del proceso de vaciamiento que, por ahora, no es tan marcado y que se acentuaría más en los meses próximos.
Desde el arranque de la zafra de terneros la situación fue la inversa, de marzo a julio el encierre fue mayor a lo que se vendió para faena.
El quiebre en la tendencia tiene que ver con la escaza oferta de terneros. La mayor parte ya se negoció y el criador que se quedó con hacienda ahora espera a darle algunos kilos más en el proceso de recría que permitirá la primavera para venderla a algún engordador o exportador que quiera hacer novillos.
Ante la poca oferta de terneros los precios se afirmaron. Los criadores venden los machos que llevan los que recrían a campo a 2600/2700 pesos por kilo vivo y las terneras que son demandadas por los feedlots se pagan 2300/2400 pesos, por encima de su capacidad de pago por la esperanza que se mantiene en la recomposición del mercado.
También se repone hacienda en los corrales con menos intensidad porque los precios de lo que se está vendiendo en el consumo interno no son buenos.
Los novillitos y vaquillonas que pocos meses atrás llegaron a valer 2300/2400 pesos por kilo vivo, hoy se negocian en el Mercado de Cañuelas a 2000 pesos.
Si se le carga a esos precios la inflación acumulada debería cotizar en 2800 pesos lo que significa que tienen un retraso del 30% o que en términos reales se sufrió una fuerte descapitalización. Otra vez la carne vacuna actuó como ancla inflacionaria.
En el contexto actual, con la cantidad de hacienda que hay en los corrales y la debilidad de una demanda interna que no tiene posibilidades de reacción porque hay incrementos que se le imponen como el de los servicios públicos, prepagas, colegios, alquileres, los valores de la carne y de la hacienda no tienen mucha chance de aumentar y recuperar el terreno perdido.
Relaciones de precios y mayor consumo de las carnes alternativas
El informe de precios de las carnes del IPCVA la relación entre el kilo de pollo y el de asado es la peor en 5 años. Según ese documento con un kilo de asado se compran 2,9 de pollo. Por otra parte también desmejora la relación entre el kilo de asado y el de pechito de cerdo. En este caso es 1 a 1,2. También en este caso se trata de la peor relación en 5 años.
A su vez, en forma interanual los valores del pollo aumentaron 240% el mencionado informe de precios que mide al pollo entero, en los trozados las subas fueron mayores y gran parte del comercio de esta carne se hace de este modo.
Y esa suba de valores se dio a pesar de que el nivel de abastecimiento de carne aviar siguió en los 45/47 kilos lo que habla de una transferencia de consumo de la carne vacuna a esta especie en gran parte apuntalada por los buenos precios y ofertas en supermercados del pollo entero
Lo mismo viene sucediendo con la carne de cerdos. El consumo medido en kilos de carne disponibles por habitante ronda los 18/20 kilos y gracias al planchazo de precios que se dio en los últimos meses en el capón y en la carne ganó más espacio en la dieta.
En el último mes el precio del pechito de cerdo aumentó fuerte, más de 15%, y el consumo no cedió, por el contrario convalidó las subas y castigó a la carne vacuna. Veremos cómo sigue la competencia entre los tres productos en los próximos meses.
Primicias Rurles
Fuente: Por Nicolas Razzetti | Analista Del Mercado Ganadero de Agroeducación
Por Brian Torchia, gerente de Finanzas Corporativas de Pgk Consultores
Buenos Aires, 18 de septiembre (PR/24) .- El último dato de inflación arrojó que durante el mes de agosto los precios subieron un 4,2%, estando por encima de las expectativas del Gobierno Nacional (por debajo del 4%). Este dato incorpora ciertas dudas respecto de la, hasta ahora, marcada tendencia en favor de la desaceleración de la tasa de crecimiento del nivel de precios producto de la política anti-inflacionaria del Gobierno dado que hace varios meses no puede romper con el piso del 4% y que las acciones de mayor impacto como puede ser el freno a la emisión monetaria, el anclaje de expectativas a través del tipo de cambio y el freno del nivel de actividad, ya han sido utilizadas.
Dentro del presente contexto, surge la inquietud de dónde conviene invertir los ahorros, especialmente por parte de los inversores más conservadores. En este sentido, se podrían destacar 2 tipos de activos para incluir en una cartera de perfil conservador: Tasa Conocida o Tasa Variable (inflación o dólar oficial). Con respecto al primer de estos, en promedio la tasa mensual que están devengando es de un 4,30% (siendo más bajo en los activos con vencimiento más cercano). Por otro lado, en lo que respecta al segundo tipo de activos, aquellos vinculados a inflación, dados los precios actuales de mercado, necesitan de una inflación promedio del 4% en el corto plazo (2024) y del 3,10% en el mediano plazo (2025) para rendir lo mismo que el promedio de aquellos instrumentos con tasa ya conocida, mientras que los vinculados al tipo de cambio oficial serían los menos atractivos en el corto plazo teniendo en cuenta la actual política cambiaria (devaluación mensual del 2%) y los actuales precios de estos instrumentos, que terminan configurando un escenario en el cual necesitan un “shock cambiario” para ser realmente atractivos, aspecto que en principio dadas las expectativas generales no parecería probable en el corto plazo.
Por lo tanto, partiendo de este contexto, es posible pensar en distintas alternativas adecuadas a la percepción de cada inversor, primando siempre el sesgo de perfil conservador. En este sentido, en cuanto mayor confianza se le otorgue al sostenimiento de las políticas cambiarias e inflacionarias del Gobierno, mayor proporción dentro de una cartera deberían tomar los instrumentos de Tasa Conocida (LECAP, que vienen ofreciendo tasas entorno al 45%). No obstante, sería prudente resguardar una porción del capital en instrumentos atados a la inflación, viendo atractivo en el tramo medio de la curva (TZX25 y/o TZX26, que permitiría captar rebrotes inflacionarios). Respecto al segmento Dólar Linked, deberían ir incorporándose en las carteras en la medida en que el perfil inversor le otorgue mayor relevancia a la cobertura devaluatoria, o bien en la medida en que vaya transcurriendo más tiempo dado que ante una eventual liberación de las restricciones cambiarias, un shock de corrección del tipo de cambio pareciera un escenario posible y son este tipo de instrumentos los que capturarían valor ante ese evento.
En este sentido, una cartera 70/30 mirando segmento de Tasa Conocido e Inflación, respectivamente, parecería algo prudente, siguiendo de cerca la formación de expectativas a nivel cambiario apuntando a una rotación dinámica desde Tasa Conocida a Dólar Link en la medida en que se acerque la posibilidad de salida del cepo o bien que se sostenga la divergencia entre la evolución del tipo de cambio (2%) y la inflación (4%) producto de no lograr perforar a la baja dicho rango, aumentando tensiones en el frente externo.
Precio: En julio, la carne vacuna promedió $7.445 por kilo, lo que representa una reducción del 16% en términos reales comparado con diciembre de 2023, contribuyendo a la desaceleración de la inflación.
Consumo: A pesar de la baja en los precios, el consumo de carne vacuna cayó un 20% interanual llegando a mínimos históricos, debido al menor poder adquisitivo, y las familias optaron por carnes más económicas como el pollo o el cerdo.
Proyecciones: Se espera que la demanda de carne aumente si mejora la actividad económica, pero la producción ha caído y los costos podrían aumentar, lo que llevaría a una subida en los precios de la carne en los próximos meses.
Buenos Aires, 12 de septiembre (PR/24).- Tomando como referencia el precio de 18 cortes(1), en julio de este año la carne vacuna promedió $7.445 por kilo al consumidor. Si se compara este precio con el de antes de comenzar el año (diciembre 2023), la carne vacuna se abarató un 16% en términos reales desde aquel entonces.
Esta caída disminuyó la incidencia del precio de la carne en el índice general de los precios al consumidor y ha contribuido al retroceso de la inflación que se viene observando en este 2024. Considerando la participación con que aparece la carne vacuna en las canastas de consumo que habitualmente monitorean los organismos estadísticos cuando elaboran los índices de precios (5-6%), se estima que la carne pasó de aportar 2,2 puntos porcentuales a la inflación de diciembre 2023 a aportar solo 0,11 puntos a la inflación de julio 2024.
Ahora bien, la estimación anterior simplifica una realidad heterogénea. En la práctica, la participación de la carne bovina en los gastos familiares del mes no es fija, depende fundamentalmente del nivel de ingresos y los precios relativos que se enfrentan. En relación a esto, durante el primer semestre del año, en un contexto de fuerte caída de la actividad y bajo poder de compra de los ingresos, el consumo aparente de carne vacuna (producción menos exportaciones) cayó 20% interanual y se posicionó en mínimos históricos.
Ocurre que en coyunturas de este tipo las familias recurren a otras opciones más económicas como el pollo o el cerdo para salvaguardar sus ingresos. Más aún si se tiene en cuenta que, a pesar de la “merma” de los últimos meses, la carne vacuna no se encuentra “barata” en relación al pasado: el precio de julio quedó prácticamente al mismo nivel que su media 2007 – 2023 (en términos reales), pero el promedio de enero – julio se posicionó 6% por encima de dicha referencia y con un kilo de carne vacuna pudieron comprarse, alternativamente, casi 3 kilos de pollo o 1 kilo y medio de cerdo.
De cara a lo que viene el gran interrogante es qué sucederá con el precio de la carne durante los próximos meses; si tiene margen para seguir bajando y contribuyendo a la desaceleración general de los precios, o si, por el contrario, a partir de ahora comenzará a valorizarse.
Por el lado de la demanda, si la actividad económica comienza a repuntar, como se espera que suceda hacia fines de año, las familias deberían ir retornando a sus patrones de consumo habituales pujando por una mayor participación de la carne vacuna en sus canastas (que hoy está en pisos) y el factor bajista que implica la sustitución por otras carnes en el mostrador tendería a atenuarse.
Por el lado de la oferta, la producción de carne cayó casi 9% interanual durante los primeros siete meses del año y la hacienda que típicamente abastece al mercado interno se valorizó casi proporcional (vaquillonas y novillitos subieron 7-8% real i.a en Cañuelas). Este año la faena (y por ende la producción de carne) cerrará sin dudas por debajo del año anterior que fue récord. Si a esto se le suma que estacionalmente la hacienda en pie (principal costo en la producción de carne) tiende a corregir para arriba en los últimos trimestres, y que podría comenzar a arbitrar un mayor precio para la exportación debido a la reciente reducción de aranceles sobre los productos y subproductos cárnicos, las presiones para los precios en mostrador también serían al alza por el lado de la oferta durante los próximos meses.
(1) En base al relevamiento de precios que realiza el IPCVA.
Este libro es el resultado de cuatro viajes de su autora, Matilde Fierro, a la parroquia de Medjugorje, en Bosnia Herzegovina, donde se aparece la Virgen María como la Reina de la Paz desde 1981.
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