Hoy Jornada a campo del IPCVA en Mendoza

Hoy Jornada a campo del IPCVA en Mendoza

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Capacitación Virtual del IPCVA

Buenas prácticas sanitarias, más información en www.ipcva.com.ar

Fertilización de pasturas y verdeos, más información en www.ipcva.com.ar

Maquinaria para la producción de forrajes conservados, más información en www.ipcva.com.ar

¿Vale la pena suplementar vacas en lactancia temprana? Un nuevo estudio del INTA financiado por el IPCVA

Investigadores del INTA Cuenca del Salado y Balcarce evaluaron cómo impacta la suplementación energética de vacas Angus recién paridas sobre la producción de leche y el desarrollo de sus terneros hasta la faena. El trabajo fue financiado por el IPCVA.

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Fuente: IPCVA

Primicias Rurales

La raza Limangus lidera la medición de eficiencia alimenticia en Argentina

La raza Limangus lidera la medición de eficiencia alimenticia en Argentina

Con la efectividad y rentabilidad como puntos con más relevancia, la raza trabaja en el análisis de datos e información para seguir produciendo más cada vez más carne.  

Foto archivo PROLIAR

En un contexto donde la sostenibilidad y la eficiencia son los grandes desafíos del futuro ganadero, la raza Limangus se posiciona a la vanguardia en Argentina. No solo por sus virtudes productivas, sino por ser, actualmente, la raza que más mide y evalúa el consumo residual de alimento, conocido como RFI (Residual Feed Intake).

Este indicador, clave para identificar animales más eficientes desde el punto de vista alimenticio, viene siendo monitoreado con rigurosidad en la cabaña La Coincidencia, ubicada en 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, donde también varios cabañeros confluyen para evaluar sus reproductores.

El ingeniero agrónomo Aníbal Pordomingo, referente en investigación ganadera, explicó que estas evaluaciones comenzaron hace tres años y desde hace dos se realizan sistemáticamente en ese Establecimiento. “Se evalúan animales de distintas cabañas, mayoritariamente toros Limangus, por ciclos de 60 días. En cada ciclo participan entre 100 y 150 animales divididos en corrales, y también se evalúan hembras bajo el mismo criterio”, detalló.

El RFI es un indicador indirecto de eficiencia de conversión que, a diferencia de otros métodos, permite medir el consumo neto sin que los resultados estén distorsionados por el peso adulto o la ganancia de peso del animal. “No debe confundirse con eficiencia de conversión directa. Este método remueve los efectos de tamaño y crecimiento, lo cual lo hace más limpio para evaluar la eficiencia alimentaria real”, advirtió Pordomingo.

Una diferencia que importa

El especialista aclara que el RFI no es un número absoluto, sino que se interpreta en relación al grupo contemporáneo evaluado. “Por ejemplo, un toro puede tener un valor RFI de -1, lo que significa que consume un kilo menos de alimento por día de lo que se esperaría para su peso y nivel de ganancia. Otro animal podría tener un valor de +1, es decir, consumir un kilo más. Entre los extremos de la población evaluada, hay una diferencia de hasta 4 kilos diarios, lo que representa un impacto significativo en términos de eficiencia”, explicó.

Si bien la variabilidad observada en Limangus es similar a la de otras razas, lo distintivo es el volumen de datos generados. “Limangus ha evaluado más animales en RFI que todas las otras razas juntas en el país. Esto demuestra un compromiso fuerte por parte de los criadores con este carácter, que se suma a los parámetros tradicionales como peso al nacer, destete y características de carcasa, entre otros”, señaló Pordomingo.

Un paso más hacia la ganadería eficiente

Para una raza con amplio potencial de crecimiento, pero que aún mantiene una participación relativa limitada en la ganadería nacional, el foco en la eficiencia alimenticia podría transformarse en una ventaja competitiva importante. “Incorporar este tipo de mediciones le da a Limangus una herramienta más para desarrollar una estrategia productiva sustentada en indicadores objetivos. No sólo es una cuestión de genética, sino de dirección y propósito productivo”, concluyó el especialista.

La apuesta por la medición del RFI no solo posiciona a Limangus como una raza pionera en este aspecto, sino que también sienta un precedente para el resto de la ganadería argentina, en momentos donde la eficiencia y la sustentabilidad son más que nunca parte de la agenda productiva.

Primicias Rurales

 

 

 

El nuevo oro rojo: cuál es el cultivo que alteró la producción ganadera tradicional y que permite producir carne barata

El nuevo oro rojo: cuál es el cultivo que alteró la producción ganadera tradicional y que permite producir carne barata

Una alternativa de alta energía cambió por completo las cuentas productivas en una zona de escaso desarrollo ganadero, gracias a una estrategia basada en innovación, adaptación y rendimiento
Foto. Remolacha forrajera: un cultivo de alto rendimiento energético utilizado para engorde animal en seis meses

Buenos Aires, martes 24 junio  (PR/25) — En el partido bonaerense de Carmen de Patagones, un productor introdujo un cultivo forrajero que alteró los parámetros tradicionales de producción de carne. Alejandro Pérez Iturbe desarrolló un sistema basado en remolacha forrajera, específicamente la variedad Beta vulgaris, luego de un viaje técnico a Nueva Zelanda y Australia en 2017.

Al observar el uso intensivo de esta planta en sistemas de engorde animal en esos países, decidió replicar el modelo en su campo Don Antuco. La primera siembra fue de siete hectáreas. También implementó pruebas en la zona de Choele Choel. Los resultados fueron positivos desde el comienzo y motivaron una rápida expansión del sistema.

En algunos lotes, con una entrada de animales de 250 kilos y una salida de 412 kilos, el sistema entregó 3300 kilos de carne por hectárea en medio año. En un ejemplo concreto, en un lote de 14,2 hectáreas de remolacha, Pérez Iturbe logró mantener 300 animales en engorde continuo.

La planta mostró un alto contenido energético3 megacalorías por kilo de materia seca, un valor comparable al maíz. Su hoja también ofreció alto contenido proteico, lo que proporcionó un alimento equilibrado con energía en la raíz y proteína en la hoja.
En Carmen de Patagones, unEn Carmen de Patagones, un sistema basado en remolacha forrajera cambió las reglas de la producción intensiva de carne ( Revista Chacra)

Para implementar este sistema, el ganado necesitó una adaptación inicial de 20 días debido al cambio en la flora microbiana. A los animales se les suministró además un kilo de fibra, generalmente a base de maíz. La productividad general del cultivo alcanzó 45 toneladas de materia seca por hectárea.

Según el productor, la remolacha mostró un gran poder de compensación. Con 80.000 plantas por hectárea y un peso promedio de 3 kilos por planta, se generaron 240.000 kilos de materia verde, de los cuales el 15 al 16% correspondió a materia seca.

Algunas raíces alcanzaron pesos extraordinarios de hasta 18 kilos, aunque ese tipo de desarrollo se produjo cuando hubo menos competencia entre plantas. Para evitar ese fenómeno, se buscó lograr una distribución uniforme de las semillas con una caja de 100.000 unidades por hectárea.

El sistema utilizó riego por gravedad, como en el Valle del Río Negro, aunque también resultó apto para riego por pivote. En regiones más húmedas, la remolacha se cultivó en seco, con precipitaciones de entre 700 y 800 mm anuales. En la zona de Coronel Suárez, los rendimientos en secano fueron aproximadamente la mitad de los obtenidos con riego.

Aumento de la productividad

En cuanto al costo, la inversión inicial fue de US$1700 por hectárea. A lo largo del proceso, surgieron otros gastos operativos, pero el margen bruto promedio alcanzó los US$800 por hectárea, especialmente en zonas del sur del país, donde el valor de la carne fue un 15% superior respecto al norte del río Colorado.

El modelo no sólo triplicó o cuadruplicó la productividad frente a esquemas extensivos tradicionales, sino que también mejoró la eficiencia en invierno, cuando escasean los verdeos. Esto se debió al ciclo productivo del cultivo, que se sembró entre agosto y octubre, requirió unos 900 mm de agua durante su desarrollo, y estuvo listo para recibir ganado en marzo.

El sistema ofreció una solución para economías regionales. Según el productor, en cuatro hectáreas se pudieron engordar 100 animales, lo que lo convirtió en una alternativa viable para pequeños y medianos productores con superficies limitadas.

Pérez Iturbe recordó que al inicio de su experiencia, muchos productores mostraron escepticismo. Sin embargo, tras observar novillos Charolés de 500 kilos alimentándose con remolacha forrajera, la percepción cambió.

El uso de variedades aptas para animales eliminó riesgos anteriores vinculados a toxinas presentes en remolachas no adaptadas. El desarrollo contó con el acompañamiento de firmas semilleras, que participaron en las primeras etapas del sistema.

El antecedente más cercano en el país fue el de la remolacha azucarera en el norte, aunque no tuvo gran desarrollo debido a la competencia con la caña de azúcar. El enfoque forrajero propuso un esquema intensivo y sustentable, que funcionó incluso en invierno y que adaptó un cultivo de alto valor nutricional a un nuevo uso productivo.

El antecedente más cercano en
El antecedente más cercano en el país fue el de la remolacha azucarera en el norte, aunque no tuvo gran desarrollo debido a la competencia con la caña de azúcar REUTERS/Pascal Rossignol

A partir de rendimientos de 30.000 kilos de materia seca por hectárea, el sistema sostuvo cargas de 21 animales por hectárea, con ganancias diarias de peso de 900 gramos, lo que permitió aumentar la producción de carne en forma notable. Con estos niveles, el sistema demostró ser económicamente eficiente y técnicamente reproducible.

Pérez Iturbe insistió en que el cultivo puede adaptarse a diversas zonas del país y que su éxito depende de variables como el tipo de riego, el manejo del suelo y el esquema de siembra. Su desarrollo requirió ajustes, pero logró consolidarse como una opción viable para transformar campos con bajos niveles de productividad.
Primicias Rurales
Fuente: Infobae
Un mundo sin vacas: el impacto que nadie te contó

Un mundo sin vacas: el impacto que nadie te contó

Córdoba, lunes 23 junio (PR/25) — Hoy en día se suele acusar a la ganadería como la principal causa del cambio climático y de muchos de los problemas mundiales. Algunos ambientalistas y activistas por los derechos de los animales hacen campaña para acabar con el consumo de la carne y cerrar todas las granjas. Pero ¿qué pasaría si todos nos volviéramos veganos? ¿Cómo sería un mundo sin vacas ni animales de granja en general?

Un grupo de expertos en ganadería y científicos se propuso responder a esta misma pregunta en el documental «Un Mundo Sin Vacas», que explora el complejo y, a menudo, sorprendente papel de las vacas en nuestra salud y en el planeta. A través de entrevistas con agricultores, ganaderos, científicos y expertos ambientales, los galardonados periodistas Michelle Michael y Brandon Whitworth viajaron a más de cuarenta lugares del mundo para examinar la relevancia cultural y económica de las vacas, su contribución a la nutrición global y su verdadero impacto en el clima.

¿Estaríamos mejor en un mundo sin vacas?
El documental invita a los espectadores a reflexionar sobre una pregunta central: «¿Estaríamos mejor en un mundo sin vacas?». Las respuestas no son sencillas, ya que las vacas influyen en muchos aspectos de la sociedad, desde la agricultura y la cultura hasta la nutrición y el medio ambiente.

Basándose en evidencia científica y a través de conversaciones con expertos en ciencias ambientales y agrícolas de todo el mundo, Michelle Michael y Brandon Whitworth analizaron en profundidad cuestiones clave relacionadas con las emisiones de metano, la seguridad alimentaria, el uso global del suelo, los numerosos subproductos de la producción de carne de vacuno y las posibles repercusiones de la ausencia de vacas. En su búsqueda de la verdad tras debates a menudo simplistas, Michelle y Brandon descubrieron que, si bien las vacas contribuyen con alrededor del 5-7% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, el panorama completo es mucho más complejo.

Las emisiones de metano, por ejemplo, representan alrededor del 30% de las emisiones globales de metano. Sin embargo, la evidencia científica indica que el metano del ganado, principalmente debido a la fermentación entérica, permanece en la atmósfera sólo unos 12 años, mucho menos que los siglos del CO₂.

Esto significa que la reducción de las emisiones de metano puede tener un impacto más rápido en la desaceleración del cambio climático. Los científicos están explorando soluciones como cambios en la dieta, cría selectiva e intervenciones en el microbioma para reducir las emisiones en origen, logrando excelentes resultados. Cuando escuchamos que la mayor parte de las tierras agrícolas del mundo se destinan a la ganadería, es importante comprender que gran parte de las tierras destinadas al pastoreo no son aptas para cultivos destinados al consumo humano directo. El pastoreo de animales ayuda a mantener suelos saludables, ya que estimula a las plantas a liberar compuestos de carbono que alimentan a los microbios del suelo, mejorando su fertilidad y ayudando a secuestrar carbono. Este proceso promueve prácticas de uso de la tierra más sostenibles y, al capturar y almacenar carbono en el suelo, es posible reducir la cantidad de CO₂ en la atmósfera, lo que ayuda a mitigar los efectos del cambio climático.

Además, el ganado vacuno desempeña un papel vital en la circularidad agrícola a través de un proceso conocido como valorización. Puede convertir los subproductos agrícolas no comestibles de la producción agrícola, como tallos, cáscaras y otros residuos, en alimentos de alta calidad y ricos en nutrientes para los seres humanos. Esto reduce el desperdicio y aumenta la eficiencia general del sistema alimentario, ya que el ganado puede convertir 600 gramos de proteína vegetal de baja calidad en 1 kilogramo de proteína animal de alta calidad.

Aún más importante, el ganado vacuno contribuye significativamente a la seguridad alimentaria mundial, aportando alrededor del 33 % de las proteínas y el 17 % de las calorías que consumen las personas en todo el mundo, aportando nutrientes esenciales difíciles de obtener de otras fuentes, como las plantas. La carne de res y los productos lácteos son especialmente importantes para abordar la desnutrición en poblaciones vulnerables, como las mujeres y los niños en zonas rurales de bajos ingresos. Eliminar la ganadería podría reducir el acceso a nutrientes esenciales para miles de millones de personas, agravando la pobreza y la desnutrición.

Las vacas aportan mucho más que carne y leche a la sociedad
El debate sobre la ganadería suele centrarse estrictamente en la dieta y las emisiones, pero eliminar el ganado vacuno tendría efectos colaterales que irían mucho más allá de la alimentación. Las vacas aportan mucho más que carne y leche; sus subproductos son esenciales para muchos aspectos de nuestra vida diaria.

Desempeñan un papel oculto, pero vital, en la producción de artículos que a menudo damos por sentados: las vacas proporcionan componentes clave, desde medicamentos que salvan vidas hasta materiales quirúrgicos, colágeno para apósitos y reparaciones articulares, gelatina para cápsulas y vacunas, y otros materiales biológicos utilizados en todo, desde válvulas cardíacas hasta la producción de insulina. Estos usos médicos a menudo se pasan por alto, pero son vitales para los sistemas de salud modernos de todo el mundo. Incluso instrumentos musicales, neumáticos, fertilizantes, cosméticos, cuero, comida para mascotas y muchos artículos para el hogar contienen materiales derivados del ganado que son difíciles de reemplazar de forma sostenible o económica.

Esto subraya la realidad de que las vacas están profundamente arraigadas en las cadenas de suministro globales de las industrias agrícola, alimentaria, sanitaria y manufacturera. Eliminar las vacas de nuestro ecosistema impactaría nuestro sistema alimentario y perturbaría una amplia gama de industrias que dependen de materiales derivados del ganado, desde productos farmacéuticos hasta envases, textiles, equipos deportivos e incluso productos para el cuidado de mascotas. Reconocer el papel multifacético del ganado nos reta a pensar de forma más integral sobre su lugar en la sociedad y las consecuencias de un mundo sin él.

Hay una necesidad urgente de diálogo. Uno de los mensajes más importantes de la película es la urgente necesidad de diálogo. Demuestra que es esencial reunir a los agricultores, la sociedad y los responsables de la toma de decisiones para hablar abierta y honestamente. Sin este tipo de comunicación, es imposible encontrar soluciones equilibradas para el medio ambiente, la economía y las personas que dependen del ganado. El documental «Un Mundo Sin Vacas» nos invita a reconsiderar la eliminación del ganado, mostrando que hacerlo podría tener consecuencias de gran alcance para la nutrición, la sostenibilidad y los ecosistemas a nivel mundial. La ciencia detrás de Un Mundo Sin Vacas no es solo informativa; es esencial para generar conversaciones reflexivas y basadas en la evidencia que generen un cambio real y duradero para las personas y el planeta. La película enfatiza que solo podemos avanzar hacia un futuro sostenible mediante la colaboración y el entendimiento.

Fuente: Do we really want to live in a «World Without Cows»? | European Livestock Voice

Fuente: TodoLechería

Primicias Rurales

El Gobierno Nacional eliminó los regímenes específicos de promoción ganadera por especie que fragmentaban al agro argentino

El Gobierno Nacional eliminó los regímenes específicos de promoción ganadera por especie que fragmentaban al agro argentino

La medida modifica esquemas que representaban una barrera para la consolidación de políticas más eficaces y alineadas con las prioridades actuales del desarrollo agropecuario.

Buenos Aires, viernes 20 junio (PR/25) — La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación informa que, a través del Decreto N° 408/2025, se disolvieron los regímenes para la promoción y consolidación de la ganadería ovina y de llamas, caprina, bubalina y bovina de zonas áridas, dado que las condiciones que dieron origen a los mismos cambiaron de manera sustantiva y se hace necesario avanzar hacia esquemas de fomento más integrales, flexibles y orientados a resultados.

Respecto al régimen de la ganadería ovina y de llamas (Ley Nº 25.422) fue implementado en el 2001, luego prorrogado en diversas oportunidades y funcionaba con un esquema de financiamiento basado en Aportes Reintegrables y No Reintegrables, que ya no se considera propicio, ni tampoco eficiente. Hoy se busca generar líneas de crédito y financiamiento desde el sector privado y no recurrir a esquemas de subsidios públicos.

Cabe destacar además, que el mencionado régimen no generó impacto en el incremento de las existencias ovinas, dado que desde la aprobación de la ley hasta la actualidad hubo una disminución del Stock de 13.029.000 cabezas en el 2001 a 11.967.429 en el 2025.

En relación a la ganadería caprina (Ley Nº 26.141), el esquema de promoción sancionado en el 2006, con el propósito de fomentar a este sector en Argentina, impulsó proyectos productivos, buscó contribuir a la formalización de organizaciones de base y facilitó ciertas mejoras en la sanidad, comercialización y manejo del rodeo caprino. Sin embargo, pese a estos esfuerzos puntuales, la evolución reciente del régimen revela una pérdida de dinamismo y una limitada capacidad de transformación estructural del sector. Además, actualmente no se ejecutaba.

La misma lógica se aplica en el caso de la ganadería bovina de zonas áridas (Ley Nº 27.066) y la bubalina (Ley Nº 27.076). La existencia de esquemas de financiamiento, diferenciados exclusivamente por características agroecológicas como la condición de aridez o semiaridez, puede actuar como un factor desarticulante de las cadenas ganaderas, al tiempo que dificultan la construcción de una estrategia coherente e integrada para el sector.

La promoción del desarrollo productivo no puede basarse indefinidamente en mecanismos de subsidio o transferencia directa, sino que debe orientarse hacia la generación de condiciones estructurales que permitan a los sectores crecer de forma sostenible, con mayor autonomía y capacidad de competir en el mercado.

La vigencia simultánea de regímenes específicos por especie animal -como los destinados a la ganadería ovina, caprina bovina y/o bubalina-, contribuyó a una fragmentación innecesaria de la política agropecuaria. Este abordaje disperso dificultó la construcción de una estrategia ganadera con visión integral y limitó la generación de sinergias entre sectores productivos complementarios.

Por todo lo expuesto, la derogación de las Leyes Nº 25.422; 26.141; 27.066 y 27.076 tiene por objetivo facilitar la transición hacia un enfoque más actualizado, coherente y sostenible.

Primicias Rurales

Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca

El IPCVA te invita a una jornada a campo imperdible el día Miércoles 25 de Junio. “Herramientas clave para una ganadería sustentable”

El IPCVA te invita a una jornada a campo imperdible el día Miércoles 25 de Junio. “Herramientas clave para una ganadería sustentable”

 Se realizará en General Alvear, Mendoza

Destacados especialistas comparten su experiencia sobre 3 temas claves para el crecimiento de la ganadería en la región:

1 Problemática del pastoreo – 2 Crianza de terneros – 3 Mantenimiento nutricional de las vacas

✅ La actividad es gratuita. Hay cupos limitados. Inscribíte ya y reservá tu lugar ACÁ!

Importante, llegar con tiempo para acreditarte desde las 8:30 hs

 

 

Más info e inscripción en www.ipcva.com.ar

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Primicias Rurales

Fuente: IPCVA