Por Gustavo Reyes  

Buenos Aires, viernes 8 marzo (PR/23) — A principios de diciembre pasado la coyuntura estaba dominada por un marcado exceso de pesos con su correspondiente contrapartida de escasez de dólares y una entidad monetaria sumamente débil y deterioro de su balance.

El objetivo de corto plazo de la nueva gestión lucía claro, aunque no tan sencillo de ejecutar: reducir el exceso de pesos y recomponer las reservas del Banco Central.  Los datos a fin de febrero muestran que todas las variables mejoraron sustancialmente, y este artículo apunta a explicar qué hizo el Banco Central para logar este notorio cambio

  • En 2023, la dinámica de la macro se deterioró en forma significativa por el hecho que el Banco Central mantuvo una política expansiva del Crédito Interno (por ejemplo, préstamos al Tesoro para financiar el déficit fiscal) a un ritmo muy superior al de la variación en la demanda de pesos. Así, la economía acumuló excedente de pesos y se experimentó caída en las reservas internacionales  y devaluaciones en el tipo de cambio oficial, junto con la suba de los tipos de cambio libres que se trasladaron a precios e inflación
  • En los últimos tres meses, en cambio, la dinámica se revirtió. El Banco Central redujo fuertemente el Crédito Interno (variación negativa) y, dado el aumento en la demanda nominal de base monetaria (necesidad de tener más pesos para transacciones con precios más elevados), el BCRA también comenzó a comprar dólares. De esta forma, las reservas de la entidad monetaria (brutas y netas) se empezaron a recuperar, esto redujo la intranquilidad en el mercado financiero y los depósitos privados en dólares también pasaron a incrementarse
  • En este marco, la tasa de inflación también evidenció desaceleración, pasando de 21% en las últimas dos semanas antes del 10 de diciembre de 2023 al 11% en las últimas dos semanas de febrero, con datos mensualizados para ambos casos. Más allá de esta desaceleración, es preciso indicar que la inflación continúa en un andarivel muy elevado y potencialmente inestable
  • Modificar la dinámica del crédito interno fue clave para alcanzar los resultados reseñados. Justamente, éstas son las variables a monitorear para evaluar la continuidad y una mayor consistencia del fenómeno analizado. La evolución fiscal y su financiamiento, la evolución de los pasivos del Banco Central y la magnitud de los intereses pagados por esos pasivos seguirán siendo claves para ampliar el horizonte de la coyuntura.

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Fuente: IERAL Fundación Mediterránea