Vida Silvestre: 2024, el año que nos pasamos de la raya

Vida Silvestre: 2024, el año que nos pasamos de la raya

El planeta superó la temperatura de 1.5°C respecto de los niveles preindustriales

Buenos Aires, jueves 23 enero (PR/25) — 2024 fue confirmado como el año más cálido registrado a nivel global, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus (CS3) de la Unión Europea.

Por primera vez, la temperatura promedio del planeta superó los 1,5°C respecto a niveles preindustriales. Aunque fenómenos naturales como El Niño contribuyeron, el récord está vinculado directamente con el cambio climático causado por la actividad humana.

La noticia contrasta con los compromisos asumidos por los países, incluyendo a la Argentina, en el Acuerdo de París, donde se estableció como objetivo limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C para evitar consecuencias catastróficas para el clima. Sin embargo, los datos recopilados por C3S así como otras instituciones internacionales revelan temperaturas sin precedentes en la atmósfera y los océanos. Es importante subrayar que estos rebasamientos temporales no significan que el objetivo de 1,5 °C  del Acuerdo de París se haya perdido de forma permanente, ya que éste se refiere a un calentamiento a largo plazo durante décadas. 

La temperatura promedio global alcanzó los 15.10°C, superando en 0.72°C el promedio comprendido entre 1991 y 2020, y marcando un aumento de 0.12°C respecto al récord anterior de 2023. Además, 11 de los 12 meses del año superaron los 1.5°C sobre niveles preindustriales. El impacto fue notable en los océanos, donde la temperatura superficial anual alcanzó un máximo histórico que promedió los 20.87°C. En los polos, el hielo marino alcanzó mínimos históricos en varias épocas del año.

Este aumento extremo de temperaturas también incrementó el estrés térmico, afectando al 44% del planeta en su punto máximo en julio. A su vez, regiones como Europa registraron su año más cálido, con 10.69°C, donde las primaveras y veranos se sintieron más calientes que nunca, con consecuencias visibles en eventos climáticos extremos como olas de calor e intensas lluvias.

Carlos Tanides, coordinador del programa Ciudades, Clima y Energía de Fundación Vida Silvestre Argentina, explicó: “aunque no se lograron grandes avances, en los últimos meses presenciamos un creciente rechazo a reconocer la actividad humana como la principal causa del cambio climático, lo que representa un grave retroceso. Esta negación oculta las acciones necesarias para abordar la crisis, como reducir el uso de combustibles fósiles, detener la deforestación y corregir la urbanización descontrolada. Hoy, más que nunca, este compromiso se encuentra en serio peligro, y con él, nuestras posibilidades de cambiar el rumbo antes de que sea demasiado tarde.” 

“Debemos unirnos para responder de manera contundente y adecuada. Es urgente que, desde cada rincón del planeta, actuemos localmente para cambiar la trayectoria de las emisiones. Lo que decidamos hacer ahora es más crucial que nunca, y las soluciones están a nuestro alcance, también en Argentina. La acción inmediata debe enfocarse en medidas como impulsar las energías renovables, eliminar gradualmente los combustibles fósiles, optimizar los sistemas de transporte, promover la eficiencia energética en hogares y edificios, implementar los principios de la economía circular e invertir en tecnologías verdes que transformen la industria y los sistemas alimentarios. agregó Tanides.

El mensaje del planeta es claro: si bien 2024 marca un alarmante hito, aún estamos a tiempo de tomar medidas decisivas y basadas en evidencia para mitigar los efectos del cambio climático, y todos los sectores de la comunidad global deben contribuir para ello.

Acerca de Vida Silvestre
La Fundación Vida Silvestre Argentina es una organización no gubernamental, de bien público y sin fines de lucro, creada en 1977. Su misión es proponer e implementar soluciones para conservar la naturaleza, promover el uso sustentable de los recursos naturales y una conducta responsable en un contexto de cambio climático. Desde 1988 está asociada y representa en la Argentina a WWF, una de las organizaciones independientes de conservación más grande del mundo, presente en 100 países. Para más información:  www.vidasilvestre.org.ar

Primicias Rurales

Fuente: Fundación Vida Silvestre

Sequías, inundaciones y tormentas, y otros pueden impactar desde la producción hasta el consumo de los alimentos

Sequías, inundaciones y tormentas, y otros pueden impactar desde la producción hasta el consumo de los alimentos

Nuevo informe de Naciones Unidas asegura que al menos 20 países de América Latina y el Caribe están altamente expuestos a eventos climáticos extremos, afectando su seguridad alimentaria

Buenos Aires, martes 21 enero (PR/25) — El documento explica que eventos como sequías, inundaciones y tormentas, y otros pueden impactar desde la producción hasta el consumo de los alimentos, poniendo en riesgo los avances logrados en la reducción del hambre y la malnutrición en todas sus formas la región.

El lunes  27 de enero de 2025, a las 12:00 horas de Chile/10:00 horas Panamá/ 10:00 horas Washington, se lanzará el nuevo Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición en América Latina y el Caribe, realizado en conjunto por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

El reporte entrega una visión detallada de los indicadores de hambre, inseguridad alimentaria y malnutrición en cada uno de los países de América Latina y el Caribe y explica las causas por las que la inseguridad alimentaria de la región cae por debajo del promedio mundial, por primera vez en 10 años.

Al mismo tiempo, la edición 2024 del Panorama se concentra en el fomento de la resiliencia frente a la variabilidad del clima y los eventos extremos para la seguridad alimentaria y la nutrición. El reporte busca apoyar a los países en la elaboración de políticas públicas para fortalecer la resiliencia de los sistemas agroalimentarios, permitiendo la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 Hambre Cero.

El reporte concluye que 20 países de la región tienen alta exposición a eventos climáticos extremos, mientras que 14 se han definido como vulnerables frente a los mismos. Al analizar los países afectados (que presentan una combinación de ambas categorías) se observa un aumento del hambre de 1,5 puntos porcentuales, lo que representa un desafío para que la disminución de la prevalencia de hambre e inseguridad alimentaria de la región en los últimos dos años pueda ser una tendencia para acelerar el cumplimiento de las metas del ODS2.

El informe se presentará en una conferencia de prensa en la que participarán autoridades y especialistas de las agencias que suscriben el Panorama 2024.

QUÉ

Lanzamiento informe Panorama de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en América Latina y el Caribe: Fomentando la resiliencia frente a la variabilidad del clima y eventos extremos para la seguridad alimentaria y la nutrición.

CUÁNDO

Lunes 27 de enero de 2025, a las 12:00 horas de Chile (UTC-3) / 10:00 horas Panamá-Washington (UTC-5).

QUIÉNES

  • Mario Lubetkin, Subdirector General y Representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe.
  • Sra. Rossana Polastri, Directora Regional de la División de América Latina y el Caribe del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
  • Dr. Jarbas Barbosa, Director de la Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
  • Sra. María Dolores Castro, Directora Regional del Programa Mundial de Alimentos (WFP) para para América Latina y el Caribe.
  • Sra. Karin Hulshof, Directora Regional a.i. de la Oficina Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe (por confirmar).

 

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Fuente: FIDA

Argentina y el balance en términos de agenda climática

Argentina y el balance en términos de agenda climática

Por Florencia G. Bonanno – Julio Calzada de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
El cambio climático constituye un gran desafío, siendo los espacios multilaterales de cooperación fundamentales para alcanzar metas climáticas. ¿Cuáles son los retos climáticos para Argentina dentro del escenario internacional luego de la COP29?

El cambio climático como desafío global y local

En la actualidad, el cambio climático es uno de los mayores desafíos para la comunidad internacional. Este fenómeno se enmarca a comienzos de la Revolución industrial, originándose como consecuencia de la actividad humana y la quema de diferentes combustibles fósiles tales como el carbón, el petróleo y el gas. A lo largo de estos procesos, se liberan gases de efecto invernadero (GEIs) que impactan en la atmósfera alterando su composición y acentúan la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.

A principios de 2024 el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, sostuvo que la era del calentamiento global había terminado y que, en cambio, la era de la ebullición global comenzó. Todos estos cambios generan consecuencias negativas que pueden afectar de manera severa el bienestar de la población. Los niveles actuales de calentamiento global generan efectos climáticos devastadores que ya estamos viviendo. Entre ellos, la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos, reducciones alarmantes de las capas de hielo, el hielo marino y los glaciares, y varios episodios de blanqueamiento masivo de corales, con daños generalizados para las personas, las economías y la naturaleza (IPCC, 2022).

En las dos últimas décadas, las 55 economías más vulnerables al cambio climático han sufrido daños superiores a los 500.000 millones de dólares (Siegfried, 2023). En 2022, las catástrofes desencadenaron la cifra récord de 32,6 millones de desplazamientos internos, de los cuales el 98 % fueron provocados por desastres meteorológicos como inundaciones, tormentas, incendios forestales y sequías (ACNUR, 2023). Asimismo, en 2023 se registraron en los distintos hemisferios olas de calor, profundizando estos eventos la inseguridad alimentaria, agudizando la crisis hídrica e impactando en la salud de la población.

En 2024, las temperaturas globales entre junio y agosto fueron las más calurosas en el registro moderno, superando por un escaso margen al mismo período de 2023. El calor excepcional también se extendió a otras estaciones del año, con temperaturas globales que batieron récords durante 15 meses consecutivos, desde junio de 2023 hasta agosto de 2024, según informaron científicos del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA. De esta forma, se pone en evidencia que el cambio climático no conoce de fronteras, siendo un fenómeno con implicaciones globales y locales, necesitando de una multiplicidad de actores involucrados, capaces de tomar acciones en esa dirección.

Los compromisos nacionales e internacionales climáticos asumidos por Argentina

Para poder hacer frente a los desafíos climáticos, los diferentes actores de la comunidad internacional se han adherido a instrumentos esenciales de la arquitectura climática. En el caso particular de Argentina, el derecho a un ambiente sano se encuentra plasmado en la Constitución Nacional, siendo incorporado en la reforma de 1994, dentro del capítulo “nuevos derechos y garantías” como un derecho fundamental de todos los habitantes a “gozar de un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras”. Para la Corte Suprema de Justicia de la Nación, tal reconocimiento constituye una “precisa y positiva decisión del constituyente (…) de enumerar y jerarquizar con rango supremo a un derecho preexistente” (Dirección General de Derechos Humanos de Argentina, 2018). De esta forma, también se legislaron los estándares mínimos de protección ambiental que han de aplicarse a nivel federal por parte de las provincias.

Por su parte, el Art. 43 de la Constitución Nacional menciona la tutela de los derechos que protegen el ambiente, haciendo hincapié en que el ambiente en sí mismo es el objeto del amparo constitucional. En esta misma línea, en 2002, y con la sanción de la ley general del ambiente 25.675 se procedió a reglamentar el Art. 41. La misma, establece los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sostenible en Argentina.

Asimismo, establece un marco general sobre la información y participación en asuntos ambientales, la responsabilidad por daño y la educación ambiental. Otros instrumentos dentro de la batería legislativa de los presupuestos mínimos ambientales son: Ley 25612 sobre Gestión Integral de Residuos Industriales y de Actividades de Servicio; Ley 25688/02 sobre el Régimen de Gestión Ambiental de Aguas; Ley 25916/04 sobre la Gestión de Residuos Domiciliarios; Ley 26331/07 sobre los Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos; Ley 27279/16 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Gestión de los Envases Vacíos de Fitosanitarios.

También son de gran importancia aquellas disposiciones vinculadas al impacto ambiental, emisiones a la atmósfera (niveles guía, efluentes, vibraciones, ruidos, olores), agua (recursos hídricos, efluentes, niveles guía), suelo, áreas protegidas, residuos (domiciliarios, peligrosos, patogénicos), sustancias químicas, biotecnología, información ambiental y participación pública, entre otras.

Dentro de este marco, el rol del Consejo Federal de Medioambiente (COFEMA) se torna central como instrumento válido para la coordinación de la política ambiental del país, siendo un organismo creado para tal fin y para fortalecer la cooperación entre la Nación y las provincias en materia ambiental, reconociendo además como objetivo principal el de coadyuvar a la generación de una política ambiental de integración entre las provincias y el gobierno federal.

El COFEMA, mediante la resolución 92/05 (10), destaca que debe darse la existencia de un presupuesto mínimo de protección ambiental garantizable para todos los habitantes del suelo argentino. Se agrega, además, que la regulación del aprovechamiento y uso de los recursos naturales constituyen potestades reservadas de las Provincias y por ello no delegadas a la Nación. En consecuencia, el objeto de las leyes de presupuestos mínimos ha de ser el de la protección mínima ambiental del recurso y no el de su gestión, que es potestad privativa de las provincias.

Por otro lado, Argentina desarrolló su primer Plan Nacional de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático en 2019 y un segundo fue aprobado en 2023. Ambos están alineados a los compromisos asumidos por nuestro país a nivel global y contienen una serie de políticas a implementar, medir y evaluar de cara al 2030 en tanto a las emisiones de GEIs y la generación de respuestas coordinadas que adapten a los territorios, ecosistemas, sectores y comunidades vulnerables frente a los impactos del cambio climático.

Más allá de los compromisos asumidos en el marco legal nacional y provincial, Argentina es parte de distintos acuerdos internacionales de cambio climático. En 1994, nuestro país ratificó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), a través de la Ley 24.295, asumiendo así la obligación de informar sus inventarios nacionales de GEIs y elaborar programas nacionales que contengan medidas para mitigar y adaptarse al cambio climático.

De la misma forma, Argentina continuó aumentando sus compromisos climáticos a través de la ratificación del Protocolo de Kyoto (2001) con la Ley 25.438 y el Acuerdo de París (2015) por medio de la Ley 27.270, en el año 2016. Estos acuerdos han sido enclaves fundamentales para continuar promoviendo distintas políticas de adaptación y mitigación, alineadas con los esquemas nacionales.

La COP29 y los acuerdos alcanzados

La COP (Conferencia de las Partes) es el órgano supremo de toma de decisiones de la CMNUCC. Todos los Estados que son Partes en la Convención están representados en la COP, en la que examina la aplicación de la Convención y de cualquier otro instrumento jurídico que la COP adopte, y se toman las decisiones necesarias para promover la aplicación efectiva de la Convención, incluidos los arreglos institucionales y administrativos. Este año, tuvo lugar en Bakú (Azerbaiyán) la 29ª Conferencia de las Partes (COP).

A lo largo de este encuentro, se llevaron adelante distintos avances:

–    NCQG y nuevos acuerdos de financiamiento: En la COP29, los países desarrollados se comprometen a movilizar 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035 para que las naciones en vías de desarrollo enfrenten las consecuencias de la crisis climática. También se obtuvo el compromiso por parte de todos los actores para trabajar juntos con el fin de aumentar la financiación a los países en desarrollo, procedente de fuentes públicas y privadas, hasta la cantidad de 1,3 billones de dólares al año para 2035. Estos avances estuvieron en concordancia con el NCQG (Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado sobre Financiación Climática), un enclave fundamental dentro del Acuerdo de París (2015), cuyo compromiso previo fue establecido por última vez en 2009. No obstante, algunos países del Sur Global y parte del G77 + China mostraron un descontento ante estas medidas.

–    Mercados de carbono: Los gobiernos alcanzaron un acuerdo sobre las normas que regirán la creación, comercialización y registro de reducciones y absorciones de emisiones como créditos de carbono. Este avance pone fin al estancamiento respecto a la implementación del Art. 6 del Acuerdo de París, que establece las modalidades de cooperación voluntaria entre países para cumplir con sus metas de reducción de emisiones (FARN, 2024).

–    Adaptación: Las Partes debatieron ampliamente la segunda evaluación quinquenal de los progresos realizados en la formulación y aplicación de los NAP (Planes Nacionales de Adaptación) en torno a los PMA (Países Menos Adelantados). En consonancia con lo anterior, se llevó adelante el Diálogo de Alto Nivel sobre Planes Nacionales de Adaptación cuyos debates se centraron en la financiación innovadora, el apoyo técnico y la acción acelerada. A su vez, se puso en marcha la Hoja de Ruta de Bakú sobre Adaptación y el diálogo de alto nivel de Bakú sobre adaptación para mejorar la aplicación del Marco de EAU, el cual finalizará el próximo año en la COP 2030 y que tiene por objetivo definir un conjunto de indicadores cualitativos y cuantitativos que permitan dar cuenta de los avances de las acciones de adaptación llevadas a cabo por las Partes.

–    Género y cambio climático: Los países acordaron una decisión sobre género y cambio climático, ampliando el Programa de Trabajo de Lima mejorado sobre Género y Cambio Climático por otros 10 años, reafirmando la importancia de la igualdad de género y avanzando en la integración de la perspectiva de género en toda la convención. Igualmente, acordaron desarrollar un nuevo plan de acción de género para su adopción en la COP30.

Finalizada la COP29 ¿cuáles son las exigencias climáticas que presenta el escenario internacional para Argentina?

Se podrían circunscribir en dos grandes grupos: el primero tiene que ver con los compromisos que Argentina acordó en los convenios globales con el resto de los países del mundo, y el segundo grupo trata sobre las crecientes demandas que los privados o regiones o países ejercen sobre las cadenas de abastecimiento globales.

Dentro del primero grupo, se encuentra el gran desafío dado por la publicación de la Tercera Contribución Nacional Determinada a Nivel Nacional (NDC). Las NDC constituyen el núcleo del Acuerdo de París, encarnando los esfuerzos de las Partes para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático, cumpliendo así con los objetivos establecidos. De esta forma, el Art. 4 párrafo 2 del AP requiere que cada país, prepare, comunique y mantenga las sucesivas contribuciones determinadas a nivel nacional que se proponga lograr. En el caso de Argentina, hasta el momento se han presentado dos contribuciones.

La primera NDC fue presentada en 2016 en la COP de Marrakech, limitando las emisiones netas de dióxido de carbono a 483 millones de toneladas para 2030. Este compromiso a materializarse en la totalidad del territorio nacional implicó una producción total de 396,27 MtCO2 comprendiendo esto a los sectores de: Energía (193,83 Mt); Agricultura (126,56 Mt); Uso de la tierra y silvicultura (29,90 Mt); Procesos industriales (24,91 Mt) y Desechos (21,06 Mt) según datos oficiales de The Climate Watch. Posteriormente en 2020, se presentó una segunda NDC, cuyo compromiso era el de no exceder la emisión neta de 359 mtCO2e en el año 2030, una meta un tanto ambiciosa. Esta Segunda Contribución Determinada a Nivel Nacional fue actualizada en términos de mitigación en la COP26 de Glasgow.

Teniendo en cuenta las NDC anteriores, nuestro país se encuentra trabajando en el desarrollo de la Tercera Contribución Determinada a Nivel Nacional a presentarse. Cabe tener en cuenta que la misma se presentaría en un contexto internacional donde las Partes de la CMNUCC han comenzado a aumentar sus compromisos de forma significativa, anunciando sus compromisos de forma anticipada.

Reino Unido se posiciona como uno de los global players climáticos, cuando el primer ministro del Reino Unido, Sir Keir Starmer, en su discurso durante la COP29, anunció que la NDC a 2035 de su país reduciría todas las emisiones de GEI en al menos un 81% con respecto a los niveles de 1990, en línea con los 1,5 °C. Otro caso es el de Brasil, que será anfitrión de la COP30 en noviembre de 2025, que anunció su compromiso de NDC a 2035, mediante el cual buscaría reducir las emisiones hasta un 67% para 2035, en comparación con 2005.

También dentro de este grupo de acuerdos globales se encuentra la necesidad de adaptar los estándares ambientales nacionales a las demandas internacionales en el marco del ingreso de nuestro país a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), proceso en el cual Argentina se encuentra actualmente en el estadio de adhesión.

Dentro del segundo grupo se puede incluir al desarrollo de las nuevas normativas ambientales provenientes del Nuevo Pacto Verde Europeo y las barreras comerciales que afectarán a los distintos sectores de nuestro país. En este sentido, la promulgación de la normativa 2023/1115 de la Unión Europea (UE), que busca evitar la importación de productos provenientes de zonas deforestadas, ha puesto en escena la necesidad de que el mercado argentino pueda adaptarse a estas demandas.

Esta reglamentación, que ha sido pospuesta a diciembre de 2025, impacta en los productos que derivan del ganado bovino, de la soja y de la madera, bienes claves de las exportaciones argentinas. El riesgo que enfrenta Argentina con la implementación 2023/115 no se limita solo a la UE ya que han surgido iniciativas similares, o están en curso, en mercados claves para nuestro país como el Reino Unido de Gran Bretaña.

Referencias

FARN (27 de noviembre de 2024). COP29 de cambio climático: ¿Cuáles son los avances y desafíos pendientes?. Disponible en: https://farn.org.ar/cop29-de-cambio-climatico-cuales-son-los-avances-y-desafios-pendientes/ 

Ferrari, B. y Bergero, P. (4 de octubre de 2024). La Comisión Europea propuso posponer 12 meses la implementación del Reglamento 2023/1115 sobre Productos Libres de Deforestación. Informativo Semanal Mercados ISSN 2796-7824. Bolsa de Comercio de Rosario. Disponible en: https://www.bcr.com.ar/es/print/pdf/node/106754 

IPCC Report (22 de febrero de 2022). Resumen para los responsables de la formulación de políticas públicas. Disponible en: https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg2/resources/spm-headline-statements/ 

Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2 de noviembre de 2023). Informe sobre la brecha de adaptación. Disponible en: https://www.unep.org/es/resources/informe-sobre-la-brecha-de-adaptacion-2023

Siegfried, K. (15 de noviembre de 2023). Cambio climático y desplazamiento: mitos y realidades. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Disponible en: https://www.acnur.org/noticias/historias/cambio-climatico-y-desplazamiento-mitos-y-realidades

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Fuente: BCR

360 Solar se desarrolló en el Centro Sul de la ciudad de Florianópolis Santa Catarina Brasil

360 Solar se desarrolló en el Centro Sul de la ciudad de Florianópolis Santa Catarina Brasil

Entre los días 7 y 8 de noviembre se desarrolló en el Centro Sul de la ciudad de Florianópolis Brasil: 360 Solar

Buenos Aires, 18 de noviembre (PR/24) .- Es una de las mayores ferias y conferencias del sur de Brasil dedicadas a la energía solar y tecnologías relacionadas. Este evento se realiza sólo una vez al año en la ciudad de Florianópolis/SC y reúne a profesionales, expertos, empresas y partes interesadas de la industria solar para discutir las últimas tendencias, compartir conocimientos, exhibir productos y servicios y fomentar colaboraciones en el sector de la energía solar y energías renovables.

Las características clave del evento 360 ​​Solar incluyen:

Exposición de tecnologías y productos solares: la feria muestra una amplia gama de productos, equipos y tecnologías relacionados con la energía solar, incluidos paneles solares, inversores, sistemas de almacenamiento de energía, componentes solares y más.

Conferencias y paneles de discusión: Durante el evento, se llevan a cabo conferencias, charlas y paneles de discusión donde expertos comparten información sobre los últimos desarrollos en la industria solar, cuestiones regulatorias, tendencias del mercado e innovaciones tecnológicas.

360 Solar ofrece una excelente oportunidad para que los profesionales y las empresas de la industria solar establezcan contactos, amplíen sus redes comerciales y exploren oportunidades de colaboración.

Soluciones de Energía Renovable: El evento también aborda tecnologías y soluciones relacionadas con el almacenamiento de energía, la movilidad eléctrica y otras formas de energía renovable.

Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible: 360 Solar promueve la concientización sobre la importancia de la energía solar como parte de la transición hacia una matriz energética más limpia y sustentable.

360 Solar es un evento importante para impulsar la adopción y la innovación en energía solar, así como para discutir temas críticos relacionados con la energía renovable a nivel global. Cada edición del evento solar 360 tiene como objetivo compartir y promover la energía solar como una solución importante a los desafíos energéticos y ambientales. Site: https://360solar.com.br/workshops/

Fuente: Renata Serrao. Gerardo Grosso

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Informe del FIDA sobre la acción por el clima 2024: Ampliar la financiación climática para poblaciones rurales más resilientes

Informe del FIDA sobre la acción por el clima 2024: Ampliar la financiación climática para poblaciones rurales más resilientes

Roma, martes 12 de noviembre (PR/24) — En un momento en el que la transformación de los sistemas alimentarios para hacer frente al cambio climático exige niveles de financiación e innovación financiera sin precedentes, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), organismo especializado de las Naciones Unidas e institución financiera internacional, ha aumentado y superado sus objetivos en lo que respecta a la aportación específica de recursos financieros a las poblaciones rurales y vulnerables.

Hasta la fecha el FIDA ha invertido más de 1 280 millones de dólares de los Estados Unidos en proyectos de apoyo a los pequeños productores para que se adapten al cambio climático y produzcan alimentos de forma sostenible durante el período comprendido entre 2022 y 2024. Este monto representa el 47 % del programa de préstamos y donaciones del Fondo y supera el objetivo fijado en el 40 %.

Hoy se publica el Informe de acción climática 2024 del FIDA, titulado “Horizontes verdes: Un año de acción climática en favor de las personas, la resiliencia y la biodiversidad”, en el que se destaca la mayor determinación del FIDA de apoyar a los pequeños productores más vulnerables de todo el mundo. En el informe se reseñan las iniciativas del FIDA dirigidas a ayudar a estos productores a adaptarse a los efectos del cambio climático, proteger los ecosistemas y promover la agricultura sostenible.

“El cambio climático nos afecta a todos, pero los pequeños agricultores -que cultivan casi la mitad de nuestros alimentos- son los que están en primera línea y cuentan con menos recursos para adaptarse”, afirmó Álvaro Lario, Presidente del FIDA. “Estos agricultores no son sólo productores de alimentos; son la columna vertebral de las economías rurales, pilares de los sistemas alimentarios mundiales y guardianes de la biodiversidad. Invertir en su éxito no es sólo moral: es economía inteligente. Por eso el FIDA está incrementando su apoyo y canalizando más fondos hacia las comunidades rurales”.

Ante la creciente urgencia de adoptar medidas climáticas, el FIDA decidió aumentar la financiación destinada a proyectos de adaptación al clima y mitigación de sus efectos, e incrementó la asignación de su programa de préstamos y donaciones del 25 % durante el período comprendido entre 2019 y 2021 al 40 % entre 2022 y 2024. En el próximo ciclo de financiación del Fondo, que abarca de 2025 a 2027, se incrementará el ya ambicioso objetivo anterior, hasta el 45 %.

En el informe se señala que el FIDA invirtió 502,7 millones de dólares en actividades de adaptación al clima y mitigación de sus efectos en 2022 y 2023. Según las cifras más recientes, que dejan constancia de un rápido aumento, el monto de la financiación para el clima que el FIDA ha destinado a proyectos de apoyo a los pequeños productores para aumentar su resiliencia a los cambios en las condiciones climáticas asciende a más de 750 millones de dólares.

Entre 2022 y 2023, el 78 % de los proyectos diseñados tenían por fin mejorar la capacidad de adaptación de estos productores. Del total de las inversiones en los proyectos, los ejecutados en África Oriental, Occidental, Central y Meridional recibieron 330,4 millones de dólares.

En el Informe del FIDA sobre la Acción Climática de 2023 se presentan numerosos ejemplos concretos de proyectos que el FIDA financia en todo el mundo, en ámbitos que van desde la gestión sostenible de los pastos y el agua hasta la restauración de los ecosistemas. Entre ellos, el Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible en la Región Semiárida de Bahía, ejecutado en el Brasil, promueve la agrobiodiversidad a través de huertos domésticos y de semillas de las razas criollas. El proyecto colabora con 20 comunidades tradicionales que hacen un uso comunitario de la tierra (fundos de pasto) para impartir formación sobre restauración de tierras y conservación de la biodiversidad, restablecer la capa del suelo con vegetación autóctona y construir viveros para la producción de plantones. También promueve sistemas agroforestales sostenibles mediante especies autóctonas y combate los fuegos de matorrales. El Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible en la Región Semiárida de Bahía benefició a 75 000 familias del medio rural.

El FIDA también colabora con la Agencia Espacial Europea para utilizar datos obtenidos por satélite y tecnologías de teledetección de última generación, transforman cómo los pequeños productores se adaptan al cambio climático. En Kirguistán, por ejemplo, los mapas de pastizales obtenidos por satélite permiten a las comunidades pastorales tomar decisiones informadas sobre las prácticas de pastoreo sostenible, preservar los recursos esenciales de la tierra y aumentar la productividad ganadera. Los productores pueden planificar con antelación sus actividades pastorales y gestionarlas preservando la fertilidad y la productividad de los pastizales.

Los pequeños productores con tierras hasta de 5 hectáreas generan casi la mitad de los alimentos que se consumen en todo el mundo, volumen muy superior en muchos países en desarrollo y que en África puede alcanzar hasta el 70 %. Son esenciales para la seguridad alimentaria mundial y local, la nutrición y la reducción de la pobreza. La producción en pequeña escala proporciona alimentos y medios de vida a gran parte de los 3 000 millones de habitantes del medio rural. Pese a ello, los pequeños productores son los que más sufren las consecuencias del cambio climático, fenómeno que se calcula que reducirá el rendimiento de los cultivos hasta en un 25 % para finales de siglo.

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Fuente: FIDA

Los pastizales y las sabanas son cruciales para alcanzar los objetivos de biodiversidad, pero están gravemente subvalorados y subfinanciados

Los pastizales y las sabanas son cruciales para alcanzar los objetivos de biodiversidad, pero están gravemente subvalorados y subfinanciados

Buenos Aires, miércoles 30 octubre (PR/24) — Los pastizales y las sabanas naturales cubren cerca del 54% de la superficie terrestre del planeta y albergan el 33% de los puntos críticos (hotposts) de biodiversidad global. Sin embargo, están siendo transformados a un ritmo alarmante.
A nivel mundial, solo el 8% de las sabanas y pastizales están protegidos y alrededor del 40% ya han sido transformados.
El cambio climático, el cambio de uso de la tierra y el manejo inadecuado o inexistente de ecosistemas son algunas de las mayores amenazas para estos ecosistemas. Su conservación, gestión sostenible y restauración son cruciales para alcanzar las metas del Marco Global de Biodiversidad (GBF, por sus siglas en inglés) acordadas hace dos años en Montreal.
Solo cinco de los 17 países megadiversos han presentado sus compromisos con la naturaleza. Y cuando se incluyen los pastizales y las sabanas, a menudo se hace solo de forma descriptiva y sin acciones o metas concretas, lo cual reduce el rol vital que podrían jugar.

CALI, Colombia 30 de octubre (PR/24) – A medida que líderes y expertos de todo el mundo se reúnen en la Conferencia de Biodiversidad de las Naciones Unidas -COP16- en Cali, Colombia, WWF y Fundación Vida Silvestre Argentina instan a los países a reconocer el valor de los pastizales y las sabanas naturales para proteger la biodiversidad y mitigar el cambio climático. Su importancia para la biodiversidad, el clima, la agricultura y la producción de alimentos ha sido sistemáticamente subvalorada y pasada por alto en todo el mundo.

Los pastizales y las sabanas naturales proveen funciones ecológicas irremplazables como el almacenamiento de carbono, protección contra las inundaciones, seguridad alimentaria a través de la producción responsable con el ambiente, además de poseer algunos de los niveles más altos de biodiversidad, especialmente en las regiones templadas. También son claves para la conectividad y los flujos ecológicos entre ecosistemas, como la Orinoquia, en Sudamérica, que sirve como corredor de especies y proporciona provisión y regulación de agua entre los Andes y la Amazonía. Además, los pastizales y las sabanas son fundamentales para las culturas llanera y gaucha, entre otras, muy características de algunoss países latinoamericanos.

La expansión de la agricultura, la conversión y el crecimiento urbano han reducido y alterado significativamente los ecosistemas de pastizales y sabanas de Sudamérica. En Argentina, se estima que entre 2000 y 2019 se perdieron más de 3 millones de hectáreas de pastizales naturales, siendo la ecorregión pampeana la más amenazada, hogar de especies icónicas y en peligro de extinción como el venado de las pampas. Además, millones de personas dependen de la salud de estos ecosistemas para vivir y alimentarse. En Paraguay, solo el 10% de los ecosistemas de sabanas y pastizales, como el Pantanal, están protegidos, aunque cubren casi un tercio del territorio del país. Las sabanas naturales representan el 42% de la Orinoquia colombiana. Sin embargo, están siendo transformadas a un ritmo alarmante de 200.000 hectáreas por año, convirtiéndolas en cultivos intensivos que afectan significativamente su biodiversidad y servicios ecosistémicos.

“En la lucha contra la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, todos los ecosistemas son importantes. Para alcanzar los objetivos de la CBD de la ONU y la CNMUCC, los gobiernos no pueden seguir ignorando a los pastizales y las sabanas”, dijo Martina Fleckstein, directora global de Políticas Alimentarias en WWF Internacional. “Si realmente queremos enfrentar las crisis interconectadas del clima y la biodiversidad, necesitamos estos aliados. El conocimiento sobre cómo proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar estos ecosistemas ya existe. Ahora necesitamos ponerlo en práctica”.

Asegurar y mantener los pastizales y las sabanas naturales como ecosistemas saludables requiere de un enfoque estratégico a través de financiamiento innovador, compromisos globales y políticas nacionales:

Proteger: aumentar el área conservada de manera efectiva en áreas protegidas ecológicamente representativas y otras medidas de conservación efectivas (OMEC), para incluir ejemplos viables bien conectados de todas las ecorregiones de pastizales y sabanas (Meta 3 del MGB).
Gestionar: mejorar el manejo de los pastizales y sabanas del mundo para optimizar los niveles de pastoreo e impulsar la biodiversidad, para ayudar en la adaptación al cambio climático, aumentar el almacenamiento de carbono, reducir la compactación y la erosión, y aumentar otros servicios ecosistémicos asociados (Metas 8 y 10 del MGB)
Restaurar: implementar acciones de restauración en grandes áreas de tierras degradadas para restaurar los servicios ecosistémicos y mejorar los medios de vida de más de mil millones de personas que viven en tierras agrícolas degradadas. (Meta 2 del MGB)

Los pastizales y sabanas en Argentina

Los cambios en el uso del suelo, principalmente para actividades agropecuarias no sustentables y expansión urbana, han reducido y alterado significativamente los ambientes de pastizales y sabanas de la Argentina, poniendo en riesgo su biodiversidad y afectando los servicios ecosistémicos que brindan a las poblaciones locales. Son los ecosistemas más transformados, y por ende los más escasos. Son fuente de numerosos servicios ecosistémicos entre los que se destacan la producción de alimentos, la regulación de los recursos hídricos y la provisión de hábitat para una gran diversidad biológica, gran parte de ella amenazada de extinción.

En Argentina cuatro grandes ecorregiones contienen ambientes de pastizales y sabanas, que han sido históricamente transformadas:

Pampas: la ecorregión Pampeana cubre alrededor del 60% del área de pastizales de Argentina, siendo la más extensa y ocupando cerca del 15% del territorio terrestre continental del país. Posee una notable biodiversidad que incluye alrededor de un centenar de mamíferos terrestres, como el icónico venado de las pampas. Alrededor del 80% de los pastizales pampeanos ya han sido transformados para actividades agrícolas y ganaderas, y sólo el 2,6% se encuentra bajo áreas protegidas.

Campos y Malezales: también llamada la Sabana Mesopotámica, esta ecorregión es una llanura ondulada cubierta con diferentes tipos de pastizales. La vegetación está formada en el norte por pajonales y pastizales, compuestos por diversas comunidades de herbáceas con especies típicas de las ecorregiones del Gran Chaco y del Bosque Atlántico. Poco más del 20% de los Campos y Malezales ya fueron convertidos, mientras que tan sólo el 1% se encuentra protegido.

Espinal: caracterizado por pastizales y bosques y denominado como la “pampa boscosa”, alberga muchas especies pampeanas que son afectadas por la caza y la transformación del hábitat. Gran parte del Espinal está ubicado en terrenos con un alto nivel de desarrollo agrícola y urbanístico, lo que llevó a que cerca del 50% fuera convertido. Sólo un 1,6% de su superficie se encuentra protegida.

Chaco Húmedo: forma parte del Gran Chaco y se caracteriza por su gran cantidad de cursos fluviales y humedales. Alberga una particular flora y fauna, destacándose la cantidad de especies de reptiles, aves y mamíferos, muy distinta a las regiones más secas de la región chaqueña. Esta ecorregión sufrió la conversión del 15% de su superficie, y del territorio remanente sólo alrededor del 1% se encuentra bajo alguna categoría de protección.

“Desde Fundación Vida Silvestre Argentina buscamos conservar y proteger los pastizales y sabanas naturales de nuestro país para preservar tanto las especies nativas y los servicios ambientales que proporcionan a la sociedad, como también los valores culturales asociados a estos paisajes. Trabajamos de forma colaborativa con diferentes sectores para impulsar la creación y mejora de la gestión de las áreas naturales protegidas, fomentamos la implementación de buenas prácticas ganaderas, que sean compatibles con la conservación de los ambientes naturales y promovemos el ordenamiento ambiental de las actividades productivas en estos paisajes” afirmó Paula Guzzetti, coordinadora del Programa de Pastizales y Sabanas de Fundación Vida Silvestre.

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Fuente: Fundación Vida Silvestre Argentina