En su primera misa el Papa León XIV habló de la unidad de toda la Iglesia

En su primera misa el Papa León XIV habló de la unidad de toda la Iglesia

Ciudad del Vaticano, viernes 9 de mayo (PR/25) — Hoy viernes 9 de mayo el Papa León XIV celebró en la Capilla Sixtina su primera Misa como Pontífice y en la que estuvieron presentes los cardenales electores que participaron en el cónclave. En su primera homilía, deploró el declive de la fe en favor del “dinero”, el “poder o el placer”.

Recordó que “Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, es decir, el único Salvador y el que nos revela el rostro del Padre”.

A continuación, la primera homilía pronunciada por el Papa León XIV:

«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Con estas palabras Pedro, interrogado por el Maestro junto con los otros discípulos sobre su fe en Él, expresa en síntesis el patrimonio que desde hace dos mil años la Iglesia, a través de la sucesión apostólica, custodia, profundiza y trasmite.

Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, es decir, el único Salvador y el que nos revela el rostro del Padre.

En Él Dios, para hacerse cercano a los hombres, se ha revelado a nosotros en los ojos confiados de un niño, en la mente inquieta de un joven, en los rasgos maduros de un hombre (cf. CONCILIO VATICANO II, Const. pastoral Gaudium et spes, 22), hasta aparecerse a los suyos, después de la resurrección, con su cuerpo glorioso. Nos ha mostrado así un modelo de humanidad santa que todos podemos imitar, junto con la promesa de un destino eterno que, sin embargo, supera todos nuestros límites y capacidades.

Pedro, en su respuesta, asume ambas cosas: el don de Dios y el camino que se debe recorrer para dejarse transformar, dimensiones inseparables de la salvación, confiadas a la Iglesia para que las anuncie por el bien de la humanidad. Nos las confía a nosotros, elegidos por Él antes de que nos formásemos en el vientre materno (cf. Jr 1,5), regenerados en el agua del Bautismo y, más allá de nuestros límites y sin ningún mérito propio, conducidos aquí y desde aquí enviados, para que el Evangelio se anuncie a todas las criaturas (cf. Mc 16,15).

Con todo, por encima de la conversación en la que Pedro hace su profesión de fe, hay otra pregunta: «¿Qué dice la gente —pregunta Jesús—sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?» (Mt 16,13). No es una cuestión banal, al contrario, concierne a un aspecto importante de nuestro ministerio: la realidad en la que vivimos, con sus límites y sus potencialidades, sus cuestionamientos y sus convicciones.

«¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?» (Mt 16,13). Pensando en la escena sobre la que estamos reflexionando, podremos encontrar dos posibles respuestas a esta pregunta, que delinean otras tantas actitudes.

En primer lugar, está la respuesta del mundo. Mateo señala que la conversación entre Jesús y los suyos acerca de su identidad sucede en la hermosa ciudad de Cesarea de Filipo, rica de palacios lujosos, engarzada en un paraje natural encantador, a las faldas del Hermón, pero también sede de círculos crueles de poder y teatro de traiciones y de infidelidades. Esta imagen nos habla de un mundo que considera a Jesús una persona que carece totalmente de importancia, al máximo un personaje curioso, que puede suscitar asombro con su modo insólito de hablar y de actuar. Y así, cuando su presencia se vuelva molesta por las instancias de honestidad y las exigencias morales que solicita, este mundo no dudará en rechazarlo y eliminarlo.

Hay también otra posible respuesta a la pregunta de Jesús, la de la gente común. Para ellos el Nazareno no es un charlatán, es un hombre recto, un hombre valiente, que habla bien y que dice cosas justas, como otros grandes profetas de la historia de Israel. Por eso lo siguen, al menos hasta donde pueden hacerlo sin demasiados riesgos e inconvenientes. Pero lo consideran sólo un hombre y, por eso, en el momento del peligro, durante la Pasión, también ellos lo abandonan y se van, desilusionados.

Llama la atención la actualidad de estas dos actitudes. Ambas encarnan ideas que podemos encontrar fácilmente —tal vez expresadas con un lenguaje distinto, pero idénticas en la sustancia— en la boca de muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Hoy también son muchos los contextos en los que la fe cristiana se retiene un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes, contextos en los que se prefieren otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer.

Hablamos de ambientes en los que no es fácil testimoniar y anunciar el Evangelio y donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia, o, a lo sumo, se le soporta y compadece. Y, sin embargo, precisamente por esto, son lugares en los que la misión es más urgente, porque la falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas, la crisis de la familia y tantas heridas más que acarrean no poco sufrimiento a nuestra sociedad.

No faltan tampoco los contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre, y esto no sólo entre los no creyentes, sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho.

Este es el mundo que nos ha sido confiado, y en el que, como enseñó muchas veces el Papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador. Por esto, también para nosotros, es esencial repetir: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16).

Es fundamental hacerlo antes de nada en nuestra relación personal con Él, en el compromiso con un camino de conversión cotidiano. Pero también, como Iglesia, viviendo juntos nuestra pertenencia al Señor y llevando a todos la Buena Noticia (cf. CONCILIO VATICANO II, Const. dogmática, Lumen gentium, 1).

Lo digo ante todo por mí, como Sucesor de Pedro, mientras inicio mi misión de Obispo de la Iglesia que está en Roma, llamada a presidir en la caridad la Iglesia universal, según la célebre expresión de S. Ignacio de Antioquía (cf. Carta a los Romanos, Proemio). Él, conducido en cadenas a esta ciudad, lugar de su inminente sacrificio, escribía a los cristianos que allí se encontraban: «en ese momento seré verdaderamente discípulo de Cristo, cuando el mundo ya no verá más mi cuerpo» (Carta a los Romanos, IV, 1). Hacía referencia a ser devorado por las fieras del circo —y así ocurrió—, pero sus palabras evocan en un sentido más general un compromiso irrenunciable para cualquiera que en la Iglesia ejercite un ministerio de autoridad, desaparecer para que permanezca Cristo, hacerse pequeño para que Él sea conocido y glorificado (cf. Jn 3,30), gastándose hasta el final para que a nadie falte la oportunidad de conocerlo y amarlo.

Que Dios me conceda esta gracia, hoy y siempre, con la ayuda de la tierna intercesión de María, Madre de la Iglesia».

Agenda

La Misa de inicio del Pontificado del Papa León XIV tendrá lugar el domingo 18 de mayo a las 10:00 (hora de Roma) en la Plaza de San Pedro del Vaticano. 

Además, la Oficina de Celebraciones Pontificias difundió este viernes el calendario oficial con sus principales compromisos previstos hasta el domingo 25 de mayo.

Este fin de semana tendrá dos citas relevantes. El sábado 10 de mayo mantendrá un encuentro con los cardenales y el domingo 11 de mayo recitará la oración del Regina Caeli desde la Logia Central de la Basílica de San Pedro.

El lunes 12 de mayo, en el Aula Pablo VI, se reunirá con los periodistas y el viernes 18 de mayo, a las 10:00 (hora de Roma), recibirá al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede.

En la mañana del domingo 18 de mayo tendrá lugar la esperada Misa de Inicio de su Pontificado y el martes 20 de mayo tomará posesión de la Basílica Papal de San Pablo Extramuros.

El miércoles 21 de mayo será su primera Audiencia General y el sábado 24 de mayo tendrá un encuentro con la Curia Romana y los empleados del Estado de la Ciudad del Vaticano.

El domingo 25 de mayo, será su segundo Regina Caeli y también la toma de posesión de la Basílica Papal de San Juan de Letrán y de la Basílica Papal de Santa María la Mayor.

Para considerar:

La elección del nuevo sumo pontífice se dio en un contexto de cambios geopolíticos profundos: guerras, polarización y fanatismos serán sus principales desafíos.

La Santa Sede deberá definir su papel frente a conflictos bélicos, crisis migratorias y el ascenso de los extremismos.

El nuevo Papa elige el nombre de León XIV en alusión directa a la doctrina social de la Iglesia

León XIV, asomado en el balcón de la Logia de San PedroLeón XIV, asomado en el balcón de la Logia de San Pedro | Crédito: Vatican Media

“Claramente la elección del nombre León XIV es una referencia clara a la moderna doctrina social de la Iglesia comenzada con la Rerum Novarum. La encíclica de León XIII que el Papa hizo en ese tiempo”, explicó Bruni a los periodistas acreditados en el Vaticano, subrayando que no se trata de una mera coincidencia o una elección neutra, sino de una evocación directa del compromiso social de la Iglesia.

Así, el portavoz del Vaticano destacó la conexión con los desafíos contemporáneos, especialmente en relación con el mundo del trabajo en el contexto de las nuevas tecnologías: “Y claramente referencia a las mujeres, a los hombres, a su trabajo y a los trabajadores en un tiempo de inteligencia artificial”.

Esto también le conecta directamente con su predecesor, el Papa Francisco, quien advirtió de las posibles consecuencias nefastas de un uso irresponsable de esta tecnología. Una de las más recordadas fue cuando abogó frente al G7, reunido en Italia, por el uso de modalidades éticamente correctas para el desarrollo, uso y gestión de la inteligencia artificial, es decir, una algorética.

Además, también centró el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2024, que se celebró el pasado 1 de enero en el tema de las nuevas tecnologías: “Si agravan las desigualdades y los conflictos no pueden considerarse verdadero progreso”, escribió el Papa Francisco al referirse también a los graves riesgos de las campañas de desinformación que pueden alimentar el terrorismo o interferir en los procesos electorales.

El Escudo

El escudo adoptado por el nuevo Pontífice es un escudo dividido en dos partes.

A la izquierda, el símbolo estilizado del lirio blanco sobre fondo azul representa la pureza y la inocencia, y a menudo se asocia con la Virgen María.

A la derecha, sobre fondo blanco, el Sagrado Corazón de Jesús –colocado sobre un libro cerrado–, atravesado por una flecha.

El lema, In Illo unum (En un solo Cristo somos uno), retoma las palabras de San Agustín en su comentario al Salmo 127.

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Fuente: ACI Prensa/otros

Los obispos argentinos expresan su adhesión al nuevo Papa y le aseguran su oración

Los obispos argentinos expresan su adhesión al nuevo Papa y le aseguran su oración

Pilar, Buenos Aires, viernes 9 mayo (PR/25) — Los miembros de la Conferencia Episcopal expresaron su alegría y gratitud ante su nombramiento, asegurando su oración y apoyo en la misión de guiar a la Iglesia con sabiduría y misericordia.

Los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) manifestaron su profunda alegría, gratitud y comunión con el nuevo Papa, León XIV,quien, al ser elegido como obispo de Roma y sucesor del apóstol san Pedro, se convirtió en una figura clave para fortalecer la fe de los católicos de todo el mundo.

En una carta, dirigida al nuevo pontífice, los obispos argentinos destacan su “filial adhesión” al Papa y expresan su agradecimiento por el “don de su persona” y por su generosa disponibilidad para servir al Pueblo de Dios. Además, le ofrecen su constante oración y afecto, pidiendo al Señor que lo fortalezca con los dones del Espíritu Santo para guiar la Iglesia con sabiduría, misericordia y un firme compromiso por la paz.

La misiva subraya que la elección del Papa se produjo de manera providencial durante la 126ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, en la que los obispos oraron con fervor por la guía del Espíritu Santo sobre el cónclave. Los miembros de la conferencia expresaron su esperanza y gratitud por este momento histórico, que marca un nuevo capítulo para la Iglesia en el mundo.

La carta concluye con una especial invocación a la protección de la Virgen de Luján, Madre de la Iglesia, pidiendo que ella acompañe al Papa en su ministerio, especialmente en su servicio a la caridad.

Texto del mensaje de la CEA ante la elección del nuevo Papa
Los Obispos que integramos la Conferencia Episcopal Argentina queremos expresar, con profunda alegría y gratitud, nuestra filial adhesión al nuevo Sucesor de Pedro, el papa León XIV, elegido por el Colegio Cardenalicio como Obispo de Roma.

Damos gracias a Dios por el don de su persona, por su disponibilidad generosa al servicio del Pueblo de Dios y por su sí confiado a la misión que hoy le ha sido confiada.

Lo acompañamos con nuestra oración y afecto, pidiendo al Señor que lo fortalezca con los dones de su Espíritu para guiar a la Iglesia en estos tiempos con sabiduría, misericordia y con un compromiso ineludible por la paz.

La elección del nuevo Papa ha coincidido providencialmente con la celebración de nuestra 126ª Asamblea Plenaria, durante la cual hemos rezado con especial fervor por la guía del Espíritu Santo sobre el Cónclave y por el nuevo Pastor que el Señor ha querido darnos. Vivimos este acontecimiento en espíritu de comunión, esperanza y gratitud.

Renovamos nuestra comunión con el Santo Padre y nuestra voluntad de caminar, como Iglesia que peregrina en la Argentina, en fidelidad al Evangelio, en espíritu sinodal y con corazón misionero.

Invitamos a todo el pueblo fiel de la Argentina a elevar sus oraciones por el nuevo Papa, para que María de Luján, Madre de la Iglesia, lo proteja y acompañe en su ministerio al servicio de la Caridad.

Los obispos reunidos en la 126° Asamblea Plenaria.

Con una carrera marcada por su trabajo misionero en Perú y su cercano vínculo con Francisco, Prevost ha sido una figura clave en el ámbito eclesiástico, destacándose por su compromiso con los pobres.

El cónclave eligió este jueves, 8 de mayo, al cardenal Robert Francis Prevost como nuevo Papa. El prelado estadounidense, de 69 años, escogió el nombre de León XIV, evocando al papa León XIII, una figura asociada al compromiso social y a la apertura diplomática en la historia reciente de la Iglesia.

Monseñor Robert Francis Prevost, O.S.A. nació el 14 de Setiembre de 1955 en Chicago, Illinois (EE.UU.). Su padre, Louis Marius Prevost, es de ascendencia francesa e italiana, y su madre, Mildred Martínez, es de ascendencia española. Tiene dos hermanos, Louis Martín y John Joseph.

Infancia
Su infancia y adolescencia transcurrió con los suyos. Los inicios de su juventud se desarrollaron en el campus universitario, pues desde los 18 hasta los 22 años estudió en Villanova University-Pennsylvania, llegando a obtener el Bachellor’s Degree en Matemática (1977), además de una especialización en Philosophy (1977). El 1º de Setiembre de ese mismo año ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín (O.S.A.), en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, en Saint Louis. El 29 de agosto de 1981 profesó los votos solemnes. Durante aquellos años estudió en la Catholic Theological Unión-Chicago, llegando a graduarse con el título del “Master of Divinity, (en Teología) con mención en Misión Intercultural” (1982).

Estudios
A sus 27 años fue enviado por la Orden a Roma para estudiar Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino (el “Angelicum“). En la Ciudad Eterna recibió la ordenación sacerdotal de manos de monseñor Jean Jadot, presidente del Consejo Pontificio para los no cristianos, el 19 de junio de 1982. Obtuvo la Licenciatura en 1984, y continuó con la preparación de la tesis doctoral, cuando fue destinado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Piura-Perú (1985-1986), siendo vicepárroco de la catedral “Sagrada Familia” y canciller. La diócesis de Chulucanas, erigida el 8-VI-1989, comenzó como prelatura el 4 de marzo de 1965, para ser atendida por los padres agustinos norteamericanos de la Provincia de Chicago.

En 1987 obtuvo el grado de Doctor con la tesis: “El Rol del Prior Local de la Orden de San Agustín”, recibiendo la calificación de Magna Cum Laude.

En ese mismo año fue elegido director de vocaciones y director de misiones de la Provincia agustiniana “Madre del Buen Consejo” en Olympia Fields, Illinois (USA); además se dedicó a conseguir fondos económicos para las misiones de su provincia, en especial para la misión de Chulucanas.

En 1988 fue enviado a la misión de Trujillo para ser el director del proyecto de formación común de los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí se desempeñó como prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998).

En la arquidiócesis de Trujillo prestó servicio como vicario judicial (1989-1998), profesor de Derecho Canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo”; también ejerció como director de Estudios del mencionado Centro de Formación Sacerdotal, y fue rector encargado durante un año. Junto con estas labores académicas y espirituales; párroco fundador en la Parroquia de “Nuestra Señora Madre de la Iglesia”, hoy parroquia “Santa Rita” (1988-1999) y administrador parroquial de “Nuestra Señora de Monserrat” (1992-1999).

Tras estos largos 11 años en Trujillo, regresó a los Estados Unidos porque fue elegido (en 1999) prior provincial de su Provincia “Madre del Buen Consejo” (Chicago). Después de dos años y medio, el capítulo general ordinario lo eligió como prior general, ministerio que la Orden le volvió a confiar en el Capítulo General Ordinario de 2007.

De esta manera, durante dos sexenios, fue responsable de los procesos de planificación y dirección de la orden agustina a nivel mundial, por lo que tuvo que viajar por diferentes países para participar en todos los capítulos de las Provincias y Vicariatos. Además, fue moderador del Instituto “Augustinianum” y responsable de las relaciones de su Orden con los dicasterios vaticanos.

En estos años, monseñor Roberto también se había convertido en un políglota, pues habla el inglés, español, italiano, francés, portugués; y lee el latín y el alemán.

Nombramiento como obispo y cargos en la Curia Vaticana
En Octubre de 2013 regresó a su Provincia (Chicago) para ser maestro de profesos y vicario provincial; cargos que desempeñó hasta que el Papa Francisco lo nombró el 3 de noviembre de 2014 administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo (Perú), elevándolo a la dignidad episcopal como obispo titular de Sufar. El 7 de noviembre tomó posesión canónica de la diócesis ante la presencia del nuncio apostólico, monseñor James Patrick Green y del Colegio de Consultores. Y fue ordenado obispo el 12 de diciembre, en la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, en la catedral de su diócesis. Es obispo de Chiclayo desde el 26 de Septiembre de 2015.

Nombrado por el papa Francisco, miembro de la Congregación para el Clero en 2019. Nombrado por el Papa Francisco, el 21 de noviembre de 2020, miembro de la Congregación de Obispos. Reelegido segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana en 2022.

El 30 de enero del 2023, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio de los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina (CAL).

Creado cardenal en 2023
Prevost fue creado cardenal por el Papa Francisco en el Consistorio de cardenales del 30 de septiembre del 2023.

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Fuente: AICA

Un sacerdote que convivió con el papa León XIV en Perú recordó su vida sencilla y su vínculo con Bergoglio

Un sacerdote que convivió con el papa León XIV en Perú recordó su vida sencilla y su vínculo con Bergoglio

Jorge Millán Cotrina convivió con el papa León XIV en Chiclayo. En diálogo con Radio Colonia, reveló anécdotas, su vida austera y su vínculo con Francisco.

Buenos Aires, viernes 9 mayo (PR/25) — El sacerdote peruano Jorge Millán Cotrina, párroco de la Sagrada Familia en la diócesis de Chiclayo, ofreció un testimonio exclusivo en el programa Las Dos Orillas con Alicia Barrios por Radio Colonia, donde compartió vivencias íntimas con quien fuera su obispo durante casi nueve años y hoy es el nuevo papa León XIV, antes conocido como Robert Francis Prevost Martínez.

“Viví con él desde 2015 hasta 2023. Era un amigo, cercano, austero. Cocinaba, lavaba los platos y atendía emergencias en zonas pobres”, relató Millán.

En la entrevista, detalló que conoció a Prevost cuando fue nombrado administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo en 2014, y que desde entonces forjaron una amistad profunda. “Cuando fue al Callao en pandemia viajó solo en auto, 700 kilómetros, por temor a contagiar. Un hombre de Iglesia”, destacó.

Según supo Noticias Argentinas, Millán también confirmó que el flamante pontífice posee nacionalidad peruana, ya que se naturalizó durante su misión pastoral. “Los peruanos lo sentimos como nuestro. Está en todos los medios, en todos los WhatsApp”, señaló.

Sobre su perfil ideológico, el sacerdote subrayó que León XIV “nunca se enfrentó a los movimientos LGBT, pero tampoco los rechazó. Fue fiel a la Iglesia y cercano al papa Francisco”. De hecho, recordó una anécdota que ilustra el vínculo con Jorge Bergoglio cuando éste aún era arzobispo de Buenos Aires. “Se conocieron porque Prevost, como superior agustino, visitó la UCA y trabajaban con sacerdotes que Bergoglio quería retener. Incluso lo llamó para pedirle que no lo llevara a uno de ellos a Roma”, contó.

Al final del diálogo, Millán confesó que le escribió un mensaje antes del cónclave: “Le dije: rezo por usted. Capaz es la última vez que hablamos. Y así fue”.

El sacerdote no viajará a Roma por ahora, pero sí lo hará otro cura chiclayano que fue elegido como secretario papal.

“Seguimos en la viña del Señor”, cerró emocionado Millán, quien también impartió una bendición en vivo a los oyentes.

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Fuente: NA/ Radio Colonia

La trastienda del cónclave que consagró al papa León XIV

La trastienda del cónclave que consagró al papa León XIV

Robert Prevost no aparecía entre los favoritos: el italiano Pietro Parolin y el filipino Luis Antonio Tagle eran los cardenales papables. La llamativa demora en la fumata blanca. Y las intrigas, los rechazos y las sorpresas que surgieron en apenas 26 horas.

Por 

Robert Prevost, fue elegido papa León XIV. (Foto: AP/Domenico Stinellis)

El sacerdote León siguió a San Francisco de Asís en la pobreza. Era su secretario y además, su confidente. En tanto, Asís fue el santo que orientó a Jorge Bergoglio a tomar su nombre: el papa Francisco.

Seguramente, el nuevo pontífice responderá más adelante este dilema.

Prevost era un nombre de segunda línea en el cónclave. En la primera línea estaban el italiano Pietro Parolin y el filipino Luis Antonio Tagle, seguidos por el romano Matteo Zuppi. No había otro favorito.

Un cura cercano a los cardenales advirtió que Pietro Parolín no quería ser papa. (Foto: Reuters)
Un cura cercano a los cardenales advirtió que Pietro Parolín no quería ser papa. (Foto: Reuters)

El miércoles, Parolin y Tagle se reunieron. De acuerdo con fuentes vaticanas, la información preliminar señala que Parolin tenía 40 votos a favor, Tagle también contaba con respaldos importantes, pero ninguno de los dos alcanzaba los 89 votos necesarios.

La fuente consultada, que adelantó el nombre de Prevost, dijo que ambos cardenales coincidieron que este jueves se elegiría al sumo pontífice. El presidente del Colegio Cardenalicio, Giovanni Re, dijo: “Auguro que hoy va a haber papa”. No fue casualidad.

En principio, Tagle y Parolin acordaron que, si en las votaciones de la mañana del jueves no era designado ninguno de los dos, irían por una diagonal.

Luego, la periodista Virginia Priano consiguió información de una fuente que coincidía, inicialmente, con la obtenida por quien escribe: “Piensen en un cardenal con p”. Y cardenales con esa letra inicial, solo había tres: Parolin, el también italiano Pierbattista Pizzaballa y Prevost.

Luis Antonio Tagle tenía votos importantes, pero al igual que Parolín, no alcanzó los 89 necesarios. (Foto: REUTERS/Hannah McKay)
Luis Antonio Tagle tenía votos importantes, pero al igual que Parolín, no alcanzó los 89 necesarios. (Foto: REUTERS/Hannah McKay)

Era muy difícil que Pizzaballa se convirtiera en el sucesor de Francisco porque está vinculado con el conflicto de Israel en la Franja de Gaza. El papa Francisco lo había llamado “el patriarca de Jerusalén”, y el cardenal había generado controversia. Nombrarlo era elegir a alguien muy involucrado con la guerra en Medio Oriente.

Por esta razón, no quedaban dudas de que Prevost era el elegido para ser el nuevo vicario de Cristo.

Además, la extensión de la elección indicaba que Parolin, quien había ingresado al cónclave como favorito, había perdido fuerza. Esto confirmaba la máxima del Vaticano: “El que entra como papa, sale como cardenal”.

Pero hay una declaración no menor: un cura que conoce a los cardenales también había advertido que Parolin no quería ser papa.

La demora por la fumata: casi una hora de silencio total

La fumata estaba anunciada para las 17:30, pero se dio a las 18:13 (hora de Italia), por lo que dimos por sentado que no había acuerdo. Fue una gran sorpresa documentarlo en vivo.

Durante casi una hora las fuentes vaticanas dejaron de responder. En ese lapso no se supo quién era el nuevo papa.

La salida del humo blanco se demoró. (Foto: REUTERS/Yara Nardi TPX IMAGES OF THE DAY).
La salida del humo blanco se demoró. (Foto: REUTERS/Yara Nardi TPX IMAGES OF THE DAY).

Lo que llama la atención es que se hubiese demorado tanto la fumata blanca porque el papa tiene que aceptar. Una vez que lo hace, camina por la Capilla Sixtina, se dirige a la Sala Lacrimosa (así llamada porque quien es elegido sumo pontífice suele conmoverse en ese momento hasta las lágrimas).

Es ahí cuando el flamante papa se prueba las sotanas. Eso le da una oportunidad para quedarse en soledad y el hombre entonces toma noción de que ha dejado de ser cardenal para convertirse en Papa. Luego camina desde la Sala Regia al balcón de San Pedro.

Comúnmente, el humo no demora tanto.

El nuevo papa, un estadounidense nacionalizado peruano

Cuando escuché el nombre, se me puso la piel de gallina. No pensaba que habíamos tenido la oportunidad de adelantarlo.

Prevost es un hombre muy interesante. Tiene una caligrafía casi igual a la de Francisco. Otro dato curioso es que, cuando asumió León XIII, tenía 69 años y fue papa por 25 años. Prevost también tiene 69 años: se augura un papado largo.

El nuevo papa mencionó dos veces a Francisco. (Foto: REUTERS/Guglielmo Mangiapane.)
El nuevo papa mencionó dos veces a Francisco. (Foto: REUTERS/Guglielmo Mangiapane.)

León XIV nombró dos veces a Francisco en su discurso. Esto es muy importante. Vale remarcar que el cardenal Giovanni Re no lo mencionó en su homilía, previa al cónclave.

El nuevo papa habló en italiano y español, otro detalle para tomar en cuenta: no habló en inglés, su lengua nativa.

La fecha de asunción del nuevo papa

El Vaticano no lo ha confirmado aún, pero la asunción podría celebrarse el martes 13, día de la Virgen de Fátima, una fecha también recordada por el atentado contra Juan Pablo II, en 1981.

De no ser ese día, algunos vaticinan que podría ser el miércoles o el jueves, porque hay muchos cardenales que se van.

Este viernes, hay una misa de León XIV con los cardenales en la Capilla Sixtina a las 9:00 (hora local). Luego, algunos cardenales se irán, no se quedarán para la asunción.

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Fuente: TN

 

Los grandes desafíos que enfrenta el nuevo Papa

Los grandes desafíos que enfrenta el nuevo Papa

Hoy 9 de mayo celebramos a San Isaías Profeta

Hoy 9 de mayo celebramos a San Isaías Profeta

Isaías (en hebreo, יְשַׁעְיָהוּ, Yəšaʻyahū, “salva YHVH”, idénticos significado y etimología al nombre Jesús) fue uno de los cuatro profetas mayores del Antiguo Testamento (junto con Jeremías, Ezequiel y Daniel), cuya vida y obra tuvo lugar hacia el siglo VIII a. C.

Buenos Aires, 9 de mayo (PR/25) .- San Isaías nació en una noble tribu de Israel alrededor del 770 a.C., enviado por Dios para revelar al pueblo infiel y pecador la fidelidad y la salvación del Señor en cumplimiento de la promesa hecha por Dios a David. Un tiempo la tradición decía que habría vivido durante más de un siglo y que sus profecías cubrían unos cincuenta años de la historia de Israel, pero la moderna crítica textual católica afirma que fueron los herederos de su espíritu quienes, por medio de diversas adiciones, dieron la forma final actual al primer texto original.

La llamada de Dios viene en una visión

Los caminos del Señor son infinitos, así como las formas en que nos llama a servirle: en el caso de san Isaías, Dios viene en una visión para confiarle su misión. El futuro profeta ve al Señor sentado en un gran trono en el Templo, rodeado de querubines, uno de los cuales toma un carbón encendido del altar y con él toca la boca de Isaías, “purificándolo” del pecado. Entonces Dios mismo toma la palabra y manda Isaías a predicar la verdad al pueblo elegido. (Is 6,1-13).

El carisma profético

Los oráculos proféticos atribuidos al primer Isaías comienzan alrededor del 740 a.C., bajo el reinado de Ozias: Isaias anuncia la caída de Israel en un período histórico que coincide con el avance del imperio asirio hacia el oeste. (Is 1-5) Los oráculos narrados en la primera parte del libro de Isaías reguardan los reinos de Joatán, Acaz, Ezequías y finalmente Manasés. Cuando Ezequias, por ejemplo, se alía con los egipcios contra el creciente poder de los asirios, Isaías se opone y profetiza la destrucción del reino, exhortando a los gobernantes a que no busquen alianzas entre ellos, sino que se vuelvan sólo a Dios. (Is 28-32) El libro profético de Isaías está formado por 66 capítulos divididos en tres partes. En la segunda parte del libro, llamada “de la consolaciòn”, no solo no se nombra nunca a Isaías, sino que los eventos narrados son de dos siglos después. Aunado a esto, la belleza y la claridad de los textos ha hecho pensar a los exégetas que más que predicciones de eventos futuros, se trata de reelaboraciones teologicas ulteriores sobre eventos del pasado. (Is 40-55). En diversas partes del libro también se habla de la venida del Mesías libertador (Is 32,1-5; 61, 1-3), preanunciando su nacimiento y sus obras, (Is 2, 1-5; 7, 10-17, 9, 1-6; 11,1-9; 28, 16-17) y hasta su pasión y muerte. (Is 42,1-4;49, 1-6;52, 13-15).

La muerte como mártir

Cuando el reino de Judá pasa a manos de Manasés, Isaías está preocupado: el nuevo rey es impío y cruel, porque ha caído en la idolatría. El Señor, entonces, envía al profeta para llamarlo a adorar al único Dios verdadero y arrepentirse de sus pecados. Estamos en el año 681 a.C. Manasés, sin embargo, no escucha a Isaías y, según los evangelios apócrifos, lo condena a una muerte atroz: por esta razón el santo profeta es también venerado en muchos lugares como un mártir.

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Fuente: VATICAN NEWS