En las últimas horas se acordó con los estibadores y la Terminal TC2 anunció un alza de las exportaciones.
Por Antonio D’Eramo
Periodista, editor, y conductor de radio. Curioso por naturaleza.
Mar del Plata, sábado 2 agosto (PR/25) — Mientras se suceden las mesas de diálogo intersectorial entre representantes de cámaras empresarias, gremios y técnicos portuarios para encontrar soluciones a la crisis que incide en el empleo y en la cadena de valor pesquera, comienzan a llegar algunos acuerdos para alejar la posibilidad de paros totales de la actividad.
Recientemente, las entidades que agrupan a los prestadores de servicios de estibaje, aquellos trabajadores que colocan y distribuyen adecuadamente la carga en un barco, camión o contenedor para optimizar el espacio y garantizar la seguridad durante el traslado, anunciaron un incremento del 9% en las tarifas vigentes a partir del 1 de agosto de 2025.
Las cooperativas de trabajo anunciaron el nuevo costo a través de un documento y fue justificado al afirmar que «…a pesar del complejo contexto económico general y del que atraviesa particularmente nuestra industria, esta decisión se tomó para corregir el cuadro tarifario». Según se explicó, el desfasaje surge del aumento del costo de vida registrado entre noviembre de 2024 a junio de 2025, período en el que la inflación del INDEC registró un aumento del 20,2%, y de los costos operativos de las empresas prestadoras del servicio que fueron al alza.
En principio, la medida no fue consensuada con las cámaras empresarias, sino que fue comunicada directamente a las cooperativas de trabajo a través de la firma de Carlos Nacer de Fecooaport Ltda., Santiago Pratto de la CESAP y Alberto Ovejero de la cámara de servicios portuarios.
Precisamente, Alberto Ovejero también fue noticia por las recientes declaraciones a NA de su socio, el empresario Emilio Bustamante, director de la Terminal de Contenedores 2 del puerto de Mar del Plata. Según difundió el equipo de TC 2, el primer semestre del año arrojó un balance positivo con un incremento del 41% en el volumen de operaciones del comercio exterior si se lo compara con el mismo período del año anterior.
Los documentos precisan que se alcanzó un total de 5.492 TEUs movilizados. El TEU (twenty-foot equivalent unit) es una unidad de medida utilizada en el comercio exterior y en los envíos internacionales que expresa la capacidad de carga de los contenedores estándar de 20 pies o 6,096 metros. Con esa capacidad se registró un incremento de las exportaciones y de la carga por la que se tomaron nota de una mayor cantidad de viajes así como de movimientos por vía terrestre.
Bustamante explicó: «Durante los seis primeros meses del año, TC2 avanzó en múltiples direcciones: fortaleció su conectividad comercial y diversificó su matriz exportadora y, además, la naviera CMA CGM anunció que, como parte del servicio Atlas, que conecta Mar del Plata con el puerto de Santos en Brasil, pasará a operar semanalmente en lugar de hacerlo de forma quincenal».
Con respecto a la carga a granel, o el transporte de mercancías en grandes cantidades sin embalaje o empaquetado individual, donde el propio medio de transporte actúa como recipiente, ampliaron la diversidad de servicios logísticos desde la TC 2. «Los trabajadores de la terminal se sienten orgullosos de haber operado en simultáneo con dos buques de comercio exterior, algo que no ocurría desde hace más de 15 años, el Artemis de CMA CGM en el muelle 2 y MV Prince of the Seas en el muelle 3″, ejemplificó Bustamante.
Claroscuros en el Puerto de Mar del Plata que aún vive momentos de tensiones dentro del sector pesquero, con empresas procesadoras en riesgo de continuidad de sus operaciones, conflictos laborales y costos operativos crecientes. La estiba tuvo su ajuste mientras aguarda que el resto de la cadena de valor se adapte a las condiciones actuales de la economía de la era Milei para superar los conflictos propios de la actividad pesquera.
La industria pesquera atraviesa uno de los momentos más delicados, con consecuencias cada vez más severas para la economía regional y nacional.
El conflicto por la zafra del langostino sumó nuevos episodios de alta tensión. (Foto: Redes)
Agencia Noticias Argentinas
Buenos Aires, domingo 20 julio (PR/25) — El conflicto por la zafra del langostino sumó en las últimas horas nuevos episodios de alta tensión que agudizan una crisis que ya paraliza la actividad hace meses. Manifestaciones cruzadas entre sindicatos, amenazas de muerte a trabajadores, y allanamientos judiciales en Chubut marcaron una semana crítica para la industria, que ya acumula pérdidas millonarias y afecta a miles de familias en todo el país.
Afiliados del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y del Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape) realizaron este viernes una protesta frente a la sede del Sindicato de Capitanes de Pesca en Mar del Plata, en un gesto que expone las profundas divisiones dentro del sector gremial.
Al mismo tiempo, en Puerto Madryn, al menos cuatro marineros denunciaron haber recibido amenazas de muerte por haber aceptado firmar contratos con la empresa Conarpesa. Uno de los mensajes enviados por WhatsApp advertía crudamente: “Más vale que no firmes mañana, porque no pisás más Madryn. Acordate, te conviene, porque no vas a poder bajar del barco, hay una bala para vos”.
La amenaza fue difundida públicamente por el secretario de Pesca de Chubut, Andrés Arbeletche, quien expresó en redes sociales: “Amenazar de muerte a un laburante es traspasar todo límite”, y confirmó que se iniciaron acciones penales. Poco después, la policía local realizó dos allanamientos, incautando teléfonos que podrían aportar pruebas sobre el origen de los mensajes intimidatorios.
En respuesta, la Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina expresó un firme rechazo a los hechos de violencia. En un comunicado, las entidades firmantes declararon: “Repudiamos la violencia y extorsión contra trabajadores que quieren ejercer su derecho a trabajar. No es el camino para construir paz social ni fomentar el empleo argentino”.
El conflicto gremial se centra en la negativa del SOMU y del Simape a renegociar el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), principalmente en lo referido a los pagos por producción, el componente central del salario de los tripulantes. Ambos sindicatos aseguran que ya firmaron un acuerdo salarial con aumentos sobre los básicos, mientras que las empresas denuncian que los valores actuales son insostenibles.
Oscar Bravo (SOMU) y Pablo Trueba (Simape) se mantuvieron firmes en sus posturas. Bravo insistió en que “no hay nada legal que firmar fuera del convenio ya vigente”, y Trueba acusó a las cámaras empresarias de intentar “romper la paz social”.
Pese a la tensión, se logró una excepción: la empresa Buenos Aires Pesca SA alcanzó un acuerdo con ambos gremios para que dos buques tangoneros zarparan bajo un esquema de pago transitorio, respetando el CCT.
El conflicto, que ya lleva cuatro meses de parálisis formal y mantiene amarrados a más de 100 buques desde hace casi un año, tiene consecuencias dramáticas: exportaciones frenadas por más de 200 millones de dólares y un fuerte impacto económico en alrededor de 5.000 familias que viven de la actividad.
Desde una de las cámaras empresarias señalaron que “no hay condiciones de seguridad para salir a pescar con acuerdos individuales, los trabajadores están amenazados”. Además, advirtieron que el costo laboral representa actualmente el 60% de la operación y que seguir sin actualizar el convenio vigente implicaría trabajar a pérdida.
A diferencia de SOMU y Simape, los sindicatos de Capitanes y Maquinistas sí acordaron revisar los ítems de producción, que siguen calculados según un precio por kilo de langostino fijado en 2005 (USD 12), mientras que hoy el valor ronda los USD 6 por kilo.
Buenos Aires, viernes 4 julio (PR/25) — La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación informa que, de acuerdo al informe semanal de Gestión de Pesquerías de la Dirección de Planificación Pesquera (DPP) dependiente de la subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca, los desembarques de la especie Calamar Illex al cierre de la temporada 2025 alcanzaron las 203.956 toneladas (récord que no se superaba desde hacía 17 años).
Asimismo, ese guarismo supera en un 33% al total anual alcanzado en 2024, que fue de 154.600 toneladas.
Respecto a las ventas externas, Argentina exporta calamar a 33 mercados por un monto que asciende a 372.674 millones de dólares. Los principales destinos son: China, Corea Republicana, Singapur, España, Tailandia, Italia, Japón y Vietnam.
Primicias Rurales
Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca
El enfrentamiento entre empresas y gremios por el precio del langostino mantiene inactivos 113 barcos y afecta a más de 5.000 familias; el acuerdo parcial con los capitanes no logró destrabar la situación
El SOMU, sindicato de marinería, es de posiciones más duras en el conflicto con empresas «congeladoras» de langostino
Buenos Aires, lunes 30 junio (PR/25) — En lo que las cámaras de empresas de pesca de langostino describen como “la crisis más grave en la historia de la pesca argentina”, unos 5.000 marineros permanecen sin trabajar y las pérdidas de exportación para el país superan ya los USD 200 millones.
El conflicto enfrenta, de un lado a las empresas que operan barcos “congeladores” (aquellos que además de pescar, procesan y embalan langostino en “buques-factoría”), y del otro a los sindicatos de capitanes de pesca, conductores navales y marinería. Este último sector es el que aporta más tripulantes a los buques pesqueros, unos 24 sobre una tripulación estándar de 30 personas.
El viernes, las cámaras empresarias anunciaron un acuerdo con la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca, que agrupa a los tripulantes de mayor remuneración y menos número en una embarcación, sugiriendo que “podría iniciarse la solución” del conflicto con maquinistas y marineros.
Adecuación
El objetivo, afirmaron, es “llegar a un acuerdo para iniciar un proceso de adecuación del Convenio Colectivo de Trabajo que rige la actividad de los capitanes de la flota congeladora”. Están en juego los premios “por producción”, la parte del león (o tiburón, tratándose de un entorno marino) de los ingresos de los trabajadores pesqueros, vinculados desde 2005 a un precio de referencia de USD 12 el kilo de langostino.
Están en juego los premios “por producción”, la parte más significativa de los ingresos de los trabajadores pesqueros, vinculados desde 2005 a un precio de referencia de USD 12 el kilo de langostino
Las empresas quieren adecuar ese valor a los precios actuales, cercanos a USD 5,5 el kilo. Hasta ahora no lo consiguieron y 113 buques “congeladores” siguen amarrados en puertos, desde Mar del Plata hacia el sur. Unos 5.000 trabajadores no perciben “premio” de producción y Argentina, calculan, ya perdió exportaciones de unos USD 200 millones de langostino, la especie más importante por monto en las ventas externas del sector pesquero.
En 2017 la exportación de la especie en diferentes formas y tamaños había llegado a superar los USD 1.000 millones anuales. La caída de precios en el mercado internacional redujo el potencial a un todavía no desdeñable USD 600 millones anuales, del que ya se perdió un tercio. La pesca es el octavo complejo exportador argentino y el primero si se consideran las “economías regionales” del país.
Acuerdo bilateral
El entendimiento con los Capitanes de Pesca “fue fruto de un trabajo bilateral riguroso, basado en el análisis detallado de los costos de producción y el escenario económico que enfrenta la actividad del langostino congelado a bordo”, explicó Agustín De La Fuente, presidente de la Cámara Argentino-Patagónica de la Industria Pesquera (Capip), una de las tres cámaras empresarias en torno del conflicto.
“Ahora confiamos en que la marinería adopte una postura similar, donde prime la razonabilidad y el diálogo para encontrar una solución completa a este conflicto que afecta a más de 5.000 familias”, agregó Eduardo Boiero, presidente de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPECA). Del lado empresarial también está CEPA (Cámara de Empresas Pesqueras Argentinas).
La enumeración refleja la atomización del sector pesquero, que abarca también a la marinería, representada por el SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, cuyo secretario general, Raúl Durdos, mantiene vínculos con la familia Moyano), y el Simape (Sindicato Marítimo de Pescadores, que agrupa a los marineros de Mar del Plata).
En dólares, el langostino es el principal producto de exportación de la pesca argentina (Foto: Adobe Stock)
Las cámaras empresarias mejoraron algo su postura negociadora cuando, a través del sitio “www.salgamosapescarya”, algunos marineros criticaron la postura inflexible del SOMU, que les impide cobrar la mayor parte de sus ingresos.
Todos pierden
Según las cámaras empresarias, el conflicto representa hasta ahora USD 200 millones de pérdida de exportaciones, 113 buques congeladores detenidos, daño económico a localidades como Mar del Plata, Puerto Madryn, Puerto Deseado y Ushuaia y deterioro del ingreso de marineros y sus familias y de la cadena logística, productiva y comercial asociada.
Un buque de pesca de langostino, cargado a full
El actual convenio colectivo, afirman, “resulta inviable” frente a un contexto internacional de fuerte caída de precios. El rechazo de SOMU y Simape a actualizarlo, agregan, “desprotege a quienes más dependen de esta actividad”. Según sus estimaciones, un marinero podría estar percibiendo ingresos por $10 millones brutos mensuales, “en base a parámetros realistas de productividad”. pero al no haber actividad está percibiendo solo el básico, de poco más $500.000, que cobra todos los meses del año, haya o no actividad pesquera.
Según una propuesta que las Cámaras presentaron semanas atrás en la Secretaría de Trabajo de la Nación, el impacto de la readecuación al Convenio “recaería sobre salarios que, en la base de su escala, significan $86,4 millones brutos anuales”. Se trata de trabajadores, dice el documento, ubicados en el 5% superior de la pirámide de ingresos de la Argentina», producto –enfatiza- “de un promedio de entre 5 y 7 meses de trabajo efectivo anual”.
Un marinero podría estar percibiendo ingresos por $10 millones brutos mensuales, “en base a parámetros realistas de productividad”. pero al no haber actividad está percibiendo solo el básico, de poco más $500.000, que cobra todos los meses
El rol de la Aduana
El acuerdo con los Capitanes incluiría tomar para los premios de producción el precio de exportación del langostino que informa la Aduana, a condición de que lo haga de modo “dinámico” y refleje fielmente las condiciones de mercado.
El amago de optimismo de las cámaras empresarias sobre una posible resolución del conflicto choca con la postura del SOMU, que en la semana organizó una marcha sobre Plaza de Mayo con la consigna “No a la Baja” y el rechazo a cualquier “adecuación” del Convenio de 2005. Micros con manifestantes llegaron desde el sur del país. Revista Puerto, especializada en el sector, señaló que para evitar desbordes en su territorio el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, habría financiado la llegada de tres micros desde Puerto Madryn.
El jueves, ante la Comisión de Industria en la Cámara de Diputados, el secretario de Pesca del SOMU, Juan Navarro, advirtió (¿o amenazó?): “estamos a punto de que algunas ciudades sufran graves incidentes”.
Además, el SOMU elevó un petitorio al presidente de la Nación, Javier Milei, en el que además de criticar el decreto 340, de desregulación de la marina mercante, denunció la paralización de la flota tangonera (así se llama a los buques especializados en captura de langostino) y dijo que la readecuación que proponen las cámaras “no tiene fundamentos legales ni económicos”, porque “no existe ninguna empresa pesquera concursada o en procedimiento preventivo de crisis”.
Para zanjar diferencias, el gremio pretende que el gobierno disminuya el Derecho Único de Extracción (DUE) y las retenciones a las exportaciones pesqueras, exima temporalmente a las empresas del impuesto a los combustibles (segundo mayor costo operativo, detrás del laboral) y un régimen de excepción sobre los aportes a la seguridad social. Pero de retocar el Convenio, ni palabra.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que tiene la secretaria de la instancia, dialogó con los países sobre la importancia de la asistencia técnica, políticas públicas, y marcos normativos, entre otros temas.
Ciudad de Panamá, sábado 28 de junio (PR/25) – Priorizar estrategias de trabajo para la pesca y acuicultura en pequeña escala y artesanal, apoyar con asistencia técnica, e impulsar la movilización de recursos, fueron parte de las recomendaciones que hicieron los países al cierre de la XIX Reunión de la Comisión de Pesca en Pequeña Escala, Artesanal y Acuicultura para América Latina y el Caribe (COPPESAALC), celebrada en Ciudad de Panamá del 25 al 27 de junio.
45 delegados de 16 países debatieron sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan los sistemas alimentarios acuáticos para contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, la responsabilidad ambiental, la inclusión social, y el resguardo de los medios de vida y economías de las familias costeras y ribereñas.
En la instancia, Panamá fue designado como presidencia por tempore de la Comisión.
Según cifras 2023 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la región produce más de 15 millones de toneladas de productos pesqueros al año, y la acuicultura presenta un crecimiento sostenido del 7,7% desde el año 2000, lo que ofrece una oportunidad concreta para ampliar su contribución a al desarrollo sostenible de la región.
“Los alimentos acuáticos son clave para erradicar el hambre. En un mundo que aún enfrenta grandes desigualdades, los alimentos acuáticos son parte de la solución porque alimentan. Mientras el consumo per cápita mundial alcanza los 20,7 kg por año, en nuestra región apenas supera los 11 kg. Esto significa que hay espacio —y necesidad— de crecer”, señaló Javier Villanueva, Oficial Principal de pesca y Acuicultura de la FAO para América Latina y el Caribe.
Además, Javier Villanueva destacó que cuando se practican de forma sostenible, la pesca y la acuicultura generan menor impacto ambiental que otros sistemas de producción. “Más de 85 millones de personas en América Latina y el Caribe dependen de la pesca y la acuicultura. Este sector puede convertirse en una fuente real de oportunidades económicas para miles de familias”, dijo.
La FAO subrayó la urgencia de seguir promoviendo la Transformación Azul, una visión integral que busca maximizar la contribución de los sistemas acuáticos sostenibles a dietas saludables, al bienestar de las comunidades costeras y rurales, y a su gestión responsable, mediante líneas programáticas que fomenten la innovación y la diversificación productiva.
También reiteró su compromiso de trabajar junto a los países miembros de la Comisión para fortalecer capacidades, políticas públicas e inversiones, ampliar la cooperación y protección social, incorporar la variable climática en las perspectivas de trabajo, y continuar asistiendo a los países en el establecimiento de legislaciones, políticas y planes nacionales.
Los países participantes solicitaron apoyo para seguir ajustando temáticas como la iniciativa de los Puertos Azules (que promueve la transformación de las zonas marinas y costeras en áreas social, económica y ambientalmente sostenible), gestión del riesgo de desastres y el rol de las mujeres en la pesca y acuicultura, con miras a las necesidades nacionales.
El encuentro reforzó los compromisos discutidos en el marco de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada del 9 al 13 de junio, donde la FAO reafirmó la urgencia de hacer un uso sostenible del océano como fuente vital de alimento, empleo y bienestar para millones de personas.
Taller de directrices de la acuicultura sostenible
La reunión de la COPPESAALC fue antecedida en ciudad de Panamá, los días 23 y 24 de junio, por el taller regional sobre la promoción de las Directrices para la Acuicultura Sostenible (DAS), donde se destacó la necesidad urgente de que los países analicen el estado actual de la acuicultura y alineen sus políticas y marcos de gobernanza con los principios de las DAS, mediante estrategias adaptadas a las necesidades nacionales.
Senasa certificó el cumplimiento de los requisitos sanitarios del envío -proveniente de Chaco- destinado a una prueba en restaurantes de Los Ángeles.
Buenos Aires, lunes 23 junio (PR/25) — El Senasa certificó la primera exportación de carne de pacú de criadero por avión desde Rosario, provincia de Santa Fe, con destino a Los Ángeles, Estados Unidos, para promocionarla entre comensales de restaurantes de la ciudad californiana.
El envío -proveniente de un establecimiento habilitado por el Senasa, ubicado en Puerto Las Palmas, provincia de Chaco– partió del aeropuerto Internacional “Islas Malvinas” de Rosario, con la certificación sanitaria del organismo nacional permitiendo al productor ahorrar costos y tiempo.
Previamente, en el establecimiento elaborador, un equipo técnico del Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa fiscalizó el cumplimiento de los requisitos sanitarios y de inocuidad establecidos por el país de destino. Ya en Rosario, personal de certificaciones del organismo nacional -con la colaboración de actores privados y personal de aeropuerto- verificó el acondicionamiento de la mercadería y emitió el certificado correspondiente que acompaña toda exportación.
En lo que va de 2025 el Senasa certificó la exportación a Estados Unidos de 13 mil toneladas de productos de la pesca.