Nov 12, 2025 | Agricultura
Por Esteban Romero, Gerente de Producción de ADBlick Granos
Buenos Aires, miércoles 12 noviembre (PR/25) — El girasol volvió a ser protagonista en los planteos agrícolas argentinos. En un contexto desafiante para los márgenes de la mayoría de los cultivos, su continua demanda, buena adaptación a distintos ambientes, bajo costo de implantación y mejora en los precios, lo posicionaron como una alternativa sólida dentro de la rotación, en muchas zonas estratégicas de la agricultura argentina.
Pero más allá de los números coyunturales, el girasol ofrece una oportunidad de fondo: consolidar un modelo productivo más eficiente, tecnificado y diversificado.
Desde el punto de vista productivo, el gran cambio de los últimos años vino de la mano del mejoramiento genético. Los nuevos híbridos —tanto linoleicos como alto oleicos— ofrecen rendimientos similares, pero con un salto importante en sanidad, estabilidad de rinde en múltiples zonas y alto potencial de producción. Esto permite que el girasol vuelva a ganar espacio en zonas donde había sido desplazado por enfermedades como la phomosis o el mildiu, que hoy están mucho más controladas gracias a la genética y al manejo.
Otro factor clave es la adaptación del cultivo a condiciones de estrés hídrico. El girasol es un cultivo con una notable estabilidad interanual: responde bien a años secos y, manejado correctamente, puede mantener rendimientos consistentes donde otros cultivos sufren. Eso no significa que no requiera agua, sino que tolera mejor la falta y penaliza más los excesos. Por eso, elegir el ambiente y la fecha de siembra adecuados es determinante.
Un aspecto que los productores debemos seguir fortaleciendo es el uso de tecnología de precisión y conocimiento de los ambientes. En ADBlick Granos trabajamos con siembra variable y ajustes de densidad en función del potencial de cada lote. También realizamos análisis previos de nitrógeno para definir dosis ajustadas y eficientes. Son prácticas que marcan la diferencia, sobre todo en un cultivo donde muchas veces se invierte poco y se espera mucho. El girasol necesita un buen arranque: asegurar una siembra pareja y una correcta implantación es el primer paso para un buen resultado.
En nuestra compañía, el girasol ocupa históricamente un lugar estratégico dentro del portfolio productivo. Este año estamos sembrando alrededor de 72.000 hectáreas, de las cuales más de 24.000 corresponden a girasol, lo que representa un crecimiento aproximado del 40% respecto de la campaña anterior. En su mayoría —más del 90%— se trata de híbridos de alto oleico, donde buscamos un mejor premio de precio por calidad y contenido de aceite, sin resignar productividad..
Aun con estos avances, persisten desafíos estructurales. El primero es cultural: en muchas zonas donde el girasol fue tradicional, se dejó de hacer por desconocimiento o falta de actualización técnica. Volver a incorporarlo requiere capacitación y difusión de buenas prácticas. El segundo desafío está en expandir la superficie sin perder eficiencia: no se trata de sembrar más por sembrar, sino de hacerlo donde el ambiente y la tecnología acompañen. Y el tercero, en fortalecer la articulación de la cadena, para asegurar un crecimiento sostenido que atraiga más inversión industrial y comercial.
En síntesis, el girasol es hoy una alternativa rentable y estratégica, pero sobre todo es una herramienta para producir mejor: diversifica, mejora los suelos y aporta estabilidad. Con genética moderna, manejo de precisión y una visión de largo plazo, Argentina tiene todo para consolidarse nuevamente como un jugador relevante en el mapa mundial del girasol.
Fuente: Adblickagro.com
Primicias Rurales
Nov 9, 2025 | Agricultura
Guido Di Mauro es investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario y presentó, en el marco de un ciclo de charlas online organizado por la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA) en conjunto con Fertilizar AC, los resultados de un trabajo en más de 15.000 lotes de soja de primera en el centro del país durante 13 campañas, que analizó las brechas de rendimiento de la oleaginosa y la influencia de la nutrición sobre el rinde y la calidad del grano.
Ese estudio determinó que el rendimiento promedio de los productores se ubica 28,7% por debajo del rendimiento potencial en secano. “Esa brecha representa la diferencia entre lo que podríamos producir y lo que efectivamente logramos con el manejo actual”, explicó el especialista, quien remarcó que “alrededor de 65% de esa brecha puede atribuirse a factores de manejo”, lo cual abre una gran oportunidad de mejora.
Además, “en la región centro de Argentina, la principal zona agrícola, el rango de la brecha va de 15 al 60%. Es mucho lo que nos perdemos de producir”, señaló.
Entre los factores más influyentes, el investigador destacó la fecha de siembra, la rotación de cultivos y la fertilización fosfatada, además de la incidencia de algunos micronutrientes. “En promedio, los lotes sembrados con antecesor maíz mostraron brechas más bajas que los que venían de soja sobre soja”.
A su vez, un relevamiento también reflejó que solo la mitad de los productores fertiliza la soja, y que en la mayoría de los casos las dosis aplicadas son relativamente bajas en comparación con los requerimientos reales del cultivo.
El trabajo también exploró la relación entre fertilización y calidad del grano, un aspecto de interés para la industria de procesamiento. “Observamos que la fertilización con fósforo y azufre incrementó el contenido de proteína del grano hasta en 0,9%”. Y enfatizó “Suena poco, pero mover un 1 % de proteína con manejo es muchísimo. Y lo más interesante es que en más de la mitad de las parcelas evaluadas logramos mejorar simultáneamente rendimiento y proteína”, agregó.
Aunque actualmente el mercado no remunera directamente la proteína, Di Mauro consideró que mejorar la calidad “tiene un impacto industrial relevante” porque la molienda de soja de mayor tenor proteico genera harinas de mayor valor comercial. “Como grupo de investigación evaluamos y desarrollamos prácticas agronómicas que no solo mejoren la producción primaria, sino que también aporten valor a toda la cadena”, resumió.
Primicias Rurales
Fuente: Todo Agro
Nov 8, 2025 | Agricultura
Por Franco Pennino – Matías Contardi – Emilce Terré de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
Rosario, sábado 8 noviembre (PR/25) — La Bolsa de Comercio de Rosario consideró que se acelera el ingreso del trigo nuevo y aún una importante proporción de los compromisos están a fijar.
Para el mercado interno de soja, los efectos de la guerra comercial se ven en los stocks finales esperados. Se retrasa la siembra en Brasil.
1- Ya se habrían cosechado 722.947 ha de trigo
La cosecha de trigo está avanzada en el NEA y extendiéndose hacia el norte de Santa Fe, con reportes de rindes extraordinarios. Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), supera el ritmo de la campaña récord 2021/22, y con el 11% de la superficie ya levantada se habrían cosechado más de 700.000 hectáreas, rompiendo cualquier registro histórico para esta altura del año.
El impacto de la cosecha ya se siente en las rutas. De jueves a miércoles de esta semana se produjo un salto importante en la cantidad de camiones que ingresaron a entregar trigo, acumulando más de 268.000 toneladas descargadas del cereal en la semana, 100.000 t más que el récord anterior para el mismo período, alcanzado en la campaña 2021/22.
En la dinámica externa, la alta competitividad del trigo argentino, posicionado como uno de los orígenes más baratos del mundo hoy por hoy, traccionó los despachos de grano. En efecto, los embarques programados del cereal fino a esta semana son más de seis veces los alcanzados el año pasado a esta altura, y superan incluso al récord anterior de la 2021/22.
La contracara del gran movimiento logístico vino por el lado de los precios que aún se mantienen por debajo de las expectativas de la oferta. En este sentido, el nivel de compras anticipadas de trigo se encuentra por encima de los últimos dos años, pero en línea con los de la campaña 2022/23, aunque con una mayor proporción de negocios a fijar. Las 2,42 Mt de trigo pendientes de fijación representan un 44% de las compras totales, solo superada por la campaña pasada, pero por encima del 35,6% promedio de las últimas cinco campañas.
2- Soja: lo que dejó la guerra comercial en Argentina
Esta campaña 2024/25 terminaría con el ratio stock/consumo más ajustado en casi diez años para la oleaginosa. Teniendo en cuenta las toneladas registradas en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), el flujo de embarques y el ritmo de comercialización interna, esta Bolsa de Comercio proyecta exportaciones totales para la campaña 2024/25 de soja por 50,9 Mt equivalentes. En esta dinámica mucho tienen que ver los efectos de la guerra comercial y el pivoteo de China en el mercado mundial de soja durante casi todo el 2025.

Si bien queda una pizca de duda sobre el acuerdo entre Estados Unidos y China, dado que Beijing aún no se pronunció oficialmente referido al compromiso de compra de soja que anunció primero el secretario del Tesoro americano y luego fue publicado en la página oficial de la Casa Blanca, el mercado hoy se maneja bajo un escenario de acuerdo cerrado.
En lo que respecta a la soja argentina, estos meses de voracidad compradora china han sumado presión de demanda a un mercado que afrontó con la intensidad habitual a los pedidos de aceite y harina de soja. Esta dinámica se traslada al mercado interno y explica el nivel actual de comercialización. Con casi 39 Mt comprometidas de soja, el 78% de la producción ya está atado por contrato, máximos en siete años.
Además, la pujante demanda externa en el marco de la reducción de Derechos de Exportación (DEX) primero, y la suspensión temporaria hacia fines de septiembre después, permitieron convalidar precios atractivos que dispararon las fijaciones de precio en soja. Con 35,5 Mt, la campaña 2024/25 es la tercera con más toneladas de soja con precio en firme de los últimos quince años.
En la campaña, ya se embarcaron 9,6 Mt de soja de las 12,1 Mt registradas en DJVE y hay programadas a la fecha 1,4 Mt para noviembre. Con la tregua ya consumada, probablemente la demanda externa de poroto decaiga significativamente, por lo que la demanda industrial volverá a tomar el protagonismo nuevamente. La revalorización del precio de la harina vuelve más atractiva la industrialización, hoy el precio FOB promedio industrial es un 8% más alto que la media durante todo el año y máximos desde noviembre del 2024.
Es justamente el nivel actual de oferta relativa a la demanda lo que en gran parte sostiene los precios spot de soja en el mercado interno, más allá de los efectos de la suspensión temporal de retenciones. La pizarra se negocia a más de US$ 330/t, aún un 12% por encima del nivel previo al 22 de septiembre. Además, los flacos stocks iniciales que se esperan para la próxima campaña funcionan como soporte para los precios futuros, en tanto que la necesidad de asegurar la originación de la mercadería determina que el contrato a mayo 2026 ajuste a US$ 318/t, un 6% menos que el spot.
Se retrasa la siembra en Brasil y llegan las especulaciones de caras al ingreso de las toneladas para el año que viene

En Brasil se está gestando una nueva súper campaña de soja y la proyección de área oficial alcanza 49 M ha, 10 M más que las sembradas hace sólo cinco años atrás. Ahora mismo los productores brasileros están en plenas labores de siembra alcanzando ya el 47% del objetivo a implantar, el avance más lento de los últimos cinco años y 9 puntos porcentuales por detrás del promedio.
En Mato Grosso, donde se concentra el 28% del área total de soja brasilera, ya se sembraron 10,5 M ha -el 80% de lo esperado- levemente por detrás de los últimos años. Sin embargo, el retraso es significativo en estados claves como Goiás y Minas Gerais, con más de 20 puntos detrás de los últimos cinco años. Sumando todas las delegaciones que muestran un retraso relativo de 15 puntos o más, dan cuenta de una producción potencial de 48 Mt de soja, prácticamente lo mismo que Mato Grosso.
La preocupación en torno al retraso de la ventana de siembra, además de las siempre presentes inclemencias climáticas, tienen que ver con la entrada al mercado de la nueva soja brasilera en 2026. La cosecha inicia entre enero o febrero, dependiendo de cuán rápido se haya implantado el año anterior. Una vez comienza a levantarse los campos, también se intensifican los embarques desde Brasil.
Esto es importante dado que China y Estados Unidos habrían llegado a un acuerdo, el cual incluye compromisos de compra por parte de los asiáticos de por lo menos 25 Mt anuales. Pero, que más allá de disminuciones de aranceles recíprocos, los porotos norteamericanos todavía deberían enfrentar un gravamen del 13% para ingresar a China. Por lo que, en materia de precios, sería muy difícil competir con la soja brasilera dada las primas actuales que se negocian para el próximo año.
Primicias Rurales
Fuente: BCR Informativo Semanal