En la actualidad, contar con datos relevantes durante la cosecha es fundamental, ya que es un momento crítico para el negocio agrícola. Disponer de información clara y actualizada permite actuar con fundamento, reducir la incertidumbre y aprovechar oportunidades de mercado en el momento justo.
Buenos Aires, martes 18 noviembre (PR/25) — La información, que abarca desde la producción hasta la comercialización, es esencial para optimizar el circuito comercial del grano, especialmente en aspectos logísticos.
La gestión centralizada de datos maximiza la eficiencia, visibilidad y control económico durante la cosecha, un período que genera la mayor parte de los ingresos de una compañía agrícola.
Por eso, recopilar y gestionar datos es crucial para anticiparse a desvíos y tomar decisiones basadas en hechos concretos. El equipo de Albor Analytics by Simpleza entiende que la gestión de datos impacta directamente en la calidad y velocidad de las decisiones que se toman durante la cosecha y la comercialización.
Entre las tecnologías en la gestión de datos agrícolas, se encuentran la captura y transmisión de datos mediante IoT y sensores, así como la teledetección y el uso de máquinas conectadas que registran labores en tiempo real. Además, la integración de datos en la nube y el uso de inteligencia artificial y blockchain permiten una trazabilidad y transparencia en la cadena agroalimentaria.
La captura y transmisión de datos generan la información de campo que alimenta los sistemas de gestión. Estas son:
IoT y sensores: miden humedad, temperatura, nutrientes y clima; los equipos agrícolas registran recorridos, implementos, tiempos y costos.
Teledetección y drones: imágenes satelitales e índices vegetativos (NDVI, NDWI) permiten monitorear el estado del cultivo y zonificar los lotes mediante GIS/GPS.
Máquinas conectadas: tractores y pulverizadoras con GNSS y telemetría registran labores y consumos en tiempo real.
Por su parte, el almacenamiento, procesamiento y análisis transforman los datos en información útil para la toma de decisiones. Algunos ejemplos:
Nube y Big Data: integran datos de sensores, máquinas, clima y operaciones, con acceso remoto y escalabilidad.
IA, machine learning y gemelos digitales: permiten predecir rendimientos, optimizar insumos y simular escenarios productivos.
Integración operativa, económica y agronómica: combina información técnica y financiera para medir costos, resultados y eficiencia por lote.
Blockchain: aporta trazabilidad y transparencia en toda la cadena agroalimentaria.
La integración automatizada de datos está revolucionando el sector agrícola, ofreciendo una visión única y predictiva del negocio agropecuario. Esta gestión de datos combina tecnologías que permiten registrar, analizar y compartir información en tiempo real.
En este contexto, el tablero Posición Comercial de Granos se convierte en una herramienta esencial durante esta etapa del ciclo agrícola, reuniendo información actualizada sobre la superficie sembrada y cosechada, rendimientos por especie y campaña, volúmenes almacenados, grado de avance de la cosecha, calidad y humedad del grano, así como compromisos comerciales y precios de venta.
Esta integración de datos permite al productor seguir en tiempo real el destino físico del grano, los contratos firmados y el cumplimiento de ventas, transformando la información operativa del ERP Albor en un insumo estratégico para la toma de decisiones.
“Con el tablero, los productores pueden evaluar en un solo lugar el avance de la cosecha, los rendimientos obtenidos, los stocks disponibles, la calidad y humedad, los niveles de contratación y los precios pactados o abiertos. Esto facilita la evaluación de escenarios y la actuación rápida ante imprevistos”, comentó Leila Gonzalez, líder de implementación de Albor.
La visibilidad integral que ofrece el dashboard de granos facilita la priorización de entregas, la renegociación de precios y la planificación de nuevas ventas con mayor precisión. Además, la herramienta permite que todos los actores —desde la gestión administrativa hasta el área comercial— trabajen sobre una misma base de información, favoreciendo una toma de decisiones más colaborativa, ágil y basada en evidencia. En definitiva, una buena gestión de datos transforma la información del ERP Albor en inteligencia de negocio, fortaleciendo la rentabilidad y la planificación comercial del productor.
Esta gestión centralizada de datos no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también aporta una mirada estratégica sobre el desempeño de la campaña. Permite comparar resultados entre años, medir rentabilidad y proyectar decisiones comerciales futuras con mayor respaldo.
El rol de las plataformas de gestión de datos
La gran ventaja de contar con una plataforma de gestión de datos es poder centralizar toda la información clave del negocio en un solo lugar, de manera ordenada, visual y accesible. “En Simpleza, junto a Albor, buscamos justamente esto con el desarrollo de Albor Analytics by Simpleza: “transformar los datos del ERP en información estratégica para la toma de decisiones”, comentó Alberto “Beto” Galdeano, director de la consultora agropecuaria Simpleza.
En el caso del tablero Posición Comercial de Granos, la plataforma permite visualizar de forma integrada la producción obtenida, los stocks disponibles, los contratos firmados y los volúmenes liquidados, todo actualizado automáticamente a lo largo del día. Esta centralización simplifica el seguimiento de la campaña y mejora la coordinación entre áreas productivas, logísticas y comerciales. Además, los tableros históricos y comparativos ayudan a evaluar resultados, detectar desvíos y planificar con mayor precisión.
La centralización de la información en una plataforma de gestión como Albor Analytics by Simpleza permite un seguimiento más sencillo de la campaña y mejora la coordinación entre áreas productivas, logísticas y comerciales. Esta herramienta se nutre de los datos operativos y contables del ERP Albor, procesados y visualizados en Power BI, lo que facilita un análisis detallado del negocio.
En definitiva, una plataforma de gestión de datos como Albor Analytics convierte la información dispersa en una herramienta concreta para controlar, anticipar y decidir con eficiencia.
¿Cómo puede la gestión de datos contribuir a la sostenibilidad agrícola?
La gestión de datos es una herramienta clave para avanzar hacia una agricultura más eficiente, responsable y sostenible. Medir y analizar lo que ocurre en cada etapa del ciclo productivo permite optimizar el uso de los recursos naturales, reducir costos y minimizar el impacto ambiental.
A través del tablero Posición Comercial de Granos de Albor Analytics by Simpleza, los productores pueden evaluar con precisión los rendimientos, consumos y resultados económicos por campaña, identificando oportunidades de mejora que se traducen en un uso más racional de insumos y energía.
Además, al digitalizar la información y mantener trazabilidad de cada movimiento —desde la producción hasta la venta—, el sistema contribuye a fortalecer las buenas prácticas y la transparencia en la gestión agropecuaria. En definitiva, la gestión inteligente de datos no solo impulsa la rentabilidad del negocio, sino que también promueve una producción más sustentable y alineada con las exigencias de los nuevos mercados.
El objetivo es claro: producir con mayor eficiencia, reducir riesgos y mejorar la rentabilidad, impulsando una transformación tecnológica sostenible del sector agropecuario.
Lo que se viene
Una de las principales tendencias en la gestión de datos agrícolas es la integración inteligente y automatizada de toda la información del negocio, desde el campo hasta la comercialización. La evolución de herramientas como Albor Analytics by Simpleza va en esa dirección: conectar datos productivos, logísticos y económicos para ofrecer una visión única y predictiva de la empresa agropecuaria.
En los próximos años, la inteligencia artificial, el análisis predictivo y el uso de sensores IoT permitirán anticipar rendimientos, detectar desvíos y proyectar decisiones comerciales basadas en pronósticos climáticos o variaciones de precios. Todo apunta a una agricultura más digital, conectada y proactiva, donde la información se actualiza en tiempo real y las decisiones se respaldan en datos objetivos.
“Desde Albor Analytics by Simpleza, reafirmamos que una gestión eficiente de datos transforma la información en decisiones concretas que impactan directamente en el éxito del negocio agrícola, promoviendo prácticas más sustentables y responsables. La digitalización y la trazabilidad fortalecen la transparencia en la gestión agropecuaria, contribuyendo a un futuro más eficiente y sostenible”, concluyó Galdeano.
En síntesis, los datos convierten la cosecha en un proceso medible y optimizable, ayudando al productor a cuidar la calidad del grano, mejorar su liquidez y maximizar la rentabilidad del negocio.
Este será el enfoque principal del próximo webinar «Tu cosecha bajo control: indicadores, gestión y decisiones», organizado por Albor y Simpleza, el jueves 20 de noviembre a las 15 h (ARG/UY/PY) y a las 14 h (BO). La jornada virtual, es libre y gratuita, con cupos limitados. Requiere de preinscripción a través del siguiente formulario: https://bit.ly/4qUob3y
En Junín, se llevó a cabo la primera Expo sobre cultivos de invierno de RAGT Semillas donde presentó el trabajo de mejoramiento y desarrollo que la empresa está realizando en Argentina con nuevos materiales en trigo, arvejas y colzas.
Junín, 14 de noviembre (PR/25) .- Más de un centenar de asistentes llegaron hasta el campo de la consultora Ambau para ser parte de una propuesta productiva que comienza a generar cada vez más adeptos en todo el país: la estrategia multiespecie.
La jornada se dividió en estaciones por cultivo. En la primera se pudo ver diferentes materiales de trigo donde se presentaron los ya conocidos RGT Quiriko y RGT Borsalino, ambos con excelente sanidad comparados con los testigos siendo que el año fue lluvioso y el avance de las royas afectó a muchas otras variedades. RGT Quiriko es un trigo ya probado en campañas anteriores, de excelente potencial de rendimiento, de ciclo intermedio, excelente perfil sanitario para todas las royas, en especial roya amarilla y que además no necesita requerimiento de frio. RGT Borsalino es una variedad de ciclo largo para siembra temprana, que apunta a mayor rendimiento y poseen un excelente perfil sanitario siendo tolerante a Royas del tallo, de la hoja, amarilla y mancha amarilla.
También se pudo ver a campo la variedad RGT Sidecar próxima a salir al mercado. Es un material de ciclo intermedio, no tiene requerimiento de vernalización, por lo que se puede sembrar en cualquier región triguera y tiene potencial de rendimiento alto. Además, se pudieron ver ensayos sembrados en diferentes fechas de siembra, más materiales experimentales y hasta una parcela de trigo candeal. Según el Ing. Agr. Marcos Kaspar, Líder de I+D de RAGT para Latinoamérica, “hay en la Argentina unas 150.000 has sembradas de trigo candeal. Esta especie es parte de la estrategia multicrop de la empresa. Para RAGT es estratégico, en Europa tenemos un amplio programa de mejoramiento y en este campo estamos presentando la variedad RAGT Belalur. Le ofrecemos al productor una especie que es clave en zonas como el sudoeste bonaerense”, afirma.
Pensar el sistema como algo integral:
Para Rafael Losada, Gerente General de RAGT Argentina, proponer una estrategia multiespecie es un camino productivo diferencial. “En RAGT le ponemos foco en todos los cultivos y proponemos un cambio cultural a la hora de producir. Este año promocionamos el girasol en el norte, sorgo en todo el país, arvejas verdes y amarillas en zona núcleo, trigo con variedades que se adaptan a las diferentes zonas productivas e incluso colzas para quienes
Para más información: info@raft-semillas.ar
buscan una opción de rentabilidad y sustentabilidad. Pensar el sistema de forma integral es el camino de la rentabilidad y de la sustentabilidad. Tenemos que dejar de hacer una agricultura con la reiteración de los cultivos tradicionales. La rotación no es rotar entre tres especies, es hacerlo entre muchas otras para poder recuperar la fertilidad, el aporte de nutrientes como el nitrógeno, porosidad de los suelos y mejorar el sistema. Hoy las opciones de colza y soja, arveja y maíz o colza y maíz son grandes alternativas de producción, rentabilidad y conservación. Estamos en una época de agricultura regenerativa y para eso hace falta pensar en estrategias multiespecie. A futuro estamos viendo de traer colzas primaverales y nuestro objetivo es generar variedades a partir de la genética diferencial francesa”, concluye.
Arvejas y colzas:
En la expo se presentaron además variedades de arvejas verdes y amarillas y variedades de colzas. Entre las arvejas se destacaron las variedades RGT Carrington y RGT Feroe para el mercado de las invernales. Según el Ing Agustín Cantó: “este no fue un buen año para la arveja por las grandes precipitaciones que se dieron durante la campaña, así y todo la genética de RAGT Semillas marca un gran diferencial en la performance de las plantas aún en años como este”, concluye.
En la última estación se destacaron las variedades de colza que hoy se comercializan para consumo humano y para combustible de avión y a nivel negocio supera a la camelina. “Hacer colza hoy no es lo mismo que hace unos años atrás, la genética ha mejorado mucho en la última década. Actualmente RAGT Semillas comercializa tres variedades RGT Cuzzco, RGT Nizza CL y RGT Muzzical, todas con buen crecimiento inicial, ciclos invernales precoces y de excelente rendimiento” sostuvo el experimentado Claudio Pastor, Gerente de Desarrollo de ALZ Agro.
Sobre RAGT Semillas: RAGT Semillas fue creado en su origen por agricultores del Aveyron, que hoy son accionistas, RAGT en Europa. Actualmente RAGT investiga, produce y comercializa semillas en el mundo entero ya sea para producir alimentos como para abastecer a la producción ganadera. Posee más de 200 variedades inscritas cada año en 32 países en: maíz, girasol, sorgo, gramíneas y leguminosas forrajeras, trigo duro, trigo blando, triticales, cebada, soja, arveja y colza, entre otras RAGT invierte más del 18% de su volumen de negocios en la innovación varietal. Posee más de 300 seleccionadores y técnicos (80 ingenieros técnicos e ingenieros superiores), 17 estaciones de investigación repartidas en el conjunto del territorio europeo, 63 sitios exteriores de experimentación, más de 280.000 parcelas experimentales y 4 laboratorios multi-especies donde se evalúan parámetros de tecnología, fitología y biometría.
En Argentina RAGT Semillas adquirió el Grupo Tobin y su portafolio de híbridos de sorgo. Cuenta con Estaciones Experimentales en las localidad de Salto y Balcarce, ambas en Provincia de Buenos Aires y sus oficinas centrales se encuentran en Av Libertador 6966 Piso 14 Oficina A en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para más información: https://ragt-semillas.com.ar/
Buenos Aires, jueves 13 noviembre (PR/25) — Una situación inédita se está registrando en el Mercosur –la principal región productora y exportadora de soja a nivel global–, ya que en plena cosecha estadounidense del poroto los valores FOB se mantienen elevados con embarques programados en niveles récords.
Datos oficiales muestran que a la fecha para el presente mes de noviembre se registran embarques argentinos de poroto y harina de soja programados por 2,99 y 1,90 millones de toneladas respectivamente, cifras muy altas para esta época del año en lo que respecta al poroto. En el mismo mes de 2024 las exportaciones de ambos productos habían sido de 77.170 toneladas y 2,94 millones de toneladas.
Los embarques programados en el caso de Brasil también son elevados con cifras previstas por Anec –entidad que nuclea a las principales compañías agroexportadoras– de 4,26 millones de toneladas de poroto y 2,46 millones de toneladas de harina de soja.
Luego del anuncio de un acuerdo comercial entre EE.UU. y China, realizado dos semanas atrás, los valores FOB de la soja estadounidense comenzaron a recuperar posiciones para finalmente empalmarse con la soja brasileña.
Esa dinámica, que contribuyó a brindar firmeza a los valores de la soja sudamericana, sobrevalorizó a la soja estadounidense, llevándola a un nivel de precios que no resulta competitivo para los importadores chinos con respecto al poroto originado en Brasil.
Para colmo el precio FOB Golfo de México contempla una realidad que aún no sucedió, que es el pleno restablecimiento de las relaciones comerciales entre ambas potencias, algo que, por el momento, es sólo una promesa.
Los propios datos oficiales del USDA, correspondiente al pasado 10 de noviembre, muestran que los compromisos comerciales en soja 2025/26 suman apenas 8,88 millones de toneladas, una cifra 42% menor a la registrada en la misma época del año pasado (por fortuna lo que no está generando en soja se compensa en parte por el buen desempeño comercial del maíz estadounidense).
Luego de la euforia inicial, comienzan a aparecer en EE.UU. interrogantes y dudas sobre la evolución del negocio de la soja en la presente campaña. Por fortuna, el balance de oferta y demanda en EE.UU. está lejos de ser holgado y Sudamérica va camino a enfrentar una fase estival “La Niña”, lo que reduce el margen de acción de los pesimistas en el mercado.
Con clima, sanidad y márgenes alineados, el maíz tardío recupera protagonismo y se convierte en una alternativa competitiva en Córdoba, la región central y el centro bonaerense gracias al abanico de híbridos de distinto ciclo. Qué tener en cuenta, zona por zona.
Buenos Aires, jueves 13 noviembre (PR/25) — Las abundantes precipitaciones registradas este año, la histórica siembra de trigo y el alejamiento del fantasma de la chicharrita, son tres factores claves que abren una gran oportunidad para el maíz tardío.
Como punto de partida se destacan los perfiles recargados en gran parte del país y lotes que presentan buena humedad inicial. Incluso, en zonas afectadas por excesos hídricos en la provincia de Buenos Aires, que llegarán muy justos a la siembra tardía, el maíz de ciclos cortos se presenta como la mejor alternativa para evitar las heladas tempranas.
A ese escenario se suma un dato clave: la fuerte reducción del riesgo sanitario por chicharrita. Según el 29° Informe de la Red Nacional de Monitoreo, la presencia del vector Dalbulus maidis cayó a niveles mínimos en las regiones Centro–Norte (90% de las localidades sin detección y el 10% en categoría más baja) y Centro–Sur (98% sin presencia).
A simple vista, la foto actual es mucho más favorable que la del ciclo anterior y permite planificar maíces tardíos con mayor previsibilidad.
En tanto, términos económicos, el maíz vuelve a ofrecer una relación insumo/producto atractiva, especialmente en planteos de esta fecha de siembra, donde una propuesta de densidades más bajas diluye la inversión en semilla.
“Un maíz tardío que supere los 5.000 kg/ha deja un margen superior al de una soja de segunda de 1.800 kilos, mirando el precio a futuro”, señala Leandro La Ragione,Gerente de desarrollo de producto de Stine.
Más allá de estas condiciones generales, es importante repasar la situación zona por zona.
Córdoba norte y centro: el tardío se sostiene
En una región históricamente dominada por el tardío (85% del área), las lluvias habilitaron un aumento del maíz temprano, pero sin reducir fuertemente la superficie tardía, que sigue siendo la siembra más segura dentro del esquema de rotación.
Para estos ambientes, La Ragione destaca el híbrido ST 9820 CL vip3, un “petiso”, muy sano frente a tizón y enfermedades de caña, con gran tolerancia al vuelco y quebrado. “Son los maíces que se siembran en enero y se cosechan en septiembre. Ahí, la integridad con la que llega el ST 9820 CL vip3 a la cosecha demorada, es protagonista central”, resume.
Franja central: entre el boom del trigo y una ventana ajustada
En el corazón productivo, el trigo viene con rinde alto y fuerte extracción de nutrientes. La siembra de maíz tardío será viable, confiando en que se mantengan las recargas de diciembre, sobre todo para planteos sobre rastrojo del cereal de invierno, pero sin minimizar la fertilización del maíz posterior.
Con fechas del 5 al 15 de diciembre, Stine propone híbridos de ciclo completo como el ST 9939 vip3.
Pero cuando la ventana se achica, las oportunidades aparecen en los ciclos cortos, que permiten evitar heladas, adelantar madurez y llegar a cosecha con menor humedad y menores costos de secado.
En esta región, el recomendado es el ST 9741 vip3 (madurez relativa 114 días), ideal para ambientes de alto potencial.
Centro–sur bonaerense: para que se luzcan los “cortos”
Bolívar, Pehuajó, Henderson, Casares, Saladillo y toda la transición hacia la Cuenca del Salado presentan excesos hídricos importantes, lo que deja a la soja con menor competitividad.
“Si se puede entrar, la única alternativa viable será maíz. Incluso, al ser una zona muy mixta, el grano podrá ser destinado a forraje para cubrir las pérdidas de pasturas y verdeos”, señala La Ragione.
Con siembras estimadas entre fin de diciembre y enero, el riesgo de heladas obliga a utilizar ciclos cortos, donde Stine tiene su diferencial, incluyendo materiales con tecnología contra lepidópteros, casi inexistentes en el mercado.
En este escenario, toman fortaleza los siguientes híbridos:
ST 9734 vip3 (madurez relativa 111 días): el más corto, ideal para siembras de enero.
ST 9736 CL vip3 (madurez relativa 112 días): muy buen ajuste en ambientes intermedios.
ST 9741 vip3 (madurez relativa 114 días): para lotes de mayor potencial.
Además, su ciclo más corto, rápida tasa de secado y agronomía más adaptada a estas siembras, permite anticipar cosecha y evitar pérdidas en otoños húmedos.
“Con perfiles recargados, menor presión sanitaria y márgenes más favorables, el maíz tardío vuelve a posicionarse como una de las apuestas más sólidas de la campaña”, resumió La Ragione.
El CPIACH expresó su rechazo a la Disposición N° 778/25 de la Subsecretaría de Desarrollo Forestal, que elimina la obligatoriedad de que los Planes de Manejo de Suelos y Aguas sean elaborados por Ingenieros Agrónomos. Reclaman su revisión y alertan sobre el riesgo ambiental y técnico que implica la medida.
Chaco, jueves 13 noviembre (PR/25) — El Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos del Chaco (CPIACH) manifestó su preocupación por la reciente Disposición N° 778/25, dictada por la Subsecretaría de Desarrollo Forestal del Ministerio de Producción y Desarrollo Económico Sostenible. La norma deja sin efecto la histórica Disposición N° 166/10 y elimina la exigencia de que los Planes de Manejo de Suelos y Aguas sean elaborados y firmados exclusivamente por Ingenieros Agrónomos.
La presidenta del Consejo, Silvana Zago, advirtió que «detrás de lo que podría parecer un simple cambio administrativo se esconde una decisión que afecta directamente la sustentabilidad ambiental, la seguridad técnica y jurídica de los procedimientos, y el respeto por las incumbencias profesionales establecidas por ley».
Disposición dictada por la Subsecretaría de Desarrollo Forestal del Ministerio de Producción y Desarrollo Económico Sostenible.
Desde el organismo recordaron que el Decreto 1472/85, reglamentario de la Ley 446-I, establece que la planificación, dirección y asesoramiento técnico en materia de suelos y aguas son competencias exclusivas del Ingeniero Agrónomo. «Modificar de hecho esa atribución implica desconocer un marco normativo concebido para proteger uno de los recursos más valiosos de nuestra provincia: el suelo», remarcaron.
El CPIACH sostiene que cada plan de manejo de suelos, desmonte o limpieza de vegetación con fines agrícolas debe partir del diagnóstico técnico del recurso suelo, evaluar su capacidad de uso y definir medidas de conservación que garanticen la productividad sin comprometer el equilibrio ambiental. «Quitar la intervención profesional degrada el proceso y abre la puerta a decisiones improvisadas que pueden comprometer la sustentabilidad futura de amplias zonas productivas», subraya el documento.
El Consejo enfatizó además que las incumbencias profesionales «no son discrecionales ni pueden ser objeto de reinterpretación política o administrativa», ya que surgen de leyes y resoluciones que aseguran la idoneidad técnica en la gestión de los recursos naturales. Finalmente, el CPIACH solicitó la revisión y retractación inmediata de la Disposición N° 778/25 y el restablecimiento de la normativa anterior, que garantizaba que los Planes de Manejo de Suelos y Aguas continuaran bajo la responsabilidad de profesionales habilitados.
«La provincia no puede darse el lujo de retroceder en materia de sustentabilidad y rigor técnico. La gestión del suelo chaqueño —base de toda producción— debe mantenerse en manos de quienes tienen la formación científica para hacerlo, en beneficio del ambiente, de los productores y de las generaciones futuras», concluye el comunicado.
Un estudio revela cómo las rotaciones diversificadas, los cultivos de servicio y la fertilización balanceada fortalecen la salud del suelo y su capacidad de almacenar carbono. Además, advierte sobre los efectos degradantes de las labranzas agresivas y propone una mirada integral hacia la sustentabilidad agronómica.
En el corazón agrícola de Santa Fe, un estudio técnico elaborado por los ingenieros agrónomos Oscar Zen, Sergio Picco y Navier Picco replantea el concepto de la huella de carbono. Más allá de los balances globales y los compromisos ambientales, los autores proponen entenderla como una huella agronómica, una marca concreta que deja cada práctica de manejo sobre la estructura, la fertilidad y la resiliencia del suelo.
El trabajo, titulado “La huella agronómica del carbono”, aporta evidencia medida y simulada sobre cómo la siembra directa, las rotaciones diversificadas, la fertilización balanceada y los cultivos de servicio son capaces de sostener e incluso aumentar la materia orgánica del suelo (MOS), componente clave del carbono orgánico y base de la productividad agrícola a largo plazo.
Siembra directa y manejo conservacionista en Santa Fe
El documento comienza desmitificando el uso superficial del término “carbono” en la agricultura moderna. Frente a discursos cargados de slogans o “productos milagrosos”, los autores subrayan la necesidad de “resultados concretos y medibles”.
En la región centro-norte de Santa Fe, donde las temperaturas medias anuales oscilan entre 18 °C y 21 °C, los suelos —aunque fértiles— son particularmente frágiles. Allí, los buenos manejos bajo Siembra Directa han demostrado que los aumentos reales de materia orgánica son posibles solo si se evitan los “torturadores de suelos”, como los denominan los autores: la rastra diamante y los acondicionadores.
Estas herramientas, diseñadas originalmente para favorecer la mineralización en suelos fríos de zonas templadas —como el norte de EE. UU. o el sur de Canadá—, generan en las regiones cálidas del litoral argentino un efecto inverso y dañino: aceleran la descomposición de la materia orgánica, rompen los agregados del suelo, incrementan la erosión y debilitan la capacidad del suelo de retener carbono y agua.
Zen y sus colegas advierten que su uso repetido produce lo que llaman una “meta rosca”, un círculo vicioso en el que el suelo se degrada progresivamente y exige cada vez más intervención mecánica, alejándose del equilibrio biológico natural.
Elocuentes resultados de los diferentes modelos agrícolas, en el que se destaca la destrucción que implica el denominado esquema «meta rosca».
Rotaciones y cultivos de servicio: equilibrio sinérgico para el suelo
A partir de ensayos a campo y simulaciones con el modelo AMG, los ingenieros evaluaron distintos sistemas de manejo en la región de Gálvez y San Justo. Los datos obtenidos en el establecimiento LOS PICCOS, en Pueblo San Bernardo (Comuna Tres Reyes), mostraron que, tras 35 años de agricultura continua bajo siembra directa, la MOS se mantuvo estable en 3%, demostrando la viabilidad del manejo conservacionista.
Las simulaciones, en tanto, revelaron contrastes marcados:
Los sistemas pastoriles con pastoreo rotativo lograron mantener niveles de MOS semejantes a los de suelos prístinos.
Las rotaciones diversas (que incluyen trigo, maíz y cultivos de servicio) permitieron superar el 3% de MOS.
El monocultivo de soja, incluso en siembra directa, descendió hasta 1,56% en 100 años.
Y en los sistemas donde se aplican labranzas agresivas —como la rastra diamante— la caída fue aún más pronunciada, llegando a valores inferiores al 1%.
Los investigadores concluyen que, para mantener o aumentar el carbono en la región, se requieren aportes mínimos de unos 6.000 kg de carbono por hectárea por año, equivalentes a unos 13.500 kg de materia seca.
El monocultivo de soja, aún en siembra directa, disminuye la materia orgánica, según la simulación del trabajo.
Sustentabilidad y fertilización balanceada: el equilibrio sinérgico
Uno de los hallazgos más destacados del trabajo es la importancia del equilibrio sinérgico que generan las rotaciones diversificadas.
La combinación de gramíneas (que aportan residuos con alta relación carbono/nitrógeno) y leguminosas (con baja relación C/N) crea una “dieta ideal” para el suelo, con una proporción cercana a 24:1, considerada óptima para los procesos microbianos y la formación de humus estable.
Este balance impulsa la actividad biológica, mejora la estructura, favorece la retención de agua y aumenta la resistencia a la erosión. Al mismo tiempo, la fertilización balanceada potencia el crecimiento vegetal y, por ende, el aporte de biomasa aérea y subterránea, clave para la regeneración continua del suelo.
Beneficios agronómicos medibles y carbono como capital
Los efectos de estas prácticas se traducen en beneficios concretos y medibles: mejor estructura física, mayor aireación, incremento de la infiltración, y un suministro más estable de nutrientes. Además, los suelos con más carbono muestran mayor resiliencia frente a eventos extremos, como sequías o excesos hídricos.
En palabras de los autores, “producir más y mejor sin degradar el recurso es posible”, y los productores de la región “ya muestran que el carbono puede convertirse en patrimonio productivo y ambiental, un capital que fortalece a las generaciones presentes y futuras”.
Huella agronómica y visión de largo plazo para la sustentabilidad
En el cierre del estudio, Zen, Picco y Picco invitan a repensar el carbono del suelo como un indicador de gestión agronómica, más que como un dato ambiental abstracto. La huella de carbono, afirman, puede y debe medirse en cada lote, en cada campaña, como un reflejo directo de las decisiones de manejo.
El suelo —señalan— es una reserva viva que se construye lentamente con prácticas sostenidas, y el carbono que almacena es la base de la fertilidad, la biodiversidad y la productividad futura.
En definitiva, el trabajo concluye que la producción agropecuaria, por su capacidad de capturar CO₂ mediante la fotosíntesis, es la única actividad productiva que puede contribuir directamente a mitigar el calentamiento global, siempre que se gestione con equilibrio, respeto y visión de largo plazo.