Exportaciones bovinas: volúmenes sostenidos y expectativas por un posible acuerdo comercial con Estados Unidos

Exportaciones bovinas: volúmenes sostenidos y expectativas por un posible acuerdo comercial con Estados Unidos

Buenos Aires, jueves 30 octubre (PR/25)  — Según los datos de la Aduana Argentina, a través del INDEC, durante setiembre Argentina embarcó un total de 71.327 tn peso producto, lo que representa el segundo volumen mensual más alto del año, superado únicamente por las 72.552 tn registradas en agosto.

 

Es importante recordar que, durante los primeros meses del año, las exportaciones de carne mostraron un desempeño bajo en comparación con el año anterior, principalmente en términos de volumen, situación que fue compensada parcialmente por mejores precios.

A partir de mayo y junio, esta diferencia comenzó a disminuir, mientras se mantenían niveles elevados en los precios. Así, en lo que va del año (enero-septiembre), se han exportado aproximadamente 522 mil toneladas peso producto —sin descontar huesos— por un valor cercano a los 2.765 millones de dólares lo que representa una disminución del 9% en volumen, pero un aumento cercano al 25% en facturación.

Sin embargo, más que el dato de exportaciones, lo que en las últimas horas ha captado la atención del mercado son las versiones sobre un posible acuerdo comercial entre Estados Unidos y Argentina, que impulsaría mayores compras de carne vacuna por parte del país norteamericano. Según trascendió, el gobierno de Trump intentaría así morigerar la suba de precios de este producto en el mercado local.

Recordemos que Estados Unidos atraviesa un proceso de escasez de oferta de carne a nivel local, que ha llevado a una fuerte escalada de precios. Desde hace cuatro años, el país sufre una caída en su stock ganadero debido a una prolongada sequía en importantes zonas ganaderas.

A esto se suman las dificultades que ha enfrentado este año para sostener el abastecimiento de ganado en pie desde México, por cuestiones sanitarias, así como su estricta política arancelaria, que provocó la ruptura de relaciones comerciales con su principal proveedor en materia de carnes: Brasil.

Este conjunto de factores, que impacta significativamente en el votante estadounidense, impulsa a la administración de Trump a trabajar en posibles salvoconductos que permitan descomprimir la situación local.

Si bien estas últimas declaraciones resultaron sorpresivas por el contexto en el que fueron emitidas, se enmarcan dentro de un acercamiento mucho más amplio entre ambos mandatarios que, más allá de la ayuda financiera recientemente acordada, también contemplaría un acuerdo comercial más amplio, pero con términos específicos para la carne vacuna.

Para poner en contexto, Estados Unidos es para Argentina un mercado aún poco desarrollado desde su reapertura a fines de 2018. Hasta 2022, el volumen ingresado a este mercado se limitó prácticamente al cupo anual de 20.000 toneladas libres de arancel.

A partir de 2023, y frente a la necesidad de abastecimiento interno que mostraba el mercado norteamericano, el nivel de precios que Estados Unidos comenzó a pagar en relación a otros destinos, impulsó las exportaciones fuera de cuota.

En 2024, se exportaron unas 34.750 toneladas peso producto por más de 190 millones de dólares. Este año, hasta septiembre inclusive, se han exportado más de 29.000 toneladas que, a los valores actuales, representan un total de 215 millones de dólares, un 11% más que lo generado en todo 2024.

En los últimos dos años, Estados Unidos pasó más de 2 millones de toneladas al año, entre 500 y 700 mil toneladas más de lo que usualmente ha demandado fundamentalmente para su industria local. Es decir que aún tenemos un gran potencial de crecimiento en este mercado.

Aunque por el momento no se conocen detalles de este potencial acuerdo, se estima que podría contemplar desde una ampliación del actual cupo con arancel preferencial hasta una reducción general de las alícuotas para el ingreso de carne argentina, por fuera de la cuota.

Recordemos que, actualmente, Argentina goza de un cupo de 20.000 toneladas de carne vacuna que inicialmente ingresaban a Estados Unidos con cero arancel y que, a partir de agosto de este año, lo hacen pagando un arancel general del 10%. En tanto, por fuera de cuota, la carne argentina paga un 26,4%, es decir, un total de 36,4%.

Sin embargo, persiste un fuerte hermetismo en torno a las condiciones que implicaría este eventual acuerdo, especialmente en lo que respecta a la contrapartida que Argentina debería ofrecer para mantener cierto equilibrio en las concesiones.

A priori, es esperable que estas se circunscriban exclusivamente al terreno comercial mediante reducción de aranceles o cupos de importación para determinados productos estadounidenses que ingresen a Argentina. No obstante, bien podrían extenderse al plano geopolítico y condicionar la relación comercial con terceros países, en particular con China, principal mercado para Argentina, pero rival estratégico para Estados Unidos.

Si bien esta última hipótesis aparece como más extrema y menos probable, no puede ser completamente descartada. En cualquier caso, si el acuerdo se limita al plano comercial, podría representar una gran oportunidad para la carne argentina, tanto en términos de acceso a un mercado de alto valor como de posicionamiento internacional.

En cuanto al impacto que esto podría generar en los precios, en principio, parecería ser mínimo.

Aunque aún resulta difícil estimar con precisión el eventual aumento en el volumen exportado, dada la falta de detalles concretos sobre los términos del acuerdo, todo indica que no se trataría de una demanda significativa en relación con la escala de producción local. Actualmente, Argentina produce más de 3 millones de toneladas de carne vacuna al año, por lo que un eventual incremento en los envíos a Estados Unidos no debería generar tensiones relevantes sobre la oferta disponible para el consumo interno.

Por otra parte, es importante considerar que parte del diferencial de valor que se obtendría tras una reducción de aranceles debería quedar en manos de los importadores estadounidenses, ya que el principal objetivo del gobierno de Trump es precisamente bajar el precio de este producto en las góndolas norteamericanas.

Luego, solo sobre la parte de beneficio que llegara a capturar el exportador argentino podría esperarse cierto traslado a los precios de compra, dependiendo de cuanta tensión genere en el mercado local un mayor nivel de demanda.

Asimismo, es esperable que, en lo inmediato y sin mayores cambios en el actual nivel de oferta, la exportación busque, más que incrementar volumen, redirigir sus flujos hacia aquellos mercados que ofrezcan condiciones de acceso más convenientes.

En definitiva, a corto plazo, es altamente probable que el efecto principal de esta medida sea una recomposición de márgenes para la industria exportadora, sin que ello impacte significativamente en el valor de la hacienda, y menos aún en el precio de la carne al mostrador.

Por supuesto que, a medida que este mercado se consolide, el sector exportador deberá generar internamente los incentivos necesarios para que el productor se oriente su actividad hacia la producción de animales más pesados, que permitan incrementar genuinamente la oferta de carne poniendo especial atención en la calidad del producto final.

Sin embargo, estos incentivos no dependen únicamente de los precios, sino que requieren, fundamentalmente, horizontes claros y estables que permitan planificar con certidumbre, trabajando sin grandes sobresaltos en plazos de al menos tres a cinco años.

Claro está que quien convalida esta prima en los valores para la reposición sostiene, por un lado, una expectativa de suba en el tipo de cambio, lo que lo lleva a refugiarse en este tipo de activos. Si bien no se espera un desenlace tan disruptivo como el registrado en 2023, lo cierto es que el mercado está incorporando, en mayor o menor medida, cierto nivel de previsión al respecto.

Por otro lado, y a diferencia de otros momentos en los cuales el ternero fue fuertemente demandado como refugio de valor —atrayendo incluso inversiones provenientes de sectores ajenos a la ganadería-, el contexto actual presenta fundamentos mucho más sólidos, no solo para resguardar valor, sino fundamentalmente para posicionarse estratégicamente en hacienda.

En definitiva, quien convalida los valores actuales del ternero lo hace plenamente consciente del valor que está generando cada kilo de carne que este animal aportará, en un escenario donde esta mercadería resultará escasa frente a una demanda creciente y dispuesta a sostener precios firmes durante, al menos, los próximos dos a tres ciclos.

Se optimiza el proceso para la importación de material de propagación vegetal

Se optimiza el proceso para la importación de material de propagación vegetal

El SENASA actualizó la normativa para la cuarentena post entrada agilizando el proceso de importación, su tramitación y los tiempos.

Buenos Aires, jueves 30 octubre (PR/25) — El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) actualizó el marco normativo que regula la Cuarentena Post-Entrada (CPE), mediante una nueva resolución que deroga cinco normativas y concentra en un sólo texto, los requisitos y procedimientos simplificados para el ingreso de material de propagación vegetal a la Argentina.

La nueva Resolución SENASA 807/2025 publicada en el Boletín Oficial agiliza el proceso de importación, simplifica trámites, reduce tiempos y reduce el riesgo de ingreso de plagas al país. Entre los principales cambios se destacan que la CPE se aplicará de manera focalizada y será obligatoria sólo cuando se regulen plagas en los requisitos fitosanitarios del material de propagación vegetal que se importe.

Además, prevé tres modalidades diferentes de CPE entre las cuales podrán optar los importadores, de acuerdo a sus necesidades: CPE CerradaCPE Abierta a campo y CPE In Vitro (anteriormente existían dos modalidades de CPE, una general y una específica para vid).

 

 

La modalidad de cuarentena abierta, que es la más utilizada, se lleva a cabo cuando el material que se importa proviene de centros reconocidos por el organismo sanitario para tal fin. Estos comprenden viveros comerciales, centros de germoplasma públicos y privados, organismos de investigación y proveedores de material de propagación vegetativo.

Para su reconocimiento, el SENASA verifica el sistema de producción de cada uno de ellos y los controles del servicio fitosanitario del país de origen, acordando con éste y el centro en evaluación, los ajustes que fueran necesarios para que los materiales que se importen garanticen las condiciones de riesgo mínimo de ingreso de plagas cuarentenarias a nuestro país.

La nómina de los centros reconocidos para la Cuarentena abierta a campo estará disponible en el sitio web del Organismo. Por otro lado, se flexibilizan los requisitos de aislamiento de esta modalidad de CPE abierta a campo, adecuándolos a la forma de dispersión de las plagas que conformen el requisito fitosanitario de importación (RFI).

 

 

Asimismo, está permitida la importación sin cumplimiento de CPE, aún cuando existan plagas en el RFI, siempre que el material que se importe provenga de centros reconocidos por el SENASA a tal efecto. Una de las condiciones para otorgar este reconocimiento es que todas las etapas del proceso de producción del material que se importe, se haya desarrollado en condiciones de aislamiento en el país de origen.

También la norma contempla la aceptación de centros reconocidos por terceros países, toda vez que se haya evaluado previamente que las condiciones mínimas consideradas por ese país se adecuen a las exigidas por Argentina. Esta medida busca facilitar el comercio internacional, agilizar procesos y utilizar evaluaciones técnicas ya realizadas por otro servicio nacional fitosanitario.

Los plazos para las tres modalidades de CPE se reducen significativamente, estableciéndose en función de la biología de las plagas reguladas y el riesgo fitosanitario del material importado.

Además la resolución implementa la utilización de un nuevo formulario de Aprobación de Sitio Cuarentenario, que incorpora información del Sistema Único de Registros (SUR) del SENASA y es más intuitivo para completar por parte de los importadores. Provee guías para la información de los Planes de manejo de cada importador, tanto para material convencional como para material In Vitro.

También, delimitan los roles y responsabilidades de los distintos actores del proceso de importación, responsable de la CPE, importador y propietario del lote candidato para Sitio cuarentenario. Cabe destacar que se optimizan los tiempos del proceso de importación, ya que no se emitirán los Certificados de Habilitación y Levantamiento de la CPE que se usaban hasta ahora; que se agiliza la aprobación de las Autorizaciones Fitosanitarias de Importación (Afidis) y de los Sitios de Cuarentena propuestos por los importadores.

Por último, la norma describe las acciones a seguir en caso de detección de plagas cuarentenarias en las inspecciones en los puntos de ingreso al país y durante la CPE, lo cual confiere mayor transparencia a todo el proceso.

Primicias Rurales

Fuente: Senasa

¿A dónde va el maíz argentino?

¿A dónde va el maíz argentino?

Por Guido D’Angelo – Emilce Terré de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) 
Uno de cada diez dólares que exporta Argentina son generados por el maíz, principal cultivo en volumen cosechado. El 72% del maíz argentino se exporta. El peso de Asia y la demanda de carnes como impulsor.

Rosario, miércoles 29 octubre (PR/25) — El maíz es esencial en la producción agroindustrial argentina. Desde hace siete años es la principal cosecha del país, representando el 39% de la producción nacional de granos, si tomamos el promedio de las últimas cinco campañas.

Asimismo, hace una década que se consolida como es el segundo cultivo más importante en superficie sembrada de manera ininterrumpida. En este marco, la Guía Estratégica para el Agro destacó en un reciente informe que el maíz temprano “se sembró a tiempo” lo que apuntala las perspectivas productivas hacia la venidera campaña de maíz, que trae chances de dejar una cosecha récord.

Además de su relevancia productiva, resulta esencial destacar que el 72% del maíz cosechado en Argentina se exporta, tomando el promedio del último lustro. En este período osciló entre el cuarto y el segundo complejo más exportador del país, dependiendo el año. A la vez, representó en promedio cerca del 10% de las exportaciones del país.

El nivel exportador del maíz argentino no se limita a la exportación de maíz en grano. Este complejo cerealero también genera exportaciones de maíz para siembra, aceite de maíz, almidón, sémola, entre otros productos. Asimismo, cada tonelada de carne vacuna, porcina y ovina y de lácteos que se exportan del país al mundo implican años de consumo de maíz como insumo esencial para los balanceados y la alimentación animal. Además, desde hace algunos años la industria de etanol se suma a la matriz de agregado de valor del maíz con un nuevo uso.

Con expectativas de exportar más de 33 millones de toneladas de maíz en la campaña en curso, el nivel de comercio exterior se proyecta con una caída del 7% respecto a los niveles de la cosecha 2023/24. De esta manera, Argentina espera ubicarse nuevamente como tercer exportador mundial de maíz. Con ese rol, resulta de interés destacar algunas de los cambios de peso que se han sucedido entre los principales compradores del maíz argentino.

Si lo analizamos por continentes, la última década nos muestra a Asia consolidada y comprando cerca de la mitad del maíz exportado por la Argentina todos los años. La última década trae cierta estabilidad en la participación de los envíos de maíz a Asia, lo cual es una buena noticia en tanto la producción mostró un marcado crecimiento en los últimos diez años. De hecho, la campaña 2023/24 cerró con el segundo mayor volumen de maíz despachado a dicho continente del que se tenga registro.

En segundo lugar, como destino del cereal se posiciona África en lo que va de la campaña en curso, dejando a nuestro continente americano para cerrar el podio. La última década deja una merma en la participación del continente africano en los embarques, mientras el continente americano recupera espacio.

Haciendo doble clic, resulta de interés ampliar aún más las regiones que componen estos continentes de peso para el maíz argentino. Aquí se ve con claridad que, si bien Asia es el principal continente destino del maíz argentino, ni China ni India se encuentran entre los primeros puestos entre los países compradores. Más bien son Vietnam y Malasia, países del Sudeste Asiático, quienes se destacan como principales clientes en dicha región. Asimismo, Indonesia y Filipinas muestran crecientes compras desde esta zona del mundo en los últimos años. Las perspectivas de crecimiento de los países del Sudeste Asiático amplían la demanda y abren inmensas oportunidades para seguir profundizando la inserción argentina en esta región.

Desde Medio Oriente destacamos a Arabia Saudita como principal comprador del maíz argentino, en una región de creciente relevancia para el comercio exterior argentino. Fuera de estas regiones asiáticas, Corea del Sur se convirtió en las últimas campañas en un gran comprador de maíz desde nuestro país.

En África los países protagonistas de la demanda se encuentran al norte: Egipto, Argelia y Marruecos concentran prácticamente la totalidad de la demanda africana de maíz argentino. Finalmente, los compradores de maíz en América son dos destacados integrantes de la Alianza del Pacífico: Perú y Chile.

Todos estos países importan maíz argentino en una porción muy grande para alimentación animal, en vista de que sus poblaciones que demandan cada vez más carnes en sus consumos. En la última década el uso del maíz para alimentación animal subió un 23% en Chile, un 34% en Arabia Saudita y un 39% en Vietnam, sólo para citar algunos ejemplos. Esto generó en estos países un crecimiento de las importaciones de maíz del 68%, 26% y 50% respectivamente.

Asimismo, tomando el caso de la carne vacuna, los números de la última década son destacables en muchos de estos destinos. De 2015 a 2024, el consumo de esta carne en volumen creció un 26% en Chile, un 46% en Arabia Saudita y un 74% en Vietnam. Además del maíz, estos crecimientos de demanda abren grandes oportunidades comerciales para potenciar exportaciones de carne a dichos destinos.

Primicias Rurales

Fuente: BCR Informativo Semanal

Molienda de soja récord durante septiembre

Molienda de soja récord durante septiembre

Por Franco Pennino – Matías Contardi – Julio Calzada de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
Rosario, martes 28 octubre (PR/25) — El procesamiento de la oleaginosa viene a buen ritmo y en septiembre marcó un récord para el mes. A la demanda industrial hay que sumarle la absorción de porotos por parte de China, lo que nos conduce a un nivel de comercialización en máximos.

 

1- Récord de molienda de soja

En septiembre la molienda de soja llegó a romper el techo del año pasado y marca un récord para el mes, en 4,13 Mt procesadas. En el acumulado de la campaña, la industrialización de la oleaginosa supera las 23 Mt, un 4% por encima del promedio de la última década para esta altura del año.

Este año, se está combinando una excelente performance industrial junto con la intensa compra de porotos por parte de China, lo que implica una tracción de la demanda externa que se vuelca en al mercado interno vía la exportación y que se traduce en un ritmo de comercialización en máximos. Al 15 de octubre se comprometieron 38 Mt de soja en el mercado local, el 77% de la producción estimada para esta campaña. Sin tener en cuenta las últimas dos grandes sequías (2022/23 y 2017/18), es el avance de compras proporcional más importante en los últimos catorce años.

Sin embargo, al escenario de fondo, hay que sumarle la coyuntura de este último par de semanas, donde las cumbres geopolíticas y expectativas electorales en nuestro país, han afectado al comercio de granos. A demás, a medida que nos alejamos de la ventana de suspensión temporaria de retenciones, las cotizaciones de soja comienzan a descender en dólares. La pizarra llegó a superar los USD 360/t el 22 de septiembre, y luego promedió USD 348/t hasta la semana pasada, durante estos últimos cinco días la pizarra osciló entre los USD 323/t y 324/t, un 7% por debajo. Estos factores llevaron a mermar la comercialización, que promedió de 58.000 toneladas diarias.

2- En Chicago la soja sube tímidamente en un arrebato optimista por la cumbre Trump – Xi Jinping

Esta semana el precio de la soja ha encontrado un ligero viento de cola, que impulsó las cotizaciones hasta los USD 384/t en Chicago, máximos desde mediados de septiembre.

En siete días, a partir del 31 de octubre se celebrará la Cumbre de Líderes de APEC 2025 en Corea del Sur, y en este marco se espera que antes o durante el transcurso del evento se dé el tan esperado encuentro entre el presidente Donald Trump y Xi Jinping. Durante el pasar de las jornadas, una suerte de optimismo se esparció entre los operadores del mercado, gracias a las declaraciones del principal mandatario norteamericano. Entre ellas, se destaca la afirmación de terminar con un gran acuerdo post reunión y el objetivo explícito de lograr compras de soja por parte de China. 

Sin embargo, aunque relacionado, no todo gira en torno a la guerra comercial para la soja. La demanda industrial de poroto está siendo una vía de escape muy eficiente para los porotos que no pueden colocarse en el mercado exportador y los datos de molienda en Estados Unidos fueron más que alentadores para el mercado, dándole mayores fundamentos para encontrar soporte en las cotizaciones de caras a la resolución del conflicto arancelario.

2.1 – Molienda récord durante septiembre en Estados Unidos

El crushing de soja en Estados Unidos alcanzó en septiembre un récord para dicho mes, al procesar 5,38 Mt. De esta manera, según los datos de NOPA, se registró el cuarto mes de mayor crush en la historia del país, encabezado por el dato de diciembre de 2024, cuando se alcanzaron las 5,62 Mt. La demanda interna de la oleaginosa para su industrialización aparece como un destino predilecto frente a la incertidumbre respecto al destino de la cosecha de soja y la merma comercial por las tensiones con China. De esta forma, en Norteamérica se cerró la campaña 2024/25 con una industrialización de soja también récord, en 62,7 Mt, un 12,8% más que el promedio de los últimos siete años.

Un hito relevante para el sector y que explica en gran parte el nivel de procesamiento de soja en Estados Unidos está directamente relacionado con los mandatos de mezcla propuestos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Ya en 2025 el organismo venía aumentando sus exigencias, hecho que ayudó a explicar el aumento del crushing de soja para este mismo año; en este caso para abastecer el mercado estadounidense de los volúmenes necesarios de biodiesel y HVO. Para 2026 el incremento en el mínimo exigido de biomasa a utilizar para el corte con combustibles fósiles se incrementa sustancialmente.

La normativa exigía para 2025 un volumen mínimo de mezcla de biomasa con combustibles fósiles de 33,01 mil millones de galones de RINS -unidades de combustible renovable- excluyendo volúmenes no cumplibles con biodiesel a base de aceite de soja. El cambio de política no es neutral: a partir de 2026, esta cifra crecerá un 21,7%. 

Tomando únicamente la proporción de aceite de soja utilizado para producir biocombustibles y extrapolando en base a las exigencias futuras, estimamos que en 2025 se destinaron 8,7 Mt de aceite soja como insumo productivo para este fin. Estos guarismos escalarían a 10,5 Mt y 10,9 Mt para 2026 y 2027, respectivamente. Teniendo esto presente, se vislumbra un panorama positivo para el complejo aceitero estadounidense, que podría verse dinamizado en los próximos años por el empuje de la demanda interna.

Siguiendo la misma línea, pero con una mirada más profunda, estimamos que la demanda subyacente de porotos de soja para suplir las nuevas necesidades se posiciona en 43,3 Mt para 2025. Esta cifra representa un 37% de la cosecha estimada para el año que corre. Proyectando en base a un crecimiento proporcional a las exigencias, se alcanzarían las 54,3 Mt en 2027. De forma complementaria, la producción de harina de soja debería tomar la misma tendencia; sin embargo, al día de la fecha, no se observa con claridad un driver de demanda para este derivado de la oleaginosa.

3- Maíz

La siembra de maíz alcanza el 30% de la superficie objetivo a nivel nacional, según el relevamiento oficial de SAGyP. El ritmo de siembra es de los más altos en las últimas campañas, confirmando la alta participación de los planteos tempranos en los prospectos de producción para este nuevo ciclo. GEA-BCR proyecta una superficie total de 9,7 Mha de maíz, lo que plantea un escenario productivo, en base a rindes tendenciales, de más de 60 Mt, un 16% por encima que el último máximo alcanzado.

Si bien aún restan varios meses hacia la cosecha, a pesar de las expectativas de oferta récord para el nuevo ciclo, los precios de exportación negociados para embarcar durante marzo, abril y mayo del año entrante no distan demasiado de los que se cotizaban el año pasado. El precio FOB para embarcar desde el Up-River durante abril 2026 promedia los USD 197/t, USD 1/t por debajo del año pasado a esta altura. En esta línea, en el mercado de futuros A3, la posición a cosecha ajusta en USD 175/t, un par de dólares más que durante 2024.

El maíz argentino se negocia con una prima positiva del 12% respecto a Chicago, tendencia que vimos durante los últimos cinco años, pero que, ajustando las cotizaciones según los distintos esquemas cambiarios y arancelarios, estamos en el tercer nivel más alto en la última década respecto a la plaza norteamericana.

Inclusive, en materia de precios futuros, debido al traslado de mercadería de la campaña actual, tampoco existe un pase de campaña tan marcado como años anteriores. La diferencia entre las cotizaciones negociadas para DIC’25 y ABR’26 es de menos del 3%, lo que está en línea con el promedio a esta altura del año y por detrás de los últimos dos años.

Al mismo tiempo, en lo que parece ser una tendencia generalizada durante las últimas campañas, los compromisos anticipados de mercadería están siendo limitados, y aún más las coberturas de precio en el físico, dejando una amplia exposición al riesgo precio. Al último dato oficial, se comprometieron 4,8 Mt de maíz 2025/26, de las cuales solo 710.000 toneladas se hicieron con precio, esto es el 15% del total comprometido, la proporción más baja en los últimos diez años.

Bajo este escenario, para ver el panorama completo hacia la nueva cosecha de maíz, primero hay que reparar en el nivel de comercialización de la campaña actual, que, a todas luces, está retrasado. El volumen comprometido de la 2024/25 es de 29,4 Mt, menos del 60% de la producción, cuando a esta altura ya tenemos el 75% anotado. En base a las estimaciones de oferta, quedarían 13 Mt aún sin vender de maíz (neto de granos que no entran al circuito comercial), tres veces el volumen promedio entre la 2017/18 y 2021/22.  El ritmo de embarques no está siendo el esperado para esta altura, condicionando la demanda interna, lo que limita el grado de compromisos.

En septiembre se embarcaron 1,8 Mt de maíz, muy por debajo de lo esperado para el mes y en octubre tampoco se lograría pasar de las 2 Mt. En el acumulado de la campaña, terminando el décimo mes del año se embarcarían 23 Mt de maíz, el 70% del programa exportador esperado para este ciclo, el avance más lento en por lo menos los últimos diez años.

Esto nos deja en un escenario complejo respecto a oferta disponible. Entre una nueva cosecha que se postula como récord y una importante cantidad de toneladas que aún no tienen contrato de la actual campaña, el volumen sin precio de la nueva puede verse expuesto a un escenario de oferta pesada y presión sobre las cotizaciones, si no se despierta la demanda externa por el cereal.

3.2 – El panorama internacional hacia delante

En Chicago, el precio del maíz tuvo una suerte de impulso gracias al sostén de la demanda externa y algunas especulaciones en torno a los rindes finales de la campaña en USA. Sin embargo, sin datos oficiales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el mercado sigue basando sus seguimientos en estimaciones privadas de avance de cosecha y condiciones de cultivos, lo que limita movimientos bruscos en las cotizaciones. El contrato más operado está promediando USD 166/t y ha venido lateralizando por encima de USD 160/t y debajo de USD 170/t desde agosto.

A nivel general, las cotizaciones internacionales siguen estando en niveles bajos, presionadas por los amplios suministros alrededor del globo.

En otra oportunidad ya habíamos discutido el caso brasilero (ver), donde el consumo interno se intensifica cada vez más, dejando pocas toneladas para exportar a medida que nos acercamos a fines de año y antes de la llegada de la nueva cosecha. Esto implica que Argentina se puede posicionar como principal origen de maíz en Sudamérica, algo que ya presenciamos la campaña pasada con exportaciones récords para el trimestre dic 24 – feb 25. En esta oportunidad, nos quedan más toneladas aún disponibles para exportar, pero la gran diferencia con la 2023/24 es que Estados Unidos y Ucrania levantaron mucho más maíz.

Aunque la diferencia geográfica es sustancial, la cosecha de ambos orígenes se superpone (comienza entre septiembre y octubre), por lo que la oferta se vuelca al mercado internacional más o menos al mismo tiempo. En base a las últimas estimaciones del USDA, entre Estados Unidos y Ucrania tendrían un 50% más de toneladas disponibles para exportar que durante la última cosecha. Esto se combina con un corrimiento parcial del mercado comprador por parte de China, mercado clave para ambos orígenes, país que según sus propias estimaciones importaría 6 Mt esta nueva campaña. Para describirlo en términos más gráficos, mientras los chinos importarían un 69% menos maíz que el promedio de las últimas cinco campañas, Estados Unidos y Ucrania tendrían un 12% más para vender.

En este escenario, hacia fin de año nos podemos encontrar con un mercado más pesado que campañas anteriores, con más suministros y necesidad de encontrar nuevos destinos. Esto mantiene los precios bajos y puede condicionar ese “segundo tiempo” para el maíz argentino que vimos durante la 2023/24.

Primicias Rurales
Fuente: BCR Informativo Semanal
El ánimo del campo refleja cautela en un clima político decisivo

El ánimo del campo refleja cautela en un clima político decisivo

Rosario, jueves 23 octubre (PR/25) — La última edición del medidor Ag Barometer Austral refleja un escenario de confianza moderada entre los productores agropecuarios, en un contexto marcado por la incertidumbre económica y política.

Si bien la percepción general del negocio se mantiene en terreno positivo, las expectativas de inversión en activos fijos muestran una nueva caída, con un 68% de los productores que considera que no es un buen momento para invertir.

El relevamiento también registró una pregunta especial vinculada al clima electoral, donde el 47% de los encuestados cree que La Libertad Avanza podría revertir la derrota sufrida en la provincia de Buenos Aires, mientras que el 53% considera que el resultado nacional será de derrota para el oficialismo.

A pesar de las tensiones propias del proceso electoral, predomina entre los productores una mirada optimista hacia el futuro y una confianza prudente en la evolución del negocio agropecuario.

“El sector sigue mostrando confianza en el futuro, pero la desaceleración económica y el aumento de las tasas de interés están afectando la percepción sobre el presente”, explicó Carlos Steiger, director del Ag Barometer Austral e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos. “El contexto electoral genera además cierta cautela en las decisiones de inversión”, agregó.

Un año político con impacto económico

En un año político marcado por las elecciones legislativas nacionales, el informe señala que el Gobierno ha privilegiado la baja de la inflación como su principal activo electoral, utilizando el mantenimiento del tipo de cambio y el equilibrio fiscal como herramientas centrales. Sin embargo, la demanda de dólares para dolarizar carteras -un fenómeno habitual en los períodos electorales argentinos- llevó a una suba de tasas de interés “astronómicas”, que impactó negativamente en el consumo y la inversión.

“Las tasas elevadas y la desaceleración del nivel de actividad están golpeando al conjunto de la economía, aunque el agro sigue mostrándose como uno de los sectores más dinámicos”, destacó Steiger.

En este contexto, las expectativas del sector agropecuario son más favorables que las del resto de la economía. Para la campaña 2025/26, se proyecta un aumento del área sembrada del 1,9% y una producción total estimada de 142,6 millones de toneladas, “una de las más altas de la historia”, según remarca la encuesta. Además, las excelentes perspectivas del mercado internacional de carnes se traducen en muy buenas rentabilidades para los productores ganaderos, sobre todo en cría y recría.

El componente electoral: confianza y dudas

Como en cada edición, el Ag Barometer incluyó una pregunta especial, vinculada esta vez al escenario electoral: ¿Cree usted que La Libertad Avanza (LLA), en las elecciones legislativas nacionales del mes de octubre, va a poder revertir la derrota sufrida en la provincia de Buenos Aires?

El 47% de los productores respondió que sí, mientras que el 53% consideró que el resultado no se modificará.

Entre quienes confían en una recuperación electoral, predomina una mirada optimista, basada más en la confianza hacia el rumbo económico del Gobierno que en un análisis político tradicional.

La mayoría argumenta que en Buenos Aires votó todo el electorado kirchnerista, mientras que una parte del voto libertario se abstuvo, por lo que esperan que una mayor participación en una elección nacional modifique el resultado.

También se destaca la idea de que el interior del país podría equilibrar la balanza, ya que los votantes rurales y del interior productivo se sienten más representados por las políticas oficiales.

Otros mencionan que las medidas económicas recientes, como la reducción de retenciones y ciertas acciones de alivio social, mejoraron la percepción general del Gobierno, sumado a la expectativa de una comunicación más efectiva y eventuales alianzas que amplíen su base de apoyo.

Por su parte, quienes creen que el oficialismo no logrará revertir la derrota citan como razones principales el desgaste de gestión, la pérdida de credibilidad y el malestar económico que aún atraviesa amplios sectores sociales. También aluden a la mayor organización de la oposición y a la impaciencia frente a un proceso de cambio percibido como lento.

En síntesis, predomina una visión de optimismo moderado, donde la esperanza de continuidad y la confianza en el voto del interior contrastan con la prudencia de quienes advierten que la situación económica podría incidir negativamente en los resultados de octubre.

Preocupación a largo plazo: el fantasma del populismo

El Ag Barometer también revela un dato que trasciende el presente: al 84% de los productores agropecuarios les preocupa la posibilidad de un triunfo de un candidato de extracción populista en 2027

.Aunque faltan más de dos años para las elecciones presidenciales, el recuerdo de las políticas aplicadas por gobiernos anteriores de ese signo político (como prohibiciones de exportaciones, suba de retenciones y controles cambiarios) sigue muy presente en la memoria del sector.

Los productores valoran especialmente el equilibrio fiscal, la reducción de la brecha cambiaria y la promesa de eliminar las retenciones cuando la situación fiscal lo permita.

En este sentido, Steiger destacó: “El productor argentino asocia estabilidad con previsibilidad. No quiere volver a un escenario de déficit fiscal financiado con emisión, que ya nos llevó a las puertas de la hiperinflación en 2023”.

Expectativas de inversión: más cautela en el corto plazo

El informe muestra un empeoramiento del ánimo de los productores para realizar inversiones en activos fijos en el corto plazo.

Las expectativas de inversión se ubican por debajo de 100 puntos, ya que un 68% de los productores considera que no es un buen momento para invertir, frente a un 32% que mantiene una visión positiva.

Esta tendencia descendente comenzó en marzo de 2025, luego de Expoagro, y está asociada al deterioro de las expectativas macroeconómicas por el alza de las tasas de interés, una variable clave al evaluar proyectos de inversión. También inciden las dudas sobre la sostenibilidad de la política cambiaria, que elevan el riesgo de tomar créditos en dólares -una opción que en marzo parecía la más atractiva-.

Steiger advirtió que “esta caída de la inversión no solo afecta la actividad económica en el corto plazo, sino que también impacta sobre la productividad y el crecimiento del sector a mediano y largo plazo”.

Ganadería: muy buenas expectativas de rentabilidad

En contraste, la ganadería argentina atraviesa un momento favorable, con precios altos en toda la cadena impulsados por la demanda internacional y una oferta interna limitada por la reducción del stock vacuno.

El 89% de los productores considera que la rentabilidad de la cría será buena o muy buena en los próximos 12 meses, y el 82% opina lo mismo para las actividades de recría.

Estas percepciones se alinean con los datos del Índice Ternero del ROSGAN, que en octubre de 2025 se ubica cerca de sus máximos históricos.

Además, los meses de octubre suelen mostrar alzas estacionales respecto de los promedios anuales, lo que refuerza el escenario positivo para las actividades de cría y recría.

Esta tendencia también se refleja en los mercados de novillos terminados, donde los precios del Mercado de Cañuelas -en la semana finalizada el 17 de octubre- confirmaron la firmeza de los valores.

Decisiones comerciales y fertilización

Finalmente, la encuesta señala que la baja temporal de retenciones a cero, aplicada el 22 de septiembre y vigente por tres días, no modificó significativamente las estrategias de venta de los productores

En cambio, sí se observa una tendencia creciente en la aplicación de fertilizantes para la campaña gruesa, tanto nitrogenados como fosfatados, lo que refleja una apuesta prudente pero sostenida a la mejora de rendimientos.

Primicias Rurales

Fuente: Universidad Austral/El Atlántico

Argentina vuelve al equilibrio fiscal después de 15 años y avanza el desendeudamiento

Argentina vuelve al equilibrio fiscal después de 15 años y avanza el desendeudamiento

Buenos Aires, jueves 23 octubre (PR/25) — El Gobierno Nacional mantiene el superávit financiero alcanzado en 2024 y lo consolida en 2025. Según datos oficiales, el resultado financiero acumulado entre enero y septiembre de este año fue superavitario en 0,4% del PBI, incluso después de pagar los intereses de deuda.
Esta marca refuerza el cambio de régimen fiscal: Argentina está gastando menos de lo que recauda, incluyendo el pago de los intereses, algo que no se veía en décadas.
“Una familia o una empresa se endeuda cuando gasta más de lo que ingresa. Hoy el Estado argentino está haciendo lo contrario: no sólo no se endeuda, sino que le sobra para recomprar deuda”, señaló Iván Cachanosky, Economista Jefe de Libertad y Progreso.
En el gráfico se puede observar el desempeño financiero mensual acumulado entre 2017 y 2025. Sólo 2024 y 2025 exhiben superávit financiero al mes de septiembre, cuando vemos que entre 2017 y 2023 siempre la regla fue tener un déficit fiscal creciente mes a mes.
Ahora, al tener una estrategia de superávit fiscal, el gobierno puede avanzar con una estrategia inédita: la recompra anticipada de títulos públicos, muchos de los cuales cotizan a precios bajos por la desconfianza acumulada tras años de incumplimientos. En este marco, la deuda bruta consolidada acumulaba para noviembre del 2023 un monto de U$S 491.316 Millones, la cual se redujo a US$ 459.611 Millones. El hecho de tener superávit fiscal, permite ir saldando deuda que quedó barata producto de la desconfianza hacia Argentina.
“La historia nos dejó bonos que cotizan a valores ridículos porque nadie esperaba que los paguemos. Eso permite que hoy el Estado use lo que le sobra de sus ingresos, luego del pago de gastos e intereses, pueda rescatarlos con descuento. Es parte del saneamiento fiscal que permite bajar el pasivo que le dejaremos a las futuras generaciones”, agregó Aldo Abram, Director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso.
Se busca ordenar las finanzas públicas con foco en equilibrio estructural. “Es falso que el gobierno se está endeudando más. Incluso, está pagando intereses. Lo que sí está haciendo es buscar nuevos acreedores que quieran financiarnos en mejores condiciones para pagar los vencimientos de capital de la enorme deuda heredada. Hay que tener en cuenta que, en el pasado, el Estado le dejó de pagar 9 veces a argentinos y extranjeros y, luego, le reconoció mucho menos de lo que le prestaron. Con ese prontuario, muchos quieren que se les pague lo que se les debe y hay que pedirles a otros esos recursos. La alternativa es otra cesación de pagos y otra nueva crisis” concluyó Abram.
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