May 16, 2022 | Informes Técnicos
Buenos Aires, 16 mayo (PR/22) — El combustible es el elemento base para toda tarea agrícola mecanizada y representa entre el 18 y el 25% del costo operacional total. Sin gasoil no se puede funcionar. Palabras de Guillermo Marrón, Director del Instituto de Ingeniería Rural del INTA Castelar, quien pasó por el ciclo de entrevistas Agenda Aapresid para compartir tips para optimizar el uso de gasoil en una campaña marcada por faltantes y precios por las nubes.
¡No pare, sigue, sigue!
“En principio, todo lo que sea disminuir las paradas es un beneficio respecto de la optimización del uso del combustible y el costo horario”, puntualizó Marrón. En tareas de pulverización, se puede lograr mayor eficiencia mediante un banderillero satelital, utilizando menor cantidad de agua o haciendo aplicaciones dirigidas, por citar ejemplos. En este caso, “lo más sencillo es ir lo más rápido posible – siempre dentro de los parámetros que aseguren la calidad de la aplicación – aplicando la menor cantidad de producto y agua”, resumió.
En la siembra, ir más rápido también reduce el costo horario. Pero, para eso hay que tener el equipo y el tren de siembra en condiciones, además de mantener la carga constante del cuerpo de siembra, trabajar con dosis variables o con corte por sección. “Hoy en día hay tecnología disponible para lograrlo”, advirtió.
A regular cabezal y cuidar humedad en cosecha
“Todo lo que no es grano adentro de la máquina, es mayor consumo de gasoil en cosecha”, la clave está en una buena regulación del cabezal, señaló. Por otra parte, hay que tener en cuenta el gasto extra asociado a sistemas como flexibles, flotantes o basculantes que se agregan al cabezal para poder captar la mayor cantidad de soja, por ejemplo. Esto se traduce en consumo hidráulico que repercute en más gasto de combustible.
Como consejo práctico, apuntó a mirar la estabilidad de la cosechadora: “si no se mueve el techo, quiere decir que el cabezal va haciendo un buen trabajo”. Por suerte, existen alternativas como el sistema Dual Stream que hace que el cabezal trabaje mejor, aumentando la capacidad de cosecha al mismo tiempo que disminuye el consumo de combustible.
Yendo a la influencia de la humedad específica a la hora de levantar los granos, “cuando más cerca de la humedad de recibo cosechemos, menos se gasta en combustible, porque el rotor no hace tanta fuerza”, explicó. Además, este menor esfuerzo va asociado a una menor rotura de piezas como correas, “que son muy costosas y no se consiguen”. Para tomar dimensión de una correcta regulación del cabezal y humedad en la cosecha, en maíz esto permite ahorrar hasta un 8 o un 10% de consumo horario, arrojó.
Los neumáticos hacen la diferencia
Lo ideal es contar con neumáticos agrícolas radiales que optimizan la eficiencia tractiva para convertir el gasoil en esfuerzo. Si no, es posible hacer ciertas adaptaciones a los neumáticos que tengamos, ajustando la presión a las condiciones del terreno. “Cuando más suelto está el suelo, la presión de inflado tiene que ser menor ya que se optimiza el consumo de combustible”.
En cuanto al peso del tractor, la relación óptima está en alrededor de 50 kg por caballo de fuerza para un suelo normal. Si el suelo es blando, tenemos que ir a más superficie ya que si los neumáticos se entierran, además del huelleo y los daños que genera para los trabajos posteriores, el equipo gasta energía en desenterrarse, “es como si estuviera subiendo una pendiente, lo que se conoce como rodadura, que se debe tratar de reducir al máximo”.
El especialista remarcó la importancia de las capacitaciones para operarios. “El primer paso es leer el manual del equipo, después, apuntar al sentido común para usar las máquinas y potencia adecuadas para cada labor y situación. “En definitiva, aquel que es más eficiente utilizando la herramienta por hora es aquel que optimiza el uso del combustible”.
Primicias Rurales
Fuente: Aapresid: información que hace rendir tus campañas.
May 13, 2022 | Informes Técnicos
Buenos Aires, 13 mayo (PR/22) — La industria avícola argentina, entre las más sustentables del mercado internacional. Así lo reveló el análisis de huella de agua y de carbono realizado por el INTI junto al Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) en 12 plantas industriales de Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires y Río Negro.
Los resultados representan al 46 por ciento de la faena de pollos a nivel nacional y son el puntapié inicial para crear el primer inventario ambiental del sector en la Argentina.
En sintonía con las tendencias mundiales en materia de sustentabilidad industrial, que impulsan el conocimiento de la huella ambiental de un producto en todas las instancias de su cadena de valor, el entramado nacional de la avicultura ya cuenta con datos para armar su primer inventario ambiental.
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial presentó los resultados de un análisis de huella hídrica y de carbono realizado junto al Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) en 12 plantas de faena ubicadas en distintas provincias. El informe concluyó que, en todos los casos relevados, la huella de carbono calculada es significativamente menor a los valores informados en estudios internacionales.
El análisis, que fue llevado a cabo por los equipos de las sedes del INTI de Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires, determina el valor de dichas huellas ambientales para un kilo de carne de pollo faenado y envasado con menudo, de producción intensiva, con un ciclo de aproximadamente 52 días y destino a consumo interno, en la puerta del frigorífico. Además, identifica los puntos críticos o hotspots de cada etapa productiva, con el fin de generar mejoras orientadas a una mayor sustentabilidad, por ejemplo, en el consumo de energía y en el transporte.
Se trata de un reporte de gran utilidad para un sector productivo que en los últimos años incrementó significativamente su oferta de proteínas de origen animal y logró posicionarse en los mercados internacionales más exigentes a nivel ambiental. Según un estudio del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, tan solo en 2020 se faenaron 757,9 millones de aves en la Argentina, de las cuales 356 millones fueron procesadas en las plantas frigoríficas que participaron de este proyecto.
Una radiografía ambiental de la avicultura argentina
El trabajo realizado junto a CEPA constituye, por el volumen de la muestra, un primer paso para conocer el impacto de toda la cadena productiva de esta industria en el país, from cradle to gate (de la cuna a la puerta). Para ello, los especialistas incluyeron tanto los insumos requeridos como las emisiones generadas para la producción de los diferentes tipos de alimentos utilizados en la crianza de los pollos parrilleros y las ponedoras.
También contemplaron los recursos energéticos y materiales utilizados en la postura e incubación de los huevos, engorde del pollo parrillero, faena y procesado en la planta frigorífica, que incluyen energía eléctrica, combustibles, materiales para la cama de pollo, envases, productos de limpieza y desinfección, entre otros. Para su análisis, el sistema productivo fue dividido en subsistemas: producción agrícola, producción de alimento balanceado, producción de carne, producción de padres y transporte.
Los resultados indican que la huella de carbono fue de 1,50 kg de CO2eq/kg de carne de pollo (unidad funcional elegida) para el promedio ponderado de los 12 casos de estudio, distribuido en las etapas del frigorífico (25 por ciento), granjas de parrilleros (29 por ciento), plantas de alimentos balanceados/piensos (42 por ciento), granjas de postura (1 por ciento), granjas de recría (0,5 por ciento) y plantas de Incubación (2 por ciento).
Respecto a la huella de agua por escasez, el resultado fue de 0,54 m3eq/kg de carne de pollo, distribuido en las etapas del frigorífico (38 por ciento), granjas de parrilleros (10 por ciento), plantas de alimentos balanceados/piensos (47 por ciento), granjas de recría (0,6 por ciento), granjas de postura (1,3 por ciento) y plantas de Incubación (2,3 por ciento).
Según el informe, uno de los principales puntos críticos aparece en la producción de los granos para alimento de las aves. En tanto, los traslados hasta la planta de piensos también representan un hotspot, pero que puede verse reducido si se incentiva la compra a productores ubicados en cercanías de las plantas.
En lo que respecta al subsistema incubador, el mayor aporte a la huella se detectó en el consumo de energía eléctrica y, sobre todo, de combustible. Para el subsistema granja, se destacan los aportes de los alimentos para engorde de las aves, la fermentación entérica y gestión del estiércol, el consumo de energía eléctrica y el transporte de insumos, principalmente, de cama de pollo. Dentro del subsistema frigorífico, el uso de energía eléctrica, las emisiones de la laguna de tratamiento de efluentes y el transporte son los puntos que generan mayor huella.
Por otra parte, en lo que tiene que ver con el análisis de huella de agua por escasez, los piensos, la energía y el transporte explican la mayor contribución en el impacto de las granjas de recría, reproductoras y parrilleros.
En tanto, el subsistema incubador muestra un ligero aporte al total en el que se destaca el consumo de energía eléctrica. Por último, la huella de agua del subsistema frigorífico se explica, en suma, por el consumo energético, los productos de limpieza y el cartón utilizado para el packaging.
Con estos datos, el sector cuenta con un diagnóstico exhaustivo de su impacto ambiental y con herramientas para realizar mejoras en los procesos y consumos, de manera eficiente y sustentable.
Primicias Rurales
Fuente: INTI
May 6, 2022 | Informes Técnicos
Salta, 6 mayo (PR/22) — La Delegación del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE) en Salta, finalizó un Operativo Móvil de Registración para trabajadores rurales dedicados a los cítricos, hortalizas, porotos y arándanos donde se emitieron un total de 286 Libretas de Trabajo Rural y se recibieron cerca de 135 consultas de diferentes áreas del organismo.
“Durante el operativo se logró brindar una atención integral, garantizar el acceso a la Libreta de Trabajo Rural y a la Prestación por Desempleo, así como el asesoramiento, a los trabajadores rurales de las principales zonas productoras del sur este de la Provincia”, afirmó el Delegado del RENATRE en Salta, Gonzalo Caro Dávalos.
Las acciones se localizaron en Rosario de la Frontera, Metán, Joaquín V. González, Las Lajitas y Apolinario Saravia, entre el 25 y el 29 de abril, donde además de la emisión de Libreta se recepcionaron 4 prestaciones por desempleo y 2 certificaciones de servicios.

Los operativos tienen el objetivo de registrar y emitir la Libreta a los trabajadores rurales. Durante estas acciones se aprovecha la oportunidad para contactarse directamente con los trabajadores, informarles a ellos y a empleadores sobre las funciones de RENATRE.
Durante el operativo se realizó una capacitación en conjunto con el Comité Ejecutivo de Lucha contra de la Trata y Explotación de Personas a los alumnos de la Tecnicatura en Gestión Agropecuaria de la localidad de Joaquín V. González, en la que asistieron 50 estudiantes.
El RENATRE realiza actividades de registración masiva de trabajadores con el objetivo de incorporar al trabajador rural al mercado formal de empleo y brindarle acceso a los beneficios de la seguridad social.
Primicias Rurales
Fuente: RENATRE