Primera exportación de carne de pacú mediante avión desde Rosario a los EE.UU.

Primera exportación de carne de pacú mediante avión desde Rosario a los EE.UU.

Senasa certificó el cumplimiento de los requisitos sanitarios del envío -proveniente de Chaco- destinado a una prueba en restaurantes de Los Ángeles.

El envío -proveniente de un establecimiento habilitado por el Senasa, ubicado en Puerto Las Palmasprovincia de Chaco– partió del aeropuerto Internacional “Islas Malvinas” de Rosario, con la certificación sanitaria del organismo nacional permitiendo al productor ahorrar costos y tiempo.

 

Previamente, en el establecimiento elaborador, un equipo técnico del Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa fiscalizó el cumplimiento de los requisitos sanitarios y de inocuidad establecidos por el país de destino. Ya en Rosario, personal de certificaciones del organismo nacional -con la colaboración de actores privados y personal de aeropuerto- verificó el acondicionamiento de la mercadería y emitió el certificado correspondiente que acompaña toda exportación.

En lo que va de 2025 el Senasa certificó la exportación a Estados Unidos de 13 mil toneladas de productos de la pesca.

Primicias Rurales

Fuente: Senasa

Los fundamentals para maíz, más negativos que para soja

Los fundamentals para maíz, más negativos que para soja

En su reporte de junio, el USDA continúa proyectando una cosecha récord de 401,9 millones de toneladas de maíz en los Estados Unidos para la campaña 2025/26, lo cual implicaría un aumento del 6,4% en la producción respecto al ciclo 2024/25 (377,6 Mill Tn). A la fecha, la siembra del cereal ha finalizado y el 72% del maíz implantado se encuentra en estado bueno y excelente.

Por otra parte, según datos divulgados por el Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, tanto la estimación de stocks iniciales como la de stocks finales del cereal para los Estados Unidos, fueron reducidas respecto a las de mayo, en un 3,5% y 2,78%, respectivamente.

No obstante, a pesar del recorte mencionado, las existencias finales durante el ciclo 2025/26 se incrementarían un 27% en comparación al ciclo previo, alcanzando los 44,5 millones de toneladas. De esta manera, si bien la relación stock/consumo se ajustó levemente a la baja (0,3 puntos porcentuales) y en julio alcanzaría el 11,3%, aún se ubicaría 2,4 puntos porcentuales por encima del ciclo previo y superaría levemente al promedio de las últimas 15 campañas.

En el hemisferio sur, la cosecha del maíz safrinha en Brasil ha comenzado y, a la fecha, las labores presentan un avance sobre el 3,9% del área destinada al cereal. En comparación al ciclo previo, el avance mencionado se ubica 9 puntos porcentuales por debajo de lo observado al 15 de junio del 2024 (13%) y 4,4 puntos porcentuales por debajo del promedio de las últimas cinco campañas (8,4%). Esto es así, indican desde la Bolsa, debido a las sequías ocurridas durante septiembre/octubre del 2024 retrasaron la siembra de soja, lo cual, retasó la siembra del cereal. No obstante, la CONAB aumentó su estimación de producción respecto al dato de mayo en 1,2 millones de toneladas, y la misma, superaría los 101 millones de toneladas (+11,9% respecto a la producción de la campaña 2023/24).

Por su parte, en Argentina, la BCR estimó una producción de 48,5 millones de toneladas para la campaña 2024/25. Dicho volumen, se ubicaría 4 millones de toneladas por debajo de lo obtenido el ciclo previo (52,5 Mill Tn).

En lo que va del mes, el precio promedio del maíz en Chicago se posiciona en USD 173 Tn, nivel similar al observado en junio del 2024 (USD 174,5 Tn). Además, desde febrero, el precio del cereal se encuentra en una corrección luego de la suba emprendida en agosto del 2024, por lo que es de esperar que el precio continue testeando zonas de soporte.

No obstante, la situación global en materia de stocks no sería muy holgada de cara al ciclo 2025/26 y esta situación podría actuar como una contención adicional en el precio. Sin embargo, las buenas perspectivas para el cereal en Estados Unidos se están haciendo notar y, en este sentido, los fondos especulativos en Chicago han pasado a posicionarse cortos en maíz, lo cual, es factor bajista en el corto/mediano plazo.

Primicias Rurales

Fuente: TodoAgro.com.ar

El dato que hunde al vino argentino: paga casi el doble de impuestos que en Chile

El dato que hunde al vino argentino: paga casi el doble de impuestos que en Chile

Un informe de la UNCuyo reveló la carga impositiva del vino. En Argentina, los impuestos se llevan hasta el 62% de las ganancias, casi el doble que en Chile.

 

La elevada presión impositiva complica a los productores vitivinícolas y a los bodegueros.

Mendoza, domingo 22 junio (PR/25) — La presión impositiva sobre la vitivinicultura argentina viene en aumento y, al comparar, casi duplica lo que hoy pagan una finca o una bodega de iguales características en Chile. 

Los datos surgen de una actualización del informe que los docentes e investigadores Alejandro Trapé y Juan Pott Godoy, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), vienen realizando desde el 2017 por pedido de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR).

Con datos actualizados al 2025, la carga impositiva vigente en Argentina representa el 57,1% del excedente puro de producción de una finca y el 62,4% del excedente puro de una bodega.

Esta presión sube al 61,2%, si es una finca pequeña, o baja al 53,6%, si se trata de una finca grande; mientras que en el caso de una bodega pequeña se ubica en el 63,4% y en el 58,4% si es grande, destaca el informe.

El dato que hunde al vino argentino: paga casi el doble de impuestos que en Chile

Se entiende como excedente puro de producción a la diferencia entre los ingresos totales menos los costos, extrayendo los impuestos. De esa diferencia, el pago de impuestos se lleva el 57,1% en una finca y el 62,4% en una bodega.

El dato que hunde al vino argentino: paga casi el doble de impuestos que en Chile

Otra forma de ver el peso de los impuestos es tomar el ejemplo de una bodega en Mendoza que tiene producción propia de uvas para vinificar.

En este caso, sobre el total de ingresos (100%), los costos de producción, venta y administración se llevan el 81%, dejando un resultado empresario inicial del 19%. Sobre ese excedente de producción (19%), el pago de impuestos se lleva el 62,4%.

De estos valores se desprenden tres conclusiones clave: la presión impositiva que pesa sobre la vitivinicultura en Argentina es mayor al promedio a nivel país y casi duplica lo que pagan una finca o una bodega en Chile. Y en el análisis histórico, desde que comenzó a medirse en 2017, ha ido en aumento.

Que el pago de impuestos en la vitivinicultura se lleve en Argentina el 57,1% del excedente de explotación de una finca o el 62,4% del mismo excedente de una bodega son valores altos incluso para la economía nacional y mayor al del promedio de la economía de países de la región.

Según destaca el informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, supera la presión impositiva promedio para las actividades económicas de Mendoza (39%), la presión promedio nacional de Argentina que es del 37,7% sobre el excedente de explotación, e incluso la de Brasil (40,4%) y Chile (20,8%).

Puntualmente en Chile, mientras los impuestos que en promedio paga una finca se llevan el 33,3% del excedente puro de explotación, en Argentina representan el 57,1%. Mientras que, para una bodega, en Chile los impuestos toman el 42,4% del excedente puro cuando en Argentina son el 62,4%.

El dato que hunde al vino argentino: paga casi el doble de impuestos que en Chile

Como se puede ver en este gráfico, desde el 2017 cuando se hizo el primer informe, hasta ahora, la presión fiscal para una finca subió del 45% al 57,1%, mientras que para una bodega pasó del 58% al 62%.

El dato que hunde al vino argentino: paga casi el doble de impuestos que en Chile

En cuanto a los aspectos metodológicos, se define como “carga impositiva” a la relación entre: el total de impuestos que tributa la empresa (bodega o finca) y el excedente de explotación puro empresario, que es el resultado (diferencia de los ingresos totales menos los costos de producción, extrayendo los impuestos).

La estimación de se realizó para dos tipos de escenarios, cada uno correspondiente a un tipo de explotación vitivinícola: una explotación “primaria”, que sólo comprende la etapa agrícola hasta la venta de la uva a una bodega y una explotación “integrada”, es decir, que comprende la etapa agrícola, el paso a la elaboración del vino y su fraccionamiento, hasta su venta en planchada (el vino que sale al canal comercial).

Y se discrimina entre fincas y bodegas pequeñas o grandes en función de una producción total de uva estimada en quintales y una producción total en unidades de botellas de vino, damajuanas, tetras y bag in box.

En el cálculo se toman los siguientes ImpuestosGanancias, IVA, Ingresos Brutos, Impuestos patrimoniales, Impuesto a los débitos y créditos bancarios, Impuestos incluidos en la compra de energía, Impuestos incluidos en la compra de combustibles, Impuestos incluidos en la contratación de mano de obra e Impuestos incluidos en la compra de otros insumos.

Impuestos
Ganancias
IVA
Ingresos Brutos
Impuestos patrimoniales
Impuesto a los débitos y créditos bancarios
Impuestos incluidos en la compra de energía
Impuestos incluidos en la compra de combustibles
Impuestos incluidos en la contratación de mano de obra
Impuestos incluidos en la compra de otros insumos

¿Cuáles son los impuestos que tiene mayor peso? ¿Y dónde debería estar centrada la discusión de cara al futuro?

El informe de economistas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, actualizado a pedido de COVIAR, detectó qué impuestos son los “principales culpables” al tener un mayor peso relativo sobre la presión fiscal del 62,4% que pesa, por ejemplo, para una bodega con finca (integrada) en Mendoza.

El dato que hunde al vino argentino: paga casi el doble de impuestos que en Chile

Para una bodega que tiene finca y produce sus propias uvas para vinificar, los tres principales impuestos que debe pagar son Ganancias, que representan 20,8 puntos de los 62,4% de presión fiscal total, impuestos al trabajo o mano de obra (17,1%) y Débitos y Créditos, mejor conocido como Impuesto al Cheque, que representa 10,9 puntos porcentuales.

En cuarto lugar, con una participación de 3,4 puntos, aparece Ingresos Brutos que es un impuesto provincial. Todo el grueso de lo que se tributa es de jurisdicción nacional.

Primicias Rurales

Fuente: Noticias Argentinas

El Vaticano respalda un informe que exige reformas financieras para aliviar deuda externa en el mundo

El Vaticano respalda un informe que exige reformas financieras para aliviar deuda externa en el mundo

Ciudad del Vaticano, sábado 21 junio (PR/25) — El Vaticano respalda un informe que exige reformas para aliviar la crisis mundial de deuda que afecta a miles de millones de personas en los países en desarrollo en el que han intervenido 30 expertos internacionales en economía, entre ellos el Premio Nobel Joseph Stiglitz y el exministro de Economía de Argentina Martín Guzmán.

El documento, titulado El Informe Jubilar: un plan para afrontar las crisis de deuda y desarrollo y construir las bases financieras para una economía global sostenible centrada en las personas, fue presentado en la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales del Vaticano este viernes, como una de las principales iniciativas del Año Jubilar de 2025.

La publicación es obra de la Comisión del Jubileo, creada por el Papa Francisco en junio de 2024 para buscar un mecanismo internacional que llevara a cabo una reestructuración de deuda soberana basada en principios éticos. Se trata de una iniciativa que actualmente está respaldada por el Papa León XIV.

97 billones de dólares de deuda pública mundial

Según los datos que maneja la ONU, en 2023 la deuda pública mundial alcanzó los 97 billones de dólares, un aumento de 5,6 billones en comparación con 2022.

El documento denuncia, por ejemplo, que más de 50 países en desarrollo destinan ya más del 10% de sus ingresos fiscales sólo al pago de intereses, en una dinámica que desvía recursos esenciales de sectores vitales como la salud, la educación o la resiliencia climática.

“La crisis de deuda que asfixia el sistema financiero global también está alimentando una crisis de desarrollo”, se lee en el informe.

Así propone una serie de medidas y recomendaciones para transformar el sistema financiero internacional en un instrumento de justicia y sostenibilidad. Entre ellas, la creación de un mecanismo internacional de bancarrota para países soberanos, similar a los que existen para empresas privadas; poner fin a los rescates con dinero público a inversores privados y facilitar créditos puente y apoyo financiero de corto plazo para países en crisis.

La condonación de la deuda externa, parte del legado de San Juan Pablo II 

En todo caso, no se trata de algo novedoso en la tradición católica. El documento recupera el espíritu del Jubileo del año 2000, cuando en 1997 San Juan Pablo II dio origen a un verdadero movimiento global, basado en la doctrina social de la Iglesia, a favor del alivio de la deuda de los países más empobrecidos. Aquel llamado dio lugar a la campaña “Jubilee 2000”, que logró recoger millones de firmas en todo el mundo y movilizó a comunidades religiosas de todas las tradiciones. Gracias a este movimiento, se cancelaron más de 100.000 millones de dólares de deuda.

“Las finanzas globales deben estar al servicio de las personas y del planeta —no castigar a los más pobres para proteger los beneficios”, concluye el informe.

El informe ha sido presentado en la mañana del viernes en la Pontificia Academia de Ciencias Sociales en una jornada dedicada a debatir cómo se podrían llevar a cabo reformas de la arquitectura financiera internacional para avanzar hacia un sistema verdaderamente centrado en las personas.

El economista Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, profesor de la Universidad de Columbia y académico honorario de la PASS, lanzó un contundente llamado a “frenar los abusos de los grandes acreedores privados”.

“Normalmente, hablamos de responsabilidad compartida entre acreedores y deudores, pero yo diría que hay una mayor responsabilidad en los acreedores. Estas son transacciones voluntarias. Nadie ha obligado a los acreedores a prestar dinero y se supone que ellos son los expertos en análisis de riesgos”, aseguró en su intervención.

El economista fue especialmente crítico con BlackRock y otros grandes fondos, que — según dijo— fomentan un tipo de préstamo de alto riesgo que termina en crisis.

Así apostó por reforzar el papel de los bancos multilaterales de desarrollo, que pueden hacer préstamos a tasas más bajas, algo que “ayudaría a reducir los intereses y hacer la deuda sostenible”.

En el marco del encuentro internacional sobre deuda, justicia social y desarrollo celebrado en la sede de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, el representante de Cáritas Internationalis, Alfonso Apiselo, pidió que el debate técnico sobre la deuda no pierda nunca de vista a las personas más afectadas.

Hablando en nombre de la red global de 162 organizaciones que conforman Cáritas, subrayó que el discurso de la “sostenibilidad” corre el riesgo de convertirse en una consigna vacía si no se hace explícita su orientación inclusiva: “Tenemos que hablar de crecimiento sostenible para todos, no solo para unos pocos. Y debemos recordarlo siempre, especialmente cuando hablamos desde lo técnico, porque detrás de cada cifra hay personas que viven estas realidades en carne propia”.

Un cambio en la narrativa sobre la deuda

Asimismo, puso el foco en la necesidad de hacer un cambio en la narrativa sobre la deuda: “Debemos enmarcar esta lucha por la justicia de la deuda como una situación donde todos ganan. Si trabajamos por los pobres, los responsables políticos deben comprender que ellos también saldrán beneficiados”.

Por otro lado, el profesor Kevin Gallagher, director del Global Development Policy Center de la Universidad de Boston, apuntó a organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que han obligado a los países pobres a “abrir prematuramente sus cuentas de capital”.

Sin embargo, también reconoció la responsabilidad interna de muchos países en desarrollo que, como señala el informe, “han pedido prestado demasiado e invertido muy poco”.

En todo caso, dejó claro que si bien el “alivio de la deuda es esencial”, también es necesario proponer medidas de implementación viables dentro del actual escenario internacional que transformen el sistema financiero.

“Ya hemos aprendido de la última condonación del Jubileo 2009 que el alivio de deuda sin reformas en la arquitectura financiera internacional solo nos hará volver a repetir todo este proceso. Es una pena que estemos nuevamente en esta situación. No repitamos los mismos errores”, concluyó.

Productividad: el otro frente de la competitividad

Productividad: el otro frente de la competitividad

Uno de los grandes desafíos que enfrenta la economía argentina luego de estabilizar la macroeconómica es recuperar su competitividad. En este terreno, la productividad laboral ocupa un lugar muy importante. Si bien muchas veces queda en segundo plano frente a debates como el tipo de cambio, los costos laborales o la presión impositiva, la productividad es, en última instancia, lo que determina si un país puede crecer de manera sostenida, crear empleo de calidad y mejorar los ingresos reales.

Buenos Aires, viernes 20 junio (PR/25) — La productividad laboral puede medirse, de manera agregada, como el Producto Interno Bruto dividido por la cantidad de personas ocupadas. Este indicador permite observar cuánto valor agregado genera, en promedio, cada trabajador de una economía. Si bien no captura todos los matices (como la calidad del empleo o la composición sectorial), brinda una radiografía útil sobre la eficiencia del aparato productivo.

Según datos del Banco Mundial, entre 2011 y 2023, la productividad por ocupado en Argentina cayó un 12%, una tendencia que se agudizó a partir de 2018. Esta caída se dio en un contexto de estancamiento del empleo registrado privado, aumento de la informalidad y menor inversión en capital físico y humano.

Mientras tanto, otros países siguieron trayectorias con avances en productividad laboral. En Asia, Singapur y Corea del Sur lograron aumentos del 25% y 17%, respectivamente, impulsados por estrategias orientadas a la apertura comercial, la inversión en tecnología y la formación de capital humano. Incluso en América Latina, donde los desafíos son similares a los de Argentina, los resultados fueron más favorables. Chile, por ejemplo, registró una mejora del 11% en el período, mientras que Brasil, aunque con altibajos, finalizó 2023 con un nivel de productividad por encima del argentino.

Estados Unidos y Alemania, a pesar de tener mercados laborales más maduros y niveles de ingreso más elevados, donde las mejoras suelen ser más lentas, lograron incrementos sostenidos en productividad laboral. Estados Unidos creció un 16%, y en Alemania un 4%. Estos datos muestran que, aún en contextos donde las ganancias marginales son más difíciles, es posible avanzar si existen políticas que premian la eficiencia y la innovación.

Este rezago no es nuevo, pero se vuelve más visible en un momento en el que el país necesita ampliar sus exportaciones, atraer inversiones y generar empleo formal. La baja productividad no solo limita la competitividad externa, sino que también restringe la capacidad del Estado para sostener políticas públicas, dado que la base impositiva no puede expandirse sin afectar aún más a una economía que ya opera con altos niveles de informalidad y presión fiscal.

Comprender las causas de por qué la productividad no despega, es fundamental para revertir la tendencia. Estas divergencias obedecen a múltiples dimensiones. Por un lado, el estancamiento del capital por trabajador, donde la inversión privada es insuficiente para renovar el parque productivo, incorporar tecnologías o mejorar procesos. Esto no solo se debe a la incertidumbre macroeconómica, sino también a la falta de crédito, los altos costos logísticos, y las dificultades regulatorias que enfrentan las empresas, especialmente las PyMEs.

Por otra parte, existe una profunda brecha de productividad entre sectores y regiones. Algunos sectores dinámicos, como la economía del conocimiento o el sector energético, muestran niveles de productividad comparables a los de países desarrollados. Sin embargo, estos conviven con sectores de baja productividad, muchos de ellos vinculados al trabajo informal, que emplean a una gran parte de la población. Esta heterogeneidad no solo impide que las ganancias de productividad se difundan hacia el conjunto de la economía, sino que también alimenta la desigualdad territorial y social.

Este fenómeno también tiene una dimensión educativa y de capital humano. La formación básica de la población evidencia un deterioro persistente, reflejado en los recientes resultados de la prueba Aprender 2024, difundidos por la Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano. El desempeño en Matemática muestra que el 55% de los estudiantes de secundaria se encuentra por debajo del nivel básico y solo el 14% alcanza niveles satisfactorios. Estos resultados evidencian un retroceso generalizado en los aprendizajes fundamentales, además de una fuerte segmentación por nivel socioeconómico, con brechas educativas que tienden a ampliarse. Estas deficiencias en los aprendizajes básicos se trasladan luego a la formación técnica y profesional, que no ha logrado acompañar el ritmo de transformación de un mercado laboral cada vez más globalizado y digitalizado. A esto se suman las rigideces normativas y pocos incentivos para actualizar y reorganizar perfiles laborales, lo que limita la capacitación continua y la capacidad de las empresas para adaptarse, innovar y sostener procesos de mejora en el tiempo.

En este contexto, es necesario pensar la competitividad en el marco de una agenda de desarrollo productivo que ponga el foco en elevar la productividad a través de mejoras en la infraestructura, facilitar la inversión, reducir las cargas burocráticas, fortalecer los sistemas de capacitación y formación laboral, e impulsar la innovación tecnológica. Estos elementos deben articularse con una macroeconomía estable, pero también con políticas activas que reduzcan la informalidad y promuevan la convergencia regional.

Por Laura Caullo  Fundación Mediterránea

Primicias Rurales

En los primeros cuatro meses del año, la producción nacional de leche creció 11% interanual

En los primeros cuatro meses del año, la producción nacional de leche creció 11% interanual

Por Belén Maldonado – Emilce Terré de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) 
Panorama del sector lácteo en Argentina: En los primeros cuatro meses del año, la producción nacional de leche creció 11% interanual mientras que la elaboración de lácteos se incrementó un 13%. La mejora en la relación insumo-producto y la recuperación del consumo interno impulsan al sector.

Rosario, jueves 19 junio (PR/25) — Durante 2023 y parte de 2024, el sector lácteo en Argentina atravesó diversos problemas debido a una combinación de factores adversos que impactaron en su desempeño. Entre ellos, se destaca una de las sequías más severas del último siglo y un contexto macroeconómico complejo.

Desde mediados de 2024, sin embargo, el sector lácteo comenzó a recomponerse, de la mano de un reordenamiento de la macroeconomía, una mejora en los precios internacionales y una relación de precios más favorable entre la leche y sus principales insumos. Sumado a ello, la suspensión de las retenciones a los productos lácteos en octubre de 2023 y su posterior eliminación en agosto de 2024 contribuyó a mejorar las condiciones de competitividad en el sector externo, impulsando la demanda de leche de Argentina y ayudando a recomponer el precio percibido por los productores.

Como consecuencia, los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) muestran que la producción nacional de leche en los primeros cuatro meses del año totalizó casi 3.300 millones de litros, registrando un incremento del 11% respecto de igual período de 2024 y ubicándose en línea con el promedio de los últimos cinco años. Adicionalmente, el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) estima que para 2025 la producción nacional de leche ascendería a casi 11.200 millones de litros, mostrando una recuperación interanual del 6%. Entre los factores que explicarían esta mejora, la entidad destaca relaciones insumo-producto más favorables, mayor disponibilidad en cantidad y calidad de reservas forrajeras, y mejores condiciones meteorológicas.

La recuperación de la producción primaria de leche impulsa una mayor elaboración de productos lácteos. De acuerdo con datos de SAGyP, la producción conjunta de queso, yogures y leches fermentadas, leche en polvo, dulce de leche, crema y manteca totalizó 389.700 toneladas en el primer cuatrimestre del año, lo que implica un crecimiento del 13% respecto al mismo período de 2024.

Entre estos productos, se destaca un importante aumento en la producción de yogures y leches fermentadas, que pasó de 101.100 toneladas en los primeros cuatro meses del año pasado a 124.600 toneladas este año, un incremento interanual del 23%. La elaboración de crema también registró un fuerte impulso, pasando de 17.700 a 20.900 toneladas en el período de enero a abril de 2025, lo que implica un crecimiento del 18% respecto a igual período del año anterior. La manteca, por su parte, registró un aumento en su producción del 14% respecto al año previo, pasando de 8.400 a 9.500 toneladas. Finalmente, el dulce de leche, el queso y la leche en polvo repuntaron un 11%, 7% y 4% interanual, respectivamente, alcanzando una producción de 33.500, 149.200 y 51.900 toneladas en los primeros cuatro meses de 2025.

Tal como se mencionó anteriormente, entre los factores que explican el impulso en la producción se destaca una relación insumo-producto más favorable que la observada en años previos. En este sentido, dada la reciente evolución de los precios pagados al productor por litro de leche y las cotizaciones locales por soja y maíz, la relación entre litro de leche y kilo de grano ha mejorado considerablemente.

Según el relevamiento de precios en el mercado interno de la Dirección Nacional de Lechería y los precios pizarra publicados diariamente por la Cámara Arbitral de Cereales (CAC) de Rosario, se estima que un litro de leche, en promedio, podría comprar 2,2 kg de maíz y 1,5 kg de soja. En el caso del cereal, la relación de referencia suele ser de 2, es decir, un litro de leche debería poder comprar 2 kg de maíz, por lo que se advierte que el valor actual se ubica por encima de dicho umbral, lo que resulta un dato positivo considerando que esta relación se mantuvo por debajo de ese nivel durante la mayor parte de los últimos ocho años. En lo que respecta a la soja, la relación de referencia suele ser de 1, y actualmente se encuentra por encima de ese parámetro. De hecho, a precios actuales, el poder de compra de soja de un litro de leche es el más elevado desde julio de 2019, y dentro de los últimos ocho años, solo en tres ocasiones el precio promedio mensual recibido por el productor por litro de leche tuvo un poder de compra de soja mayor al de mayo del 2025.

Otro indicador clave que impacta en la rentabilidad del sector es el precio de la leche expresado en dólares. En este sentido, la estabilidad cambiaria del último año y medio, junto con la mejora de los precios en el mercado interno, derivó en un aumento del precio en dólares por litro de leche en Argentina desde fines de 2023. Tomando los datos más recientes de precios para el mes de mayo y la cotización promedio del tipo de cambio financiero, se estima que el precio en dólares por litro de leche es actualmente de U$S 0,40. Este valor supera lo que ha sido el promedio histórico durante muchos años en Argentina, considerando que el precio promedio entre 2017 y 2024 fue de U$S 0,24 / litro.

Respecto al consumo de leche, se advierte una progresiva recuperación en el último año. De acuerdo con datos provistos por OCLA, el consumo per cápita anualizado de leche en Argentina alcanzó un mínimo de 155,8 litros en mayo de 2024, y desde entonces comenzó a recuperarse progresivamente, con la única excepción de una leve caída mensual en enero, siendo este un mes estacionalmente bajo de consumo. El dato más reciente es de abril de 2025 y muestra que el consumo per cápita de leche anualizado alcanzó 194,1 litros, marcando una recuperación interanual del 20%. El consumo de este alimento aún podría seguir creciendo, considerando que el máximo histórico fue de 232 litros por habitante por año en 1999.

Finalmente, otro punto interesante para destacar desde el lado productivo tiene que ver con la reciente disponibilidad de créditos al sector lechero, siendo este un sector que históricamente ha tenido dificultados en el acceso al financiamiento. En este sentido, en julio del año pasado, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) lanzó una línea de créditos especial a valor producto permitiendo que las cuotas de devolución se fijen en litros de leche. En otras palabras, al solicitar un crédito, se fija el monto total en cantidad de litros de leche y al momento del pago de cada cuota se transforma en el equivalente en pesos, según el precio promedio nacional determinado por el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA), con una tasa fija anual del 5%. La Bolsa de Comercio de Rosario cuenta con un sistema de registración digital de contratos de compraventa de leche entre tamberos y fábricas, que permite viabilizar estas operatorias de financiamiento y está a disposición de todo el sector.

La modalidad de crédito a valor producto que podría instrumentarse con estos contratos que ofrece la Bolsa de Comercio de Rosario brinda previsibilidad a los productores, dado que les permite saber cuánto deben producir para devolver el financiamiento. Estos créditos pueden estar destinados a inversión en tecnología y a la compra de equipamiento tecnológico, como sistemas de ordeño robóticos, automatización, tanques de refrigeración, pasteurizadores y mejoras de instalaciones. Según informó recientemente SAGyP, desde su lanzamiento se asignaron casi $20.000 millones en créditos en valor producto, lo que posibilitó un aumento del 20% en sistemas rotativos y más del 30 % en robots de ordeñe, constituyendo un paso significativo en la incorporación de nuevas tecnologías en la lechería. De esta manera, se impulsan mejoras en la capacidad productiva de los tambos, generando grandes perspectivas hacia futuro.

Primicias Rurales

Fuente: BCR Informativo Semanal