Récord de warrants en lo que va del año

Récord de warrants en lo que va del año

Por Guido D’Angelo – Belén Maldonado – Emilce Terré de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
Cambios en la normativa de warrants impulsan máximos de más de una década en financiamiento con este instrumento con más de un siglo en la Argentina. En lo que va del año la emisión se duplicó con creces, mientras que en Santa Fe se triplicó.

Rosario, jueves 20 noviembre (PR/25) — Un warrant es, en esencia, una herramienta para obtener financ

iamiento. Como bien lo define la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, un warrant es “un título de crédito negociable que representa una garantía real sobre mercaderías o productos depositados en almacenes generales de depósito autorizados”.

Un interesante webinar ofrecido recientemente por la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios e Inserción Internacional brinda mucha más información en este sentido.

En un ejemplo sencillo, un productor puede depositar su mercadería en un almacén habilitado por una warrantera; es decir, una empresa que emite warrants. La mercadería depositada puede incluir granos, ganado y maquinaria agrícola, ya que el warrant estuvo siempre muy ligado a la actividad agroindustrial. Sin embargo, se puede “warrantear” un abanico inmenso de productos, como autos, agroquímicos, fertilizantes, arena, vinos, ganado lechero, ganado para producción de carnes, lanas, combustibles, yerba mate, azúcar, aceites, harinas, papel, tabaco, entre otros.

Al realizar este depósito, el productor va a recibir dos documentos: un certificado de depósito, que acredita que es el titular de esos bienes, y un warrant, que es el título de crédito con garantía sobre esa mercadería. Ese warrant puede entregarse como garantía para obtener financiamiento bancario o puede endosarse a terceros.

Como destacó la Subsecretaria, este sistema trae entre sus ventajas la liquidez inmediata; el mayor poder de negociación; las chances de obtener financiamiento formal, con respaldo físico y a menores tasas; la posibilidad de acceder a capital de trabajo sin comprometer otros activos y la protección jurídica de las normas que lo regulan y agilizan. El rol de las empresas aseguradoras es fundamental en tanto cubren potenciales siniestros relativos a la mercadería con sus pólizas específicas.

Es importante destacar que, mientras se obtiene el financiamiento, el productor no pierde su mercadería. Esta permanece registrada, asegurada y custodiada en el depósito. Al momento de que venza el plazo de vigencia del warrant, o en cualquier momento anterior, puede venderse la mercadería o retirarse para cancelar la obligación.

Victorino de la Plaza era el presidente de la Argentina cuando se sancionó la primera ley de warrants, hace 111 años. Aquella Ley N.º 9643, aún vigente, vio relevantes actualizaciones y modificaciones a través del DNU 70/2023 y el Decreto 640/2024. En este sentido, se derogaron limitaciones al funcionamiento de las empresas de depósito y se permitió mayor diversificación de productos y sujetos alcanzados por el régimen.

Al desregularse la emisión de los certificados de depósitos, no hay necesidad de estar autorizado por el Poder Ejecutivo para emitir warrants. De esta manera, habrá warrants respaldados por entidades inscriptas en el Registro de la Autoridad de Aplicación (la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios e Inserción Internacional) y otros respaldados por no inscriptos, aunque ambos gozan de la misma validez legal.

Con los cambios normativos se liberaron los plazos para pactar financiamiento en warrants, que antes obligatoriamente debían ser de 6 meses con posibilidad de renovación. Asimismo, también pueden warrantearse productos importados en zona franca o en depósitos fiscales que aún no fueron nacionalizados o introducidos en el mercado local.

Además, se autorizó el uso de warrant a través de plataformas electrónicas, admitiendo también el uso de la firma electrónica tanto para la emisión como para los endosos. La nueva plataforma digital de ARCA para warrants permite trazabilidad, seguridad, control en tiempo real, agilidad en la ejecución y compatibilidad con otros sistemas, aunque también pueden utilizarse plataformas privadas vinculadas.

Estamos entonces ante un título de crédito inmediato, que no tiene plazos de espera para que se le otorgue financiamiento y respaldado por mercadería con documentación digital. Con esto en cuenta, Matba-Rofex, actualmente A3 luego de la fusión con el MAE, generó a finales del año pasado la primera tokenización de silobolsas del país. Además de darle más visibilidad y trazabilidad a los activos agrícolas, esto permitió utilizar silobolsas para emitir warrants y darles uso como garantía en operaciones de futuros. Asimismo, el Mercado Argentino de Valores, que sigue rompiendo récords en este 2025, tiene en su operatoria de cheques de pago diferido (CPD) la modalidad con garantías de warrants.

Este marco de modificaciones fue un factor que colaboró en darle un nuevo impulso al financiamiento con warrants en el país en 2025. Sumando las emisiones de warrants en dólares y en pesos (convertidas estas últimas al tipo de cambio comprador promedio mensual en cada dato mensual de emisiones), los primeros nueve meses del año dejaron un financiamiento en warrants superior a los US$ 2.050 millones. Esto representó un crecimiento interanual del 116%, duplicándose con creces. Cerca del 93% del financiamiento otorgado en warrants fue emitido en dólares en este 2025. El 2025 podría finalizar con un récord de financiamiento de warrants en más una década.

Analizado por provincia, la coyuntura reciente trae cambios muy interesantes. Tomando las emisiones de warrants en dólares, históricamente la provincia que más emisiones ha generado ha sido Buenos Aires. Esta concentra cerca de la mitad de los warrants emitidos en dólares, acumulando además un crecimiento del 158% entre enero y septiembre del 2025 respecto al mismo período del año pasado. Sin embargo, la provincia que más creció en lo que va del 2025 es Santa Fe, con su financiamiento en warrants en dólares subiendo más de 210%, es decir, triplicándose cómodamente.

En términos de productos, el protagonista de este año ha sido el poroto de soja. Los warrants emitidos con soja se multiplicaron por más de 10. Esto también explicó la suba de las emisiones en la provincia de Buenos Aires, que concentró gran parte de los warrants de soja en dólares. Detrás del principal cultivo en superficie del país se ubica el tabaco, protagonista todos los años en los warrants del país, con las provincias de Salta y Jujuy como principales distritos de estas emisiones.

Por su parte, la cadena del girasol es otro gran actor con sus productos en el financiamiento con warrants. Más del 75% de las emisiones del 2025 en Santa Fe consistieron en productos relativos a la cadena girasolera.

Por otra parte, no todas las emisiones de warrants tienen que ver con el agro. Este año trajo nuevamente un elevado volumen de warrants de resina de polietileno, emitidos en Tierra del Fuego.

El crecimiento de la emisión de warrants representa más financiamiento para la Argentina en general, y la agroindustria en particular. Un mayor desarrollo y uso de estas herramientas permite profundizar el acceso al financiamiento, lo que es estratégico y necesario para allanar el camino al desarrollo sostenible del país.

Primicias Rurales

Fuente: BCR Informativo Semanal

La ausencia de chicharrita sigue predominando en todas las regiones maiceras, con algunos focos puntuales endémicos

La ausencia de chicharrita sigue predominando en todas las regiones maiceras, con algunos focos puntuales endémicos

Buenos Aires, jueves 20 noviembre (PR/25) —  El 30º informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, que presenta los datos de capturas entre el 30 de octubre y el 14 de noviembre de 2025 y su evolución en las zonas con cultivos de maíz, muestra que continúa predominando la ausencia de chicharrita en todas las regiones agroecológicas, aunque algunas localidades puntuales de las zonas endémicas han presentado mayores detecciones.

En la zona endémica del NOA, la plaga muestra estabilidad, con ausencia en el 56% de las localidades monitoreadas, mientras que en el 27% restante las capturas se mantuvieron en el nivel mínimo (1 a 4 adultos por trampa). El 11% de las trampas se ubicaron en lotes con maíz, principalmente destinados a producción de semillas y choclo. Sólo en tres localidades se registraron aumentos más significativos.

En el NEA, la otra región endémica, el 69% de las localidades sigue sin detecciones de Dalbulus maidis, mientras que el 21% presentó las capturas más bajas. El 40% de las trampas en esta región se encuentra sobre maíces. Sólo dos localidades, Comandante Fontana y Las Lomitas, histórico foco neurálgico en esta región, registraron un nivel de capturas significativo.

En la región del Litoral, el 73% de las localidades monitoreadas no registró capturas, a la vez que se detectaron incrementos en la categoría de menor de presencia. El 95% de las trampas en esta región se encuentra en localidades con maíz temprano, prácticamente fuera del período de susceptibilidad, en estados vegetativos avanzados, entrando a reproductivos.

En la región Centro-Norte se acentuó la ausencia del vector, con un 91% de las localidades sin detecciones, y el 9% restante, con capturas en la categoría más baja. El 65% de las trampas se encuentra sobre maíces en esta región.

En cuanto al Centro-Sur, el 97% de las localidades no registró detecciones, y el resto estuvo en la categoría mínima. Un 55% de las trampas se encuentra en lotes con maíz en esta región.

Finalmente, el presente informe presenta datos sobre la infectividad de Dalbulus maidis con Corn Stunt Spiroplasma (CSS), en las distintas regiones.

No obstante el panorama auspicioso, los expertos de la Red insisten en intensificar los monitoreos, tanto de las trampas como de los cultivos, y tanto en las zonas con maíces tempranos que ya atravesaron las etapas fenológicas iniciales, como en las áreas de siembras tardías, que pueden tener maíces guachos que favorezcan la supervivencia y multiplicación de la plaga y de sus patógenos.

 

Informe completo de la Red y el detalle por regiones:

https://www.maizar.org.ar/vertext.php?id=967

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Acerca de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis

La Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis surgió en 2024, en respuesta al problema del complejo del achaparramiento del maíz transmitido por esta plaga, que afectó gran parte de la superficie maicera de la Argentina. Coordinada por la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), participan en ella instituciones claves del sector agropecuario argentino.

Fuente: MAIZAR

Primicias Rurales

 

¿A dónde va la harina de soja?

¿A dónde va la harina de soja?

Por Guido D’Angelo – Emilce Terré de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
El principal producto de exportación de la Argentina llegó en la última campaña al 35% de los países del mundo. La merma de participación de Europa y el ascenso de Asia. El rol esencial de la industria aceitera argentina

Rosario, miércoles 19 noviembre (PR/25) — De todos los productos que Argentina produce, el que el mundo más nos compra es la harina de soja. Este producto ha sido por décadas la principal exportación del país, convirtiendo a la vez a la Argentina en el exportador número uno del mundo de harina y pellets de soja. 

Tomando el promedio 2019-2024, la harina de soja ha representado más del 13% de las exportaciones nacionales. Asimismo, este producto por sí sólo ha llegado a superar más del 17% del comercio exterior argentino en períodos como 2014-2016.

La coyuntura actual encuentra al principal producto de exportación del país con valores FOB relativamente bajos y llegando a operar a precios mínimos de más de 15 años durante parte de la campaña actual 2024/25. Esto tuvo un impacto marcado sobre las exportaciones de la harina de soja en dólares. Con los precios promedio de exportación casi 20% por debajo de la campaña anterior, los valores por tonelada exportada se ubicaron en mínimos no vistos desde la campaña 2007/08. El panorama es aún más complejo si consideramos que dichos precios están expresados en términos nominales. Si los ajustáramos por inflación, el valor real de las exportaciones de harina de soja sería aún menor en términos comparativos con años previos.

Además de las variaciones en precios y las oscilaciones en las cantidades a lo largo de las últimas décadas, hay otro factor que también mostró transformaciones para la harina de soja argentina: sus destinos.

En los primeros años de este siglo Europa era el destino por excelencia de la harina y pellets de soja, concentrando en promedio 54% del total exportado en la primera década del 2000.

El segundo lugar lo ocupaba el continente asiático, siendo destino del 30% de las exportaciones en el mismo período. Cerraban el total África y América, continentes con participaciones del 10% y 6% respectivamente.

Finalizada la primera década de los 2000, el país seguía creciendo en su producción de soja, logrando en 2016 el máximo nivel exportador de harina de soja, récord que persiste en la actualidad. Sin embargo, el volumen exportado de este subproducto a Europa tocó su máximo de casi 2,6 Mt en la campaña 2013/2014, marcando desde entonces una tendencia descendente hasta ubicarse en 1,4 Mt en la cosecha 2023/24.

En ese marco, los países de Asia comenzaron a ampliar sus compras y ganar participación en los embarques argentinos de harina de soja. Para el fin de la década del 2010, ya promediaban el 45% de los despachos. Mientras tanto, el Viejo Continente pasaba a concentrar el 35% del total exportado, 19 puntos menos que la década pasada.

Con énfasis en el detalle por bloque comercial, el grueso de las exportaciones a Europa tuvo por destino final la Unión Europea, con España, Italia, Países Bajos, Polonia e Irlanda como destacados compradores. Por fuera de la UE, el Reino Unido es otro relevante demandante de la harina de soja.

Apuntalando la participación de Asia en el total, los países del Sudeste Asiático ganaron mucho peso en las exportaciones argentinas de harina de soja en la década pasada. Vietnam e Indonesia son los dos países ubicados al tope del podio en términos de países importadores, con Malasia también como un destacado comprador del subproducto clave del crush de soja.

Sin embargo, la participación del Sudeste Asiático en los embarques de harina de soja se ha mantenido relativamente estable entre el 25-30% en la última década. El protagonista reciente en compras de harina de soja ha venido de países asiáticos, pero no del sudeste. En este sentido, los países de la región de Medio Oriente, como Arabia Saudita, Irán, Jordania y Emiratos Árabes Unidos explican gran parte del crecimiento reciente en despachos de harina de soja hacia el continente asiático. Asimismo, Turquía también creció sostenidamente en sus compras desde Argentina.

Si bien el norte de África supo ser destino de cerca de 1 de cada 10 toneladas de harina y pellets de soja, la participación de esta región y del continente africano es la más baja en más de 15 años en lo que va de la campaña actual.

Sin embargo, gran parte de la participación pérdida por África fue ganada por el continente americano, específicamente por países de la Alianza del Pacífico. Colombia, Chile, Ecuador y Perú han sido los protagonistas de este crecimiento, con su bloque marcando récords de importaciones de harina de soja desde Argentina en la anterior campaña 2023/24.

La industria aceitera argentina tiene una formidable capacidad de procesamiento para que la producción de soja en el país siga creciendo. El desarrollo del polo de procesamiento del Up River en nuestra región es una inmensa ventaja competitiva de la Argentina, con el crush para generar exportaciones de harina, aceite y biodiesel a base de soja, además de subproductos como lecitina y glicerina.

Mientras cerca del 90% del poroto de soja tiene un solo destino año tras año, la harina de soja argentina se exportó a más de 64 países en lo que va de la campaña 2024/25. Mientras que, si se considera la campaña completa 2023/24 implicó exportaciones de harina y pellets de soja a 68 países.

Con 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), podemos afirmar que la harina de soja argentina nos vinculó comercialmente con más de un tercio del mundo, superando el 35% de los países del planeta.

Primicias Rurales

Fuente: BCR Informativo Semanal

Récord de exportaciones de soja para noviembre

Récord de exportaciones de soja para noviembre

Por Franco Pennino – Matías Contardi – Bruno Ferrari de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
Por primera vez durante un noviembre, se embarcarían 2 millones de toneladas (Mt) de soja. En maíz, el ritmo de exportaciones no levanta, pero el consumo interno compensa parcialmente ¿Se repetirá la hazaña exportadora a finales de campaña como en el 2023/24?

1 – Las exportaciones de soja 2024/25 fueron las segundas más altas del siglo: 

La exportación de soja dejó cifras que merecen ser resaltadas: al 11 de noviembre, considerando los datos preliminares de embarques y el line-up previsto según la agencia marítima NABSA para el mes que corre, el tonelaje embarcado de porotos de soja acumulado a noviembre alcanzaría un récord de 10 años.

Con un total de 11,25 Mt, el guarismo sería el segundo más alto de lo que va del siglo, sólo superado por lo visto en la campaña 2014/15.

En la misma línea, sorprende particularmente el dato de embarques de este mes de noviembre.

Cifras preliminares de NABSA apuntan a que el total despachado de poroto de soja alcanzarían un récord histórico para el mes de noviembre, superando las 2 Mt. Poniéndolo en perspectiva, el valor es más de 5 veces el promedio de los últimos diez años para dicho mes. China aparece como el principal importador para el periodo, sumando una participación casi absoluta de 94% respectivamente.

Dos factores ayudaron a apuntalar la dinámica exportadora. Desde el lado de la oferta, las bajas temporales de derechos de exportación (DEX) y su eliminación transitoria en septiembre. Estas funcionaron como un gran aliciente para los productores a dinamizar la comercialización doméstica y a los exportadores a declarar ventas de exportación (DJVE), aportando grandes disponibilidades al mercado exportador. Por el lado de la demanda y como hecho determinante, el giro de las compras de China desde Estados Unidos hacia la Argentina y Brasil ayudó a convalidar los volúmenes disponibles para colocar en el exterior y se reflejó en una tendencia sostenida de embarques de poroto de soja, alcanzando así un nivel récord en 10 años.

1.1 – La siembra de soja avanzó un 15%, 10 puntos porcentuales por detrás del año pasado

La siembra de soja alcanza al jueves 13 de noviembre un avance de 15%, de acuerdo con la estimación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGYP). En una comparación contra el año pasado a esta altura, el ritmo de labores está rezagado 10 p.p.

Según la Secretaría, la siembra de soja de primera viene tomando impulso, pero con ciertas restricciones: en Buenos Aires se presentaron ciertos excesos hídricos que limitaron la superficie potencialmente cultivable, sobre todo en los territorios bajos. Sin embargo, las lluvias no tuvieron un impacto igualmente negativo en las demás provincias, que encontraron condiciones más favorables de humedad.

Los primeros cuadros implantados exhiben una emergencia más lenta que lo habitual, aun cuando la humedad en los primeros centímetros del perfil es adecuada y permite sostener un ritmo de siembra firme allí donde no hay excesos de humedad. Al mismo tiempo, el organismo perfila un recorte en el área proyectada de soja temprana, que empieza a ceder superficie frente al maíz y, en menor medida, al girasol, lo que desde la óptica de mercado sugiere una oferta potencial algo más acotada de soja en la nueva campaña y un mayor peso relativo de los cereales en la rotación de la región núcleo ampliada.

2- Trigo: alcanzaría un récord productivo en la campaña 2025/26

De acuerdo con las proyecciones presentadas por GEA-BCR, la campaña 2025/26 para el trigo se perfila como un récord histórico. Las cifras estimadas para la cosecha tomaron un tono más que optimista alcanzando las 24,5 Mt, muy por encima de las 20 Mt inicialmente previstas. En lo que respecta a la zona núcleo, se esperan rindes promedio que podrían alcanzar máximos históricos, factor que pone las expectativas a tope para este nuevo ciclo comercial en la región.

A los números de la cosecha, hay que sumar los stocks que pasan de la 2024/25, dejando una oferta total nacional que se proyecta en 27,9 Mt, 36% más que el promedio del último quinquenio y casi 3 Mt por encima de la campaña 2021/22 que fue el último máximo registrado.

Por el lado de la demanda, se aumentan las proyecciones de exportación de 15 a 16 Mt para el nuevo ciclo comercial 2025/26. De alcanzarse dicho total, que queda supeditado al volumen efectivo de producción y de la dinámica comercial que se pueda configurar, se estaría en un récord de al menos los últimos 37 años en Argentina y superando las 15,4 Mt alcanzadas en el ciclo 2021/22. En términos de valor, con los valores FOB actuales proyectados en base a datos del mercado, se estiman exportaciones de trigo por casi USD 3.500 millones para el ciclo 2025/26, USD 635 millones más que lo estimado para la campaña 2024/25 aunque por debajo de los USD 4.656 millones alcanzados en el ciclo 2021/22 cuando los precios internacionales se encontraban en niveles ostensiblemente más altos.

SI bien todavía no comenzó oficialmente la nueva campaña comercial que inicia en diciembre, el avance de cosecha ya alcanza el 15% de la superficie objetivo a nivel nacional, con la confirmación de buenos rindes en términos generales. En este marco, con una cosecha que aún es incipiente, dado que recién se terminó de cosechar el trigo implantado en el norte del país y poco a poco se comienza a trillar la zona más central del área agrícola, la cuestión de la calidad podría ser un tema para seguir de cerca en la nueva campaña comercial. En la última semana, en el Mercado Físico de Rosario aparecieron ofertas de compra a fijar precio hasta finales de diciembre ponderando calidad de 11 puntos de proteína y PH de 78.

3- Lento ritmo exportador de maíz

Proporcionalmente, las descargas de maíz hacia los puertos del Gran Rosario corren en mínimos en una serie de quince años. A partir de marzo de este 2025, se despacharon poco más de 15,2 Mt del cereal. Desde que la cosecha ha superado las 50 Mt en nuestro país, nunca se habían descargado tan pocas toneladas a esta altura del año.

El flujo de mercadería hacia puerto no es más que el reflejo de la dinámica exportadora a lo largo de esta campaña. En base a los datos preliminares de la agencia marítima NABSA, durante el mes de noviembre no se embarcarían más de 1,2 Mt de maíz, prácticamente la mitad de lo exportado durante el mismo mes el año pasado. En el acumulado, el ritmo de exportaciones de este ciclo está por detrás del 2024 y un 24% debajo de años comparables con el nivel de oferta actual. Inclusive, teniendo en cuenta las toneladas embarcadas con relación a la producción, la dinámica de embarques está en mínimos de dieciséis años.

Sin embargo, a pesar de la menor absorción externa lo largo de esta campaña, las existencias físicas en plantas de acopios, industria y exportación informadas por SAGyP para el mes de noviembre, son las más bajas para el mes en los últimos cuatro años. Con 14,3 Mt, los stocks de maíz están un 19% por detrás del 2024 a esta altura. En este escenario, el consumo interno podría estar jugando un rol preponderante como dinamizador de demanda, explicando en promedio el 30% del consumo total de maíz, siendo el engorde a corral el principal destino de los granos en Argentina.

Bajo este contexto, teniendo en cuenta las toneladas registradas en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), el flujo de embarques y el ritmo de comercialización interna, esta Bolsa de Comercio ajusta hacia la baja las proyecciones de exportación final de maíz para la campaña 2024/25, que pasarían de 33,5 Mt a 32 Mt, mientras se revisan al alza las estimaciones de consumo interno, principalmente consumo animal. Dinámica que permite compensar parcialmente el lento flujo de embarques, pero que aun así dejaría los stocks finales para la campaña por encima de las 5 Mt, más de 2 Mt arriba del promedio. Estimación que viene a tomar aún más preponderancia tomando a cuenta las expectativas de cosecha récord para el nuevo ciclo, que por ahora se posicionan arriba de las 60 Mt para la 2025/26 (ver).

3.1- El auge del consumo interno en Brasil, puede volver a abrir una ventana interesante para el maíz argentino.

El volumen de toneladas registradas en DJVE de maíz para esta campaña alcanza las 25,4 Mt, por lo que, a pesar del lento ritmo exportador, ya está cubierto el 96% de las ventas declaradas. Sin embargo, el panorama para el mercado FOB de maíz todavía no está definido. En una situación comparable, la campaña 2023/24 arrancó con una dinámica exportadora poco favorable, pero hacia finales de año el trimestre diciembre–febrero resultó récord, con exportaciones por 7,5 Mt, un 56% superiores al promedio del período. En ese entonces, la intensa demanda interna de Brasil limitaba el saldo exportable del país carioca, dejando a la Argentina como principal referencia en la originación internacional hasta la venida de la nueva cosecha. Este mismo año, el escenario parece repetirse.

En Brasil, la campaña de maíz va desde febrero hacia enero del año siguiente y las exportaciones del cereal tienden a potenciarse luego de la llegada de la safrinha a partir de julio. Si bien la producción ha venido creciendo a pasos agigantados, el consumo interno lo hizo a una tasa proporcionalmente mayor, lo que se traduce en una menor disponibilidad de grano para embarcar, sobre todo hacia fin de año.

Esta campaña, siguiendo las programaciones de embarques para el corriente mes, desde febrero hasta noviembre Brasil estaría exportando 31 Mt de maíz, solo 400.000 toneladas por delante del año pasado a esta altura, cuando levantó 25,6 Mt más que la campaña anterior. 

Las estimaciones oficiales de CONAB hablan de 90 Mt de consumo interno para Brasil este ciclo, volumen récord y un 8% más que la 2023/24, mientras que las exportaciones esperadas no superan las 40 Mt de maíz, 6,6 Mt menos que el promedio de los últimos tres años.

Sin embargo, la coyuntura actual difiere en un punto muy relevante respecto al año anterior, que cómo mínimo explica el actual nivel de precios. Estados Unidos estaría marcando una cosecha récord, mientras que en Ucrania se levantaron 32 Mt, recuperándose luego del tropezón productivo en la campaña anterior.

Entre ambos orígenes, suman un saldo exportable de 120 Mt, un 50% más que el año pasado. Esta mayor disponibilidad de granos en el mercado se refleja en las cotizaciones y también en la competencia por los destinos de la exportación, lo que puede llegar a limitar la dinámica de embarques argentinos.

Primicias Rurales

Fuente: BCR Informativo Semanal

¿Alcanza con buenos precios para que la ganadería despegue?

¿Alcanza con buenos precios para que la ganadería despegue?

Buenos Aires, viernes 14 noviembre (PR/25) — La ganadería argentina enfrenta desde hace más de una década una serie de problemas estructurales que han limitado su expansión y la capacidad de capitalizar las ventajas comparativas del país. El stock bovino —capital productivo de la actividad— nunca logró recuperar el nivel que detentaba quince años atrás, previo a la gran liquidación de vientres ocurrida entre 2008 y 2010 tras la intervención oficial sobre los mercados de exportación. 

*Por aquel entonces se restringió la exportación de carne vacuna para que más producción se vuelque al mercado interno y bajen los precios para los consumidores locales. Una pésima idea que resultó sumamente costosa para la actividad ganadera en términos de desaliento a la inversión y a la producción. Las existencias bovinas pasaron de 58,8 millones de cabezas a fines del 2007 a 48,8 millones a fines de 2010, una pérdida de 10 millones de cabezas de ganado por efecto de esta mala praxis. Las existencias fueron recuperando en años subsiguientes, pero nunca lograron retornar a los niveles previos (en 2024, por caso, fueron de 51,6 millones).

Las restricciones al negocio ganadero orientadas a contener los precios internos al consumidor, la falta de crédito adecuado a los plazos biológicos de la producción bovina, la escasez de recursos humanos en áreas rurales para una actividad intensiva en mano de obra y una rentabilidad relativa persistentemente inferior a la agrícola —sin mencionar la volatilidad macroeconómica y la falta de previsibilidad de las reglas de juego— son solo algunos de los factores que explican este fenómeno.

El presente muestra un cambio incipiente de escenario. Desde el inicio de su gestión, el Gobierno actual ha dado señales positivas al sector que contrastan claramente con etapas previas de intervencionismo. Entre ellas se destacan la eliminación de los derechos de exportación para vacas destinadas a exportación, la reducción de alícuotas para otros subproductos del complejo ganadero, la simplificación de trámites sanitarios y comerciales para frigoríficos exportadores y la apertura de negociaciones para ampliar destinos de exportación.

A la orientación promercado de las reformas y a la decisión política de avanzar hacia una arena de negocios más amigable con el sector privado en materia regulatoria, se suma un contexto favorable de precios, tanto en el frente externo como en el plano doméstico.

A continuación se presenta, en primer lugar, la evolución reciente de las exportaciones de carne vacuna en 2025 y las posibles implicancias de la decisión del Gobierno de Estados Unidos de cuadruplicar la cuota arancelaria preferencial para carne argentina (de 20.000 a 80.000 toneladas peso producto). Luego, se describe la situación del mercado interno en materia de precios de la hacienda en pie. Finalmente, se discute de qué manera el contexto actual podría incidir en el ciclo ganadero y cuáles son las condiciones necesarias para que la ganadería argentina ingrese en una fase de expansión sostenida: ¿alcanzan buenos precios?


El frente externo

Entre enero y septiembre de 2025, las exportaciones argentinas de carne vacuna y subproductos (carne con o sin hueso, enfriada o congelada, menudencias y huesos del desposte) acumularon un total de 572 mil toneladas (peso producto) y USD 2.826 millones, un 11% menos volumen y 17% más valor que en el mismo período del año pasado, respectivamente.

La dinámica negativa de los volúmenes se explica fundamentalmente por el retroceso en las ventas de carne deshuesada (-14% i.a), el más importante dentro de las exportaciones cárnicas (65-70% del total, aproximadamente), aunque también retrocedieron las menudencias (-15%), en tanto que las ventas de huesos* del desposte y carne con hueso se mantuvieron relativamente al mismo nivel. Afortunadamente, el precio promedio ponderado al que se vendieron estos productos mejoró 32% interanual y más que compensó la caída en términos del valor exportado.

* En el período 2002-2021, INDEC distinguía entre exportaciones de carne con hueso (carne fresca o congelada – en reses o medias reses, cuartos traseros / delanteros, cortes / trozos sin deshuesar) y huesos del desposte (posiciones 02012090 y 02022090, “los demás”). En 2021 la carne con hueso representaba el 1% del volumen total exportado por el sector, mientras que los huesos en torno al 15%. A partir de 2022 ambas categorías se unificaron en las posiciones 02012090 y 02022090 (“los demás”) a la que en este trabajo se refiere como “huesos y carne c/hueso”, pero que se trata fundamentalmente de envíos de huesos.

En perspectiva, los volúmenes de enero – septiembre 2025 resultan 5% inferiores al promedio de los últimos cinco años para los mismos meses, en tanto que los valores un 6% mayores. Sin embargo, si se mira la dinámica mensual, el año fue mejorando paulatinamente. Ambos guarismos se encontraban por debajo del promedio 2019-24 hasta el mes de mayo, pero pasaron a posicionarse entre los valores más altos del período a partir de entonces (junio – septiembre): un 13-17% por encima del promedio los volúmenes y un 17-25% los valores. En valores constantes, los registros de los dos últimos meses (agosto – septiembre) constituyen máximos históricos para estas fechas.


Países destino y ampliación de la cuota preferencial a Estados Unidos

Las exportaciones de carne vacuna argentina se encuentran fuertemente concentradas en el mercado chino. Entre enero y septiembre de 2025, China absorbió el 65,6% de las cantidades exportadas, lo que equivale a unas 375 mil toneladas peso producto. Muy por detrás se ubicaron Israel con 7,2% (41 mil ton), Estados Unidos con 5,2% (29,5 mil ton) y Rusia con 4,3% (24,7 mil ton). Luego aparecen Alemania, Países Bajos y Chile, con participaciones individuales de entre 2,7% y 3,3% del total, y finalmente Perú, Brasil e Italia, cada uno con menos del 1%.

Nótese que este top-ten de países concentró el 94,4% de los envíos, en tanto que el 5,8% restante se repartió entre un número amplio de mercados con menor incidencia. Esta configuración se viene repitiendo en los últimos años, particularmente desde 2019 con la consolidación de China como principal destino. Sin embargo, dado que los cortes enviados y su valoración internacional difieren entre mercados, el ranking por valor exportado no se corresponde exactamente con el de cantidades.

China, por ejemplo, con el 65,6% de los volúmenes, explicó solo el 48,6% del valor total. Algo similar ocurre con Rusia, que con el 4,3% de los envíos representó solo el 1,8% del valor. En cambio, Israel, Alemania, Estados Unidos y Países Bajos demandan cortes de mayor calidad o con certificaciones específicas, por lo que su participación en el valor exportado resulta proporcionalmente mayor que en el volumen.

En este contexto, la reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de cuadruplicar la cuota arancelaria preferencial para la carne argentina —de 20.000 a 80.000 toneladas peso producto— abre una ventana estratégica para reposicionar el producto nacional en un mercado de alto valor y avanzar en la diversificación de destinos.

En el escenario más favorable, si Argentina lograra colocar la totalidad de la cuota, Estados Unidos podría pasar a ser el segundo destino más relevante luego de China, desplazando a Israel (35–40 mil toneladas anuales). El impacto sería especialmente significativo en términos de valor exportado, y será mayor en la medida en que el incremento de envíos hacia Estados Unidos implique una expansión del total exportado y no solo una reasignación desde otros mercados.

Es importante destacar que la cuota argentina —aun ampliada a 80 mil toneladas— resulta marginal frente al tamaño del mercado norteamericano. Para tener referencia, en 2024, Estados Unidos importó alrededor de 1,52 millones de toneladas y Argentina representó tan solo el 2% de ese total con alrededor de 32 mil toneladas (posiciones HS 0201/0202 – carne fresca/congelada). El principal proveedor fue Australia con 475 mil toneladas (31% del total) y el segundo Canadá con 345 mil (23%). Unos escalones por debajo se ubicaron Brasil y Nueva Zelanda con 194 y 182 mil toneladas (13% y 12%, respectivamente) y finalmente México (116 mil – 8%), Uruguay (90 mil – 6%) y Nicaragua (53 mil – 4%). El 2% restante se explicó por un conjunto más numeroso de países con menor participación individual.

Vale la pena señalar que la estructura de proveedores de carne bovina de EE. UU. no depende solo de la relación precio-calidad que pueda ofrecer cada país, sino de un entramado de acuerdos comerciales, contingentes y aranceles diferenciados.

Existen básicamente dos vías de acceso al mercado estadounidense de carne bovina: las cuotas específicas por país —con arancel cero o muy bajo dentro del cupo y una tasa del 26,4% fuera de él— y el cupo global de aproximadamente 65 mil toneladas para aquellos países sin acuerdos preferenciales propios (cupo global “otros países”).

La excepción a esta regla son los países miembros del T-MEC (Tratado México–Estados Unidos–Canadá), que pueden ingresar carne libre de arancel y sin cupos, contando con una ventaja estructural importante frente al resto de los competidores.

Otros proveedores como Australia y Nueva Zelanda poseen cuotas preferenciales de gran magnitud, en el orden de las 450 mil y 215 mil toneladas, respectivamente. En tanto que el acceso para los países sudamericanos es algo más restrictivo. Argentina y Uruguay tienen una cuota de 20 mil toneladas cada uno; mientras que Brasil no dispone de acuerdo preferencial específico y opera buena parte de sus ventas a través del contingente global de “otros países”.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que, una vez agotada la cuota preferencial específica, un país puede continuar exportando por dos vías: ingresando el producto fuera de cuota y pagando el arancel pleno del 26,4% (opción que suele resultar poco competitiva), o bien accediendo al contingente global de “otros países” para mantener el arancel preferencial, siempre que aún exista disponibilidad dentro de ese cupo, que se asigna bajo la lógica de “orden de llegada”.

Esta segunda alternativa, sin embargo, se encuentra actualmente muy condicionada por la presencia de Brasil, que al no contar con un acuerdo específico y operar volúmenes muy elevados en el mercado (194 mil toneladas en 2024), agota rápidamente el cupo global de 65 mil toneladas. Esto no solo implica que buena parte de sus exportaciones termina ingresando con el arancel del 26,4%, sino que también limita la posibilidad de que países como Argentina y Uruguay utilicen ese canal una vez que completan su propia cuota preferencial.

En este sentido, la ampliación de la cuota argentina a 80 mil toneladas libres de arancel permitiría superar esta restricción, garantizando un mayor acceso estable al mercado estadounidense y otorgando a Argentina una ventaja relativa frente a Uruguay, que debería seguir compitiendo en un esquema más ajustado.

El mercado doméstico

En el mercado doméstico se vienen observando buenos precios para la hacienda en pie con destino faena en el mercado de Cañuelas, así como también para los animales livianos (terneros y terneras) en los remates de feria, tanto en pesos como en dólares constantes.

El precio promedio ponderado de la faena nacional —obtenido a partir de los precios de cada categoría en Cañuelas y su incidencia en el total de cabezas faenadas a nivel nacional— alcanzó en octubre los $3.171 por kilo vivo. En pesos actualizados a valores del último mes, este nivel se ubica 30% por encima de octubre de 2024, casi 18% por encima del promedio de los últimos quince octubres y 15% por encima del promedio mensual del período 2010-2024.

El incremento interanual fue homogéneo entre categorías de faena más livianas (novillitos y vaquillonas) y pesadas (novillos, vacas y toros), todas aumentaron entre 30-32 puntos por encima de la inflación el último año. Además, en una comparación de más largo plazo (oct-10 / oct-24), todas las categorías se encuentran hoy un 15-22% por encima de su media histórica para este mes. En perspectiva, octubre 2025 fue el tercer mejor octubre de los últimos quince años, solo en 2010 y 2011 se observaron valores levemente superiores a los actuales.

Medido en dólares constantes (pesos convertidos al tipo de cambio oficial y deflactados por inflación de EE.UU. al último mes), el precio promedio ponderado de la faena nacional alcanzó en octubre los USD 2,21 por kilo vivo. Este nivel se ubica 20% por encima del registrado un año atrás (oct-24), 1,2% por encima del promedio de los últimos quince octubres y apenas 0,5% por encima del promedio mensual del período 2010-2024.

Finalmente, el precio de los terneros de 160–180 kilos —producto final típico de los sistemas de cría bovina— promedió $4.661 por kilo vivo en octubre en los remates de feria, registrando un aumento real del 33% interanual y ubicándose 21% por encima del promedio de los últimos quince octubres en términos reales. Medido en dólares constantes, el valor se ubicó en USD 3,25 por kilo vivo, un 20% por encima del nivel de un año atrás y 5,4% por encima del promedio de los últimos quince octubres.

En síntesis, medidos en pesos constantes, los valores actuales de la hacienda son muy buenos con relación al pasado: octubre 2025 fue el tercer mejor octubre de los últimos quince años en Cañuelas, con valores 15-22% de la media según la categoría. En moneda dura, la hacienda se encareció durante todo 2024 y alcanzó valores máximos en marzo de este año, pero a partir de allí comenzó a mermar y actualmente se ubica en valores más próximos a la media histórica, levemente por encima.


Pasando en limpio

En el frente externo se observan precios firmes para la carne vacuna a nivel internacional, con valores para la argentina que se aproximan a los máximos alcanzados en 2022. China continúa siendo el principal destino en volumen, concentrando alrededor del 65% de los embarques y el 50% del valor total exportado en lo que va de 2025. La reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de cuadruplicar la cuota arancelaria preferencial para carne argentina —de 20.000 a 80.000 toneladas peso producto— abre una ventana estratégica para reposicionar el producto nacional en un mercado de alto valor y diversificar destinos, aunque todavía restan “detalles”.

En el plano doméstico, los mejores precios de la hacienda en pie constituyen señales alentadoras para que el productor vuelva a considerar la retención de vientres y se recomponga el capital de la actividad. No obstante, la faena de hembras aún no evidencia una tendencia firme hacia la retención, lo que sugiere que el cambio de ciclo todavía no está confirmado. Es muy probable que, tras larga data de represión productiva, la ganadería argentina requiera más que buenos precios para iniciar una fase de expansión sostenida.

El 31 de octubre venció el plazo de la eliminación transitoria de los derechos de exportación a la carne vacuna que el Gobierno había dispuesto el pasado 24 de septiembre. El objetivo de esta medida fue inducir a los exportadores a anticipar divisas. Este tipo de decisiones cortoplacistas tienden a ser poco efectivas y deberían evitarse en el futuro, en favor de mecanismos más previsibles y estables en el tiempo que tiendan a mejorar las condiciones estructurales de competitividad del sector.

En este sentido, la profundización de las medidas promercado iniciadas por el gobierno en materia arancelaria y regulatoria -particularmente el avance definitivo hacia la eliminación permanente de los derechos de exportación-, la aparición de instrumentos financieros acordes a los plazos biológicos de la actividad y la superación del cuello de botella laboral que atraviesa el sector constituyen condiciones sine qua non para que la ganadería argentina pueda finalmente despegar.

Fuente: Franco Artusso y Valentino Costamagna/Responsables de la sección Agroindustrial. Fundación Mediterránea

Primicias Rurales

Precios de la hacienda: Un nuevo escalón de valores que promete consolidarse en el tiempo

Precios de la hacienda: Un nuevo escalón de valores que promete consolidarse en el tiempo

Rosario, jueves 13 noviembre (PR/25) — La reciente suba en los precios de la hacienda gorda permitirá recomponer, en el corto plazo, los márgenes del engorde, un eslabón clave para la provisión de carne que desde hace meses viene afrontando serias complicaciones en términos de rentabilidad.

Los últimos datos publicados por la Cámara Argentina de Feedlot, a comienzos de octubre, ya alertaban sobre esta situación. Su cálculo, que toma como referencia una operación de engorde tradicional —en la que el ternero ingresa con 180 kilos y, tras 130 días bajo un sistema intensivo a base de grano, sale como gordo con un peso final de 320 kilos—, arrojaba una pérdida bruta superior a los $80.000 por animal. Si a esto se suma el costo financiero asociado a los diferentes plazos comerciales tanto de la compra como de la venta, el desfasaje alcanza más de $195.000 por animal terminado.

Lo cierto es que parte de este deterioro en los márgenes se encuentra intrínsecamente asociado al componente estacional que habitualmente caracteriza la relación entre el precio de venta del gordo y el costo de reposición del ternero en esta época del año. Mientras la invernada tiende a valorizarse a medida que su oferta se reduce, el precio del gordo, por su parte, se ve presionado por una mayor cantidad de animales que ingresan al mercado durante los últimos meses del año.

No obstante, al analizar en retrospectiva ambas series — es decir, la relación de compra-venta y la serie de margen bruto de la actividad, medida en moneda constante— se observa que, a pesar de lo encarecida que se presenta actualmente la relación ternero-gordo (que para octubre se ubica en 1,34 frente a un promedio histórico de 1,25 para ese mismo mes), la situación actual en términos de margen bruto resulta menos desfavorable que la registrada en los últimos dos años.

Esto se debe a que, aun con una relación de reposición relativamente elevada, los buenos valores que muestra hoy la hacienda permiten una mejor absorción de los costos fijos de la operación.

En efecto, medido en moneda constante, el valor de referencia para el ternero ROSGAN —que en octubre alcanzó los $4.536,91— resulta más de un 40% superior al promedio de los últimos 15 años. Del mismo modo ocurre con los precios del novillo y del novillito, cuyos promedios generales exhiben una mejora real de más del 30% y 25%, respectivamente.

En este sentido, la suba que experimentaron las cotizaciones de la hacienda gorda durante la última semana, con incrementos que en el caso del novillo y del novillito llegaron a superar el 10% semanal, sin dudas contribuirá a mejorar de forma inmediata el diferencial frente a la reposición, aunque su efecto probablemente resulte de corta duración.

Más allá de la escasez estacional que presenta la oferta de terneros en esta época del año, persiste una escasez estructural que difícilmente logre revertirse con el inicio de la nueva zafra.

La cantidad de terneros logrados prácticamente no ha crecido en los últimos diez años. El año pasado se contabilizaron unos 14,6 millones de terneros y terneras dentro del stock oficial, la misma cifra que un año atrás, aunque obtenida con un menor número de vientres.

Este año, la performance muy probablemente se repita o incluso mejore levemente. Según el stock, se sabe que el número inicial de vacas ha disminuido: al 31 de diciembre de 2024 se registraron 22,08 millones de vacas, frente a los 22,4 millones del año previo. Sobre esta base, es factible que se observe una mejora en los índices de parición; sin embargo, el salto cuantitativo que podría esperarse de un año a otro difícilmente aporte un incremento significativo en la cantidad de terneros logrados.

Por cada punto de mejora en la relación ternero/vaca, con este número de vientres se obtendrían aproximadamente 200 mil terneros adicionales. Así, con una mejora de tres puntos porcentuales recién se alcanzarían nuevamente los 15 millones de terneros logrados en 2022, aunque sin evidenciar un crecimiento sustancial.

A la fecha, los datos de animales en stock reportados por los feedlots muestran una mayor cantidad (+9%) de novillitos y vaquillonas en los corrales en relación con lo informado el año pasado a esta misma fecha. Sin embargo, también se observa un 14% menos de terneros/as en stock, lo que evidencia la escasez que presenta actualmente el mercado de reposición.

A su vez, estos mismos datos reflejan una menor cantidad de novillos en sistemas de engorde a corral (–7% interanual). Por lo tanto, al estar esta categoría traccionada por la fuerte demanda del mercado de exportación, es esperable que el sistema tienda naturalmente a retener una parte importante de los novillitos que hoy se encuentran tanto en los campos de recría como en los corrales, reduciendo temporalmente la oferta de hacienda terminada.

Esta conjunción de escasez de oferta y firmeza de la demanda no hace más que configurar una dinámica virtuosa para los precios de la hacienda local, en el marco de un contexto igualmente favorable en el plano internacional.

Primicias Rurales

Fuente: ROSGAN