Avanza la cosecha de trigo, según datos de la Bolsa de Cereales

Avanza la cosecha de trigo, según datos de la Bolsa de Cereales

Buenos Aires, viernes 7 noviembre (PR/25) — La cosecha de trigo cubre el 11,6% del área argentina con rendimientos promedio regionales extraordinarios, aunque en algunas zonas se presentaron adversidades climáticas que podrían reducir los volúmenes previstos por recolectar.

“Mientras se espera la evaluación final del impacto de las heladas de la semana pasada, los comentarios de colaboradores de nuestra red informan que en muchos casos la humedad ayudó a amortiguar el efecto, pero en otros tantos no pueden asegurarlo, e incluso podrían comprometer la cosecha si la situación no mejora”, señaló hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Respecto a los eventos de granizo ocurridos en los últimos días, aunque aún no hay evaluaciones concretas del nivel de daño provocado, los técnicos de la Bolsa de Cereales indicaron que “el alcance de estos estuvo limitado a sectores puntuales”.

“No obstante, para los próximos días hay alertas de tormenta con riesgo de nuevas caídas de granizo que podrían comprometer el volumen final alcanzado. Bajo este contexto, mantenemos nuestra proyección de producción en 22 millones de toneladas”, añadió.

En el NOA se recolectó ya el 80% del área con un rendimiento promedio que hasta el momento es de 11,7 qq/ha, mientras que en el NEA, con 71% de la superficie levantada, el rinde medio es de 26,3 qq/ha. En cuanto al centro-norte de Santa Fe, con casi el 27% del área cosecha el rinde medio se ubica en 38,3 qq/ha.

Esta semana comenzó la siembra de los primeros lotes de soja de primera con una cobertura del 4,4% del área proyectada a nivel nacional. Para el presente ciclo, la intención de siembra se ubica en 17,6 millones de hectáreas, una cifra 4,3% menor que la registrada en 2024/25.

“Las condiciones de humedad superficial son óptimas en gran parte del área agrícola, aunque el centro y oeste de Buenos Aires presentan demoras por anegamientos, así como también sucede en ciertas localidades del norte de la provincia”, señala el informe.

En contraste, sobre el norte de la zona núcleo pampeana la siembra avanza con ritmo normal, mientras que en el centro-este de Entre Ríos y Córdoba las labores también sostienen un buen ritmo.

En lo que respecta a la siembra de maíz, hasta el momento se ha sembrado el 36% del total nacional estimado, con algunas demoras debido a la imposibilidad de entrar a los campos en la zona centro-oeste de la provincia de Buenos Aires, donde no se ha podido cumplir la intención de siembra temprana; los productores esperan poder cumplir con implantaciones en fecha tardía entre fines de noviembre y diciembre.

Por su parte, la siembra de girasol cubre ya el 71,6% de las 2,7 millones de hectáreas proyectadas a nivel nacional.

“Continuaron registrándose lluvias que dificultaron el progreso de las labores en las zonas girasoleras del sur del área agrícola. No obstante, los registros moderados del centro y norte del área agrícola provocaron mejoras en la condición de cultivo de la oleaginosa que actualmente presenta el 100% del área en categoría normal a excelente”, destaca la Bolsa de Cereales.

Al mismo tiempo, se inició la campaña de sorgo granífero 2025/26 reportándose a la fecha un avance de siembra en torno al 12,6% de las 900.000 hectáreas estimadas para el presente ciclo.

La siembra de sorgo avanzó satisfactoriamente sobre el centro-norte de Santa Fe y Entre Ríos, con coberturas del 25% y 48% respectivamente.

“Esta estimación de superficie nacional representa una reducción del -10% respecto a la campaña anterior, que se explica en su mayoría por la mejora en la intención de siembra de maíz luego de un año donde la chicharrita (Dalbulus maidis) había impactado fuertemente en la decisión de los productores.

Las reducciones de área más importantes se dieron en el Centro-Norte de Córdoba, donde la campaña anterior el cultivo había crecido fuertemente”, señala el informe.

Primicias Rurales

Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires/Bichos de Campo

 

¿Barrera u oportunidad?: Desde diciembre la UE sólo importará soja proveniente de lotes libres de desmonte

¿Barrera u oportunidad?: Desde diciembre la UE sólo importará soja proveniente de lotes libres de desmonte

Ante este escenario cercano, un estudio de la FAUBA reveló que el costo de adaptarse oscilaría entre 1,28 y 4,20 USD/tonelada. No hacerlo implicaría perder un mercado de USD4.000 millones. Informe de SLT/FAUBA.

Buenos Aires, jueves 6 noviembre (PR/25) — La soja es la principal fuente de divisas de la Argentina, pero también es el cultivo que causa más desmonte. La Unión Europea, que nos compra más del 20% de nuestras exportaciones, a partir de diciembre de este año dejará de importar soja si proviene de lotes deforestados desde 2021.

¿Cuál es el costo de adaptarse al nuevo contexto? Un estudio de la FAUBA determinó que los costos adicionales a los exportadores son bajos y oscilan entre 1,28 y 4,20 USD/tonelada. Podría representar un beneficio para los productores. Afirman que estamos preparados para responder a estas exigencias y que podemos abrir nuevos mercados.

“La cadena de la soja es la que genera el mayor valor agregado a la economía argentina. De los 50 millones de toneladas que producimos por año, el 80% se industrializa como harina, aceite y biodiesel. La mayor parte de esto se exporta, y del total exportado, el 20% corresponde a la Unión Europea”, dijo Silvina Dal Pont, docente de Economía General en la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA).

Sin embargo, a partir de diciembre de 2025, la UE dejará de importar soja cultivada en campos deforestados desde el 2021. “La comisión europea nos calificó como país con riesgo de deforestación estándar o ‘medio’. Por eso tenemos que cumplir con las disposiciones del nuevo reglamento. De no hacerlo, podríamos perder un mercado de 4.000 millones de dólares anuales”, advirtió Silvina.

¿Podemos adaptarnos a las nuevas exigencias de la UE? La docente afirmó que es posible. “Las empresas exportadoras deberían demostrar el origen libre de deforestación de su producción de soja. Para eso, tendrían que contratar servicios que lo comprueben, incluyendo imágenes satelitales, auditorías externas, o nuevas infraestructuras”, comentó Dal Pont a SLT.

De acuerdo con sus cálculos, el costo que afrontarán los exportadores para adaptarse rondaría entre 1,28 y 4,20 USD/tonelada de soja. “Son valores muy bajos en relación con el precio internacional de esta materia prima, que está en torno a los 400 dólares”, destacó la docente. Los resultados están publicados en la revista científica Agronomía y Ambiente.

Un desafío, tres caminos

“Los costos varían según dos factores: si los exportadores actúan de forma individual o colectiva, y del volumen de soja que certifiquen como libre de deforestación. Analizamos tres escenarios que combinan estas variables”, señaló Ulises Martínez Ortiz, también docente de Economía General.

En el primero, cada exportador actúa solo y adapta su estructura para que el 100% de la soja pase a ser libre de deforestación, más allá del destino de la mercadería. Para esto, asume los gastos adicionales de control y monitoreo ambiental, que ascienden a 4,20 USD/tonelada.

En el segundo, cada uno compra soja de modo convencional para algunos mercados y, por separado, soja libre de deforestación solo para los envíos a Europa. Este costo adicional por ‘segregar’ la mercadería es algo menor que el anterior: 3,55 USD/tonelada.

El último escenario plantea que los exportadores actúan en conjunto —como ya ocurre a través de la plataforma VISEC— y comercializan el 100% de la soja libre de deforestación, sin importar el destino. En ese caso, el costo adicional de infraestructura y trazabilidad es 1,28 USD/tonelada. “Aunque este es el óptimo, el costo en cualquier escenario resulta bajo respecto del precio de exportación”, sostuvo el docente.

Adaptación conjunta

¿Y los productores? Los docentes subrayaron que si los exportadores se adaptan al nuevo contexto, los productores de soja libre de deforestación podrían recibir por lo menos 0,75 USD/tonelada. Solo considerando las exportaciones a Europa, este sector podría obtener más de USD5 millones extra cada año.

Para Martínez Ortiz, el agro argentino ya demostró su capacidad de adaptación. “Desde 2008 cumplimos con exigencias similares en el mercado de biodiesel. Los exportadores le pagan a los productores una prima por sus productos libres de deforestación”.

“La tendencia es global. Estados Unidos, China y el Reino Unido discuten políticas similares. Además de la soja, se aplicarán a otros productos: la carne bovina, la madera y la pulpa tendrán la misma exigencia. Lejos de ser una barrera, son oportunidades para que todo el agro de la Argentina se posicione en mercados diferenciados y más demandantes”, concluyó Martínez Ortiz.

Primicias Rurales

Fuente: FAUBA

La cadena del maíz impulsa mejoras en un laboratorio del INTA

La cadena del maíz impulsa mejoras en un laboratorio del INTA

Entre Ríos, jueves 6 noviembre (PR/25) — Con el objetivo de lograr un servicio de diagnóstico de patógenos asociados al achaparramiento del maíz más accesible y cercano al sector entrerriano, representantes de empresas, asociaciones y entidades vinculadas a la cadena entregaron equipamiento e insumos que contribuirán al fortalecimiento de la sanidad del cereal.

Fue canalizado mediante la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y la Mesa de Buenas Prácticas Agrícolas.

 

Gracias al compromiso y colaboración de empresas, asociaciones y entidades vinculadas a la cadena del maíz, canalizado mediante la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y la Mesa de Buenas Prácticas Agrícolas, se reunió el capital necesario para adquirir un equipo e insumos esenciales para el funcionamiento del laboratorio del INTA Paraná.

A partir de dotar al INTA de un qPCR  termociclador en tiempo real y de los insumos específicos, se mejorará el servicio de diagnóstico de patógenos asociados al achaparramiento del maíz. “Este equipamiento es un método esencial en la biología molecular moderna, muy utilizado en laboratorios de diagnóstico médico, investigación biotecnológica y laboratorios farmacéuticos”, señaló Ricardo Melchiori, coordinador de investigación de INTA Paraná.

Jorge Gvozdenovich, director del INTA Entre Ríos, subrayó la importancia del aporte que consideró “una muestra concreta de articulación público-privada, donde el aporte del sector maicero se traduce en infraestructura científica que aportará a la región”.

A su vez, agregó: “Contar con un laboratorio de servicio de diagnóstico especializado en Paraná no solo mejora la capacidad de respuesta frente a enfermedades emergentes, sino que también genera conocimiento y herramientas para la toma de decisiones en el manejo del cultivo, dando una respuesta rápida al productor de Entre Ríos, así como de las provincias vecinas”.

Por su parte, Héctor Bolzan, presidente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, subrayó la importancia del trabajo conjunto: “Desde la Bolsa consideramos fundamental acompañar iniciativas que fortalecen el sistema productivo y la investigación aplicada. Canalizar los aportes del sector hacia un objetivo tan concreto como este laboratorio es una forma de potenciar al INTA presente en el territorio y reconocer el valor que genera la cadena del maíz”.

Una vez puesto en marcha el equipamiento adquirido, el laboratorio ofrecerá un servicio rentado de diagnóstico más accesible y cercano al sector entrerriano, para apoyar la toma de decisiones en el manejo del cultivo y a la sostenibilidad del sistema productivo maicero en Entre Ríos.

El clamor del campo y la voz de la Iglesia, solidaridad con los productores de maíz mexicanos

El clamor del campo y la voz de la Iglesia, solidaridad con los productores de maíz mexicanos

Buenos Aires, domingo 2 noviembre (PR/25) –En medio de las tensiones que vive el campo mexicano por los bloqueos carreteros y la crisis de los productores de maíz, los obispos de México han hecho un llamado urgente a la solidaridad, al diálogo y al compromiso concreto con quienes trabajan la tierra

México, tierra de maíz y de manos campesinas vive hoy, como históricamente ha sucedido, una nueva crisis en el campo. Desde hace semanas, productores agrícolas de distintos estados -principalmente Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Puebla y Veracruz- han bloqueado carreteras exigiendo precios justos por su cosecha.

Un campo que resiste

Desde tiempos de la Colonia, el campo ha sido el corazón de la identidad mexicana. En estas tierras nació el maíz, símbolo de vida y alimento que se consideraba “sagrado”, pero también ha sido símbolo de desigualdad.

Durante el Siglo XX, la reforma agraria prometió justicia, pero la realidad es que muchas comunidades rurales siguen atrapadas en la pobreza y la falta de oportunidades. Hoy, los campesinos enfrentan un nuevo desafío: la globalización agrícola que impone precios bajos, altos costos de producción y un modelo económico que favorece a los grandes consorcios.

La voz de los obispos: “No dar a los pobres es robarles su dignidad”

 

Ante esta situación el Episcopado Mexicano ha expresado, por medio de un contundente comunicado, su cercanía y solidaridad con los agricultores y sus familias, pero también advierten de una “descomposición social irreversible” si no se actúa con justicia y prontitud.

“Las demandas de los agricultores no son capricho, sino una exigencia legítima de justicia”, señalan los obispos, recordando que el bien común debe prevalecer sobre intereses particulares.

El episcopado mexicano pide al gobierno mexicano “altura de miras” y a los empresarios “solidaridad efectiva”. También exhortan a los demandantes a mantener un diálogo abierto y evitar, en lo posible, medidas que agraven el sufrimiento de otros mexicanos.

La iglesia no toma partido, pero ofrece una brújula moral en defensa del trato digno y de la dignidad del campesino.

El maíz: fruto de la tierra, don de Dios

El Papa Francisco en la encíclica Laudato Si’ nos recuerda que la tierra es un “don de Dios, no una mercancía” (LS 67). Todo lo creado tiene valor en sí mismo y está destinado al bien común. Cuando la tierra se explota sin respeto o cuando el campesino no recibe lo justo por su trabajo, se rompe ese orden de justicia querido por Dios.

El Papa León XIV ha recalcado que la justicia es el pilar de toda sociedad. Sin ella, un Estado no puede subsistir y el bien común está en peligro: “El mal no solo debe sancionarse, sino también repararse, y para ello es necesaria una mirada profunda hacia el bien de las personas y el bien común” (Discurso por la Jubileo de los trabajadores por la justicia).

Así pues, el campo mexicano está gritando con fuerza. Los bloqueos carreteros no son solo una protesta, son un clamor por dignidad.

La Iglesia, aliada del campo

 

El conflicto del maíz no es sólo económico, es profundamente espiritual. Detrás de los precios injustos hay un drama moral: la indiferencia social ante quien siembra, cuida y cosecha el pan de cada día.

Hoy más que nunca la Iglesia invita a todos -autoridades, empresarios, ciudadanos- a reconocer el valor del campo mexicano y a construir una economía que ponga en el centro a la persona, no al lucro.

“La exigencia de precios justos que permitan una vida digna no es un capricho, sino una demanda legítima que encuentra eco en la enseñanza social de la Iglesia. El campo mexicano que alimenta a nuestra nación, merece ser atendido con justicia y prontitud”.

Recordemos, el maíz, fruto de la tierra y del trabajo humano, es también símbolo del esfuerzo del hombre, del pan que se parte como comunión entre las personas.

El campo mexicano no necesita sólo subsidios: necesita esperanza, justicia y oración.

Allí donde una semilla se entierra, Dios trabaja en silencio pues, cuando el pueblo escucha el clamor del campesino, la fe florece en frutos de fraternidad.

 

Sorgo: ¿Cómo impactó la guerra comercial entre USA y China?

Sorgo: ¿Cómo impactó la guerra comercial entre USA y China?

Matías Contardi – Emilce Terré – Julio Calzada – Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
Similar a lo ocurrido en el mercado de soja, las exportaciones norteamericanas de sorgo se desplomaron, y no pudieron colocar ni 100.000 toneladas en el mercado chino. Mientras tanto, Argentina aparece como origen clave.

Rosario, 1 noviembre (PR/25) — 1- Las exportaciones de sorgo norteamericano están en mínimos de 13 años

Los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China no solo se concentran en el comercio y flujo internacional de la soja, sino que también son transversales a otros productos que de pronto vieron desaparecer a su principal mercado comprador. El sorgo es gran prueba de ello.

Entre enero y septiembre de este año, desde Estados Unidos se embarcaron 800.000 toneladas de sorgo hacia el resto del mundo, cinco veces menos que el año pasado a esta altura y un 81% por debajo del promedio para el último quinquenio. Es el segundo menor ritmo de exportaciones en veinte años, sólo por delante del 2012, cuando la cosecha de sorgo había caído un 40% de una campaña a la otra. Justamente es la ausencia de compras chinas la que explican el derrotero del 2025, las cuáles cayeron un 98% de un año a otro.

Debido a la configuración actual de oferta y demanda global, el cereal norteamericano no encontró fácilmente donde colocarse, llevando a una estrepitosa caída en las cotizaciones, que ajustaron un 25% desde febrero de este año. Actualizando las cotizaciones por el efecto de la inflación, a dólares de octubre del 2025, hoy el precio del sorgo estadounidense se encuentra en niveles del 2010. Al mismo tiempo, la caída en las cotizaciones internacionales, del sorgo y el maíz, impartieron una tendencia bajista en el mercado, lo que explica la dinámica de las cotizaciones argentinas, sin embargo, tanto fue el impacto de China sobre el mercado de EE. UU., que el sorgo argentino cotiza un 54% arriba del norteamericano.

2- EE. UU. vs China: Dos potencias enfrentadas, el máximo exportador y el principal importador

Por lejos, los norteamericanos son los principales exportadores mundiales de sorgo. Durante las últimas diez campañas sus despachos casi duplican la suma del resto de exportadores. 

El mercado internacional por el cereal ha sufrido cambios estructurales, ya que China pasó de la ausencia total a convertirse en el principal comprador mundial de sorgo en menos de dos décadas.

Durante los trece primeros años del siglo, entre México y Japón se podía explicar en promedio el 73% de las importaciones mundiales de sorgo, llegando incluso a representar más del 90% del total en varias ocasiones. Pero la ecuación cambiaría diametralmente a partir de la campaña 2013/14 en adelante, cuando China entra de lleno al mercado global para abastecerse del cereal con objetivos de abordar su creciente demanda interna de insumos forrajeros. Desde entonces, hasta el ciclo 2023/24, se estima que los chinos importaron en promedio cada campaña ocho veces más que México y Japón juntos, los siguientes dos principales importadores.

Entre las múltiples formas de utilizar el sorgo, la producción de biocombustibles, preparación de alimentos y elaboración de bebidas alcohólicas son categorías relevantes dentro de la matriz de demanda del cereal. Sin embargo, el destino forrajero es la más importante de todas, explicando en promedio el 42% de su consumo total cada campaña. Esta última clasificación tiene importante relevancia para la dinámica del mercado, sobre todo, teniendo en cuenta el grado de competencia directa en este aspecto con el maíz.

El maíz es ampliamente usado como insumo para piensos y su consumo no ha parado de crecer en el transcurso del tiempo, llevando a casi duplicar las toneladas destinadas a consumo animal entre inicios de este siglo y las campañas actuales. A contramano, en las últimas cinco cosechas, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estima que el consumo mundial de sorgo promedio para la elaboración de alimento forrajero fue de 24 Mt por campaña (una treintava parte del maíz), un 12% menos que a principios de los 2000’. 

Esta sustitución parcial del sorgo por el maíz es particularmente marcada en quién antaño era el principal importador. Hacia principios de siglo, en México se consumían en promedio 10 Mt de sorgo, de las cuales el 61% era cubierto con la producción, el resto necesariamente se importaba, principalmente desde Estados Unidos. En la actualidad, disminuyeron su consumo de sorgo en un 53% y la producción anual cubre el 95% del consumo interno, limitando drásticamente sus necesidades de importación.

Por otro lado, los importadores japoneses, que solían ocupar el segundo puesto en el mercado internacional durante el primer quinquenio de la década del 00’, redujeron sus importaciones en un 90%, debido al descenso del uso de sorgo dentro del país.

En consecuencia, esta renovada edición de la guerra comercial entre Estados Unidos y China enfrenta por un lado al principal exportador, y por otro, al principal y casi único importador global de sorgo, impactando directamente en las cotizaciones y el flujo internacional del cereal. La colocación de sorgo en otros mercados es sumamente compleja, debido primero a la caída en el consumo en general y luego, a que grandes compradores se autoabastecen del cereal. Esta particularidad, hace que el precio estadounidense se desplome. Como resultado, esas toneladas terminan abasteciendo el mercado interno, cuando, en el margen, resulta conveniente remplazar ligeramente maíz por sorgo.

En esta línea, durante la primera guerra comercial, el consumo interno de sorgo se incrementó un 51% en Estados Unidos. Para las campañas afectadas en esta segunda edición, el USDA estima un consumo de 5,8 y 4,7 Mt de sorgo, un aumento del 106% respecto el nivel medio de los últimos tres años.

3- El impacto para el mercado argentino

En la misma línea de lo ocurrido por el mercado de soja, pero no en la misma magnitud, China está pivoteando en el mercado internacional y vuelca sus compras en los siguientes dos principales exportadores: Australia y Argentina.

La intensidad de la demanda china no está siendo ni remotamente similar a lo que ocurre en el mercado de la oleaginosa. Al igual que en la primera edición de la guerra comercial, al parecer el gigante asiático estaría resintiendo sus compras de sorgo y, por ende, limitando el consumo interno al sustituirlo con otros cultivos, como el caso del maíz y la cebada. Durante la campaña 2018/19 China importó menos de 1 Mt de sorgo, marcando una caída interanual del 85%. Si bien el USDA no espera una retracción tan grande de la demanda como aquella vez, las estimaciones de consumo interno caen un 25% para la campaña afectada, explicando la dinámica de absorción china.

El total embarcado en lo que va del año desde Argentina y Australia hacia China equivale al 84% de lo que Estados Unidos embarcó el año pasado a esta misma altura. Sin embargo, ello no quita que las exportaciones argentinas de sorgo corran en máximos del 2022.

La absorción externa es un factor clave en el mercado argentino de sorgo. Teniendo en cuenta las estimaciones actuales de oferta para esta campaña, las proyecciones de exportación del cereal son de 1,8 Mt para la 2024/25. Desde que comenzó la campaña se embarcaron en total 1,1 Mt un 16% más de lo exportado a esta altura el año pasado.

En materia de cotizaciones, el mercado interno no pudo escapar a la tendencia bajista en general y siguió la evolución del mercado FOB. Sin embargo, el buen ritmo exportador, combinado con la demanda interna, llevaron a una leve revalorización del sorgo frente al maíz en lo que va del 2025, comparado al 2024. Aun así, mientras una tonelada de sorgo se negocia en torno a los USD 155/t, el maíz promedia los USD 180/t, por lo que el primero sigue siendo una opción atractiva para la demanda local de piensos.

Fuente: BCR Informativo Semanal
AGD: Lograron convertir la lluvia en riego, jubilaron el barbecho y chau compactación de suelos.

AGD: Lograron convertir la lluvia en riego, jubilaron el barbecho y chau compactación de suelos.

La primera Jornada de Bio Capacitación realizada en los campos propios de Aceitera General Deheza dejó en claro que los problemas de rindes estancados, de malezas resistentes y de compactación de suelos, tiene solución con más agronomía y más actividad biológica.

La Carlota, 1 de noviembre (PR/25) .-. “Yo he viajado varias veces al exterior en busca de capacitación productiva, pero nunca imaginé que aquí en Argentina, a 200 kilómetros de mi campo, estaba una de las experiencias que más me ha impactado en términos de manejo de cultivos”, las palabras del productor Gustavo Grossi del sur de Santa Fe, reflejan lo que se vivió en la Jornada de capacitación realizada por AGD en el Establecimiento El Manantial y organizada por La Asociación de Ingenieros agrónomos del Sudeste de Córdoba y Agribio.

Más de un centenar de asistentes llegaron de todo el país para ver si se cumplían sus expectativas en torno a las promesas de la jornada: ¿Cómo hicieron para erradicar el barbecho químico? ¿Cómo manejan las malezas sin herbicidas? ¿Cómo solucionaron el problema de compactación y degradación de suelos? ¿Cómo, para qué y por qué usan biológicos? ¿Y los números cómo dan con esta estrategia? Y aún con una vara tan alta los técnicos de AGD no defraudaron.

Según explicaron los Ingenieros Demian Monti y Julio Priotti Responsables de la producción de AGD en casi 40.000 has distribuidas en el centro y sudeste de Córdoba: “Entendimos la necesidad de hacer más complejo el sistema productivo. Comprendimos qué es la biodiversidad y los conceptos de agroecología y agricultura regenerativa a partir de entender que debíamos buscar nuevas respuestas agrícolas a la producción. El ambiente no se puede comprar, sólo mantener y tratar de disminuir el impacto de nuestra actividad, por eso promovemos ambientes donde la biodiversidad sea productiva y desarrollando una agricultura más integral, asociada y disminuyendo la cantidad de agroquímicos que veníamos utilizando”.

Fenotipo y ambiente: la ecuación fundamental:

“El rendimiento de un cultivo es el resultado de la interacción entre su potencial genético y las condiciones ambientales en las que se desarrolla. Según explicó el Ing. Julio Priotti Responsable de Producción de AGD en campos propios: “El ambiente incluye factores bióticos (plagas enfermedades) y abióticos (agua, temperatura viento, nutrientes, etc.) y ese estrés abiótico causa pérdidas de hasta el 65% del potencial de producción mientras que el estrés biótico causa pérdidas cercanas al 11% de ese mismo potencial de producción. Esto da como resultado que sólo el 24% del potencial genético se expresa en condiciones de campo. ¿Qué hacemos entonces con ese estrés abiótico?”.

“Todo arrancó hace unos años con una lluvia de 200 milímetros que inundó buena parte de este establecimiento. Veníamos haciendo un tipo de agricultura tradicional. A partir de ahí pensamos en buscar respuestas para que el agua ingrese al suelo y no estanque, la clave productiva que decidimos es cambiar de un sistema de producción con productos por un sistema de producción de procesos, utilizamos productos pero sólo los que necesitamos según ese proceso”, añaden.

Manejo de malezas sin herbicidas:

La decisión productiva que modificó el sistema fue la de manejar cultivos de coberturas multiespecies. En la recorrida por los lotes se presentaron suelos donde se sembró en forma conjunta más de 10 especies diferentes entre ellas: vicia, coriandro, nabo, lino, centeno y triticale, entre otras.

“Utilizamos ese colchón de cultivos de cobertura para controlar malezas. El colchón que generamos es tan espeso que ninguna maleza puede crecer ahí, incluso por falta de luz. Además, buscamos especies que generen alelopatía entre malezas como lo es el centeno. Actualmente sembramos maní sobre centeno y luego de 4 años de usar esta estrategia vemos que no hay más malezas perjudiciales y mucho menos resistentes. En la ecuación bajamos mucho los costos en herbicidas, coadyuvantes, aplicaciones y todo lo que implica una estrategia de producto, y elegimos verdaderos controladores de malezas naturales y mejoradores del sistema de infiltración. El otro gran beneficiado de esta estrategia es el suelo. Ya que este manejo nos permite tener un suelo con excelente porosidad, que capta la lluvia y no está impermeabilizado y que además tiene una gran actividad microbiológica que posibilita una nutrición biológica natural única”, explica Monti.

Además, en AGD promovieron la rotación de cultivos nuevos, cultivos de cobertura, invernales como la camelina y estivales como el girasol en campos donde habitualmente siembran trigo, maní, soja y maíz. Bajaron el 30% la utilización de agroquímicos en todos los sistemas agrícolas y sumaron biológicos al suelo en la siembra, foliares y como curasemillas con gran eficacia. En cultivos como trigo y maní ya utilizan 100% tratamientos de semillas con bioinsumos por sobre los químicos, aun cuando la semilla tenga carga fúngica.

“Logramos convertir la lluvia en riego, en precipitaciones efectivas, midiendo su impacto y logramos elevar los pisos de los rendimientos como también la efectividad de los milímetros regados. Además, planteamos corredores biológicos que conectan diferentes zonas del paisaje permitiendo el movimiento de fauna y flora. Son paisajes que integran la producción agrícola con conservación ambiental y servicios ecosistémicos. Es la biodiversidad la respuesta a los problemas de la agricultura y de la producción. Pero ojo la sustentabilidad arranca por las personas”, concluyen.

Esta jornada fue auspiciada por las firmas Yara, Chacra servicios, Agrocube, Microvidas, Brometán, Disel Lange, UPL y Rizobacter.

Primicias Rurales

Fuente: Agro Agencia