Detrás de los Microbios: La Revolución Invisible que Transforma la Agricultura Moderna

Detrás de los Microbios: La Revolución Invisible que Transforma la Agricultura Moderna

La agricultura del futuro no sólo está en las manos de los agricultores, sino en los diminutos habitantes invisibles del suelo.

Por Ing Agr Pedro A Lobos

Buenos Aires, martes 17 de diciembre (PR/25) — El microbioma, una red compleja de bacterias, hongos y virus, ha emergido como el verdadero motor detrás de una revolución silenciosa que está redefiniendo la forma en que cultivamos nuestros alimentos.
 En este nuevo paradigma agrícola, los microbios no sólo son aliados, sino protagonistas clave en la creación de cultivos más saludables y resilientes.

1. Bioestimulantes y Biofertilizantes: El Poder de los Microorganismos

 A diferencia de los fertilizantes químicos tradicionales, los bioestimulantes y biofertilizantes se basan en microorganismos vivos para optimizar la absorción de nutrientes y mejorar la salud de las plantas.

Entre ellos, las rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR) destacan por su capacidad para fijar nitrógeno del aire y solubilizar el fósforo en el suelo. Esta acción reduce la dependencia de fertilizantes sintéticos, favoreciendo una agricultura más sostenible y menos contaminante.

Empresas como Bioceres Crop Solutions están a la vanguardia de este cambio, ofreciendo soluciones innovadoras que aprovechan el poder de la microbiología para mejorar los cultivos.

2. Biocontrol: Los Microbios como Guardianes Naturales

Los microbios no sólo alimentan a las plantas, también las defienden. En un mundo cada vez más preocupado por los efectos nocivos de los pesticidas químicos, hongos como Trichoderma y bacterias como Bacillus thuringiensis se están posicionando como los “guardaespaldas” naturales de los cultivos. Estos organismos actúan de manera selectiva para combatir patógenos y plagas, evitando la toxicidad de los pesticidas convencionales y, de paso, protegiendo a los polinizadores esenciales para la biodiversidad.

3. Resistencia al Cambio Climático: Microbios que Salvan Cultivos

Con el cambio climático intensificando fenómenos como sequías y olas de calor, la investigación científica de 2025 está centrada en descubrir microbios que ayuden a las plantas a resistir estos extremos.

Ciertas comunidades microbianas tienen la capacidad de inducir tolerancia al estrés hídrico y térmico, permitiendo que los cultivos mantengan su productividad incluso bajo condiciones climáticas adversas. Esta innovación no solo promete incrementar la seguridad alimentaria, sino también hacer la agricultura más resiliente frente a un futuro incierto.

4. Salud del Suelo y Secuestro de Carbono: Microbios Contra el Calentamiento Global

El suelo no solo es la base de la agricultura; también juega un papel crucial en la lucha contra el cambio climático. Un suelo microbiológicamente activo no solo es más fértil, sino que actúa como un sumidero de carbono eficiente, atrapando dióxido de carbono y ayudando a mitigar el calentamiento global.

Las simbiosis entre las raíces de las plantas y los hongos micorrícicos, por ejemplo, expanden el sistema radicular, mejorando la estructura del suelo y aumentando su capacidad para almacenar carbono. De esta manera, los microbios no solo impulsan la productividad agrícola, sino que también ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

En este escenario de innovación y sostenibilidad, los microbios se presentan como los verdaderos héroes invisibles de la agricultura moderna.

Para los interesados en profundizar en los avances científicos y las investigaciones más recientes, los recursos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ofrecen un panorama detallado de estos desarrollos que están cambiando el rumbo de la agricultura a nivel global.

Primicias Rurales

Fuente: IA/ Ing. Agr. Pedro A. Lobos

 

Cultivos de cobertura: la inversión silenciosa que reconstruye la fertilidad del suelo

Cultivos de cobertura: la inversión silenciosa que reconstruye la fertilidad del suelo

Durante años, los cultivos de cobertura o de servicio fueron vistos como un “costo extra” dentro del sistema productivo. Sin embargo, la evidencia científica y la experiencia de miles de productores muestran que, cuando se incorporan de manera sostenida, estos cultivos se transforman en una de las herramientas más efectivas para mejorar la estructura del suelo y recuperar su fertilidad física y biológica.

Por Ing Agr Pedro A Lobos

Buenos Aires, martes 17 de diciembre (PR/25) .- Lejos de ofrecer resultados inmediatos, los cultivos de cobertura funcionan como una inversión a largo plazo, cuyos beneficios se acumulan campaña tras campaña.

Raíces que construyen suelo

Uno de los principales aportes de los cultivos de cobertura ocurre debajo de la superficie. Las raíces vivas, presentes durante más meses del año, actúan como verdaderos ingenieros del suelo.

Las gramíneas aportan sistemas radiculares densos que mejoran la agregación, mientras que las especies de raíz pivotante exploran capas más profundas, ayudando a aliviar compactaciones y facilitando el movimiento del agua y el aire.       

Con el paso de los años, los lotes con cultivos de cobertura muestran:

  • Mayor estabilidad de agregados

  • Menor densidad aparente

  • Mejor infiltración y almacenamiento de agua

  • Menor riesgo de encostramiento y erosión

En términos prácticos, el suelo se vuelve más “esponjoso”, más resistente al tránsito de maquinaria y más estable frente a eventos climáticos extremos.

Fertilidad física: más agua, menos pérdidas

La mejora estructural se traduce directamente en una mayor eficiencia hídrica. Un suelo bien estructurado infiltra más agua cuando llueve y la retiene mejor durante períodos secos. Esto explica por qué muchos productores observan, con los años, mayor estabilidad de rendimientos, especialmente en campañas con estrés hídrico.

Además, la cobertura permanente del suelo reduce el impacto de las gotas de lluvia, disminuye el escurrimiento superficial y protege contra la erosión, uno de los principales factores de pérdida de fertilidad a largo plazo.

Fertilidad biológica: el motor invisible del sistema

Otro de los grandes beneficios, muchas veces subestimado, es el impacto de los cultivos de cobertura sobre la vida del suelo. Las raíces vivas liberan exudados que alimentan bacterias, hongos, micorrizas y macroorganismos como lombrices, reactivando procesos biológicos clave.

Los sistemas que incorporan cultivos de servicio de manera frecuente y con mayor diversidad muestran:

  • Aumento de la biomasa microbiana

  • Mayor diversidad biológica

  • Mejores procesos de ciclado de nutrientes

  • Mayor disponibilidad de nitrógeno y fósforo en el mediano plazo

Las mezclas de especies potencian estos efectos, ya que cada grupo funcional aporta distintos tipos de raíces y compuestos orgánicos, generando un suelo más activo y resiliente.

Beneficios que se construyen con el tiempo

La experiencia indica que los mayores beneficios aparecen a partir del tercer o quinto año de uso continuo. Por eso, los sistemas que abandonan la práctica de manera temprana suelen no alcanzar a percibir sus ventajas, reforzando la idea errónea de que los cultivos de cobertura “no funcionan”.

En cambio, los productores que sostienen la práctica en el tiempo coinciden en que el suelo responde con:

  • Mejor transitabilidad

  • Menor necesidad de intervenciones correctivas

  • Mayor eficiencia del uso de insumos

  • Sistemas productivos más estables

Un cambio de enfoque

Más que una práctica aislada, los cultivos de cobertura representan un cambio de enfoque en la forma de manejar el suelo: pasar de explotarlo a reconstruirlo. En un contexto de suelos cada vez más exigidos y climas más variables, mantener raíces vivas y diversidad durante todo el año deja de ser una opción para convertirse en una estrategia clave de sustentabilidad productiva.

En definitiva, los cultivos de cobertura no solo protegen el suelo: lo mejoran, lo estructuran y lo devuelven a su rol central como base de la producción agrícola 

Primicias Rurales

Fuente; IA/ Ing. Agr. Pedro A Lobos

Baja de retenciones: alivio fiscal limitado y mercados que no reaccionan

Baja de retenciones: alivio fiscal limitado y mercados que no reaccionan

El Gobierno redujo los derechos de exportación para soja, maíz y trigo, pero el impacto en precios fue prácticamente nulo. Según Dante Romano, del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, la medida llega en un contexto de mercados internacionales saturados de oferta, presión de cosecha local y márgenes que siguen ajustados, especialmente en trigo y maíz.

Rosario, Santa Fe, martes 16 diciembre (PR/25) – La reciente baja en los derechos de exportación anunciada por el Gobierno argentino generó expectativas en el sector agroindustrial, pero hasta el momento no se tradujo en mejoras visibles en los precios del mercado disponible ni de la cosecha nueva.

La reducción fue de 2 puntos porcentuales para soja y trigo, y de 1 punto para maíz, una magnitud que, según los analistas, resulta insuficiente para modificar el escenario comercial actual.

La baja de retenciones fue esperada por el mercado, pero su impacto quedó diluido frente a otros factores mucho más pesados, como la presión de cosecha, la abundancia de oferta global y los márgenes ajustados de la industria”, explicó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

Las nuevas alícuotas quedaron fijadas en 24% para soja, 22,5% para subproductos, 7,5% para trigo y cebada y 8,5% para maíz y sorgo. En términos comparativos, la reducción resulta menor a la aplicada en enero de 2025, cuando el recorte había alcanzado el 20% de la alícuota vigente. En este marco, persiste la incógnita sobre si se trata del último ajuste de la campaña o si podrían verse nuevas rebajas en caso de consolidarse el frente fiscal.

Soja: mejora teórica, pero sin traslado pleno a precios

En el caso de la soja, la baja de retenciones implicó una reducción impositiva teórica de entre 8 y 9 dólares por tonelada, aunque el traslado a precios fue limitado.

Hoy vemos valores locales elevados respecto de la capacidad teórica de pago, incluso considerando la baja de retenciones y las tasas más bajas. Parte de esa mejora se está usando para recomponer márgenes industriales, no para pagar más por la mercadería”, señaló Romano.

A nivel internacional, el mercado ya mostró una fuerte reacción previa ante las compras chinas a Estados Unidos. Los fondos especulativos pasaron de estar netamente vendidos a posiciones compradas récord, lo que explica la suba previa de Chicago. Sin embargo, ahora predomina una toma de ganancias, mientras el foco comienza a correrse hacia Sudamérica.

En Argentina, la siembra avanza sobre el 58,6% del área proyectada, con muy buenas condiciones hídricas, mientras que la comercialización de la campaña vieja ya alcanza el 75% de la producción, muy por encima del promedio histórico. Este adelanto en ventas y el fuerte ritmo de molienda mantienen el mercado firme, aun sin un estímulo claro de precios.

Maíz: un recorte que apenas mueve la aguja

Para el maíz, la reducción de un punto en los derechos de exportación se traduce en apenas 2 dólares por tonelada de mejora en la capacidad de pago, un ajuste mínimo frente a la volatilidad del mercado.

En maíz estamos hablando de sintonía fina. Dos dólares por tonelada no cambian decisiones comerciales, sobre todo en un mercado con oferta global abundante y una producción argentina que podría acercarse a las 60 millones de toneladas”, explicó Romano.

La siembra local ya cubre cerca del 60% del área, con cultivos en muy buen estado. Sin embargo, las ventas de la campaña nueva siguen retrasadas, lo que podría generar presión vendedora en cosecha por cuestiones financieras y logísticas.

Trigo: mucha oferta y problemas de calidad

El panorama más complejo es el del trigo. A nivel global, el USDA sigue sumando oferta y stocks, mientras que Argentina y Australia enfrentan cosechas muy grandes, lo que mantiene los precios bajo presión.

El trigo es claramente el mercado más pesado. Argentina tiene que colocar una cosecha históricamente grande, en un contexto de exceso de oferta mundial y con un porcentaje importante de trigo de baja proteína”, advirtió Romano.

La cosecha local ya supera el 60% del área, con rindes elevados, pero con serios desafíos de calidad. Esto se traduce en precios FOB muy bajos y fuertes descuentos comerciales, aun cuando el alto rendimiento amortigua parte del impacto para el productor.

“La baja de retenciones va en la dirección correcta, pero el mercado está pidiendo señales más profundas y sostenidas. Hoy los precios los siguen definiendo la oferta global, la calidad de la mercadería y la presión de cosecha, más que los cambios impositivos marginales”, concluyó Romano.

Acceda al informe AGROPERSPECTIVAS de Dante Romano click aquí.

 

Primicias Rurales

Fuente: Universidad Austral

La parte más difícil de la estabilización, el empalme con el crecimiento

La parte más difícil de la estabilización, el empalme con el crecimiento

Por Jorge Vasconcelos

Buenos Aires, martes 16 diciembre (PR/25) — Tras dos años de gestión, el balance macroeconómico muestra avances relevantes en materia de estabilización.

Sin embargo, el principal desafío de cara a la segunda mitad del mandato es transformar ese ordenamiento inicial en crecimiento sostenido, evitando tensiones que comprometan reservas, empleo y expectativas.

El empalme entre estabilidad y crecimiento aparece como la etapa más compleja del programa económico.

Claves

  • ¿Cómo recomponer reservas sin frenar la actividad?
    El Gobierno necesita dejar atrás el esquema monetario-cambiario transitorio y avanzar hacia un régimen permanente que permita acumular reservas sin recurrir a subas de tasas que afecten el crecimiento.• ¿Por qué el empleo privado sigue siendo un punto crítico?
    El empleo formal cayó 2,8% en los últimos dos años y los sectores más dinámicos no logran compensar el rezago de industria, comercio y construcción, lo que limita la consolidación del crecimiento.• ¿Alcanzan las reformas estructurales para sostener el crecimiento?
    Las reformas laboral y tributaria son necesarias, pero requieren complementarse con mayor inserción externa y un marco macroeconómico consistente que reduzca la volatilidad y la incertidumbre.

 

Primicias Rurales

Fuente: IERAL Fundación Mediterránea

Ganadería regenerativa: producir más cuidando el suelo y la biodiversidad

Ganadería regenerativa: producir más cuidando el suelo y la biodiversidad

Sus pasturas permanentes son un recurso valioso que, hasta ahora, ha sido desaprovechado.
Olvídese de cómo son hoy sus pastos. Piense en cómo podrían ser si se gestionaran con la misma atención que dedica a sus otros cultivos.

Por Ing Agr Pedro Lobos

Buenos Aires, 14 de diciembre (PR/25) .- El Pastoreo Racional Voisin (PRV) considera las necesidades tanto de las plantas como de los animales, no sólo las del ganado. Bien aplicado, puede duplicar o incluso triplicar la productividad de sus pasturas.

¿Cansado de que los flujos de caja le dejen sin dinero en el bolsillo?


Gran parte de ese problema no está en el precio de la carne o la leche, sino en cómo se produce. Los sistemas ganaderos basados en confinamiento o suplementación excesiva generan altos costos, dependencia de insumos externos y una presión constante sobre la rentabilidad.

Mientras tanto, muchos establecimientos poseen un recurso subutilizado: sus pasturas y pastizales permanentes.

El Pastoreo Racional Voisin (PRV) propone un cambio profundo de enfoque: dejar de pensar en el pasto como un recurso secundario y comenzar a manejarlo con la misma planificación y precisión que cualquier cultivo agrícola.

¿Qué es el Pastoreo Racional Voisin?

El PRV es un sistema de pastoreo intensivo de gestión, basado en cuatro principios formulados por André Voisin, que buscan equilibrar las necesidades de las plantas, los animales y el suelo:

  1. Tiempo de descanso adecuado para que la planta exprese su máximo crecimiento.

  2. Tiempo de ocupación corto, evitando el repastoreo.

  3. Alta carga instantánea, para un consumo uniforme.

  4. Prioridad animal, asegurando dietas de alta calidad.

Este enfoque no solo mejora la productividad forrajera, sino que transforma al sistema ganadero en un motor de regeneración ecológica.

Resultados productivos comprobados (INTA)

Diversas investigaciones y experiencias a campo del INTA en regiones como la Pampa Húmeda, NEA y NOA muestran que los sistemas de pastoreo intensivo bien manejados pueden:

  • Duplicar o triplicar la producción de materia seca por hectárea respecto a pastoreos continuos.

  • Incrementar la carga animal entre un 50 y un 200 %, sin degradar el recurso.

  • Mejorar la ganancia diaria de peso y la producción de leche por animal, gracias a una dieta más estable y de mayor calidad.

  • Reducir significativamente el uso de suplementos, fertilizantes y herbicidas.

En ensayos de largo plazo, el INTA también ha registrado aumentos sostenidos del carbono orgánico del suelo, con valores que oscilan entre 0,1 y 0,4 % anual, dependiendo del ambiente y manejo.

Suelo vivo: la base del sistema

Desde la mirada de la Permacultura, el PRV es un claro ejemplo de diseño regenerativo: trabaja con los procesos naturales en lugar de luchar contra ellos.

El impacto positivo sobre el suelo incluye:

  • Mayor actividad biológica (hongos micorrícicos, bacterias benéficas, lombrices).

  • Mejora de la estructura del suelo, aumentando la porosidad y la infiltración.

  • Reducción de la compactación superficial.

  • Mayor retención de agua, clave frente a sequías e inundaciones.

El estiércol y la orina distribuidos uniformemente, junto con el pisoteo controlado, aceleran los ciclos de nutrientes y reemplazan insumos externos por fertilidad biológica.

Biodiversidad funcional y servicios ecosistémicos

El pastoreo racional no empobrece el campo natural: lo diversifica.

Estudios del INTA muestran que los sistemas con descansos adecuados favorecen:

  • Mayor diversidad de especies forrajeras, incluyendo gramíneas y leguminosas.

  • Incremento de insectos benéficos y polinizadores.

  • Mejor equilibrio entre especies deseables y no deseables, sin herbicidas.

Estos cambios se traducen en servicios ecosistémicos clave:

  • Captura de carbono.

  • Regulación hídrica.

  • Control biológico de plagas.

  • Mayor resiliencia climática.

Calidad biológica de la producción ganadera

Desde la perspectiva de la Permacultura (Bill Mollison)  y la producción agroecológica, el PRV permite obtener:

  • Carne y leche con mejor perfil nutricional, mayor contenido de ácidos grasos beneficiosos (omega 3 y CLA).

  • Producción libre de estrés crónico animal.

  • Menor dependencia de antibióticos y aditivos.

Esto abre la puerta a mercados diferenciados, consumo consciente y valor agregado real, sin aumentar costos.

Menos trabajo, más vida

Uno de los mayores aportes del PRV es que simplifica el sistema:

  • Menos maquinaria.

  • Menos horas de trabajo pesado.

  • Menos decisiones urgentes y más planificación.

El resultado es un sistema más rentable, más estable y más humano.

No es teoría: es práctica

Olvídese de cómo son hoy sus pastos.
Piense en cómo podrían ser si se gestionaran con inteligencia.

El Pastoreo Racional Voisin demuestra, con respaldo científico y experiencias reales, que sí es posible producir carne y leche con alta rentabilidad en pasturas y pastizales naturales, regenerando el suelo y mejorando el ambiente.

No me crea: pruébelo.
Después de eso, nadie jamás podrá decirle que no se puede.

Me olvidaba de lo más importante, si no le gusta el campo y no le gusta trabajar no se meta o contrate a alguien que sepa

Primicias Rurales

Fuente: IA/ Ing. Agr. Pedro A. Lobos

¿Avanzó realmente la genética bovina para sistemas pastoriles?

¿Avanzó realmente la genética bovina para sistemas pastoriles?

Durante años nos hicieron creer que la genética ganadera venía mejorando. Que más números, más EPDs y vacas más grandes significaban progreso.
Pero cuando miramos lo que realmente importa en un campo a pasto… la cosa no cierra.

Por Ing. Agr. Pedro Lobos

Buenos Aires, jueves 11 de diciembre (PR/25)  .- Me sorprendió un video del  Dr. Guillermo Navas Silva lo dice claro: la genética sólo sirve si está al servicio del sistema pastoril.

Hoy pasa lo contrario: vacas grandes, caras de mantener, y sin mejoras en lo que realmente importa. La genética avanzó… pero hacia donde el campo natural no la puede sostener.

1. Vacas más grandes… pero no más productivas

Sí, las vacas pesan más.
¿Producen más terneros? No.
¿Comen más? Sí.

O sea: más gasto, mismo resultado.
Para el pasto, eso es ir para atrás.

2. La fertilidad real sigue igual

Un dato que duele: menos del 36% de las vacas destetan tres terneros seguidos.
Si la genética realmente hubiera mejorado la cría, ese número debería subir.
No subió. Nada.

3. Pubertad y precocidad: tampoco

Las vaquillonas no entran antes en celo, no se preñan más fácil ni empiezan a producir antes.
No hay mejora en eficiencia biológica.

4. Rusticidad y longevidad: estancadas

Las vacas modernas no duran más, no se enferman menos y no toleran mejor la falta de comida.
Tampoco permiten meter más carga por hectárea.

O sea: ningún avance en los rasgos que realmente hacen falta en el campo natural.

5. La selección se fue al feedlot

Los EPDs de crecimiento subieron… y con ellos el tamaño.
Resultado: animales lindos de catálogo, pero caros y poco eficientes a pasto.
La genética se fue para un lado, y el sistema pastoril para otro.

En resumen

El rodeo actual no es más fértil, ni más eficiente, ni más longevo que hace décadas.
Solo tenemos vacas más grandes y más demandantes.

Pero lo que define la productividad real es kilos de ternero por hectárea, no por vaca.

La lógica debería ser simple:
Primero el sistema, después la genética.

No al revés.

¿Qué es una vaca pastoril de verdad?

 

Una vaca diseñada para transformar pasto pobre en terneros.
No para comer ración, ni para justificar tamaños gigantes, ni para depender de insumos externos.

Hasta la Biblia lo dice: a los animales se les dio la hierba.
La base siempre fue el pasto, no el maíz.

Si la vaca es para el pasto, la genética debe hacer vacas que funcionen en el pasto.

¿Qué es ser “moderno” hoy?

No es agrandar vacas.
Es tener animales que:

  • destetan todos los años,

  • convierten pasto pobre en kilos,

  • se mantienen con poco,

  • entran en celo aunque haya restricción,

  • permiten meter más cabezas por hectárea.

Eso sí es progreso.

Esa es la “vaca moderna”: la que anda bien en el pasto.

Fuente: Ing Agr Pedro Lobos 

IA /  Primicias Rurales