Afirman que «la estandarización amenaza al vino argentino: por primera vez un proyecto científico busca rescatar su autenticidad»

Afirman que «la estandarización amenaza al vino argentino: por primera vez un proyecto científico busca rescatar su autenticidad»

En un mercado global cada vez más competitivo, la diferenciación se ha convertido clave para las bodegas. La búsqueda de una identidad única, de un vino que hable del lugar donde nace, ha llevado a la industria a mirar más allá de las barricas y a sumergirse en un universo invisible a los ojos, pero de un poder transformador: el de las levaduras nativas.

 

Buenos Aires, martes 9 diciembre de (PR/25) – – El sector vitivinícola de Argentina enfrenta una encrucijada. Por un lado, goza de un merecido prestigio internacional, con el Malbec argentino, consolidado en todo el mundo.

Por otro, se enfrenta a desafíos significativos como la caída del consumo interno, una fuerte carga impositiva y la necesidad de conquistar el mercado actual, tanto interno como de exportación.

En este escenario, la homogeneización de los sabores representa una amenaza latente. Durante décadas, la industria ha confiado en un puñado de levaduras comerciales seleccionadas por su eficiencia y previsibilidad.

 

 

Estas cepas, verdaderas «obreras» de la fermentación, cumplen su trabajo de manera impecable, pero a un costo: la estandarización del perfil sensorial de los vinos.

En un momento sediento de autenticidad, donde el consumidor busca historias y experiencias en lo que consume y toma, esta uniformidad se convierte en un obstáculo para el crecimiento y la diferenciación.

Es en este contexto que surge un ambicioso proyecto de investigación científica, liderado por el microbiólogo argentino Germán Gonzalez Riachi y creador de Ciencia del Vino, un proyecto que busca transformar la elaboración de vinos, promoviendo mayor identidad, sustentabilidad y autonomía para cada productor.

La iniciativa propone llevar adelante por primera vez en el país un estudio a escala nacional para mapear la diversidad microbiológica del país y su impacto en el terroir vitivinícola.

El corazón de este proyecto es un laboratorio móvil de última generación, diseñado para recorrer las principales regiones productoras de la Argentina y trabajar en colaboración directa con las bodegas.

La metodología del estudio se centra en una premisa fundamental: en lugar de depender completamente de levaduras genéricas, la investigación busca aislar, identificar y caracterizar los microorganismos que ya existen de forma natural en cada viñedo y bodega. Estos microorganismos, conocidos como levaduras nativas, son, en esencia, la «firma» microbiológica del terroir.

Pero, ¿qué son exactamente las levaduras nativas? Son microorganismos autóctonos de una región, viñedo o bodega, capaces de fermentar y producir vino. A diferencia de las levaduras comerciales, que son seleccionadas y producidas para ser utilizadas en cualquier parte del mundo, las levaduras nativas son únicas de cada lugar.

“Las levaduras nativas son el resultado de un fascinante proceso de selección natural. Cada viñedo y bodega alberga su propia comunidad microbiana única, una suerte de «huella digital» invisible moldeada por factores como el clima, la composición del suelo, las variedades de uva cultivadas, las prácticas agrícolas, los métodos de vinificación y la propia historia del lugar”, comenta Germán.

En el caso específico del vino, esta comunidad microbiana se ve influenciada por la presencia de alcohol, un pH bajo y la alta concentración de azúcar del mosto, condiciones extremas que solo los microorganismos mejor adaptados logran superar. Las levaduras nativas son, en este sentido, la «firma» microbiológica del terroir.

“La diferencia fundamental con las levaduras comerciales radica en la identidad que confieren al vino. Mientras que la mayoría de las bodegas fermentan cepas similares genéricas, lo que inevitablemente conduce a una cierta similitud en los perfiles aromáticos y gustativos, las levaduras nativas aportan características sensoriales distintivas y particulares a cada vino. Son ellas las que permiten que un vino de una región se diferencia de otro, no solo por el clima o el suelo, sino también por su microbiología”, explica German.

“Existe un riesgo cuando fermentamos de manera espontánea con levaduras nativas ya conocidas por los bodegueros, por ello muchas veces para lograr seguridad los enólogos optan por la siembra de levaduras” alerta Germán y agrega: “lo novedoso es que ahora los productores tienen la posibilidad de sembrar con sus propias levaduras seleccionadas, obteniendo seguridad fermentativa por inocular una buena  cantidad de levaduras .pero también logrando un perfil sensorial único ya que la levadura que fermentó es una levadura única de ese terroir”.

El laboratorio móvil, núcleo de esta investigación de campo, aplicará un protocolo para el muestreo y selección de levaduras nativas directamente en cada bodega participante. De esta manera, los productores podrán descubrir y utilizar cepas propias de alto desempeño, adaptadas a su entorno y a su estilo de vinificación, logrando un carácter único del vino.

Un equipo de microbiólogos tomará muestras de las uvas, del suelo, de las instalaciones y del ambiente de la bodega para construir un perfil microbiológico completo del terroir. En el laboratorio, se aplicarán protocolos de caracterización y selección, sometiendo la cepa a condiciones de estrés propios de la fermentación y evaluación de capacidades fermentativas de la levadura nativa seleccionada.

Posteriormente, se realizarán microvinificaciones para evaluar el comportamiento fermentativo de las cepas nativas en bodega, su resistencia al alcohol, su perfil de producción de aromas y su impacto sensorial general. Las cepas con mayor potencial enológico serán seleccionadas y criopreservadas, creando un valioso banco de levaduras para la bodega.

“Este enfoque ofrece una serie de ventajas competitivas para las bodegas. En primer lugar, les permite diferenciarse de la competencia, ofreciendo vinos con una identidad única e irrepetible. En segundo lugar, les brinda un mayor control sobre el proceso de fermentación, ya que la levadura nativa se siembra igual que las levaduras comerciales. Y en tercer lugar, les permite agregar valor a sus vinos, al poder comunicar al consumidor la historia detrás de su terroir, una historia que ahora incluye a sus propios microorganismos”, agrega German.

La participación en este estudio representa una oportunidad para que las bodegas no sólo accedan a tecnología de punta, sino que también se conviertan en colaboradoras activas de una investigación que busca profundizar el conocimiento del terroir argentino. Es una invitación a ser pioneros en la exploración de nuevas fronteras sensoriales y en la creación de vinos que expresen, con una fidelidad sin precedentes, la identidad de su origen.

El proyecto invita a las bodegas a sumarse como centros de investigación asociados y explorar el universo de sus levaduras nativas y contribuir a este mapeo nacional del microbioma vitivinícola. Esta colaboración no solo ofrece la posibilidad de desarrollar vinos con una personalidad única, sino que también representa una oportunidad para fortalecer la marca a través de la innovación y el conocimiento científico.

 

El futuro del vino, y su más profunda expresión, reside en el estudio de sus raíces microbiológicas.

 

Primicias Rurales

Fuente: Ciencia del Vino

Un mensaje de esperanza y futuro para la producción ovina en Argentina

Un mensaje de esperanza y futuro para la producción ovina en Argentina

En las vastas llanuras de Argentina, donde el viento recorre las estepas patagónicas y el sol acaricia las tierras de pastoreo, la cría de ovejas no es sólo una actividad productiva: es una tradición ancestral que une al país con su historia.
Recordemos que las primeras reses enfriadas y congeladas que se exportaron fueron de ovinos ( El hito histórico se produjo en 1882, cuando el barco frigorífico «Dunedin» zarpó de Nueva Zelanda con un cargamento de 4.300 toneladas de carne de ovino congelada con destino a Londres, Reino Unido).
La actividad, al mismo tiempo, abre puertas a un futuro lleno de posibilidades. La oveja, ese noble animal, no sólo es símbolo de sacrificio y trabajo, sino también de adaptabilidad y prosperidad en terrenos difíciles.

Buenos Aires, lunes 8 de diciembre (PR/25) — Por Ing. Agr. Pedro Lobos — En el contexto actual de la producción ganadera argentina, los ovinos se destacan por su rusticidad y resistencia, características que les permiten prosperar en zonas que otros animales no podrían habitar.

En regiones áridas y con recursos hídricos limitados, las ovejas encuentran una ventaja comparativa clave: su capacidad de sobrevivir con bajos niveles de agua. A diferencia de otras especies que requieren grandes cantidades de agua para mantenerse saludables y productivas, las ovejas pueden tolerar condiciones extremas, alimentándose de pastos más escasos y resistiendo las altas temperaturas sin comprometer su salud.

Esta capacidad de adaptación hace que la cría de ovinos sea una actividad viable y rentable en las zonas más desfavorecidas de Argentina, donde otras formas de ganadería podrían no ser posibles.

Pero las ventajas de la cría de ovejas no se limitan solo a su resistencia al clima. Uno de los factores que más destaca es su prolífica capacidad reproductiva. Las ovejas tienen una tasa de reproducción notablemente alta en comparación con otros animales de pastoreo , lo que las convierte en una opción sumamente eficiente para la producción de carne y lana .

  En un entorno económico que exige altos rendimientos con menos recursos, la prolificidad de las ovejas se convierte en un pilar esencial para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento del sector. Las razas adaptadas a Argentina han demostrado que, con los cuidados adecuados, es posible obtener dos o incluso tres corderos por parto, lo que incrementa la cantidad de animales por unidad de superficie, generando un impacto directo en la rentabilidad de la actividad. En la raza Hampshire Down generalmente alto debido al buen instinto maternal. En rebaños bien manejados se han reportado porcentajes de destete del 124.6% de corderos por año por oveja

A nivel de producción, las ovejas no solo ofrecen carne de excelente calidad y lana de primer nivel, sino que también juegan un papel fundamental en la diversificación de la oferta agrícola de Argentina. Mientras la carne ovina sigue siendo un producto de nicho en el mercado interno, los productores han comenzado a ver un auge en las exportaciones de lana, que posicionan a Argentina como un jugador competitivo en el mercado global.

Esta expansión de mercados y el aumento en la calidad del producto han dado lugar a una nueva visión de futuro: uno en el que la ganadería ovina es más relevante que nunca, en parte gracias a las características naturales que hacen a los ovinos ideales para las condiciones del país.

La cría de ovinos enfrenta, por supuesto, desafíos. El clima impredecible, las fluctuaciones en los precios de los insumos y los problemas de seguridad en el campo siguen siendo obstáculos. Sin embargo, como el «Buen Pastor» que guía y protege a su rebaño, los productores argentinos siguen adelante con firmeza, conscientes de que los beneficios de la actividad ovina están más allá de las dificultades cotidianas.

Las ovejas, adaptadas a las condiciones más extremas, son un símbolo de resiliencia y perseverancia, una cualidad que se refleja en cada productor que, con esfuerzo y dedicación, mantiene viva la tradición ovina en Argentina.

Hoy, el stock de ovejas en Argentina supera los 14 millones de cabezas, y cada una de ellas representa una oportunidad, una posibilidad de crecimiento y de conexión con la tierra.

Con cada cordero que nace, con cada hilo de lana que se recolecta, los productores argentinos nos muestran que la actividad ovina es mucho más que una forma de vida: es un camino hacia el futuro, marcado por la esperanza, la superación y el progreso.

Al igual que en la metáfora bíblica, en la que el rebaño sigue al pastor con confianza y fe, el sector ovino argentino continúa su camino con la certeza de que, a través de la mejora constante, la adaptación y la innovación, el futuro está lleno de promesas.

La rusticidad, la prolificidad y la capacidad de adaptación de las ovejas a los distintos climas y paisajes argentinos se erigen como las bases de un futuro próspero para la producción ovina.

Como decía el Salmo: «El Señor es mi pastor; nada me faltará». Esta verdad, tan profundamente arraigada en la tradición cristiana, resuena hoy en el corazón de cada productor y en cada rincón de Argentina, guiándonos hacia un futuro de esperanza, abundancia y prosperidad.

En la cría de ovejas, no sólo se refleja el pasado de nuestra nación, sino también la promesa de un futuro lleno de crecimiento, de redención y de abundancia.

Con dedicación, trabajo y visión, la cría de ovinos no sólo sigue siendo un pilar en la agricultura argentina, sino que, como los rebaños que se multiplican, su potencial para seguir creciendo es inmenso.

Con fe en sus ventajas comparativas y en el compromiso de sus productores, la ganadería ovina en Argentina sigue avanzando hacia nuevos horizontes, con el viento a favor de la esperanza.

Primicias Rurales

Fuente: IA / Ing. Agr. Pedro A. Lobos

Sorteo del Mundial 2026: Argentina compartirá el Grupo J con Argelia, Austria y Jordania

Sorteo del Mundial 2026: Argentina compartirá el Grupo J con Argelia, Austria y Jordania

En el Kennedy Center de Washington se conoció el camino que afrontarán los 48 equipos que disputarán la Copa del Mundo a jugarse en EEUU, México y Canadá
Washington, viernes 5 diciembre (PR/25) — La Selección Argentina integrará el grupo J y compartirá ubicación con la selección de Austria, Argelia y Jordania. Los partidos se jugarán en Kansas City, Dallas o San Francisco.
La Argentina se enfrentará con Argelia en su primera presentación y en la última tendrá como rival a Jordania.

El momento especial que protagonizó Lionel Scaloni en el sorteo del Mundial 2026: “Vamos a intentar seguir compitiendo”

El entrenador campeón del mundo con Argentina en Qatar 2022 ingresó el trofeo más preciado al evento que se realizó en el Kennedy Center de Washington DC
El sorteo del Mundial 2026 en Estados Unidos tuvo un momento de especial simbolismo cuando Lionel Scaloni, actual entrenador campeón del mundo con Argentina, ingresó al escenario portando la Copa del Mundo. Este gesto repitió la tradición instaurada en el sorteo de Qatar 2022 con Didier Deschamps, entrenador de Francia, quien venía de obtener el trofeo en Rusia 2018.

Luego de depositar el trofeo, el entrenador rememoró la final contra Francia en el Lusail Stadium.

“La recuerdo como una final inolvidable, donde pasaron un montón de cosas y nuestro equipo, a pesar de las dificultades, siguió creyendo y en ningún momento pensamos que podía terminar mal. Es lo que intentaremos en la nueva Copa del Mundo: seguir compitiendo y no dar nunca nada por perdido. Eso es lo que espera nuestra gente de nosotros y es lo que vamos a intentar”, fue el breve diálogo que tuvo con la conductora Heidi Klum.

 El detalle que no pasó desapercibido fueron los guantes blancos que lució el entrenador de 47 años.

El entrenador viajó junto a Pablo AimarMatías Manna y los preparadores físicos Luis Martín y Juan Tamone, mientras que Roberto Ayala ya se encontraba en Nueva York tras participar en un evento de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Lionel Scaloni ingresó el trofeoLionel Scaloni ingresó el trofeo de la Copa del Mundo al evento (Foto: Reuters/Mandel Ngan)

Por otro lado, el presidente de la AFAClaudio Tapia, expresó su deseo de que Scaloni continúe al frente del equipo hasta 2030, aunque el futuro del entrenador más allá del Mundial aún no está definido.

Primicias Rurales

Fuente: NA / IA

Europa reactiva la minería en plena Transición Verde y desata controversia

Europa reactiva la minería en plena Transición Verde y desata controversia

Por Sandra M.G.

Un documental realizado recientemente pone en duda que la minería de Europa pueda ser sostenible y da ejemplos claros de como esta actividad ha afectado a pueblos enteros, desde España hasta Suecia, provocando graves problemas de contaminación.
Cómo preparar tu balcón para una juntada con amigos este verano

Cómo preparar tu balcón para una juntada con amigos este verano

Llega la temporada de encuentros, picadas y risas al aire libre. Si tenés un balcón, tenés un plan. Te contamos cómo armar un espacio cómodo, lindo y funcional para disfrutar con amigos sin morir en el intento (ni en el calor).
Buenos Aires, 4 de diciembre (PR/25) .-.El verano pide aire libre. Y si tenés balcón -sea chico, mediano o apenas un rinconcito con sol- tenés un planazo. Es cuestión de ajustar luz, sombra, asientos y un par de toques verdes para que ese espacio se convierta en tu “terraza” oficial de juntadas.

Te dejamos 10 ideas fáciles para preparar tu balcón y recibir a tus amigos como se merecen.

10 ideas para preparar tu balcón y disfrutarlo en verano

1. Hacé una puesta a punto general

Antes de pensar en decoración, arrancá por lo básico: barré, limpiá barandas, sacá polvo de las macetas, liberá el desagüe, reorganizá lo que no sirve y mové plantas que estorben. El balcón cambia muchísimo cuando se despeja.

 

2. Creá sombra (porque el verano no perdona)

Si tu balcón da al norte o al oeste, el sol puede ser molesto en una juntada. Una media sombra liviana, una tela atada con ganchos, una sombrilla chica o incluso una sábana de lino que tamice la luz puede salvarlo todo.

Además, da esa estética “terraza mediterránea” que suma muchísimo.

3. Usá plantas estratégicamente

Nada transforma más un balcón que un par de plantas bien elegidas. Para que funcionen en clima de verano, buscá especies resistentes al calor: lavanda, romero, suculentas grandes, helechos de exterior, jazmín polyanthum o potus colgantes.

Si querés un golpe visual, una costilla de Adán o una strelitzia en maceta grande generan sombra, frescura y un efecto tropical sin esfuerzo.

4. Sumá luces cálidas para la “hora mágica”

Si querés que tu reunión tenga onda, las luces hacen el 80% del trabajo. Guirnaldas cálidas, velas en frascos, faroles de ratán o luminarias solares.

Ayudan a suavizar el espacio, inflan la atmósfera y convierten un balcón común en un mini living exterior. Y lo mejor: no requieren instalación.

5. Asientos cómodos, aunque sean simples

No hace falta un juego de living. Podés armar algo re cómodo con almohadones XL, banquitos plegables, un banco apoyado contra la pared o incluso cajones tapados con mantas.

El secreto está en que nadie quede “colgado” sin lugar donde sentarse: que haya opciones flexibles que puedas mover según la cantidad de gente.

6. Una mini barra o estación de bebidas

No necesitás una mesa enorme: con una bandeja sobre una maceta grande, una tabla apoyada entre dos sillas, o un carrito viejo reciclado alcanza.

El objetivo es tener un espacio fijo donde apoyar vasos, hielo, botellas y una picada. Evita el caos y te da ese toque de “mini bar casero” que siempre funciona.

7. Textiles frescos que invitan a quedarse

Los textiles cambian la temperatura visual del balcón: almohadones claros, mantas livianas, fundas de lino o algodón. Además de verse bien, ayudan a que las sillas de metal no quemen y a que el piso esté más amable si hay gente sentada abajo. Funciona siempre.

8. Aromas naturales y anti mosquitos

Verano + balcón = mosquitos asegurados. Para evitarlo sin perder estilo, usá velas de citronela, espirales en soporte lindo, inciensos o plantas como albahaca, romero, menta y lavanda. (Te dejamos una nota con soluciones naturales para decile adiós a los mosquitos: click acá).

Perfuman, ordenan el ambiente y mantienen a raya a los bichos. Dos pájaros de un tiro.

9. Música ambiente (no boliche)

Un parlante Bluetooth chico alcanza. Lo ideal: playlist suave, con mucho verano, bossa, indie o clásicos relajados. Lo suficientemente agradable como para acompañar, pero respetando al vecino que trabaja temprano. La clave es clima, no volumen.

10. Un detalle personal que marque la diferencia

Puede ser un ramo de flores en jarrón, una mesa pintada por vos, una guirnalda de hojas secas, un mantel lindo o un centro de mesa improvisado. Son detalles mínimos que cuentan tu estilo y hacen que el balcón se sienta más hogar y menos “espacio de paso”.

 

El gesto religioso de plantar un olivo

El gesto religioso de plantar un olivo

 En la Biblia, plantar un árbol es una orden en el Deuteronomio y el olivo se utiliza como metáfora de la conexión entre Dios y su pueblo. Se considera un árbol sagrado en muchas culturas debido a su longevidad, que puede superar los mil años, simbolizando la sabiduría y la inmortalidad.

Buenos Aires, jueves 4 diciembre (PR/25) — En un multitudinario encuentro ecuménico en la Plaza de los Mártires, el Papa León XIV llamó a profundizar el diálogo entre religiones como camino hacia la paz. Como gesto tradicional que reafirmó el sentido sus palabras, luego, plantó un olivo junto a líderes cristianos y musulmanes, símbolo compartido por las tres grandes tradiciones monoteístas.

Así con el olivo, diálogo, reconciliación y esperanza marcaron la jornada del Papa León XIV en Beirut,.El pontífice subrayó que el diálogo teológico entre credos es “la llave para abrir la puerta a la paz”.

Tras reunirse con sacerdotes y religiosos, el Papa León XIV se dirigió a la Plaza de los Mártires, en el centro de Beirut, donde encabezó un encuentro ecuménico con la participación del Patriarca siro-católico, el Patriarca maronita, el Gran Imán suní y el Representante chiita.

La presencia conjunta de las principales autoridades religiosas del país marcó un gesto inédito y lleno de simbolismo en un contexto regional atravesado por tensiones.

En su mensaje, León XIV retomó una idea expresada por su predecesor Benedicto XIV durante su visita al Líbano:

“En Oriente Medio, este diálogo se funda en los lazos espirituales e históricos que unen a cristianos, judíos y musulmanes. No se basa en consideraciones pragmáticas, sino en fundamentos teológicos que interpelan la fe.”

El Papa insistió en que el fortalecimiento del diálogo interreligioso es “la llave que puede abrir la puerta a la paz”, especialmente en un contexto donde los conflictos se intensifican y los puentes parecen desmoronarse.

“En medio de las luchas, podemos encontrar esperanza cuando nos centramos en lo que nos une: nuestra humanidad común y nuestra creencia en un Dios de amor y misericordia”, afirmó.

Un olivo como signo de reconciliación

Así como gesto central del acto, el pontífice y los líderes religiosos plantaron y regaron un olivo, símbolo bíblico presente en el cristianismo, el judaísmo y el islam.

“El olivo no sólo adorna este espacio donde nos reunimos hoy, sino que es venerado en nuestros textos sagrados como símbolo atemporal de reconciliación y paz.”

El gesto evocó también el episodio del Génesis, cuando la paloma regresó al arca con una rama de olivo, anunciando el fin del diluvio y el renacer de la humanidad.

 En la Biblia, plantar un árbol es una orden en el Deuteronomio y el olivo se utiliza como metáfora de la conexión entre Dios y su pueblo. Se considera un árbol sagrado en muchas culturas debido a su longevidad, que puede superar los mil años, simbolizando la sabiduría y la inmortalidad.

Para recordar: Dos plantas de olivo argentinas acompañaron el viaje del Papa Francisco a Tierra Santa

El Papa Francisco plantó varios olivos en distintos puntos del orbe,  en Roma con Messi en Scholas Ocurrentes para sacar chicos de la droga con el fútbol.

En Israel también, con otros credos, en varios lugares.

En Argentina, la Familia de Schoenstatt del Santuario de la Madre y Reina de Paso Mayor y la comunidad de Cabildo vivió con alegría un hecho singular en 2014: dos plantas de olivo argentinas formaron parte del viaje del Papa Francisco a Tierra Santa, previsto para mayo de ese año, en el marco de los 50 años del histórico recorrido que Pablo VI realizó en 1964, cuando plantó un olivo en el Huerto de Getsemaní como símbolo de paz.

El proyecto surgió de la iniciativa “Adoptiamo gli ulivi di Getsemaní”, impulsada por COPAGRI Toscana y vinculada al programa “Coltiviamo la Pace” del Arzobispado de Florencia, que promueve el diálogo interreligioso a través del cuidado agrícola de los olivos milenarios de Tierra Santa.

Con la colaboración del olivicultor argentino Víctor Tomaselli, se reprodujo un ejemplar del histórico olivar de Cabildo, que dio origen a las dos plantas bendecidas en Bahía Blanca y destinadas a:

  • el Huerto de Getsemaní, en Jerusalén,

  • y la Villa Pontificia de Castel Gandolfo, en Italia.

  • El papa Francisco viajó a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo de 2014. Este viaje incluyó visitas a Jordania, Israel y los territorios palestinos (Belén). 

El gesto recuperó la tradición iniciada por Pablo VI y renovó el mensaje de paz que la Iglesia busca llevar al mundo a través de un símbolo universal, milenario y profundamente arraigado en la historia humana.

El entonces Jorge Bergoglio también plantó un olivo en la Plaza de Mayo el 29 de marzo de 2000, como símbolo de paz y solidaridad entre los pueblos.

Este acto se llevó a cabo junto con representantes de distintas religiones y comunidades educativas. El olivo, conocido como «Olivo de la Paz», sigue siendo un símbolo importante en la plaza y ha sido objeto de diversas ceremonias y eventos.

«Lo que resalto, es que el 29 de marzo de 2000, fue Bendecida por San Juan Pablo II la Imagen de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás que llevó monseñor Roque Puyelli en barco a Génova. Iba acompañado por un contingente de integrantes de los grupos de oración que dirigía el sacerdote. Un miembro de la Prefectura Naval Argentina hizo de escolta en todo el trayecto, fluvial y marítimo. Rl Santo Padre bendijo en el día que el entonces monseñor Jorge Mario Bergoglio plantó la primera planta de olivos» , indicó Norma Pizzoli quien inspiró este artículo con tenacidad.

Primicias Rurales

Por Matilde Fierro

Investigación: Norma Pizzoli / IA