Para Buzzi, el presidente Milei “está extorsionando a los productores”

Para Buzzi, el presidente Milei “está extorsionando a los productores”

“Este Gobierno es mentiroso y psiquiátrico. Es un Gobierno anti productivista, mentiroso y manipulador”, manifestó en diálogo con Radio Splendid, a la vez que añadió: “El Presidente de la Nación está extorsionando a los productores y fue una mentira que iban a bajar las retenciones”, señaló a la agencia NA.

Buzzi expresó, además: “Lo que están haciendo ahora es una fantochada, lo hacen para tratar de que no le explote la economía antes de las elecciones. No le tengo confianza, ojalá me equivoque y avísenle al campo que tiene que exportar”.

“Este grupo económico de timberos lo que necesitan es juntar para los primeros días de junio 400 millones de dólares”, aseveró, tras lo cual dijo: “Cedieron de manera vergonzante a todos los condicionamientos del FMI”.

El ex presidente de la Federación Agraria indicó luego: “Al Gobierno de Milei le importa un carajo la producción y los productores. Están haciendo desaparecer a los pocos productores que quedan y la mayoría de los productores están condicionados”.

“Lo veo al presidente de la Sociedad Rural (Nicolás Pino) más como vocero del Presiente que como representante de los productores”, señaló Buzzi a la agencia Noticias Argentinas.

Primicias Rurales

Fuente: TodoAgro.com.ar

Fin del cepo: cómo cambia el tablero para las empresas

Fin del cepo: cómo cambia el tablero para las empresas

Con la implementación de la tercera fase del programa económico anunciado por el Gobierno, se plantea un nuevo escenario. Especialistas de BDO en Argentina, analizan los impactos clave desde distintas aristas.

 

 

Buenos Aires, martes 15 abril (PR/25) — El Gobierno presentó los lineamientos de la tercera fase de su programa económico, marcando un punto de inflexión para los negocios. Expertos de BDO en Argentina analizan las implicancias de esta medida desde una mirada integral: económica, tributaria, legal, financiera y de negocios.

La lupa sobre el Riesgo País

Desde la firma, Pedro Pena, Magíster en Economía y Magíster en Banking y Finanzas, señala, “Eliminar restricciones que dificultan la actividad económica abre paso a un escenario más favorable para la inversión y el desarrollo. El respaldo del FMI y el inminente desembolso de fondos internacionales refuerzan aún más la importancia del anuncio. A esto se suma la visita del secretario del Tesoro de EE.UU., lo que aporta más señales de confianza externa”.

En concreto, Pena analiza que este nuevo escenario permite prever un Gobierno con mayor margen para afrontar vencimientos de deuda y una posible reapertura del acceso al financiamiento internacional: “Esto podría traducirse en una caída del riesgo país, hoy cercano a los 900 puntos básicos. Si ese indicador baja hacia los 600, como estimamos, los activos argentinos y las oportunidades de inversión local se vuelven mucho más atractivos. Además, la existencia de múltiples tipos de cambio complicaba cualquier análisis económico serio. Nuestros clientes internacionales, especialmente, manifestaban su frustración ante la imposibilidad de proyectar dividendos o rentabilidades con precisión. El cepo no solo era una traba financiera, era un desincentivo directo a la inversión. La incertidumbre respecto al tipo de cambio futuro elevaba las tasas de descuento y, con ello, erosionaba el atractivo de cualquier proyecto. Hoy, al menos parte de esa incertidumbre comienza a despejarse”.

La voz de la justicia

Desde el área de Legales amplían sobre los comentarios de Pena, “Resulta otra señal positiva del Gobierno Nacional a los inversores quienes están viendo estas decisiones como muy alentadoras a futuro. Esta señal se suma a otras que se dieron con el inicio del Gobierno: promulgación de la Ley Bases que trajo nuevas modalidades de contratación que no constituyen relación de dependencia, la reducción del gasto público, el superávit fiscal y comercial, la modernización del Estado y la eliminación del Impuesto País”, expone Edgardo Ponsetti, Socio de Legales de BDO en Argentina, y proyecta, “Es muy probable que los empresarios del exterior empiecen a analizar y planificar los vehículos societarios para invertir en nuestro país, sumado que, a corto plazo, los rendimientos que obtengan dichas inversiones en Argentina podrán ser repatriados a su lugar de origen o destinados a otros emprendimientos”.

De todas formas, el vocero del área de Legales, advierte que, “sin perjuicio de ello, para que ese análisis y planificación se concrete, serán fundamental el resultado de las elecciones parlamentarias de octubre, en las cuales -de obtener una mayoría el Gobierno- se podrá pasar a la etapa que esperan todos los empresarios: la reforma tributaria y laboral para reducir costos y que nos permitirán hacernos competitivos en mercados internacionales”.

El compromiso con la Reforma Tributaria

Luego del nuevo acuerdo del FMI con la República Argentina que contempla una flexibilización del cepo al dólar, un desembolso inicial de USD 12.000 millones y el compromiso de las autoridades locales de consolidar el equilibrio de las cuentas pública, el Poder Ejecutivo ratificó nuevamente el compromiso de adoptar en el mediano plazo nuevas medidas para abordar los múltiples desafíos estructurales de Argentina, mediante reformas de mercado y esfuerzos de desregulación, los cuales complementarían una reforma integral del sistema tributario y mejoras en los marcos de gobernanza.

Alejandra Sarni, Socia de Impuestos, expone: “A mediano plazo, serán necesarias reformas fiscales estructurales para respaldar el ancla fiscal y las mejoras asociadas en el superávit primario”. La tributarista describe “Así, el Organismo Internacional, cuya convicción es que se requerirán reformas más profundas en materia de ingresos y gastos:

  • Reformas en la política tributaria y la administración fiscal: Dado que las tasas impositivas legales ya son elevadas, los esfuerzos deberán enfocarse en mejorar la eficiencia, la progresividad y el cumplimiento dentro del sistema tributario. Actualmente se está trabajando en una ambiciosa reforma tributaria que elimine gradualmente los impuestos más distorsivos, reduzca los gastos tributarios ineficientes (otorgados a ciertos grupos y regiones), y simplifique significativamente el sistema tributario. El proyecto deberá ser presentado no más allá de diciembre de 2025 y se espera que esté operativa, previa aprobación del Congreso, a principios del año 2026.
  • Reducir en un 90% la cantidad de impuestos nacionales: Una meta ambiciosa pero alcanzable, considerando que el 10% de los tributos existentes generan el 90% de la recaudación. Esto no solo simplificará el sistema, sino que permitiría enfocar los recursos administrativos en la fiscalización de tributos de alto impacto recaudatorio, mejorando así la gestión fiscal general de la Administración Fiscal”.

Qué sucede con las Importaciones

Ángel Brizuela, Socio de Industria Financiera y de Seguros de BDO en Argentina, resume los principales cambios respecto a las importaciones:

  • Las importaciones de bienes podrán pagarse a través del Mercado Libre de Cambio (MLC) a partir del registro de ingreso aduanero (previamente era 30 días).
  • Las importaciones de bienes por parte de empresas Mipymes podrán pagarse a través del MLC a partir del despacho del puerto de origen (previamente era 30 días a partir del registro de ingreso aduanero).
  • Las importaciones de servicios podrán pagarse a través del MLC a partir del momento de prestación del servicio (previamente era 30 días).
  • Las importaciones de bienes de capital podrán pagarse a través del MLC con un 30% de anticipo, 50% a partir del despacho del puerto de origen y 20% a partir del registro de ingreso aduanero (previamente era un 20% de anticipo y solamente para Mipymes).
  • Las importaciones de servicios entre empresas vinculadas podrán pagarse a través del MLC a partir de que se cumplan 90 días de la fecha de prestación del servicio (previamente era 180 días).

En conclusión, si bien los anuncios continúan siendo analizados en detalle por empresarios y expertos, la mayoría coincide en que el acceso al mercado de cambios representa una medida positiva para potenciar la economía del país.

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Resumen – Fase 3 del Programa Económico (BCRA)

1. Régimen cambiario: bandas móviles

  • El dólar operará entre $1.000 y $1.400, con una actualización mensual de ±1%.
  • Dentro de la banda, el tipo de cambio flotará libremente.
  • Si el dólar toca el piso ($1.000), el BCRA compra dólares (remonetización).
  • Si toca el techo ($1.400), el BCRA vende dólares (absorción de pesos).
  • Se elimina el dólar blend (80/20) y el cepo cambiario a personas humanas.

2. Fin del cepo

  • Personas humanas: sin tope de USD 200, sin restricciones por subsidios, empleo público ni asistencias previas. Se elimina el impuesto a la compra de divisas, salvo turismo y tarjeta.
  • Personas jurídicas:
  • Pueden pagar dividendos al exterior desde balances iniciados en 2025.
  • Se podrán pagar nuevas importaciones con mayor flexibilidad (menos plazos).
  • Se diseñan nuevos Bonos BOPREAL para regularizar deudas previas a 2025.

3. Acuerdo con el FMI y reservas

  • Acuerdo EFF con el FMI por USD 20.000 millones, de los cuales USD 15.000 millones son de libre disponibilidad.
  • Refuerzo adicional de USD 3.500 millones de otros organismos.
  • Se espera un incremento de USD 20.600 millones en reservas líquidas en 2025.
  • Renovación del swap con China por USD 5.000 millones.

4. Política monetaria más estricta

  • Cero emisión para financiar al Tesoro o remunerar pasivos del BCRA.
  • Se establece una meta monetaria basada en el M2 transaccional privado, con programación trimestral.
  • Fuerte sesgo restrictivo inicial:
  • Objetivos de dinero por debajo del escenario base.
  • Cambios en encajes que absorben liquidez.
  • Menor disponibilidad de fondeo bancario en relación con el crédito.

5.⁠ ⁠Otras medidas complementarias

  • Se elimina el parking mínimo para operaciones con valores negociables (personas humanas).
  • Se espera mayor desarrollo de mercados financieros (tipo de cambio y materias primas).

 

Acerca de BDO en Argentina

Becher y Asociados S.R.L., es una sociedad argentina de responsabilidad limitada, miembro de BDO (abreviatura de Binder Dijker Otte & Co) International Limited. BDO en Argentina con 50 años de trayectoria, es una de las principales firmas del país en servicios de Auditoría, Consultoría, Impuestos, Outsourcing & Payroll.

Primicias Rurales

Fuente: BDO

Dos miradas sobre el acuerdo con el FMI

Dos miradas sobre el acuerdo con el FMI

Certezas en la macro, interrogantes en las reformas – Osvaldo Giordano

Buenos Aires, lunes 14 abril (PR/25) — La situación cambiaria se había tornado insostenible. La caída de las reservas del Banco Central es el muy ilustrativo termómetro de que no se podía mantener esta dinámica por mucho más tiempo. A lo largo del año, se observó una reducción constante en el nivel de reservas, un proceso que se aceleró en los últimos días¹. Estos movimientos se explican, en parte, por la continuidad en el pago de deuda externa sin posibilidades de acceder al crédito², pero los tiempos se aceleraron a partir del 13 de marzo en que el Banco Central se convirtió en un vendedor neto significativo de divisas. A este fenómeno lo alimentaron factores internos, pero también un contexto internacional mucho más desfavorable.

Ante este panorama, resultaba preferible tomar medidas inmediatas en lugar de intentar esperar a que transcurrieran las elecciones de octubre, como seguramente contemplaba la idea original del gobierno en función de priorizar su fortalecimiento político. En otras palabras, aunque el Plan A del gobierno probablemente consistía en levantar las restricciones cambiarias (el “cepo”) después de los comicios de octubre, las circunstancias imperantes precipitaron los acontecimientos, obligando a iniciar una nueva etapa antes de lo que se había previsto inicialmente.

Es probable que el plan logre su objetivo de tranquilizar los mercados cambiarios y monetarios. Gracias a los fondos recibidos del FMI y otras fuentes de financiamiento, el Banco Central cuenta con herramientas para estabilizar el valor del dólar. En particular, puede defender el techo de la banda cambiaria vendiendo dólares si hubiese demanda. Si bien lo deseable es que no sea necesario utilizar estos recursos, lo fundamental radica en que el mercado perciba y asuma que la autoridad monetaria posee la fortaleza suficiente para defender la banda cambiaria si la situación lo requiriese.

Una manera de dimensionar la capacidad del Banco Central para defender una determinada política cambiaria es comparar sus pasivos (dinero en poder del público) con los activos en dólares (reservas). Esto se suele denominar “tipo de cambio de convertibilidad”. Tal como se ilustra en el Gráfico 1, antes de los recientes anuncios, el tipo de cambio de convertibilidad había alcanzado un valor superior a los $1.400. Esta situación implicaba una gran dificultad para continuar defendiendo el tipo de cambio oficial fijado por debajo de los $1.100. Con el aumento de las reservas del Banco Central (por el uso de los fondos provenientes del FMI y otros organismos para canjear bonos del Tesoro en poder de la propia entidad) el tipo de cambio de convertibilidad baja a poco más de $900. Es decir, los márgenes de acción del Banco Central se ampliaron considerablemente.

Gráfico 1. Balance BCRA: Relación de Cobertura (BM+LEFI o Pasivos Remunerados en $/ Reservas) y Tipo de Cambio Oficial

Fuente: Ministerio de Economía de la Nación.

Uno de los aspectos negativos derivados de las medidas anunciadas es que habrá que soportar un incremento adicional en la inflación. Precisamente, esto es lo que incentivaba diferir la modificación en el régimen cambiario hasta después de las elecciones de octubre. La principal consecuencia de haber tomado las decisiones ahora es que se aletargará la recuperación que venían experimentando las remuneraciones (salarios y jubilaciones) y el nivel de actividad económica. De todas formas, el impacto, en un contexto de equilibrio fiscal, podría ser acotado y por única vez. Por lo tanto, no debería representar un desvío significativo respecto al proceso de desinflación y recuperación de la producción y de los ingresos que se ha venido observando desde mediados del año pasado. Si esto se cumple los perjuicios que podría recibir el oficialismo en las elecciones de octubre también podrían ser acotados.

En cuanto al tipo de cambio real (es decir, corregido por inflación) su evolución futura dependerá de la ubicación del tipo de cambio nominal dentro de la nueva banda. Según se sugiere en el Gráfico 2, si el dólar se estabiliza cerca del techo de dicha banda, es probable que el tipo de cambio real experimente una mejora en comparación con los niveles de la semana pasada. Por el contrario, si la tendencia lleva al dólar hacia el piso de la banda, podría producirse un deterioro del tipo de cambio real.

Realizando una comparación con el tipo de cambio real promedio vigente durante la Convertibilidad, los escenarios posibles indican que, si se alcanza el máximo de la banda, el tipo de cambio real podría situarse aproximadamente un 33% por encima del nivel de aquel período; mientras que, si se ubica en el mínimo, podría estar un 5% por debajo del nivel de la Convertibilidad.

Gráfico 2. Índice de tipo de cambio real multilateral

Fuente: IERAL en base a BCRA e INDEC.

Lo que queda claro es que, en ningún caso, cabe esperar un salto significativo en la “competitividad cambiaria”, similar a los ocurridos en el pasado como, por ejemplo, en diciembre de 2023. En la comparación histórica, el tipo de cambio resultante seguirá siendo relativamente bajo. Por lo tanto, el dato más relevante de los anuncios es precisamente que no implican una mejora sustancial en la “competitividad cambiaria”. Esto significa que, para la producción nacional, será un alivio cambiario acotado. En consecuencia, los problemas actuales de competitividad no solo persistirán, sino que seguramente se agudizarán en los próximos meses.

Por eso, el punto más importante a evaluar no reside tanto en el anuncio de la banda cambiaria, sino en la disposición del gobierno para darle más agilidad e integralidad al proceso de reformas estructurales, de manera que permitan generar un entorno más favorable para la producción. En este aspecto crucial, ni los anuncios del gobierno ni el contenido del Acuerdo con el FMI contienen definiciones contundentes (ver Tabla 1).

Hay que tener en cuenta que, por su especialidad, el FMI tiende a priorizar medidas de corto plazo por sobre las cuestiones estructurales. Por lo tanto, el hecho de que en el Acuerdo no se contemplen acciones más audaces en materia de reformas no implica que no esté en el ánimo del gobierno hacerlas. No obstante, sigue siendo un motivo de preocupación que estas reformas no hayan ocupado un lugar destacado dentro de los anuncios, ni del presidente ni de los funcionarios. En términos de enunciados generales el acuerdo identifica las reformas estructurales que necesita la Argentina, pero en el capítulo de hitos, que son los compromisos concretos, explícitos y con plazos, la enumeración es mucho más modesta.

Por ejemplo, en el Acuerdo el gobierno se compromete a enviar al Congreso un proyecto de reforma previsional recién para diciembre del 2026. La mención a la reforma laboral e impuestos provinciales distorsivos es aún más ambigua. Más significativo es que contempla una reforma tributaria (centrada en reducir gradualmente el impuesto al cheque y derechos de exportación) recién para finales de este año. Y en materia fiscal se hace mención a la necesidad de reformar el sistema de Coparticipación de ingresos dentro de las Reformas Fiscales Estructurales, pero no se consigna luego como un hito (con plazos y compromisos concretos).

Tabla 1. Compromisos y plazos en materia de reformas estructurales

Fuente: IERAL en base a IMF Country Report No. 25/95

Esto implica que la producción nacional tendrá que desenvolverse con un tipo de cambio no muy superior al vigente en la convertibilidad, pero en un entorno mucho más desfavorable que en aquella época. Por ejemplo, soportar una presión tributaria significativamente más alta (ver Tabla 2). El impuesto al cheque y retenciones en los `90 no existían y el Impuesto sobre los Ingresos Brutos y tasas municipales en los ´90 tenían niveles muchos más bajos que en la actualidad. Tampoco se había creado el SIRCREB y los otros regímenes de pago adelantado que operan en la actualidad.

Tabla 2. Presión tributaria

(en % del PBI)

El desafío de volver a anclar las expectativas de inflación, pero ahora con un plan que amplía el horizonte – Jorge Vasconcelos

Quizá la crisis global desatada por la guerra comercial ayudó a dejar atrás las medias tintas en el replanteo de la política económica anunciado por el gobierno argentino el viernes 11 de abril, que combina mayor consistencia y un horizonte temporal más amplio en relación con instrumentos y objetivos de la “Fase II” del programa, junto con un apoyo externo de magnitud suficiente como para quitar incertidumbre, por varios trimestres, vinculada con los vencimientos de deuda del sector público. El nuevo esquema arranca con el desafío de volver a anclar las expectativas de inflación, en un contexto en el que el tipo de cambio va a fluctuar, inevitablemente se endurecerá la política monetaria y crediticia, pero a cambio se están creando condiciones para que bajen la brecha cambiaria y el riesgo país en sucesivos escalones, e incluso para que el país pueda parapetarse mejor frente a los coletazos de la guerra comercial.

Aun cuando esta semana los medios utilicen el adjetivo “devaluado” para caracterizar al peso, las empresas exportadoras y las que compiten con importados saben perfectamente que no pueden esperar demasiado de la “competitividad cambiaria”, más bien una mejora en el margen. De acuerdo a estimaciones preliminares del investigador de IERAL Gustavo Reyes, en el escenario base el tipo de cambio oficial podría sacarle unos 7 puntos porcentuales de diferencia a la variación del IPC en diciembre de 2025 respecto a igual mes de 2024. El nuevo régimen cambiario-monetario seguirá obligando a las firmas conectadas con el comercio exterior a cuidar los costos en dólares como al agua. En contrapartida, se estará difuminando la cordillera que hubiera separado el “antes y el después” de las elecciones de octubre, de haber persistido, tal como venía, el cepo y el deslizamiento al 1% del tipo de cambio cuasi-fijo. Obviamente que el resultado de las legislativas tendrá impacto en las expectativas y en los mercados, pero sería más bien de orden cuantitativo, no cualitativo, en la medida en que se siga avanzando en el desmonte de lo que resta del cepo.

Aunque el cepo no se ha levantado completamente, las nuevas normas le darán mayor volumen a la operatoria del mercado cambiario oficial, caso de la eliminación del “blend”, que adicionará  1,4 mil millones de dólares por mes a la oferta, cifra seguramente calibrada con las nuevas operatorias a las que se tendrá acceso por el lado de la demanda. 

En los 30 días previos a los anuncios del 11 de abril, el Banco Central había tenido un resultado negativo en la compra venta de divisas por casi 2,5 mil millones de dólares. No se espera que busque agresivamente recuperar esos dólares, dado el refuerzo de las reservas por los desembolsos del FMI. Mientras más demore en volver a las compras netas, menos liquidez estará suministrando al mercado, en un contexto en el que la demanda de dinero podría comenzar a recomponerse por el factor expectativas siendo que, además, el impacto inflacionario inicial hará que hagan falta más pesos para comprar el mismo volumen de bienes y servicios.

Ha sido positivo que el gobierno se inclinara por una “banda ancha”, de 40% de margen entre techo y piso, y un deslizamiento ascendente “en diagonal”, al 1% mensual, del andarivel de intervención vendedora. Con “banda angosta” se podría haber dado más certeza para el tipo de cambio en el corto plazo, pero con el riesgo de tener que modificar esas pautas a poco de andar. 

Aunque el tipo de cambio fluctúe dentro de la banda, sin compras inmediatas del Central, las expectativas podrían comenzar a mejorar por el descenso de un par de escalones en el riesgo país, al quedar asegurado el cumplimiento de compromisos externos por varios trimestres, y por una simultánea reducción de la brecha entre el blue y el tipo de cambio oficial, una derivación de la quita parcial de restricciones cambiarias y la menor liquidez en el mercado monetario. Aunque los anuncios han sido difusos al respecto, quizá convenga que el Central reinicie sus intervenciones compradoras en el mercado oficial sin esperar a que, eventualmente, el tipo de cambio llegue al piso. Así habría menos volatilidad para el momento en el que empiecen a tener más influencia las expectativas vinculadas con el terreno político.

Habrá más demanda en el mercado oficial de cambios, pero no hay que olvidar que en las semanas previas la oferta de divisas se secó por la virtual interrupción de la operatoria del “carry trade” de los exportadores y por la pausa impuesta por la incertidumbre a los créditos y suscripciones de obligaciones negociables en “argendólares”. 

El “carry” podría recomponerse rápidamente, dada la atractiva tasa de interés en pesos y la “garantía” de un techo de 1400 para el precio del dólar. Este segundo trimestre es el más abundante en términos de “agrodólares” y, aparentemente, la baja de retenciones tiene fecha de terminación en junio. A su vez, la posible reducción de la brecha cambiaria podría reactivar créditos y emisión de obligaciones negociables. En los documentos difundidos este fin de semana por el FMI, se estiman en 12,4 mil millones de dólares los vencimientos de deuda privada en 2025, pero se anota como factible un flujo del orden de los 17,8 mil millones que, de cumplirse, arrojaría un saldo positivo de 5,4 mil millones.

Más que por una ampliación del superávit comercial, que muy difícilmente supere los 10 mil millones de dólares este año, la recomposición del frente externo del lado de los flujos dentro del mercado oficial de cambios estaría dada por el plus de 12 mil millones en 9 meses que aportaría la eliminación del “blend” y por la refinanciación en exceso de los vencimientos de deuda privada.

Para que pueda avanzarse en esa dirección, es clave que el plan “arranque con el pie derecho” en términos de brecha cambiaria y riesgo país, factores que podrían ayudar a contener el traspaso a precios del “nuevo” precio del dólar por el lado de las expectativas, más allá del rol central que está pasando a tener el “ancla monetaria”. Esto en lo inmediato, porque para el mediano y largo plazo, ha sido muy importante que la Argentina comience a salir de un régimen “exótico” como es el del cepo, implementado desde fin de 2011, y con un poder explicativo dominante a propósito del ciclo de estanflación de más de una década. Si, a partir de ahora, comenzamos a tratar de entender como hicieron Israel y Uruguay, entre otros países, para empalmar estabilidad con crecimiento, sólo por ese motivo habrá valido la pena comenzar a salir del cepo.

¹ Desde principios de año, las reservas brutas disminuyeron aproximadamente USD 7.000 millones, pasando de unos USD 31.700 millones a USD 24.700 millones. En paralelo, las reservas netas experimentaron una baja de USD 6.000 millones, descendiendo desde un nivel cercano a los USD -4.000 millones hasta los USD -10.000 millones (considerando los pagos de Bopreal a 12 meses, pero no los depósitos del Tesoro en el Central). Por su parte, las reservas líquidas también sufrieron una merma considerable, reduciéndose desde más de USD 14.000 millones a menos de USD 6.000 millones.

² El riesgo país llego a caer hasta 500 puntos básicos, es decir muy cerca de la posibilidad de poder renovar al menos parte de los vencimientos. Pero desde hace 3 meses viene subiendo llegando a la actualidad a 900 puntos, un nivel que obliga a seguir pagando todos los vencimientos.

Osvaldo Giordano

Osvaldo Giordano / Jorge Vasconcelos

Presidente del IERAL / Economista Jefe del IERAL

Fundación Mediterránea

Un nuevo horizonte”: el campo elogió los anuncios del Gobierno y expresó su entusiasmo por el futuro económico

Un nuevo horizonte”: el campo elogió los anuncios del Gobierno y expresó su entusiasmo por el futuro económico

Trump sacude el agro global: “Una guerra comercial así termina afectando a todos”

Trump sacude el agro global: “Una guerra comercial así termina afectando a todos”

El arancel del 34% a China reconfigura el mercado de granos. El investigador de la Universidad Austral, Dante Romano, analiza las consecuencias para Estados Unidos, Sudamérica y el comercio mundial.

Buenos Aires, 7 de abril de 2025 – La política comercial de Donald Trump vuelve a golpear con fuerza al mercado agrícola. La reciente suba de aranceles del 34% a productos chinos, como parte de una estrategia para equilibrar la balanza comercial, generó un impacto inmediato en los precios internacionales de la soja, el petróleo y los granos en general.

“Más allá del impacto con los socios comerciales de EE.UU., lo cierto es que una guerra comercial así termina afectando a todas las economías negativamente”, señaló Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. Según el especialista, la medida ya tuvo consecuencias visibles en el mercado: “Cayó Chicago, pero las primas mejoraron, y localmente no vimos grandes cambios”.

En el caso de la soja, la respuesta de China fue aplicar un arancel similar al estadounidense. Sin embargo, el momento del año y la estrategia de aprovisionamiento del gigante asiático moderaron el impacto: “China ya se había abastecido bien y ahora es temporada de compras en Brasil, por lo que el golpe se sintió menos. Eso sí: sino hay acuerdo antes de septiembre, las consecuencias pueden ampliarse”, advirtió Romano. Mientras tanto, Brasil y Argentina aparecen como ganadores: la soja en Chicago perdió casi 20 US$/tn desde marzo, pero en Argentina la baja fue de solo 2 US$/tn.

Por otro lado, el reciente reporte de intención de siembra en EE.UU. mostró un fuerte aumento en el área destinada al maíz, en detrimento de soja y trigo. Esto generó reacciones rápidas en los fondos especulativos: “Estuvieron vendiendo fuerte maíz; en soja también, aunque de forma más prudente”, explicó Romano. A esto se suma un contexto de firme demanda de aceites vegetales, impulsada por el crecimiento del biodiesel en EE.UU. e India, que mantiene el sostén de precios en el complejo sojero.

Argentina: buena demanda, pero alerta por logística y ventas lentas

A nivel local, Argentina muestra una cosecha muy activa, pero con desafíos logísticos y financieros. “Hay mucha soja sin vender -incluso un 10% que quedó del año pasado- y solo el 6% se vendió a precio cerrado. En maíz pasa algo similar. El productor enfrenta problemas de espacio para almacenar y desconfía de vender en un contexto de alta volatilidad cambiaria”, indicó Romano. Esta situación se traduce en retención de mercadería y un mercado que podría tensionarse más en las próximas semanas.

Las fábricas, por su parte, cuentan con buenos márgenes -30 US$/tn brutos- y se espera que puedan pagar más para asegurarse granos, aunque todavía tienen poca mercadería comprada. “Los compradores creen que, por la necesidad del productor, podrían llegar a márgenes de hasta 50 US$/tn. Técnicamente tienen cómo hacerlo”, comentó el investigador.

En trigo, los embarques desde Argentina vienen siendo bajos pese a una buena producción. Mientras tanto, el foco del mercado pasa a la nueva campaña: el Mar Negro muestra una salida del invierno mejor a la esperada, y China e India se perfilan con buenas cosechas.“A Argentina le cuesta colocar trigo afuera, los embarques hasta marzo incluidos fueron bajos para un año de buena producción, y la situación para colocar el saldo exportable se ve cada vez más compleja”, concluyó Romano.

Primicias Rurales

Fuente: Universidad Austral

 

Según un execonomista jefe del Banco Mundial, Donald Trump tomó la senda que llevó la economía argentina al estancamiento

Según un execonomista jefe del Banco Mundial, Donald Trump tomó la senda que llevó la economía argentina al estancamiento

En un influyente portal, comparó sus medidas arancelarias con las decisiones que tomó la Argentina a partir de 1930. Si en esa época EEUU hubiese decidido defender su industria textil, señaló, hoy no sería una potencia económica
FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostiene un documento sobre “Barreras al comercio exterior” mientras pronuncia un discurso sobre aranceles en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos. 2 de abril de 2025. REUTERS/Carlos Barria/Archivo

Buenos Aires, lunes 7 abril (PR/15) — Si hace cien años EEUU hubiera decidido proteger su industria textil con aranceles, como ahora Donald Trump quiere hacer con los autos, la producción de semiconductores y otros sectores fabriles, habría seguido el camino de la Argentina, que por entonces era una de las economías más prósperas del mundo, pero adoptó políticas que la llevaron a la declinación y el estancamiento, advirtió Kaushik Basu, execonomista jefe del Banco Mundial y exasesor económico en jefe del gobierno de la India, en una columna en el portal Project Syndicate.

El economista comparó la situación actual con la evolución de la industria textil norteamericana a fines del siglo XIX y principios del XX. Por entonces, señaló, EEUU lideraba la producción textil, con Carolina del Norte a la vanguardia, pero a medida que los costos laborales aumentaron, el país perdió su ventaja competitiva y otros, como Vietnam, Bangladesh y Turquía, fueron asumiendo el liderazgo en ese sector.

En lugar de recurrir a aranceles para proteger la industria textil, EEUU optó por redirigir su economía hacia sectores que requerían innovación e investigación, áreas en las que tenía una ventaja comparativa. Si hubiera impuesto aranceles altos al ingreso de textiles podría haber mantenido su liderazgo en ese sector, pero a costa de limitar su desarrollo económico general, argumentó Basu.

El ahora profesor en la Universidad de Cornell e investigador de la Brookings Institution, en Washington, subrayó que hace cien años, mientras EEUU se abría al comercio y la innovación, invertía en educación superior y fomentaba la investigación tecnológica, lo que le permitió crecer y consolidarse como potencia económica, política y tecnológica global, la Argentina, con sus políticas proteccionistas, se fue rezagando y perdió su condición de país ascendente.

Autos y chips

Basu apuntó en particular al intento de Trump de revitalizar la industria automotriz en EEUU, mediante un arancel del 25% que entró en vigor el 3 de abril, el día siguiente al anuncio de los “aranceles recíprocos”. Trump afirmó que la industria automotriz estadounidense “florecerá como nunca antes”, pero según Basu el efecto será precisamente el opuesto, pues la medida no solo elevará los precios de los autos en EEUU, sino que también afectará la competitividad de la producción automotriz norteamericana frente a otras con costos laborales más bajos, como China, India, México e Indonesia.

Usualmente, una terrible jornada bursátil se debe a una quiebra bancaria, una pandemia, un huracán o porque otro país hizo algo. No tenemos este tipo de reacción en respuesta a anuncios de los que el presidente de EEUU está orgulloso. Es algo sin precedente. Es extremadamente peligroso

Sucede, explicó Basu, que industrias como la automotriz y la fabricación de semiconductores tienen altos costos fijos (compra de terrenos, construcción de plantas, obtención de permisos) y para que los inversores crean viable establecer nuevas plantas en EEUU necesitarían garantías de que los nuevos aranceles tendrán vigencia durante al menos una década. Pero la incertidumbre política y económica vuelven improbables esas seguridades a largo plazo.

E incluso si EEUU lograse atraer nuevas inversiones, prosigue, el resultado podría no ser tan beneficioso, porque proteger el mercado interno con aranceles encarecerá la producción local, haciendo que los automóviles de EEUU pierdan competitividad en el mercado global, consolidando la ventaja de países con menores costos de producción y desplazando aún más a EEUU del comercio internacional.

Otras advertencias

La advertencia de Basu se suma a la de otros economistas de los ámbitos políticos y académicos. Por caso, Lawrence Summers, expresidente de la Universidad de Harvard y exsecretario del Tesoro de EEUU, posteó en la red X el jueves 3, el día posterior a los anuncios de Trump, que había sido la peor jornada bursátil de los últimos cinco años. “Usualmente, cuando uno tiene una terrible jornada en la bolsa es por una quiebra bancaria, una pandemia, un huracán o porque otro país hizo algo. No tenemos este tipo de reacción en respuesta a anuncios de los que el presidente de EEUU está orgulloso. Es algo sin precedente. Es extremadamente peligroso”, escribió Summers, quien fue jefe del Tesoro norteamericano durante la segunda presidencia de Bill Clinton.

También en la Argentina hubo reacciones de ese tipo. Alberto Benegas Lynch (h), a quien el presidente Javier Milei considera un “prócer” del liberalismo argentino, posteó que dejando de lado “el necesario apoyo para completar lo del FMI al efecto de despejar la catástrofe heredada en el BCRA, el comportamiento del ejecutivo en EEUU de ‘vivir con lo nuestro’ es deplorable, empobrecedor y contrario a los extraordinarios valores de los Padres Fundadores”.

Benegas Lynh recordó que Milton Friedman, Nobel de Economía 1974, otro de los héroes de Milei, subrayó en un discurso: “Lo que beneficia a un país es la eliminación unilateral de aranceles y nunca el juego de la represalia. Es una lección simple que aún no se ha comprendido”. Además, reposteó a Adrián Ravier, que destacó que la medida de Trump “genera costos económicos altos para Estados Unidos y sus socios” y publicó una imagen creada por Inteligencia Artificial de Trump leyendo el libro “Vivir con lo nuestro” del economista argentino Aldo Ferrer.

“En Argentina un conocido defensor del “vivir con lo nuestro” y del proteccionismo fue Aldo Ferrer. El modelo de aislamiento destruyó la productividad en la Argentina, provocando empobrecimiento!”, escribió Ravier. Y cerró: “esperemos que Estados Unidos recupere pronto su espíritu de libre mercado en favor de la globalización”.

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Fuente: Infobae